Aquí esta la infame continuación de mi fic ¡¡No hay nada como el hogar!!, lo bueno de escribir cosas absurdas y extravagantes es que aunque no hayas leído el anterior puedes leer este y reírte un rato, pero yo recomiendo que os leáis antes el anterior para saber un poco de que va el tema y poder pillar todos los chistes, ¡venga!, que no cuesta nada se lee en 15 minutos… ¡os dejo tiempo!… tic, tac, tic, tac,……. ¿ya esta?, entonces ahora, ¡si! podéis leerlo.
Digimon y los personajes de digimon no me pertenecen…… aún…..
SWEET HOME ODAIBA
Viviendo con Natsuko:
-Mi amor, ¿te he dicho alguna vez lo guapa que eres y lo mucho que te quiero?.- pregunta un joven rubio, mientras entra por la puerta de su casa sin dejar de besar apasionadamente a su novia.
-Cariño, no hay tiempo para eso, tengo cinco minutos antes de que mi madre llame a la guardia nacional para venirme a buscar, así que vete desnudándote ya.- dice aceleradamente la pelirroja mientras se quita la camiseta y la tira lejos.
-¿Cinco minutos?, no te preocupes tiempo suficiente.- dice el muchacho cargando a la chica a horcajadas.
-Yamato… ese tiempo no es para presumir precisamente.- se oye una voz de hombre desde la cocina.
-Lo dices como si tus tiempos fuesen gran cosa.- replica una burlona voz de mujer.
-Papa, mama… ¿queréis que esta noche yo haga la cena?.- pregunta un simpático rubio, luego mira a sus semidesnudos hermanos y la situación tan comprometida en la que están y pregunta.- Sora… ¿te quedas a cenar?
En efecto, a Yamato y Sora se les había vuelto a olvidar que ahora la familia Ishida-Takaishi vivían bajo el mismo techo y por secta vez en esta semana, habían sido pillados in fraganti.
-No gracias, Takeru yo tengo que irme a casa.- se excusa la muchacha completamente roja.
-Además nadie quiere comer algo que hayas preparado tu, ¿lo oyes?.- dice Yamato con enfado porque una vez más se va a quedar a dos velas.
-¡Eso no es cierto!, a papa y mama le gusta mucho lo que yo cocino… ¿a que si?.- pregunta el joven Takaishi a la espera de la aprobación de sus progenitores.
-¡Por supuesto que si, Takeru!.- responden al unísono Hiroaki y Natsuko que lo último que quieren es herir los sentimientos de su hijo menor, luego se miran entre ellos con cara de "Oh no, otro pastel no".
-Que os aproveche, yo me voy.- dice la pelirroja mientras rebusca por los armarios y recoge una botella de leche.
-¿Y a donde vas con la leche?.- pregunta con curiosidad Takeru.
-Es mi coartada, le dije a mi madre que iba a comprar leche, si no aparezco con ella sospecharía, adiós Srs. Ishida.
-Ejem… ¿Srs. Ishida?.- pregunta extrañada la mujer.
-Y , por supuesto.- se apresura a decir la chica nerviosa, ya que prácticamente nunca había tratado con su suegra.
Sora, se dispone a salir de la vivienda pero un comentario de Hiroaki hace que se de media vuelta.
-Esto… Sora-chan, si quieres que tus padres no sepan que has estado con mi hijo creo que deberías ponerte esto.- comenta el hombre mientras sostiene la camiseta de su nuera en la mano.
-Ah… gracias.- dice la chica recogiéndola completamente roja porque en ese momento es consciente de que ha estado toda la conversación en sujetador.
La portadora del amor abandono la vivienda quedando los antes Srs. Ishida, ahora Sra. Takaishi y Sr. Ishida, (que sino Natsuko se enfada), y los rubios hijos de estos, Takeru insistió en hacer la cena por lo que Hiroaki recordó que aún le quedaba mucho trabajo que hacer en la oficina, cinco minutos después fue visto comiendo en el restaurante de debajo de su casa, Natsuko recordó que estaba haciendo régimen, cinco minutos después fue vista escondida en el baño mientras llamaba a "Comida a domicilio, por si tu hijo insiste en hacer la cena" y Yamato opto por, con el mayor tacto posible, excusarse de la cena de su hermanito.
-Que no voy a comer la basura que tu preparas… ¡¡inútil!!.- dice el rubio mientras se adentra a su habitación dando un portazo tras de si.
Básicamente este era el día a día de esta familia desde la brutal fiesta en la vivienda Takaishi, pero esa fiesta no solo había dejado consecuencias en esta familia sino que desde ese día la vida de todos los digielegidos había cambiado considerablemente.
Las clases habían vuelto al instituto de Odiaba y nuestros chicos, como buenos estudiante, se encontraban en la cafetería que esta en frente del instituto, cada uno con sus propios problemas.
-Nada, que no hay manera, en mi casa no podemos porque siempre esta llena de gente y en casa de Sora menos porque oficialmente soy persona non grata.- cuenta un rubio completamente desanimado.
-Me parece muy bien Yamato, pero yo sólo te he preguntado que hora es.- dice un pelirrojo, que no le había prestado la más mínima atención.
-Déjale, que se desahogue, tiene problemas y necesita nuestra ayuda.- dice Daisuke como si fuese la voz de la experiencia, todos se le quedan mirando con cara de "y que consejos vas a dar tu, si lo más cerca que has estado de la intimidad de una mujer fue cuando tu madre te dio a luz".
-Mira Yamato-san, lo que te pasa es lo mismo que le paso a mi primo… y al final tuvieron que amputarle el brazo.- cuenta Daisuke.
-¿Y por que se lo amputaron?.- pregunta Yamato alarmado.
-Oh, tuvo un accidente en la fábrica que trabajaba, una máquina le atrapo la mano.
-Esto… Daisuke, ¿y eso que tiene que ver con mi problema?.- pregunta el rubio extrañado.
