Summary: Zoro tiene dudas sobre Nami desde hace un tiempo, Nami empieza a tener sentimientos desconocidos asía el espadachín. Cierta tripulación y cierto pasado dejara a los mugiwara con la boca abierta de la impresión. Ellos nunca habían sabido que Zoro tenia relación con aquella tripulación y mucho menos que Nami empezara a sentir algo por el peli verde... (Lo se, es un pésimo resumen -.-)
Disclaimer: Estos personajes no son de mi propiedad, ellos son de propiedad de Oda. Solo algunos que saldrán mas adelantes son míos, yo ya les diré cual, gracias.
Bueno espero les guste este ZoNa ^^
Bien, comencemos...
Capitulo uno
Dudas
Todo estaba normal en el Sunny, la tripulación estaba tranquila. Luffy, Chopper, Usopp pescaban con la caña de pesca que fabrico Franky, Robin estaba en una de su hamacas leyendo unos libros, Nami estaba en su habitación dibujando unos mapas, Franky en su taller creando alguna cosa, Sanji se encontraba en la cocina haciendo el almuerzo y por ultimo Zoro se encontraba durmiendo junto a los naranjos…
–¡Sanji, ya esta la comida! ¡Tengo hambre~! –la tranquilidad no duro mucho, ya que los gritos por comida del capitán de los Mugiwara se escucharon por todo el barco…
–Vamos capitán-san espere un poco más, que seguro el cocinero-san ya está acabando –dijo Robin con una sonrisa a Luffy, este la miro y luego miro la entraba de la cocina y luego su estómago.
–Pero tengo hambre –respondió con un tono más normal, mientras ponía una mano en su estómago que gruñía por comida.
–Que no te puedes esperar –dijo Zoro con algo de malhumor ya que los gritos de su capitán lo habían sacado del sueño que estaba teniendo… y hay que recalcar que en dicho sueño aparecía cierta pelirroja "¡¿por qué demonios soñé con ella?!" se preguntaba mentalmente el espadachín…
–¡A comer! –la voz de Sanji se escuchó luego de cinco minutos, los cuales fueron llenos de la exigencias del capitán que berreaba por comida…
–¡Comidaaa! –dijo Luffy con felicidad y con ayuda de su habilidad de goma ya se encontraba dentro de la cocina, seguido por el resto de la tripulación que iban con más calma a la cocina.
–¡Robin-chwan! Aquí tiene su almuerzo –dijo con felicidad y ojos de corazones el rubio, mientras que la arqueóloga se sentaba en su lugar dispuesta a comer, ya que el resto ya había empezado, y ni qué decir del capitán que estaba con más comida que podría masticar en la boca.
–¡Nami-swan! Pelirroja mía, aquí está tu almuerzo –dijo con alegría y revoloteando con corazones en los ojos alrededor de la navegante, la cual solo se sentó y se dispuso a comer.
…
–¡Luffy, deja mi comida! ¡Es mía! –dijo Usopp que al descuidarse unos segundos de su comida para contar una de su tantas historias (que eran mentiras) su capitán estaba arrebatándole el almuerzo.
–Pewgrvfo cjhogfmsfo nsfo lodf ehjstagrdbasdrgr codfgmisrfendfgdoj penfsjse qujfe nghto quefdhiajhs –dijo Luffy con un gran trozo de carne en la boca, y lo que dijo se podría traducir como: pero como no lo estabas comiendo pensé que no querías.
–¡Luffy deja de robar las comidas de los demás! –dijo Nami mientras le daba un golpe en la cabeza, ya que el capitán ahora estaba asaltando al plato del renito.
