- Hace un calor terrible –
- Ni que lo digas, hermano –
- Qué mala suerte, por qué no nos tocaría hacer guardia de noche –
Aunque era muy temprano todavía, el sol incidía con fuerza. Hacía un calor terrible, tanto, que incluso la madera de cubierta irradiaba energía. Dos de los integrantes del G5 hacían guardia en el exterior del barco, resguardados bajo la tenue sombra que les proporcionaba una sombrilla. Pero eso no era suficiente para sofocar el indescriptible calor que estaban sufriendo.
- Esto es inhumano, ¿es que hay una isla de verano cerca? –
- Yo creo que si es así, será más una isla de volcanes y desiertos –
- Mataría por poder darme un chapuzón en una piscina mientras me tomo una cerveza bien fría… -
En aquellos momentos, cruzando el cielo azul, despejado totalmente de nubes, se podía ver a una gaviota de las que llevaban el correo todas las mañanas. Lucía cansada, y volaba a duras penas debido al calor.
- Oi, niichan, mira, acaba de llegar el correo –
- Por fin, la capitana-chan estaba esperando el periódico de hoy para poder leer las noticias –
De forma pesada, la gaviota planeó hasta posarse junto a los dos marines, bajo la sombra que proporcionaba la sombrilla. Tenía al cuello una bolsa de cuero con la palabra Newspaper, donde guardaba los periódicos que tenía que repartir durante el día.
- Toma, amiga, aquí tienes los berries por el periódico y un poco de agua –
- Yo iré a llevarle esto a la capitana, en un momento vuelvo –
Uno de los marines tomó el periódico, y empezó a hojearlo por encima mientras se dirigía a la sala común que tenían en el interior del barco. Esa era la única manera de enterarse de todo lo que ocurría a lo largo del Grand Line. Pasó las hojas con tanta rapidez que dejó caer, casi sin darse cuenta, algunos papeles al suelo. Se paró en seco y se agachó para cogerlos.
- ¿New World Water Park? ¿Qué es esto? –
El integrante del G5 leyó la hoja de papel de un intenso color verde agua y grandes y llamativas letras. Poco a poco, sus ojos se fueron agrandando más, tanto, que su rostro se iluminó por completo.
- ¡Tashigi-chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan! – empezó a gritar mientras corría por los pasillos del barco.
Mientras, en el salón principal del barco, la capitana leía un libro en una mesa alejada del bullicio. Aunque sus hombres estaban repartidos por todas las estancias del barco, debido al extremo calor que hacía en el exterior las habitaciones estaban más concurridas de lo habitual, y lo mismo sucedía con aquella sala. La temperatura era más llevadera en el interior, pero seguía haciendo un calor infernal. Tashigi bebía un té helado mientras leía el entretenido libro, pero eso no era suficiente para evitar que el sudor perlase su piel y corriese por su espalda. Tan sofocante era, que sólo llevaba puesto un top de finos tirantes y un pantalón corto, ambos de algodón transpirable, de color blanco y con el símbolo de la Marina.
- ¡Tashigi-chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan! –
La capitana alzó el rostro y dejó de mirar las páginas del libro. Uno de sus subordinados estaba gritando su nombre desde uno de los pasillos cercanos. Temiéndose lo peor, se levantó corriendo, agarró su espada, que estaba sobre la mesa, y salió corriendo en la misma dirección del grito. Aquello alertó a varios de sus hombres que se encontraban en el salón, que también se levantaron de golpe y la siguieron sin pensárselo dos veces. Pocos segundos después, la capitana pudo a ver al subordinado que la llamaba a gritos.
- ¿Ha pasado algo? ¿Nos atacan? –
- ¿Atacar? ¿Eh? ¡Ah, no! – Dijo el marine distraído, mientras le extendía el periódico a la capitana – Aquí tiene las noticias de hoy –
- ¿Has formado todo este escándalo para entregarme el periódico? – preguntó Tashigi, algo enfadada, mientras extendía su mano derecha para tomar el periódico.
- No, no, no, no capitana-chan. ¡Mira esto! – dijo el marine mientras le entregaba el folleto que había estado leyendo justo antes.
- ¿New World Water Park? Pero, ¿se puede saber qué es esto? –
- Por favor, siga leyendo, Tashigi-chan –
La capitana le miró, escéptica, y volvió a centrarse en el papel mientras enarcaba una ceja.