-¡Ah! no se, pero es que me apetecía contar esta anécdota… ¿a que es divertida?
Yamato opta por ignorar a su amigo y al ver que estos no le hacían ningún caso decide irse de ahí y volver a su clase de historia. Al mismo tiempo que Ishida sale de la cafetería, su hermanito acompañado de su novia entraban a la misma, Daisuke al verlos se dirigió como un poseso hacia ellos y plantándose delante de Hikari exige con convencimiento.
-Hikari-chan, dime que no estas saliendo con Takeru.
-No estoy saliendo con Takeru.- repite la joven, la cara de Daisuke es la alegría hecha persona hasta que la joven Yagami continua hablando.- ahora ¿te digo la verdad?
El joven goggle-boy, no sintiéndose capaz de aguantar por más tiempo las lagrimas se va corriendo del lugar.
-Pobrecillo.- dice Takeru observando la huída de Motomiya.
-Si, da bastante pena… ¿crees que he sido muy dura?.- pregunta Hikari sintiéndose culpable por el dolor de su amigo.
-¿Eh?… no, si yo lo digo porque como no habrá los ojos se va a comer esa farola y…. (Pum), auch, eso debe de doler.- narra Takaishi mientras observa como Daisuke se tambalea en busca de los dientes que acaba de perder.
-Bueno, olvidemos a Daisuke y concentrémonos en lo nuestro… ¿ya lo has recibido?.- pregunta el rubio con impaciencia.
-Si, Takeru… ¿pero no crees que nos hemos excedido un poco?.- pregunta la castaña mientras saca de su bolso una camiseta con la foto de Yamato de bebe.
-¡No!, ya veras que bien se venden… en su próximo concierto nos ponemos en la puerta y nos haremos ricos.- comenta Takaishi con entusiasmo.
-No se Takeru, tu hermano tiene muchas fans, pero ¿en serio crees que venderemos las 5000 que has pedido?.- pregunta la chica con desconfianza.
-¡Claro que si!, si se venden tan bien como sus calzoncillos tendremos que hacer hasta más, confía en mi.- dice el rubio con convencimiento.
Unos metros más allá, en una mesa, dos enamorados estaban haciendo sus propios planes para el futuro.
-Miyako… que he pensado que como yo ya conozco a tus padres, pues que tu vengas a cenar a casa algún día de estos.- propone Ken con timidez.
-¿En serio?, ¿quieres que cene con tus padres?.- pregunta la peli-lila con emoción.
-Si, es que mis padres han insistido en que quieren conocerte…
-¿De verdad?.- vuelva a preguntar Inoue con entusiasmo.
-Si, se quedaron muy intrigados de saber quien era esa chica que les llamo a las 5 de la madrugada y empezó a gritarles… ¡¡¡Buenas noches suegros!!!, ¡¡¡¡estoy saliendo con Ken!!!!.- cuenta el joven recordando como acabo para ellos la fiesta de Takeru.
-Oh… ¿así que se enteraron?…- pregunta la chica con nerviosismo.
-Si, pero no te preocupes, creo que les pareció muy divertido.- intenta animar Ichijouji.
-¿De verdad?.- pregunta esperanzada Miyako.
-Eh… no, pero bueno con no sacar el tema, creo que podremos llegar hasta el postre…- explica el chico, mientras interiormente sabe que esa cena va a ser un absoluto desastre.
-Oye, ¿y que tal esta Wormon?.- pregunta la joven en un intento por cambiar de una vez de tema.
-Eh… bien, se recupero… aunque estuvo muy grave, respiro mucho humo en el incendio.
-Oh, debió de recodarte a cuando eras digimon emperador y Wormon se murió por tu culpa… ¿te acuerdas?.- pregunta la chica, dando gala de su nulo tacto, luego al mirar la cara descompuesta que ha puesto su novio por hacerle recordar esa etapa de su vida intenta rectificar.- no quería sacar el tema, lo siento seguro que es muy duro para ti recordar cuando maltratabas digimons y querías dominar el mundo y…
-¡Jyou-senpai!, ¿Qué tal estas?.- interrumpe Ken, que ha visto en la llegada de Jyou su salvavidas para no tener que escuchar más las impertinencias de su novia.
-Ah, hola chicos… mmm, ¿no deberías estar en clase?.- pregunta el peli-azul extrañado mientras mira su reloj.
-¿Y tu?.- replica Inoue.
-¿Yo no os visto y vosotros no me habéis visto?
-Hecho… por cierto Jyou, ¿Qué tal esta Gomamon?, ahora estaba recordando con Ken cuando Wormon se murió y….
-¡¡Responde de una vez, Kido!!.- vuelve a interrumpir Ichijouji sintiéndose impotente ante la diarrea verbal de su novia.
-Tranquilito kaizer, jejeje….
Pero eso es demasiado para Ichijouji que no aguantando más, le da un tremendo derechazo al rostro de Jyou.
-¡Que agresivo!, por una vez que hago un chiste…- se queja el futuro doctor mientras se toca su en dolorida mandíbula.- Ah, y Gomamon esta bien, se recupero perfectamente, por cierto si le veis debéis saber que ahora se hace llamar Marifloramon y que su ataque es besitos con lengua.
Mientras tanto, en unas mesa más allá un pelirrojo esta pensativo, puesto que hay cierta castaña que le gusta el estilo de vaquerita, que no se puede quitar de la cabeza, aprovechando el descuido de su amigo, Taichi ha aprovechado para robarle el donut que había pedido, pero entonces Koushiro vuelve en si.
-¡Ay!.- suspira el chico al ver que Taichi estaba cerca, el moreno pasa de su amigo y sigue comiendo su donut.
-Ejem… he dicho… ¡¡Ay!!.- recalca Izumi mientras mira de reojo a su amigo, este solamente le sonríe y sigue llenándose la boca con comida, hasta que Koushiro pierde los nervios.