El almuerzo siguió como comúnmente era en el Sunny, entre reprochar al capitán, las historias de Usopp que eran todas mentiras, Sanji alabando la belleza de las chicas de la tripulación, los chistes de esqueleto de Brook, Zoro peleando con Sanji por una que otra cosa, Nami deteniendo a ambos tontos, Luffy intentado quitar el almuerzo a su nakamas, Franky con su palabra ¡Super! y entablando conversación sobre bragas con Brook…
–Que hermosa tarde –dijo Nami mientras iba a la cubierta, y con un catalejo y un mapa en mano se dispuso a ver que tanto faltaría en llegar a la próxima isla, que según el mapa la más cercana era la isla Akai Hana…
–Bueno, dibujare un poco junto a mis naranjos –dijo la joven de dieciocho años mientras se iba a su camarote por sus útiles de cartografía.
…
–Navegante-san, ¿ira a dibujar a cubierta? –preguntó Robin al ver a Nami entrar e ir por lo que necesitaba.
–Sí, la tarde está tranquila y es mejor hacerlo afuera –dijo con una sonrisa. Robin sola la miro y sonrió a la pelirroja, mientras esta salía a cubierta.
Nami llego a sus naranjos y sobre la mesa que ya le espera. Poso sus útiles de cartografía, y sentándose en la silla se dispuso a dibujar. Pasado unos minutos un sonido peculiar la distrajo….
–Mmm… pero que será… –dijo Nami mientras se paraba e iba a ver qué era lo que estaba haciendo ese sonido. Al llegar del otro lado de los naranjos, vio a un peli verde dormido y dando pequeños ronquidos, junto a él sus katanas, y tenía una faceta tranquila y feliz– se ve tan lindo así –murmuro Nami con una pequeña sonrisa. Pero al momento negó con la cabeza– pero que estoy pensando –se dijo a ella misma mientras volvía a dibujar sus mapas, mas no podía concentrarse mucho ya que su mente estaba en el espadachín que dormía del otro lado de los naranjos.
Más tarde…
Zoro que dormía tan tranquilamente se despertó de golpe, miro a su alrededor y vio que se encontraba en el Sunny, miro adelante suyo y…
–¿Nami? –Dijo Zoro con una ceja alzada– ¿Qué haces aquí? –preguntó el peli verde, al ver a su nakama en frente suyo.
–La cena esta lista… y venía a despertarte –dijo la pelirroja mirando a Zoro, que estaba como…
–Tú me viniste a despertar, por voluntad propia –dijo el espadachín en asombro, pero luego se dio cuenta que era de noche… "¿pero cuando he dormido?… además ese sueño…" pensó el espadachín y puso una cara sombría, se levantó y se dirigió a la cocina, aun así, estar con Nami de una manera tranquila lo hacía sentirse raro. Bueno cuando la conoció todo estaba bien, cuando Luffy le dijo que sería la navegante de su tribulación, estaba bien, cuando fueron en busca de más tripulantes, todo seguía normal, sin necesidad de pelear…
– ¿Cuándo cambio todo? –se preguntó Zoro con susurro, ya que comúnmente en la actualidad. Él y ella no pueden estar ni cinco minutos juntos por que empiezan a pelear por cualquier cosa…
−¿De qué hablas Zoro? –preguntó la joven pelirroja. Ella había escuchado ese susurro de Zoro. Zoro se sobresaltó un poco al escucharla, mas no la miro y siguió caminando– Zoro te hice una pregunta –dijo la chica alcanzándolo y mirándolo como el ceño fruncido al ser ignorada. Y de alguna manera, le dolía ser ignorada por ese peli verde.
−No es nada importante, y ¿por qué tendría que decírtelo? –dijo Zoro mientras abría la puerta de la cocina. Al entrar, vio cómo su capitán ya estaba devorando toda su cena, al igual que todos seguían comiendo como de costumbre, y como de costumbre algo lo haría enojarse 3… 2… 1…
−¡Nami-swan! ¡Mi pelirroja mía. Aquí tienes tu comida preferida con un postre de naranjas! –dijo Sanji con ojos de corazones mientras que Nami se sentaba en su sitio… junto a Zoro…
Zoro miro al cocinero con enojo. No le gustaba para nada la manera de actuar de ese de cejas espiradas, le causaba repugnancia. ¡Que acaso no entendía que ellas no le hacían no caso! –Tks –musino el espadachín y se dispuso a comer su cena.