- ¿Hastiado por el terrible calor de este mar? ¿Agotado por las altas temperaturas de la isla Vevela? ¡No te desesperes, te damos la bienvenida a New World Water Land, tu parque de atracciones acuático favorito! Contamos con quince piscinas diferentes, fantásticos trampolines, toboganes de más 100 metros, zona de restaurantes, tiendas ¡y mucho más! Visítanos en Vevela, no olvidarás esta increíble experiencia –
- Por favor, capitana-chan, ¿Podemos ir al New World Water Land? ¡Por favor, hace un calor terrible, necesitamos un respiro! –
- Q-qué… -
De repente, empezó a escucharse un gran murmullo alrededor de la capitana. Tashigi giró sobre sí misma, observando el rostro de todos sus subordinados, que parecían secundar aquella idea. Empezó a sentirse agobiada, incluso desbordada. Era muy difícil lidiar con ellos cuando se comportaban como críos pequeños y caprichosos.
- Yo estoy con mi hermano, Tashigi-chan. No nos damos un respiro desde lo de Punk Hazard, y además hace un calor horrible, ¡nos quita todas las energías este tiempo! –
- Vamos, ¡por favor! –
- Sí, ¡por favor! –
Súbitamente, el grupo fue interrumpido por los gritos de otros de sus compañeros, que se apresuraban en estampida hacia ellos.
- ¡Ya estamos aquí! ¿Dónde está el enemigo, en cubierta? –
- ¿Ehhhhh? –
- ¡Pero qué dices, niichan! –
- ¿Cómo? ¿No nos han abordado? –
- Pues… Smoker viene de camino –
- ¡¿Qué?! ¡Cómo se os ocurre molestar a Smoker-san para nada! ¡Se supone que yo era la encargada en estos momentos! – gritó Tashigi, enfadada con sus subordinados.
- ¿Entonces aceptas que vayamos al New World Water Park? –
- ¿Qué es eso del New World Water Park? –
- El paraíso, hermano. Un lugar con piscinas, atracciones, bares y un montón de chicas en bikini –
- ¡Yo no puedo decidir eso, chicos! –
- ¡Ahí viene el vice-almirante Smoker, vamos a preguntarle a él! –
- SMOKER-SAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN –
Todos los subordinados allí presentes, al unísono, corrieron en estampida hacia su superior, dejando a Tashigi sola y con la palabra en la boca. Su trabajo era increíblemente agotador, en ocasiones como aquella, sólo quería dejarlo todo y apartarse del mundo, pero esa idea se esfumaba rápido de su cabeza cuando pensaba en toda la gente que necesitaba su ayuda. Suspiró profundamente, y siguió a sus hombres.
- ¿Qué sucede aquí, desgraciados? ¿Dónde están los asaltantes? –
- No hay asaltantes, Smoker-san, ha sido todo un malentendido, cosas del calor –
El vice-almirante, que no entendía nada, se cruzó de brazos y permaneció en silencio, invitando a sus subordinados a explicarse.
- Verá, vice-almirante, hemos visto este anuncio en el periódico – dijo el subordinado encargado de hacer guardia mientras le entregaba el papel a Smoker – y… bueno… hemos pensando que con el calor que hace, y todo eso… que no estaría mal pasar el día aquí –
- ¿New World Water Park? – leyó Smoker, mientras daba una calada a uno de sus puros.
- Eso, eso. Es un parque acuático, tiene quince piscinas –
- Y trampolines –
- Y toboganes de más de cien metros –
- Y bares para tomar buena cerveza fría y refrescante –
- ¡Y chicas en bikini! –
- Eso, ¡chicas en bikini! – gritaron al unísono varios marines, mientras dejaban salir una voluta de vapor de los agujeros de sus narices.
- ¡Pero queréis dejar en paz a las chicas en bikini! – intervino de repente Tashigi, que tenía las mejillas totalmente rojas.
- ¿Dónde está eso, desgraciados? –
- En la isla de Vevela –
- Dejad ya la idea, chicos, seguro que esa isla queda muy lejos de aquí –
- Tashigi, ese es nuestro próximo destino –
- ¡¿Cómo, Smoker-san?! –
- ¡Sí, chicos, esta es la nuestra! ¿Podemos, vice-almirante? –
En aquellos momentos, la situación era un caos. Todos alzaban las voces y no respetaban sus turnos de palabra. Como era imposible entenderse, Smoker alzó su atronadora voz, y dictó su veredicto.
- Sois como un grano en el culo, malditos. Está bien, podéis tomaros este día libre. En cuanto lleguemos a la isla, vamos al maldito parque acuático ese –
- ¡SÍÍÍÍ! – gritaron todos los subordinados presentes al unísono.