-¡¡¡¿Es que no me vas a preguntar que me pasa?!!!.- grita el hacker del digimundo al ver que la sutileza no funciona con Taichi.
El moreno empieza a mirar hacia atrás y con cara de incredulidad se vuelve a Izumi y pregunta.
-¿Hablas conmigo?
-¡¡Si, estúpido!!, ¿es que no me vas a preguntar por mi cita con Mimi?.- grita como un desesperado Koushiro.
-Vale tranquilo, no quería meterme en tu intimidad.-. se excusa el chico con cara de "como para acordarme de que el nerd había tenido una cita".- y… ¿Qué tal tu cita con Mimi?
-Ah, eso… no quiero hablar del tema.- responde Koushiro con naturalidad (Taichi cae a lo anime).
-Mejor, tampoco me interesaba.- dice Yagami, que lo último que desea es tener que escuchar los lamentos de Izumi.
-Bueeeeeeeeeno, si insistes te lo cuento.- dice el genio Izumi, que lo que más desea en estos momentos es poder contar sus lamentos a alguien.
-Eh… Koushiro, te he dicho que no me interesa…- intenta escabullirse el moreno, pero su amigo ya esta inmerso en su historia.
-La cita fue bastante rara… Mimi no paraba de mirarme la cabeza como si buscase algo… y luego me pregunto si me había cortado el pelo, yo le dije que si… y me dijo que le gustaba más cuando era moreno y llevaba un pelo alborotado que media unos 20 cm de alto… yo le dije que nunca lo había llevado así y entonces, se fue.- explica el pelirrojo con tristeza.- Taichi que piensas… ¿Taichi?
-Eh, ah si… genial.- dice sin pensar Yagami que evidentemente no le ha prestado ninguna atención a su amigo.
-Taichi… ¿me has hecho caso?.- pregunta con enfado Izumi.
-Si, claro… me he quedado en cuando un Kuwagamon os ataco y os escondisteis en un tronco de árbol.- habla el moreno sin ningún sentido.
-Taichi… estas contando lo que nos paso a nosotros la primera vez que fuimos al Digimundo.- dice con contundencia Koushiro.
-¿Ah si?… ah que tu también estabas, jejeje…. Bueno lo principal, ¿te enrollaste con ella?.- pregunta el moreno, que no entiende porque Koushiro da tantos rodeos si lo único que interesa es esa pregunta.
-Por favor Taichi, yo soy un caballero no hablo de esas cosas….- intenta excusarse el chico.
-Vamos que no…
-No…- confirma el joven con cara de "¿se me ha notado mucho?".- es que yo creo que me confundió con otro, pero ¿con quien?
-Mmmm no se… igual con Jyou….- dice Taichi pensativo.
-¿Con Jyou?… ¡¿prefiere a Jyou antes que a mi?!.- grita con incredulidad el Bill Gates de Odaiba.
-Bueno o igual te confundió con don perfecto, toco en un grupo de música, todas las chicas babean por mi y mi peinado es digno de un anuncio de champú.- dice Yagami con rin tin tin.
-Esto… Taichi, para haber superado lo de Sora y Yamato estas un poco celosillo… ¿eh?.- dice con inocencia Izumi.
-¡Sora!, ¡Sora!, ¡Sora!, ¡siempre Sora!, ¡que obsesión tienes con ella!, para que lo sepas no estaba hablando de Yamato y Sora… yo lo tengo superadísimo, vamos que aunque ahora mismo Sora apareciese por la puerta pidiéndome amor desesperadamente yo le diría "lo siento pero no me interesa".
En ese momento la invocada hace su aparición y dirigiéndose a la mesa donde esta Taichi pregunta con desesperación.
-Tai-kun, ¿estas solo en casa esta noche?, porque necesito amor desesperadamente….
-Eh, eh… yo… eh….- tartamudea Taichi que aún esta en estado de shock.
-Yo le diría, lo siento pero no me interesa.- dice por lo bajini Koushiro imitando la voz de Yagami.
-Eh… comete el donut Koushiro.- dice el moreno con una fingida sonrisa mientras le mete todo el donut en la boca a su amigo.- Sora… yo, me siento halagado, pero ¿que pasa con don perfect… digo Yamato….?
-¿Yamato?, pero si precisamente ha sido idea suya.- dice la chica con una sonrisa.
-¿Qué?, ¿pero que clase de novio tienes?… bueno aunque si tanto Yamato como tu estáis conforme, pues yo estoy dispuesto a que esta noche en mi casa haya mucho amor.- dice el moreno acercándose a Sora con una seductora sonrisa.
-¿De verdad?.- pregunta la pelirroja con ilusión.
-Claro que si, llevo soñando con esto toda mi vida.- dice el chico que aún no se cree que esta noche vaya a acostarse con la mujer de su vida.
-Vaya Taichi, muchas gracias yo también te deseo una vida sexual sana y satisfactoria.- dice la pelirroja con cierto temor al ver que su mejor amigo sueña con ella acostándose con su novio.- …Yamato y yo iremos hacia las nueve, ¿te parece?… Yama me ha dicho que nos dejes una hora, pero no te preocupes en diez minutos ya habremos acabado, para que te hagas un horario y no nos pilles en mitad de… bueno ya me entiendes… y no te preocupes por las sabanas y todo eso que las pondremos limpias, ¡¡Muchas gracias Taichi!!, tu si que eres un verdadero amigo.- dice Sora con ilusión dándole un beso en la mejilla a su amigo y acto seguido sale de la cafetería para poder contar las buenas noticias a su novio.
El joven Yagami que ha quedado paralizado al escuchar como lo que creía que iba ser la noche de sus fantasías se había convertido en la noche de sus pesadillas, intenta mostrarse lo más digno y entero posible.
-Taichi… ¿acabas de dejar tu casa de picadero para Sora y Yamato?.- pregunta con incredulidad Koushiro.
