Disclaimer: Nada es mio, nada es mio, nada es mio... a ver si algún día me lo creo.


Se abalanza sobre Castiel aprisionandolo entre la pared y su cuerpo, sin tocarlo. Tan cerca, tan fácil seria… piensa pero se contiene.

Se hunde en los iris azules, Castiel lo mira y no parpadea. Imperceptible para cualquiera pero no para Dean: sus pupilas se dilatan. Dean parpadea, baja la mirada, se percata de esa barba de tres días, de esa manzana de Adam, de ese cuello.

Se lame los labios y se pregunta cómo sería besarle, como sería esconderse en el suave hueco de la mandíbula.

Levanta la vista y es sorprendido por la serena y brillosa mirada de Cas.

No necesita más.