- Venga, vamos a avisar al resto –
- ¡Por fin voy a estrenar mi bañador nuevo! –
- Ahhhh, qué ganas de una buena cerveza helada –
Casi al instante, la multitud se desperdigó por todas partes, dejando a Smoker y a Tashigi solos en el pasillo.
- ¡Smoker-san! ¡No podemos perder el tiempo de esa manera! –
- ¿A caso estamos aprovechándolo ahora mejor? Tashigi, el calor es demasiado sofocante, nos impide hacer nada. Si no podemos trabajar con estas temperaturas, démosles un respiro. A pesar de las formas, sabemos que son hombres buenos y competentes. No está mal recompensarles de vez en cuando –
Tashigi no replicó a su superior, sabía que estaba en lo cierto, pero tampoco le apetecía tener que vigilar a sus hombres y evitar que se excedieran demasiado. En el barco podía controlar mejor la situación. Sin contar que no se le antojaba atractiva la idea de tener que ponerse en traje de baño delante de tanta gente.
- Está bien, Smoker-san. Voy a cambiarme de ropa para ir al New World Water Park, si necesita algo, ya sabe dónde encontrarme –
- No te preocupes, yo me encargo de que todo esté en orden –
- Entendido… Smoker-san -
Tashigi dio media vuelta, y se dirigió hacia su camarote. Estaba inquieta, tanto, que no sabía dónde poner sus manos. Toqueteaba la empuñadura de su espada, mientras no paraba de pensar en lo que acababa de suceder. Estaba segura que no tardarían mucho en llegar a la isla, y después de eso, pasarían todo el día en un parque de atracciones acuático. En traje de baño. La simple idea transformaba el correoso sudor de su cuerpo en una sustancia fría que se deslizaba por su piel. No podía soportar la idea de llevar menos ropa de la que mostraba en aquellos momentos. Ese era su límite, y todo debido al incesante calor que hacía en esos momentos. Por suerte, tenía un as bajo la manga. Durante sus entrenamientos como marine, se curtían en distintas ramas, lo que garantizaba que sus cuerpos estuviesen al cien por cien entrenados para poder abordar cualquier situación inesperada que les ocurriese, desde escalar una montaña hasta nadar durante largo rato en el agua. Debido a eso, había tenido que practicar durante muchas horas clases de natación. Todavía la practicaba cuando se encontraba en algunos de los cuarteles generales durante un periodo de tiempo prolongado, por eso guardaba el bañador que utilizaba en el armario de su habitación. Aunque, a decir verdad, desde que ascendió a capitana no solía pisar mucho esos lugares. Ahora que lo pensaba con determinación, llevaba casi dos años sin probarse su bañador.
Avanzó por algunos pasillos, hasta que finalmente llegó a su habitación. Podía escuchar los gritos de sus subordinados, algunos ya caminaban por el lugar con el bañador puesto, llevaban sombrillas e incluso flotadores ya hinchados con formas de animales. Tashigi no podía evitar envidiar la facilidad que tenían para ser tan espontáneos. Cerró la puerta de su habitación justo después de entrar, dejó su espada sobre el tocador, y se acercó hasta su armario. Buscó al fondo de él, y tras rebuscar durante unos minutos, encontró el traje de baño en una pequeña caja.
- Vaya, no sabía yo que hiciese tanto tiempo que no lo utilizaba. Si no, no me explico por qué lo tenía tan escondido –
La abrió, y sacó la pieza de ropa, la cual extendió. Era un bañador de licra de tipo deportivo, con dos tonos de azul. Tenía la mayor parte de la espalda al descubierto, pero el tejido era elástico y, por lo que recordaba, se adaptaba bastante bien a su cuerpo y sujetaba con firmeza. Se acercó hacia el espejo de su tocador y lo colocó encima de su cuerpo. Lo que vio le hizo enarcar una ceja, le daba la sensación de que, a priori, le quedaba pequeño. Pero la idea se le antojaba estúpida, había utilizado antes ese bañador sin problemas.
Lo dejó sobre la cama y empezó a desnudarse. Dobló perfectamente su ropa, la guardó en el armario, y volvió a coger el bañador de nuevo. Levantó su pierna derecha y la introdujo por uno de los agujeros, para hacer exactamente lo mismo con la izquierda. Tiró de él hacia arriba, pero pudo notar que la licra oponía resistencia. Intentó no darle importancia, y siguió tirando hasta que la tela llegó alrededor de su cintura. Introdujo los brazos en sus respectivos agujeros, y tiró hasta colocar el bañador en su sitio. Se giró sobre sí misma, y se miró al espejo.
- ¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! –
De lo más profundo de su garganta, salió un grito de puro terror. No podía dar crédito a lo que estaba viendo frente a ella. Volvió a girar su cuerpo, y observó cómo le quedaba la parte de atrás. Comenzó a temblar violentamente, y se dejó caer hasta el suelo. El bañador le quedaba increíblemente pequeño. ¿Tanto había cambiado su cuerpo desde que no lo utilizaba? Ella se veía prácticamente igual. Su trasero era más grande, y la tela no alcanzaba para cubrirlo, además, como era de licra, le apretaba fuertemente la carne y se introducía entre sus nalgas. Con su pecho ocurría lo mismo, había crecido lo suficiente en aquel tiempo como para que la tela no pudiese cubrirlo, no alcanzaba a llegar a los extremos de éste, y debido de nuevo a la tensión de la licra, amenazaba constantemente con ceder. Se levantó y se miró de nuevo. No podía salir así vestida, tan apretada dentro de ese bañador que parecía que iba a estallar en cualquier momento. Se pegaba tanto a su cuerpo que podía vislumbrar la marca de su ombligo sobre la licra.
- ¿Tashigi-chan, está lista? Sólo falta usted, estamos a punto de desembarcar, ya hemos llegado a Vevela –
- ¿¡Ya hemos llegado a la isla!? –
- Los chicos están impacientes, ¡no tarde mucho, por favor! –
Tashigi notó cómo su estómago se revolvía. Empezó incluso a sentirse mal. Definitivamente, no podía salir así de ninguna de las maneras, pero, ¿Qué podía hacer en aquella situación, a contrarreloj? Lo primero que hizo fue buscar un vestido amplio de verano, especial para aquellas ocasiones y que reservaba para cuando llegaban a una isla donde disfrutar de una buena playa. Lo encontró justo al lado donde había guardado su bañador. Era un vestido camisero de color blanco, sin ninguna forma, por lo que no acentuaría ninguna parte de su cuerpo. Aprovechó, y se puso unas chanclas de playa de color rojo que guardaba también para ocasiones similares. Se miró al espejo, y se tranquilizó al ver que no se notaba nada del bañador que llevaba puesto. Aun así, se sentía agobiada, la licra apretaba con fuerza todo su cuerpo, hasta el punto de hacerle difícil respirar, y tenía que sacar la tela constantemente del interior de su trasero. Necesitaba un bañador nuevo, pero no sabía dónde comprarlo. Empezó a pensar rápidamente, cuando su rostro se iluminó al recordar algo.
- Creo… ¡necesito confirmarlo! –
Cogió su espada y salió corriendo de su cuarto, y se dirigió hacia el salón donde había estado un rato antes. Necesitaba volver a leer el periódico, o para ser exactos, el papel que publicitaba el parque de atracciones acuático. Continuó corriendo por los pasillos hasta que llegó, exhausta, a su destino. Allí, en una de las mesas, pudo vislumbrar los papeles que estaba buscando, los cuales había dejado Smoker justo antes de retirarse a su camarote.
- ¡Aquí está! – Gritó la capitana mientras se apresuraba hacia ellos y comenzaba a hojearlos – Piscinas, toboganes, trampolines… qué más… restaurantes… ¡Aquí!, ¡Tiendas, sí, tiendas! –
En el flyer, había varias fotos del lugar, y una de ellas ilustraba el interior de las tiendas. Se sintió enormemente aliviada al ver los trajes de baño que aparecían en la imagen. Podía salir así vestida, entrar en el parque acuático, dirigirse directamente a las tiendas, y comprar un bañador nuevo, de su talla, que estrenaría inmediatamente. No podía salir nada mal, era un plan increíblemente simple y rápido.
- Menos mal que la encuentro, capitana-chan. El vice-almirante Smoker está en cubierta, quiere que le ayude con el desembarco, estamos listos para bajar a la isla –
- Entendido. Ya estoy lista, ahora mismo me encuentro fuera con vosotros –
¡Hola a todos! Historia nueva. No me olvido de Hinsa Skies, de hecho, la he actualizado a la misma vez, pero me apetecía escribir algo distinto. La verdad es que las historias largas son todo un reto para mí, por eso necesitaba un respiro con algo breve y totalmente diferente. Esta historia va a ser bastante corta y de fanservice puro, que no viene mal de vez en cuando ;) Por ahora sólo hay un esbozo de la temática, pero me guardo un as en la manga fufufufufu. No olvidéis dejar unas reviews, ¿A alguien se le puede ocurrir de qué irá la cosa? Podéis hacer vuestras apuestas :D