-¡Ya estamos otra vez!, ¡Sora!, ¡Sora y Sora!, Koushiro deberías intentar quitártela de la cabeza… ¡¡¡estas obsesionado!!!.- grita furioso el moreno mientras se aleja de su amigo.- ¡¡¡¡y para que lo sepas!!!, ¡¡¡yo ya lo tengo superado!!!
Acto seguido, cuando la puerta del baño se cerro tras Yagami, toda Odaiba fue testigo de todo lo que Taichi había madurado.
-¡¡¡¡¡¡MIERDAAAAAAAAAAAA!!!!!!
-¡¡Taichi!!, ¿Cuántas veces te he dicho que no narres lo que haces en el baño?.- grita Hikari enfada, sintiéndose abochornada por lo que hace su hermano.
Desgraciadamente para nuestros chicos esa noche tampoco pudieron pasarla juntos por un pequeño incendio en la casa de los Yagami que no sabemos quien lo provoco, aunque hay ciertas sospechas por un digimon dinosaurio naranja al que le gusta mucho la Navidad y su compañero, pero Sora y Yamato no se darían por vencidos en su odisea de encontrar un momento intimo.
-Yama, ¿estas solo en casa?, porque hoy tengo mucho tiempo le he dicho a mis padres que iba a llenar el coche de gasolina.- cuenta con picardía Sora mientras se adentra a casa del rubio.
-¿Desde cuando tenéis coche?.- pregunta Yamato extrañado.
-Desde nunca, por eso tengo mucho tiempo, por lo menos hasta que se den cuenta de que no tenemos coche, jejeje… y ¡¡deja de hablar y quítate la ropa!!.- exige la sofocada muchacha mientras desabrocha la camisa de su novio.
-Hi Sora, ¿Qué tal el día?.- pregunta un joven rubio asomándose del salón.
-Hi Sora-san, ¿quieres ayudarnos a hacer los deberes?.- pregunta con inocencia Hikari, que esta tumbada en el suelo junto a Takeru.
Al verlos, la cara de Sora empieza a cambiar de color y con una voz completamente amenazante se dirige a su novio.
-¡¡¡Se puede saber porque no me has dicho que estaban estos dos!!!
-¡Si no me has dado tiempo!.- se excusa como puede Ishida.
-No importa, mientras solo me hayan oído Takeru y Hikari.- se intenta consolar la portadora del amor.
-Sora-chan, si quieres gasolina puedes llevarte una lata que tengo en la furgoneta.- propone Hiroaki, que esta viendo la televisión con una cerveza en la mano.
-¡¡Dios, Hiroaki!!, voy a llamar al museo arqueológico porque en este fregadero hay mierda de la era Edo.- grita como una histérica Natsuko que esta limpiando para intentar evitar la multa que les había puesto el ministerio de sanidad.
-¡Ah, no!, he vuelto a hacer el ridículo delante de toda tu familia, muchas gracias Yamato.- dice con ironía la avergonzada muchacha.
-No te preocupes por eso Sora… de todas formas Yamato ya nos cuenta todas vuestras hazañas.- dice Takeru intentando animar, cosa que no ha conseguido, a su cuñada.
-¿Qué les cuentas que?.- pregunta, más bien amenaza, Takenouchi a su novio.
-¿Qué dices papa?.- pregunta el rubio en un intento de hacerse el despistado.
-Yo no he dicho nada.- responde el Sr. Ishida extrañado.
-¿Qué te traiga otra cerveza?.- sigue el rubio a su bola, mientras se aleja de la inquisidora mirada de su novia.
De esa forma es como la familia Ishida-Takaishi pasaban una entretenida tarde, Yamato acompaño a su padre a ver el partido que estaban echando por televisión, Takeru y Hikari siguieron haciendo los deberes, aunque en realidad hacían las cuentas de beneficios de su venta de camisetas y Natsuko siguió fregando ya que al contrario de su familia a ella le gustaba poder comer en platos limpios, hasta que Sora llego y no pudiendo contemplar esa situación por más tiempo decidió colocarse un delantal y ayudar a su suegra con las tareas de la casa.
-¡¡Sora!!, ¡no hace falta que le hagas la pelota a tu suegra, ya le caes bien!.- dice Hikari con una divertida sonrisa.
-¡Exacto, Hikari-chan! Ella me cae bien, es la única nuera que me cae bien.- dice Natsuko con voz amenazante a la pequeña Hikari mientras le tiende un trapo de cocina.
-¿Sra. Takaishi, le ayudo?.- se apresura a ofrecerse la pequeña Yagami, ya que todo el mundo sabe que no es recomendable caerle mal a tu suegra.
-Ya me vuelves a caer bien….- dice la Sra. Takaishi con sonrisa triunfal.
Takeru al darse cuenta de que era un negado para las matemáticas y que todas las cuentas las estaba haciendo su novia mientras el dibujaba simpáticos digimons apareándose, decidió unirse a su padre y hermano en la difícil labor de ver el partido mientras las mujeres fregaban.
-Esto es lo que echaba de menos de estar casado… chicos habéis hecho una buena elección vuestras chicas os tendrán la casa limpia mientras vosotros podréis hacer el vago delante del televisor.- explica Hiroki como si estuviese dando los grandes consejos de vida a sus hijos.
-¡Genial!.- dicen al unísono los hermanos Ishida-Takaishi.
-Observar y aprender…- prosigue el Sr. Ishida.- ¡Natsuko!, ¿podrías ser tan amable y traerme otra cervecita por favor?
-Voy.- asiente desde la cocina Natsuko.
-Waa… ¡yo también quiero apuntarme al chollo!.- dice con convencimiento Yamato al ver las técnicas de su padre.- ¡¡Sora!!, ¡¡Trae unas patatas fritas para picar!!
-Voy.- asiente desde la cocina Sora.
-¡Yo también quiero!… ¡Hikari!, ¿me traes un refresco?.- pregunta el pequeño Takaishi.
