-.-Las horas de la Princesa-.-

Capítulo 0

Pensamientos en un papel

Solía pensar que mi vida no podría se peor, pero como siempre… me equivoqué. Y es que nadie tiene su existencia comprada… claro, nadie salvo esa cierta persona y su familia que indirectamente compraron vida.

Y a precio de oferta más encima…

Y sin que yo supiera…

¡Argh!

Realmente suena feo decir que me vendieron.

No, no se asusten que no estoy ligada al comercio sexual o a algún otro trabajo de esa procedencia.

De hecho, ni si quiera tengo trabajo…

Ni la mayoría de edad…

Y es que a mis dulces 17 años, cuando toda chica normal sueña con encontrar a ese príncipe azul lindo, tierno, cariñoso, que te sacude las hormonas cuando se digna a mirarte y a constatar que realmente existes dentro de esta galaxia; que te enamora con su aura y te pone tartamuda y tarada cuando te habla con esa dulce pero varoníl voz.…

…me enteré que mi vida fue vilmente arrojada a la basura…

Y por mi familia… que se supone que son las personas que más te aman en este universo, aparte de claro, el susodicho que se supone encontrarás y que te amará por siempre y para siempre hasta que no se le aparezca otra que use 'push-up' con relleno y le mueva el trasero…

Hombres…

En mis reflexiones post adolescentes, he llegado a pensar que una no puede vivir sin ellos… y tampoco con ellos. Creo que ahora me estoy conformando con encontrar a un hombre que pueda ver tele y escuchar lo que le diga al mismo tiempo… Claro que la tele tiene que estar prendida para comprobar que realmente vale la pena por poder hacer dos cosas a la vez.

Ahora, de vuelta a mi sufrida existencia de Esmeralda, de un día para otro me enteré que mi familia, de hace dos generaciones atrás, me había tenido… emmm… 'comprometida con cierta causa' a la que no me puedo negar.

Si tan sólo un rayo milagroso del alto cielo me cayera encima convirtiéndome en hombre… mi vida se arreglaría en un 1000 por ciento.

Y ya puedo imaginarlo

Primero: Me libraría de por vida de ese 'compromiso'.

Segundo: No habría más depilación. Y ahí me detengo un momento. ¿¿Por qué los hombres no se depilan?? Eso es una injusticia satírica… ¿No quieren igualdad? Depílense y sientan el martirio de estar como tonta cada dos semanas preocupadas de que la cera no vaya a estar hirviendo o de que la piel no se vaya a irritar.

Tercero: No más síndrome premenstrual. Eso sería la felicidad misma. No más guateros ni pastillas ni tesitos de manzanilla.

Cuarto: La dicha de comer como cerdo sin preocuparse de engordar.

Pero convertirme en hombre es… poco probable…

Así que solo queda mirar lo que me queda de vida –que son como mínimo 50 años más…- con optimismo…

Total, ser prometida en matrimonio a un total idiota no es lo más terrible del mundo…

3

2

1

¡Waaah! Quiero llorar…

¿Por qué mi destino es así?

¿Por qué mi vida es tan cruel?

¿Por qué tiene que ser él?

Sólo díganme por qué…

¡¡SI YO AÚN NO CONOZCO EL VERDADERO AMOR!!

Ok, basta de melodrama de novela barata…. ¬¬

La verdad es que yo siempre anduve buscando mi media naranja. Y a pesar de que siempre encontré naranjas enteras... medios limones, medias mandarinas o medios pomelos, nunca me desanimé.

Creo que la búsqueda del hombre ideal es un camino basado en la idealización de lo que una quiere encontrar. Pero ese camino nunca está 100 por ciento pavimentado… siempre hay hoyos, pedazos más levantados, o simplemente, no hay pavimentación.

Por eso una nunca encuentra al hombre ideal.

Siempre que una lo ve de lejos o de espalda, se ve bien. Pero basta acercarse o transitar por ellos para darse cuenta que son los pequeños detalles los que delimitan y marcan todo.

La verdad es que una puede vivir con esas pequeñas imperfecciones de la vida, pero ya no es lo mismo.

Si bien se puede estar con un hombre que sea narigón, que tenga canas, sea calvo, sea gordo, sea lo que sea, pero al fin de cuentas, no es como tener el modelo de lujo, o sea el modelo que tu imaginaste que sería para ti... ese que es mejor conocido como…

'Príncipe Azul'

Ese hombre que yo…

encontré.

Corrección 1:

Emm… él me encontró a mí mejor dicho…

Corrección 2:

No me encontró. De hecho ni me buscó el muy…

Su familia fue quien se puso de acuerdo con la mía para que nos encontráramos…

Y de ahí nacerá todo…

Ahora, la gran verdad.

Él es un príncipe...

y de ojos azules como el mar…

Yamato Ishida…

Príncipe heredo al trono japonés…

que me tiene ahora como su prometida...

y en dos días nos tendremos que casar...


NA: Una nueva historia, un nuevo compromiso. No quería empezar con el típico "Había una vez..." sino que hacerlo más realista y adaptándolo a nuestros tiempos. Esta historia se basa en otra historia con la adaptaciones pertinentes al tema. A partir del segundo capítulo vendrá toda la historia de lleno. Esto era algo que quería subir hace tiempo sólo que no sabía cómo hacerlo. Ahora que tengo un par de días desocupados, trataré de actualizar 'Mi Chica' y 'ESMC'.

Nos vemos!

Ah, no se olviden de dejar su comentario, ya:)