−Gracias Sanji-kun –dijo Nami con una sonrisa. Zoro solo frunció ceño al verla que sonreía para ese rubio. Nami miro a Zoro de reojo, por alguna razón le importaba mucho ver la reacción del espadachín, vio que tenía el ceño fruncido mientras comía "¡Ay! ¿Qué me pasa? ¿Por qué de repente he tenía que pensar él? ¿Por qué me importa ver su reacción? ¿Por qué quiero estar junto a él?, bien pude sentarme junto a Robin… pero… ¡Ya! ¡basta! Deja de pensar y disfruta tu cena, Nami" pensaba la pelirroja mientras comía…
Al día siguiente
−321, 322, 326, 324… –decía un peli verde mientras alzaba sus pesas. Se encontraba cerca de los naranjos, donde una pelirroja intentaba realizar los trazos de su nuevo mapa… pero por cierta persona no lograba concentrarse mucho que digamos…
−Zoro… puedes callarte. O mejor aún, puedes irte a entrenar en otro lugar –pidió Nami con tranquilidad y los ojos cerrados.
−Por qué… 331… lo… 333… haría… 335, 336… – dijo Zoro mientras seguía levantando las grandes pesas.
−Intento concentrarme, pero tú no me dejas. Puedes irte a otro lugar –dijo la pelirroja mirándolo.
−Y si yo no quiero –respondió Zoro mientras seguía contando. Nami estaba algo enojada, esperaba no llegar a pelear con el pero como iban las cosas sería imposible.
−¡Ve a otro lugar que quiero tranquilidad para hacer mis mapas! –grito la chica. Grito tan fuerte que toda la tripulación la escucho.
−¡Pues no me voy! ¡Tú no me ordenas! ¡Yo entreno donde se me pegue la gana! –respondió Zoro con el mismo tono de voz que la navegante. A Nami por alguna razón extraña, le dolía que Zoro le hablara así. A Zoro no le gustaba que le dieran órdenes, pero por alguna razón se sentía mal por estar siempre peleando con Nami…
−¡Que no puedes ir al gimnasio que construyo Franky! ¡ahí puedes estrenar mucho más a gusto! –decía la joven con una voz algo más baja que la primera– No. Mejor me voy yo. Tú de seguro no te largaras –finalizó la chica. La verdad, tenía ganas de llorar, pero no dejaría que Zoro la viera así. Agarro todo lo que necesitaba y se dirigió a su camarote.
Zoro miro como la chica se iba. Él no quería tener que pelear con ella, desde ya un tiempo el espadachín sentía algo por la pelirroja. Pero se negaba a aceptarlo, ¿Cómo era posible que le gustase su nakama? Mejor dicho ¿Cómo fue posible que se enamorase de Nami? Sí, la chica era bonita, de carácter fuerte, buena persona… pero también hay que recordar que es; mandona, de poca paciencia, manipuladora, ambiciosa…
−¿Cómo es que ella llamo mi atención? –se preguntó Zoro en un murmullo. Para luego seguir levantando sus pesas. Ya que de esa manera, al menos su mente no estaba ocupada y no pensando en la pelirroja que tiene como nakama.
…
Nami entro en su camarote. Robin la miro con detenimiento. Los ojos de la navegante estaban cristalinos… Robin supo en ese momento que era mejor dejarla sola, desconocía la razón pero como que se daba una idea de que era…
−Navegante-san. Yo estaré en el acuario si es que quisiese mi ayuda –dijo Robin mientras se paraba y pasaba junto a Nami, para así salir del camarote.
Nami escucho la puerta cerrarse tras de ella… Con pasos lentos llego a su cama, se sentó en ella y lágrimas salieron de sus ojos marrones. No entendía cómo era posible que le doliera tanto el haber peleado con el espadachín.
−¿Cómo es que me afecta tanto el que tengamos este tipo de relación? Tan solo peleamos y nos echamos la bronca… ¿Por qué no podemos tener una relación mejor que eso? Por qué no ser amigos… porque seguro ni eso somos… seguro no me considera su nakama… pero… ¿Por qué me duele saber que ni siquiera me considera su nakama? –la pobre pelirroja estaba hecha un manojo de dudas. Aferrándose a su almohada se echó en su cama. Minutos después se quedó dormida.