-Voy.- asiente desde la cocina Hikari.
Los hombres de la casa se acomodan aún más en el sofá a la espera de lo que han pedido y pronto sus sumisas mujeres aparecen en el salón con la comida y bebida.
-¡Aquí están las cosas chicos!.- anuncia amablemente Natsuko.
-Oh, gracias….- contesta Hiroaki sin despegar la vista del televisor mientras tiende la mano a la espera de su bebida.
-A ver… cerveza….- dice la Sra. Takaishi mientras echa todo el contenido de la lata por la cabeza de los tres chicos.
-Pero…¿Qué?… ¡¡¿estáis locas?!!.- protestan como pueden los hombres.
-Patatas…- prosigue Sora mientras despedaza todas las patatas encima de las cabezas de los tres chicos.
-¡Sora, mi pelo!.- intenta protestar Yamato.
-Y… refrescos.- finaliza Hikari mientras vacía la lata de refresco encima de los chicos.
-Pe… pe…. ¡pero Hikari, que haces!.- grita como un histérico el pequeño rubio.
Los hombres se levantan enfadados y empiezan a quejarse por esta atrevida acción por parte de las mujeres, hasta que les hacen perder la poca paciencia que les quedaba.
-¡¡¡¡¡QUEREIS CALLAROS DE UNA VEZ Y RECOGER TODO ESTO, PANDILLA DE VAGOS!!!!!.- grita a limpio pulmón Natsuko.
Ese grito no deja indiferente a nadie y hace que los hombres se callen en el momento y con absoluto temor empiezan a recordar cuando fue la última vez que vieron a la Sra. Takaishi en ese estado: Hiroaki recordó cuando hace diez años su entonces esposa encontró pintalabios en su camisa, Yamato volvió a la tierna edad de tres años y revivió aquel momento en el que su madre descubrió que le había roto todos los tacones de sus zapatos y Takeru no tuvo que hacer mucha memoria, simplemente recordó la bronca que le echo su madre cuando la semana pasada volvió de Francia, con todas estas cosas en su mente a los hombres no les queda mas remedio que asentir obedientes y empezar a hacer las tareas de la casa. Pero ese grito no solo había causado efecto en el sexo masculino, había dos chicas que al escucharlo se habían agarrado fuertemente del brazo y temerosas susurran entre si.
-Espero que siempre le caigamos bien….
-Tienes razón Sora, ahora más que nunca es cuando tenemos que tener a nuestra suegra contenta….
Y de esa forma es como los tres chicos limpiaron toda la casa, o lo intentaron. Yamato tuvo la gran idea de repartirse en zonas, dejando para su adorado hermano el cuarto de baño, para su sabio padre la cocina y él opto por limpiar la habitación, mientras tanto las tres chicas disfrutaban en el sofá de su merecido descanso.
-¡¡¡Takeru!!!, ¡¡cuando te pedí cacahuetes, me refería a que tenían que estar pelados!!, ¡que te crees que soy un mono!.- grita Hikari mientras sostiene un plato de cacahuetes en su mano a la espera de que venga su novio a recogerlos.-…. ¡¡Takeru!!, ¡¡te estoy hablando!!
-¡¡Hikari, por favor!!, en estos momentos estoy ante un cacahuete gigante flotando en el wc, ¿no puedes pelártelos tu?.- se oye a Takeru desesperado desde el baño.
-¡¡Takeru!!.- grita la castaña que ya ha perdido la paciencia.
-Voy…- asiente el chico, momentos antes de que el cacahuete flotante sea regado con todo el contenido estomacal del rubio.
-¡¡Hiroaki!!, ya me he cansado de este programa, cambia de canal.- exige Natsuko desde el salón.
-¡Pero si tienes el mando a medio metro de distancia!.- grita con enfado el hombre, mientras intenta desatascar el fregadero donde había residuos hasta de la primera papilla de Yamato.
-¡¡Hiroaki!!.- exige la mujer con firmeza.
-Voy…- dice entre dientes el hombre, mientras se acerca al salón va murmurando.- y aún hay gente que me pregunta el porque me divorcie de esta mujer….
-Yo te lo diré, porque me engañaste con la zorra que presentaba el tiempo.- contesta con enfado Natsuko, cuyo oído seria la envidia de cualquier perro.
-¡Eso es mentira!, ¡nunca paso nada!.- se defiende Hiroaki intentando conservar su dignidad, pero por desgracia para él, su hijo menor ya lo ha escuchado todo.
-¿Papa es eso cierto?.- pregunta el joven con cara desaprobatoria.- ¿fuiste infiel a mama con la chica del tiempo?
-¡Claro que no Takeru!… yo …. ¡nunca se pudo demostrar nada!.- se apresura a desmentir el padre al ver la cara de decepción que ha puesto su hijo menor.
-Pero papa… con la chica del tiempo…. ¡¡¡esta buenísima!!!, y dime ¿aún tienes su numero?.- pregunta todo entusiasmado el joven.
-¿Y para que quieres tu su numero?.- pregunta en tono amenazante la pequeña Yagami a su novio.
-Yo… para… yo…. ¡¡¡Solo quería saber si mañana va a llover!!! jejeje… ¿un cacahuete?.- pregunta el muchacho con amabilidad en un intento de librarse del enfado de su chica.
La portadora de la luz decide no continuar con esta pequeña batalla y no muy convencida manda a su chico a que siga limpiando el baño, ese momento también es aprovechado por Hiroaki para escapar de esa comprometida situación y las chicas vuelven a relajarse en el sofá.
-¡¡¡Yamato!!!.- llama Sora a su chico, pero no recibe ninguna contestación.- ¿Yamato?…. ¡¡quiero otro refresco!!… ¡¡¡Yamato!!!
-No te esfuerces Sora, Yamato lleva un buen rato dormido en su cama.- explica Gabumon mientras sale de la habitación del chico.
