Hola a todos que se pasa por aquí a leer :).

Ando feliz porque por fin voy a hacer algo más que un oneshot :p.

Así que disfruten de esta historia postcanon.

Y darle unas gracias a Katz que es mi beta, querida siempre te agradecere por toda la vida porque con tus historias me diste un hobby increíble y puedo ser parte de este Fandom y poniendo mi granito de arena con mis escritos, toda esta historia es un regalo mío para ti, gracias por todo Katz :3.

Cap 1.

La visión de dos niños jugando en la playa con un sol de verano radiante, tratando de construir un pequeño castillo de arena que, por su apariencia, parecía más un montón informe. Ellos dos se veían felices, riendo, hablando como si ese "castillo" fuera de tamaño real, contando historias de princesas y caballeros, de reyes y héroes medievales, mostrando la inocencia que un niño de cinco años suele tener. Después de un momento contemplando el panorama, el día soleado empezó a sucumbir frente a los fuertes vientos, augurio de una violenta tormenta.

A lo lejos, una voz familiar le grita a los chiquillos que deben regresar con él, porque un temporal se aproxima y no es seguro estar en una tempestad al lado del mar.

La voz seguía insistentemente con su tarea de llamar la atención, pero los niños seguían tan concentrados con su fantasía que ignoraban todo a su alrededor. Entonces, fue cuando el dueño de esa voz, impulsado por su desesperación, apareció en escena. Era él, sus cicatrices en el lado derecho de la cara, en la zona de la mandíbula, mientras sus subarmónicos vibraban por la angustia de no recibir respuesta alguna. Al darme cuenta de aquello, observé con detenimiento a esos pequeños, vi los ojos de él reflejados, ojos azules cristalinos que atraviesan el alma como reflectores, con cinco dedos en sus manos en vez de tres. Su aspecto prehistórico se evidenciaba también en la forma de sus pies, y al verle aproximarse, esbozaron una sonrisa que mostraba sus afilados dientes. Me fijé entonces en el color del cabello de aquellos niños; el mismo color rojizo oscuro que caracteriza a mi familia materna, adornaba sus pequeñas cabezas.

Cuando los niños se fijaron en la figura del Turiano, el mismo que me quita el sueño, solo se escuchaba la felicidad y la alegría de verlo.

-Papi - dijeron ambos al unísono, lanzándosele encima y él recibiéndolos con sus brazos abiertos, teniendo un poco más de cuidado con su niña al cargarla.

-No puede ser... - me dije. sin encontrar sentido a lo que veía. -Qué demonios sucede, ¿Es esto un sueño?- traté de recordar lo que había pasado antes de esa visión, pero sin éxito. -¿Estoy muerta? -.

Un rayo sacudió mis sentidos violentamente. Sólo deseaba ver si todos ellos se encontraban bien, pues la tormenta eléctrica se hacía cada vez tres trataban de escapar de aquel desastre natural, y yo quería salir corriendo a auxiliarlos pero cada vez se alejaban más y más de mí.Corrí hasta que un rayo cayó a mis pies y entonces comprendí que mi sacrificio no llevaría a ningún lado si no era capaz de sobrevivir a aquel temporal.

Después de aquello, mis ojos se oscurecieron y lo único que alcancé a ver fue el destello de una luz cegadora, y luego dolor… mucho dolor.