Disclamer: KHR! Es propiedad de Akira Amano, solo el material aquí presente me pertenece.

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Primer pecado

"Envidia"

Sentía la envidia recorrer su cuerpo cada vez que veía a su jefe esa mujer, con esa ramera, con esa puta. La odiaba. Se odiaba.

Pero el día en que ella se fue y el Vongola llego corriendo a sus brazos no lo pudo evitar, se alegró, se sintió feliz por habérselo arrebatado —literalmente— de los brazos. Sabía que tarde o temprano eso pasaría, porque seamos sinceros, ¿Quién puede resistirse al mejor Hitman del mundo y a sus encantos?


Segundo pecado

"Lujuria"

Sus cuerpos chocando, piel con piel, con el sudor sirviendo de lubricante para cada penetración que cada vez se vuelve más fuerte, más salvaje, más sofocante, más adictiva y más enloquecedora.

Los jadeos que llenan por completo la habitación les ensordecen y excitan a la par.

El cosquilleo se cuela en sus vientres y les hace explotar, gritando el nombre contrario, embriagados en una dulce nube de completo placer.

Pero aun no les es suficiente.

Están sedientos, con ganas de más.

—Reborn, tómame— pide y ordena, cegado por el inconformismo y la búsqueda de más placer.

—Con gusto— accede, después de todo, Tsunayoshi es el jefe y él el subordinado. ¿Cómo desobedecer sus órdenes?


Tercer pecado

"Gula"

En lo personal odiaba lo dulce, lo empalagoso. Prefería lo amargo y lo salado.

—Reborn— llamo la angelical voz de su desnudo acompañante.

Bajo la mirada.

— ¿A que saben mis besos?

Lo beso.

—A gloria— respondió sin lugar a dudas.

Odiaba lo dulce y lo empalagoso, pero amaba el suave sabor a miel de sus labios.


Cuarto pecado

"codicia"

Deseaba todo lo que sus ojos veían; Dinero, joyas, aparatos electrónicos y mansiones.

— ¿En qué piensas?

Pero lo que más deseaba era a él, al capo de la famiglia más poderosa del mundo.

—En lo feliz que me haces.

Lo deseaba a él, a su pupilo, a Sawada Tsunayoshi.

—Te amo.

Y todo lo que quiere lo obtiene.

—También te amo.

Incluyéndole.


Quinto pecado

"Ira"

—Murió.

El primer golpe.

—Lo mataron.

La primera puñalada y el quinto cadáver.

—El Arcobaleno del sol fue asesinado.

La manifestación de la ira.

Ellos lo mataron.

La sed de venganza aun latente.

—Todos murieron.

Un reencuentro.

—Te extrañe.

Una sonrisa.

—Los mataste.

—Ellos te mataron a ti.

¿Qué es capaz de hacer un cielo herido?


Sexto pecado

"Pereza"

No quería moverse.

— ¡Tsunayoshi!

Sus ojos se sentían pesados, tal vez tomaría una siesta.

— ¡No cierres los ojos!

Estaba cansado.

— ¡No te mueras!

¿Morir? Él solo tomaría una siesta, nada más.


Séptimo pecado

"Soberbia"

Se volvía soberbio cada vez que le alagaba, que le sonreía orgulloso y le mimaba.

—Estoy orgulloso de ti.

Esas palabras le llenaban y le hacían sentir especial.

—Eres el más poderoso.

Sentía su ego crecer con cada felicitación.

—Te amo.

Reborn le estaba volviendo soberbio, pero no le importaba, al menos, estaban a la par.

—Lo sé.


Se amaban a pesar de la envidia.

Se volvían adictos a la lujuria.

Se devoraban con gula.

Competían en la codicia.

Sentían ira hacia quien osase separarlos.

Eran partidarios de la pereza.

E iguales en la soberbia.