-¡¡¿Qué?!!, ¿pero será…?… ¡se va a enterar!.- la pelirroja con total decisión se adentra en la habitación de su novio.
-¡Oye Gabumon!, ya que estas aquí puedes ayudarnos.- empieza el periodista al digimon.- mira friega esa pila de platos y… ¿Gabumon?… ¡¡Gabumon!!, pero ¿donde se ha metido….?
Como si de un Ninja se tratase, el astuto digimon de la amistad se ha vuelto a escabullir de fregar la casa y con gran habilidad ha regresado al digimundo.
Tras unos cuantos gritos y amenazas por parte de Takenouchi, un somnoliento Yamato hace su aparición en el salón, mientras Sora sigue gritándole sin descanso.
-¡¡Quiero otro refresco, tráemelo!!.- exige la pelirroja con enfado.
-Pero Sora… si tienes uno en la mano.- intenta razonar Ishida.
-¡¡Pero no es Light!!, ¡¡yo quiero Light!!
-¿Desde cuando tomas tu refrescos Light?.- pregunta extrañado el portador de la amistad.
-¡¡Desde hoy!!, ¡¡y venga Yamato, me apetecería tomármelo antes de que acabe el año!!.- ordena la muchacha mientras empuja a su novio hacia la puerta.
-Voy…. Pero antes tengo que hacer algo.
Yamato se vuelve a meter en su habitación, ante la desconfiada mirada de su novia y la expectante mirada de todos los demás, segundos después sale con el ordenador en las manos en dirección al cuarto de baño.
-¡¡Yamato!!, ¡¡pero no tires el ordenador ahí!!, ¡¡con lo que me había costado desatascarlo!!.- protesta Takeru al ver como su hermano había arrojado su ordenador al wc.
Las chicas empezaron a cotillear entre ellas y al ver como Hiroaki fregaba los platos con su esponja del baño, Natsuko opto por olvidarse de todas sus preocupaciones abriendo una botella de su característico vino. Pronto el vino le hizo efecto y empezó a darle a sus nueras consejos muy útiles para su futura vida matrimonial con un Ishida.
-¡No seáis tontas!, aún estáis a tiempo, ¡no os caséis nunca!.- dice la mujer entre trago y trago de vino.
-Sra. Takaishi yo creo que…- intenta responder Sora lo más educadamente posible pero es interrumpida por su suegra.
-Llámame Natsuko, por favor… Sra. Takaishi me hace muy mayor y haz caso a lo que te digo… sino algún día te encontraras con perfume de mujer en la ropa de tu marido y te preguntaras que has hecho con tu vida.- cuenta la señora, que obviamente el vino no le hace recordar los mejores momentos de su matrimonio precisamente.
-Bueno seño… digo Natsuko… estoy segura de que Yamato nunca me haría eso… ¿verdad?.- pregunta nerviosa la pelirroja esperando la aprobación de Hikari.
-Eh… yo creo que… ¿y Takeru?.- pregunta la portadora de la luz a su suegra, en un claro intento por no tener que responder la incomoda pregunta que le ha hecho su amiga.
-¡Ay, chicas!, creo que Hikari lo tiene mejor, porque al fin y al cabo a Takeru lo he criado yo y sabe que tiene que respetar a las mujeres, porque sino se llevaría una gran paliza.- cuenta Natsuko como si estuviese recordando alguna anécdota que le ha ocurrido con su hijo recientemente.-… pero Yamato….
-¿Qué?, ¿Qué pasa con Yamato?.- pregunta inquieta la pelirroja.
-Solo te diré… que reces para que en estos diez años no se le haya pegado ninguna costumbre de su padre.- dice Takaishi como si estuviese narrando la crónica de una infidelidad anunciada.
-¿Qué?, ¿Qué dice?… lo siento pero no sabe de lo que habla… Yamato es un gran novio y confío en él… nunca me haría eso… ¡¡lo oye!!… ¡¡nunca!!.- grita como una histérica Takenouchi.
-¿Cuánto rato lleva fuera?.- pregunta Natsuko dándole otro trago a su bebida.
-Cinco minutos.. ¿Por qué?.- pregunta la pelirroja extrañada.
-Eso es lo que su padre y yo tardamos en concebirle y me dio tiempo a peinarme y vestirme…- explica la madre de Yamato con una sonrisa por recordar ese momento.
-¿Y que?… Yamato no…. ¡Yamato no esta con otra!, yo confío en el… ¡¡confío en el!!.- vuelva a gritar como una posesa la pelirroja.
-Vale..- asiente Natsuko haciendo que su nuera se tranquilice.
Pero la tranquilidad de Takenouchi duro escasos minutos, más bien escasos segundos, ya que levantándose del sofá como si estuviese poseída, agarra el teléfono móvil que hay en la mesa y empieza a llamar como una desesperada.
-¡Y por que no me contesta!, ¡me da como que no esta disponible!.- grita como un histérica la chica al teléfono.-… ¡¡¡será cabrón!!!
Y en ese momento de desesperación para Takenouchi, el aludido hace su aparición en el hogar. Al verlo Sora se dirige hacia el como una autentica sicópata.
-¡Tu ¿se puede saber donde estabas?!
-Eh… yo… eh… tu refresco.- tartamudea Ishida, puesto que la mirada de su novia asustaría hasta a La Masa.
-¿Y por que no contestas el teléfono eh?.- empieza a decir la chica mientras le pega con el teléfono a su novio.
-¡¡Cómo quieres que conteste si mi móvil es el teléfono que estas usando como arma arrojadiza contra mi!!.- explica el muchacho que aún no entiende nada de lo que esta pasando.
-¡¡No me mientas Ishida!!… ¿has estado con otra verdad?… ¡¡cerdo, hueles a colonia de mujer!!.- grita la chica entre lágrimas tras olfatear a su novio.
