Hola jóvenes ninjas. Aquí, porfin está, Un oscuro secreto parte 2. Chan chan chaaaaaaaaaan (que infantil soy, como Mikey) siento mucho el mal título y en esta historia habrá nuevos personajes, tanto aliados como enemigos, a la vez que viejos. Poderes nuevos, nuevas aventuras, batallas y sobre todo, el empeño de los demonios por nuestro pequeño Mikey. Habrá de todo (incluso un poco de romance en los personajes a parte) y solo espero que os guste.

Las tortugas ninja no me pertenecen.

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Cuatro tortugas ninjas se encontraban en las oscuras calles de NY. Estas saltaban por los tejados dando saltos y volteretas, o al menos tres de ellas. Una pequeña tortuga de bandana naranja con ojos azules y pecas iba detrás de las otras tortugas dando unos saltos pequeñitos y no trataba de moverse mucho. En su pecho aún tenía vendas blancas. Al saltar un edificio Mikey sintió una punzada en su pecho y paró un momento. Donnie se dio cuenta.

- Mikey ¿estás bien?- le preguntó Donnie. Los demás se giraron para ver al nombrado.

-Si si, es sólo que necesito descansar un momento.- sus hermanos se acercaron.

-Si quieres podemos volver a casa.- dijo Leo.

-Chicos no os preocupéis. Estoy bien.

-Mikey, hace un mes un demonio gigante te clavó una espada en todo el pecho.- le dijo Raph.

-Vale vale, diez minutos más y volvemos a casa, lo prometo.

-Mikey.- suspiraron los tres a la vez.

-Porfi.- puso sus ojitos de cachorro, cosa que los demás no se pudieron resistir.

-Está bien.- dijo Leo rendido.

-Yupiii.- gritó Mikey y salió corriendo con sus hermanos detrás.

En uno de los oscuros callejones de NY una sombra oscura se encontraba acorralado por un chico de unos 15 años de pelo negro y piel gris. Sus ojos eran negros con pupilas blancas. Llevaba una camisa y chaqueta negra con una corbata roja y unos vaqueros y zapatos negros.

-Ja ja, ¿en serio eso es todo lo que sabes hacer?- preguntó con burla el chico. La sombra se adelantó al chico y dejó ver a un demonio parecido a una gárgola y gritó- Je, bueno a ver si sabes hacer algo más.- el demonio se lanzó hacia el chico, y éste al ver sus intenciones, sonrió e hizo lo mismo. Sacó una pequeña navaja y se la clavó en el hombro. El demonio miró al chico e iba a por él cuando de debajo de su corbata sacó un collar con una gema negra en él. La gema se iluminó y salió un rayo blanco que absorbió al demonio. El chico acercó el collar a su rostro.

-Otro demonio menos. No ha sido nada ante el gran y asombroso...

-FREEEEEED!- un adolescente de 15 años de cabello y ojos marrón y piel blanca apareció en el callejón y gritó con enfado el nombre del chico-Sabes de sobra que no puedes enfrentarte con armas cuerpo a cuerpo.

-Oh vamos Freddy.- Fred se acercó al chico. Tenía un jersey blanco con unos vaqueros y zapatos azules.

-Eso a estado mal Fred.- un hombre apareció de repente delante de los dos chicos. Era alto y tenía el pelo blanco y ojos marrones. Llevaba una camisa y pantalón marrón y zapatos negros. Tenía unos 25 años.

-Vamos Lenny, así es más divertido.

-Y más peligroso.- añadió Freddy.

-No dejan tener a uno un poco de diversión.- se cruzó de brazos.

-No va a aprender- Lenny sacudió la cabeza negativamente-. ¿Cuántos son hoy?- le preguntó a Freddy.

-Nosotros tres y los otros cogieron cinco.- le miró.

-Bien, vamos a seguir buscando.

-¿Por qué habrán tantos demonios últimamente?- preguntó Fred poniendo los brazos detrás de su cabeza.

-Debe ser por ese chico que nos dijo Rev.- comentó Freddy. En eso el collar azul de Lenny empezó a brillar.

-Es de Rev- dijo-. Vamos!- y dicho eso los tres fueron por los tejados.

-Chicos, parad.- ordenó Leo. Se acercaron al borde de un edificio y vieron a los dragones púrpura robando un local.

-Genial, algo de diversión.- estrelló su puño contra su mano.

-Mikey, tú quédate aquí y nosotros vamos a abajo.- los tres asintieron. Los chicos iban a bajar pero vieron a su hermano un poco triste.

-Tranquilo, le patearemos el culo a alguno de tu parte.- dijo Raphael. Mikey sonrió y los chicos bajaron. Mikey se quedó mirando sus hermanos en acción cuando escuchó un ruido. Miró hacia atrás y no vio nada, pero escuchó otro ruido en un callejón que había cerca. Decidió bajar para ver que había allí. Al bajar no vio nada raro, pero cuando iba a subir por la escalera de incendios un rugido inhumano sonó detrás suya. Cogió los nunchakus y dio la vuelta para ver quién había echo ese ruido. Pero una mano gigante le dio en toda la cara, lanzandolo despedido hacia la pared. Ante el gran impacto Mikey se sintió desorientado y cerró los ojos. Una especie de demonio con forma de perro se iba acercando a Mikey lentamente mientras gruñia. Sus ojos rojos rubí le miraban directo, y la saliva que salía de su boca y que colgaba de esos colmillos tan afilados. Se paró a cinco metros de Mikey y sólo cuando abrió los ojos, se lanzó de lleno a por él. Mikey sólo cerró los ojos y gritó, gritó tan fuerte como podían sus pulmones.

-¿Habéis oído eso?- preguntó Raph al escuchar el grito de su hermanito. Los tres se miraron a la vez y dejaron a los dragones púrpura en el suelo y acto seguido corrieron en dirección a donde estaba Mikey. Se asustaron cuando no vieron a su hermano allí.

-¡MIKEY!- gritó Donnie para llamarlo, pero un gruñido del callejón les sorprendió. Llenos de miedo fueron a ver que pasaba y se encontraron a una especie de perro que iba a atacar a Mikey, pero una figura pequeña en medio se lo impedía. Este sujetaba un colar con una gema naranja que hacia que el demonio se estuviera dentro. Un rayo de luz blanco salió del cristal y al segundo siguiente el demonio ya no estaba. Los chicos corrieron hasta donde su hermano.

-Mikey, ¿estás bien?- le preguntó Raph.

-Si...eso creo.- Raph le ayudó a levantarse. Los cuatro miraron quién era el que había protegido, y se sorprendieron al ver quién era.

-Hola chicos, cuánto tiempo.- saludó la figura.

-Rev!- exclamaron los chicos con alegría- ¿Qué haces aquí?- preguntó Leo.

-Ahora es a lo que me dedico, a capturar demonios.

-¿Y los demás también?- preguntó Mikey. Pero un gruñido en la oscuridad les puso en alerta.

-Es mejor que vayamos a un sitio más seguro- dijo Rev-. Lo digo por Mikey.

-¿A qué te refieres?- preguntó Donnie.

-A que al parecer todos los demonios de NY le buscan a él.- dijo Rev mientras señalaba a Mikey.

-Nos lo explicaras todo en casa Rev- dijo Leo mientras levantaba una tapa de alcantarilla-. Vamos.- dicho eso los cinco desaparecieron entre las cloacas de NY.