…
Zoro no podía dejar de pensar en Nami, asique dejo su entrenamiento para mejor tomarse una siesta.
−Sera mejor que duerma un poco. Ay Nami, por que no sales de mi cabeza –dijo el espadachín mientras se pasaba una mano por su cabello.
−Problemas Espadachín-san –se escuchó de decir a alguien. Zoro giro algo sobresaltado, y ahí en cerca de él se encontraba Robin.
−Nada… Solo que… Iré a tomar una siesta –dijo Zoro aparentando que nada lo molestaba. Y así el espadachín se dirigió al nido del cuervo a dormir.
−Está bien. Cuando esté listo el almuerzo te llamare –dijo Robin con una sonrisa. Zoro le devolvió la sonrisa y luego se dirigió al nido del cuervo; el único lugar donde podía dormir tranquilo sin que alguien lo moleste.
…
−Algo les pasa a esos dos ¿verdad? –dijo Franky acercándose a Robin. La pelinegra lo miro y dio una sonrisa.
−Al parecer aún no se atreven a decirlo, y a aceptarlo –respondió la chica y el peli azul solo asintió.
−Nee-chan debe de estar confundida al no darse cuenta –dijo el peli azul mientras miraba la puerta del camarote que compartían Robin y Nami.
−Ya verás que aceptaran sus sentimientos de alguna u otra forma –dijo la arqueóloga…
−¡Islaaaaaa! –se escuchó la voz del capitán de los Mugiwara desde la proa. Toda la tripulación logro escuchar dichoso grito. Y todos salieron a cubierta… todos excepto Zoro, que se encontraba en una de las peores pesadillas para el espadachín… ya que pronto seria…
Sora: Hola como están ^_^ jeje aquí les vengo yo con un fic nuevo… No sé mucho de One Piece, apenas estoy volviendo a ver los seiscientos y tantos desde el principio (Ya que me había olvidado de este anime por dos años). ¿Sabían que Ace era un preciosura en el capitulo cero? ¿Ya lo sabían? Bueno no importa.
Luffy mientras cruzaba los brazos en forma infantil: ¡EHH! ¿Por qué yo no salí mucho en escena?…
Sora: Hola Luffy… bueno es que como estabas tan ocupado intentando descifrar a clave de la nevera para sacar carne…
Luffy: ¿Tienes comida? Me muero de hambre.
Sora: pues sí, está en la mesa –señala la mesa a unos dos metros de distancia–.
Luffy mira el plato y se lo devora todo sin dejar absolutamente nada: ¡Esta rico!
Sora: Esa era mi comida… Bueno que importa.
Luffy: ¿Qué le pasa a Zoro? Ha llevado días actuando muy raro…
Sora: Yo no sé nada –se pone a silbar– Luffy que tal si comes helado.
Luffy mira un botecito de medio litro de helado de vainilla: ¿Y es rico?
Harold con un tarro de cuatro litros aparece de la nada: ¡Es el más rico manjar que los Dioses y el mundo pudo crear!
Sora: Ahí tienes tu respuesta… Creo que es hora de despedirme… nos vemos pronto el próximo martes para el nuevo capit-.
Luffy interrumpe a Sora: ¡Esto esta riquísimo! ¿Sora, el helado lo puedo encontrar en la próxima Isla que estamos por llegar?
Harold: mmm… Sería bueno comprar más helado, solo me quedan cinco litros más.
Hannah: ¡Oye! nosotros aun no aparecemos en la historia –agarra del cuello a Harold y se lo lleva–
Sora mira a Luffy: Si Luffy, puedes encontrar el helado en la próxima isla.
Luffy: ¡Yupi! ¿Quiénes era ellos? Bueno no importa. Ahora ¿creo que te despedías no? Bueno nos vemos en la Isla! ^^