-Si… pero esta es tu colonia… se me gasto la mía y me eche de la tuya.- intenta explicar el sorprendido rubio.
-¿Qué?… ¡por favor Yamato!, ¿me estas diciendo que utilizas colonia de mujer?… menuda excusa más tonta…
La chica no puede ni acabar de recriminar a Yamato, porque este le planta el cuello de su camisa en las narices y entonces es cuando Sora reconoce ese olor y se da cuenta de que en efecto es el mismo que el suyo.
-¿Convencida?…- pregunta expectante Ishida.-… y ahora ¿se puede saber que narices te pasa?
-Entonces… no has estado con otra…- pregunta ya mas calmada la tenista.
-¡Como iba a estar yo con otra!… ¿se puede saber de donde has sacado esas tonterías?.- pregunta incrédulo el joven.
-¡Oh, de ningún sitio!.- dice Takenouchi mientras dirige una mirada nada afectuosa a su suegra.-…. Y por favor Yamato, no vayas diciendo por ahí que utilizas mi colonia… bastante cachondeo tienen las chicas de tenis conmigo por el hecho de que te hagas la manicura.
-Eso lo dices porque tienes envidia de mis bien cuidadas uñas, jajaja… como tu te las muerdes… ¡mirad, mirad! ¿a que son horrorosas?.- pregunta el joven mientras toma la mano de su chica y la pone en la cara a su madre y cuñada.
-¡Oh!, Yamato tiene razón deberías cuidártelas.- comenta Natsuko mientras observa la mano de su nuera.
-Si, es verdad, sino no te las podrás pintar.- dice Hikari, como si eso fuese la mayor tragedia del mundo.
-Bueno, ¡basta ya!.- grita con enfado la pelirroja, harta de que las chicas le contemplen como si fuese un monstruo de feria.
-Si… aunque yo las prefiero así, porque cuando las tiene largas me pega cada arañazo en la espalda y….- empieza el rubio como si estuviese recordando un momento muy concreto de la relación con su novia, pero Sora interrumpe de inmediato.
-¡¡Yamato!!.- grita la chica completamente avergonzada.
-¡Oh!, perdona cariño, pero es que por un momento pensé que estaba con los chicos del grupo en el insti….
Pero ese comentario, lejos de tranquilizar a Sora a hecho que se enfurezca aún más con su novio y le dirige una mirada completamente amenazante que Yamato al verla capta perfectamente e intenta rectificarse.
-¡A los que por su puesto nunca he contado nada de nuestras intimidades! (Sora continua matando a su novio con la mirada y el chico empieza a cagarse en los pantalones)…. Y… y…. ¿Qué decías papa?.- pregunta el chico haciéndose el despistado en un desesperado intento por salir de ahí.
Por el bien de su salud cardiaca, Sora decide tranquilizarse por el momento y escuchar atentamente el consejo que le da su suegra para el futuro.
-Sora…. Te voy a dar la clave para poder sobrellevar tu futura vida con un Ishida…. ¡Toma!.- dice Natsuko mientras ofrece un vaso de vino a la pelirroja.
-¡Gracias Natsuko!, pero no bebo…- se excusa la joven.
-¡Papa mira!, con tu champú anticaída se quita muy bien la grasa.- se oye desde la cocina a un entusiasmado Yamato.
-Dame eso.- dice la chica recogiendo el vaso de vino que le ofrece su suegra, al ver que es lo que le espera como futura señora Ishida.
Sora comienza a beber vino y pronto igualara en borrachera a su proveedora y madre de su novio.
-¡Debería dejarle!… sino acabara poniéndome los cuernos.- habla la chica entre trago y trago.
-Sora, tranquila… oye creo que has bebido demasiado… lo se por experiencia.- dice la pequeña Hikari intentando, inútilmente, que su cuñada deje de beber.
-Oh Sora, no hagas caso a lo que te he dicho antes… puede que Yamato no sea como su padre… físicamente al menos se parece a mi familia…- intenta consolar Natsuko.
-Gracias, pero estoy segura que se cansara de mi y se buscara a otra que no le chille tanto y que acceda a hacer todas las extrañas ideas que tiene en la cama…- prosigue la muchacha a su bola.
-¿Extrañas ideas?… vaya pues al final si que se va parecer a su padre.- continua Natsuko con una divertida sonrisa.
-¡Si, Natsuko!, ¡extrañas ideas!… porque tu hijo es muy raro en la cama…. Siempre esta sacando ideas de películas que tiene guardadas debajo del colchón…. Aunque una de su más recurrente fantasía es la de Star Wars, con Han Solo y la Princesa Leia…- cuenta la pelirroja, haciendo grandes esfuerzos para que no se le trabe la lengua al hablar.
-¡No te preocupes, esa fantasía es muy común! y sobre todo para mi hijo, siempre le ha gustado Star Wars, cuando era pequeño imitaba al Darth Vader ese, yo pensaba que tenia asma..…- cuenta Takaishi.
-Ya… pero lo normal es que el chico haga de Han y la chica de Leia… ¿no?….- explica la desinhibida Takenouchi.
-Jajajajajajajajaja…. ¡La princesa Leia!… y dime… ¿se puso los moños a cada lado? jajajajaja.- pregunta Takeru entre carcajadas, asomándose de detrás del sofá.
-¡Takeru! ¿ya has terminado con el baño?.- pregunta con enfado Hikari, al ver que su novio les estaba espiando.
-Vale, vale ya me voy…- asiente el joven rubio.
El chico se aleja en dirección al baño, pero cuando pasa por delante de su hermano empieza a tararear la marcha imperial de Star Wars (canción de Darth Vader) menos mal que Yamato esta demasiado ocupado intentando desatascar la tubería y no se entera muy bien de lo que pasa.
-¡¡Ah!!, definitivamente se parece a su padre… jajajaja, porque Hiroaki siempre se ponía mi ropa interior… es más, en el divorcio pidió la mitad de mi lencería… jajajajajaja.- cuenta Natsuko, mientras abre la séptima botella de vino.
-Pues… pues…. ¡Pues Takeru el otro día me beso con lengua!, y… y…. y…. ¡¡intento tocarme el culo!!… pero se hizo un lío y acabo tocándoselo a mi hermano…- se apresura a contar Yagami viéndose desplazada por el tema de conversación que están teniendo sus amigas.
Natsuko y Sora se miran entre ellas con cara de "Waa, ¡que excitante!", (ironía) y la pelirroja decide darle unos sabios consejos a su cuñada.
-Hikari… no te preocupes, no tengas prisa en crecer…
-¿Por qué sino Taichi me matara a mi y a Takeru?.- pregunta la portadora de la luz.
-Eh… pues si… pero aparte de eso, debes de aprovechar esta etapa de tu relación, es la más bonita… daría lo que fuera por volver a esta etapa con Yamato… cuando te ruborizas si te mira, te pones de los nervios cuando te agarra la mano y te tiemblan las piernas cuando te besa…- cuenta Sora con melancolía.-… porque cuando pasáis a la siguiente fase, todo eso se acaba y entras en una espiral de sexo de la que no puedes salir… de modo que aprovecha cada minuto de tu relación con Takeru.
-Creo que tienes razón… voy a ver a Takeru.- dice la chica con sonrisa de enamorada mientras se levanta en busca de su novio.
-Sora… todo eso que has dicho es muy bonito… ¿iba en serio?.- pregunta con incredulidad Natsuko.
-¡Claro que no!… yo lo pase fatal al principio de mi relación… sudaba, me entraban ganas de vomitar y me subían los colores a cada momento… ahora por fin puedo estar relajada cuando estoy con Yamato…
-¿Qué pasa conmigo?.- interrumpe el aludido, que no se fía ni un pelo de lo que su madre y novia están hablando.
-¡Yamato!, cariño… ¡¡que guapo eres!!.- grita la chica con cariño abalanzándose al cuello de su novio.- no te preocupes, mi amor… solo le estaba contando a tu madre lo mucho que te quiero y lo bien que nos lo pasamos cuando hacemos el amor….
-¿Qué estabas que?.- pregunta el chico, cuyo color pálido se ha hecho dueño de su cara.
-No te preocupes hijo, aún te queda mucho para ser igual de raro que tu padre en la cama…- intenta animar, sin ningún éxito, Natsuko a su hijo.
-¡Dios, mío!, ¡¡estáis borrachas!!.- grita como un histérico el rubio al ver el estado de las chicas y las seis botellas de vino vacías que hay por el suelo.
-¡¡No estamos borrachas!!, ¡¡estamos chispas!!… y ahora aparta, necesito gasolina… ¡no, mejor!, voy a llamar a mis padres y les voy a decir lo buen amante que eres… y…. ¿Cuál es su numero?… - pregunta la chica tambaleándose de un lado a otro mientras toquetea todos los botones del mando de la televisión, con el cual esta intentando llamar a sus padres.
-Sora, cariño… deja eso y acuéstate un rato en mi cama…- dice el muchacho intentando sonar amable, mientras le arrebata el mando a distancia de las manos.
-¿Queréis dejar de cambiar de canal?… ¡lo estaba viendo!.- protesta Natsuko en su mundo.
-Si, mama… descansa tu también ¿eh?… venga Sora vamos.- dice Yamato intentando guiar a su novia a la habitación.
-¿Quieres aprovecharte de mi, Ishida?…. - pregunta Sora intentándose librar de las manos de su novio.-… porque yo soy una chica decente y tienes que respetaahhahaha….
La muchacha no puede ni terminar la frase, porque con tanto meneo ha vomitado a los pies de su novio.
-Sora… de verdad, que no voy a aprovecharme de ti.- dice el rubio, haciendo grandes esfuerzos para no perder los nervios y sabiendo que nunca va a poder olvidar esta "sensual" imagen de su novia.- y ahora, vamos por favor… duerme un rato….
-Igual… si que necesito descansar…- asiente por fin la portadora del amor mientras se deja guiar por Yamato a su habitación, pero antes de que entren, Yamato tiene que hacer algo.
-¡¡Takeru, ve a limpiar el vomito del salón ahora mismo!!
-Pero…- intenta protestar el pequeño Takaishi.
-¡¡¡AHORA!!!.- grita con todas sus fuerzas Ishida, que no pudiendo pagar su furia con su ebria novia acabo haciéndolo con su hermanito.
N/A: y hasta aquí este capítulo que como de costumbre ha despertado muchas dudas e incógnitas como…. ¿Qué tal ira la cena de Ken y Miyako?, ¿cómo le ira a Gomamon en su nueva vida como Marifloramon?, ¿se enterara Koushiro quien es el chico que de verdad le interesa a Mimi?, ¿superara alguna vez Taichi lo de Sora?, ¿cómo les ira a Takeru y Hikari en su venta de camisetas?, ¿aprenderán los hombres Ishida a hacer las tareas del hogar?, ¿le será infiel Yamato a Sora?, ¿Qué hará Sora cuando se recupere de la borrachera?, ¿y Natsuko?, ahora que el ordenador esta en el wc ¿vendrán los digimons a casa de los Ishida?, ¿es verdad que Taichi y Agumon incendiaron su propia casa?, ahora que Takeru sabe las extrañas aficiones sexuales de su hermano ¿Cuánto tiempo tardara en que toda Odaiba llame a Yamato princesa Leia?, ¿podrá Sora volver a salir con su novio sin tener que dar ridículas excusas a sus padres?, ¿desde cuando Yamato es un trekkie?, ¡ah, no!, esos son los de Star Treck… pues un ¿Starwis?, ¿existe la palabra starwis?… si estas dudas no son suficientes, esperen al siguiente capitulo que se les formaran bastantes más…. ¡¡sigan leyendo!!
