Disclaimer: Naruto no me pertenece, es de Masashi Kishimoto.
Advertencias: BL, AU.
Este fic lo hice para los desafíos de los jueves en el grupo de facebook Sol y Luna (NaruSasuNaru), la idea era una carrera de carritos en la calle. Pero como soy rebelde, fue en el supermercado.
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—¿Por qué no pides dos cajas de sopa instantánea en la caja? Te las darían directamente, sin tener qué vaciar las estanterías del supermercado.
—Porque, joven, inexperto y tonto Kiba, le quita todo el sentido de venir a comprar. Lo divertido del supermercado es caminar mucho, pelear con gente que quiere lo mismo que tú y hacer largas filas.
Kiba miró con una ceja alzada a Naruto, quien estaba trepado en el anaquel esperando alcanzar las sopas que estaban acomodadas en lo más alto. De ser por Kiba, habrían ido a otro lugar más interesante después de clases, pero Naruto había insistido porque ya no tenía nada en la despensa.
—Justo acabas de mencionar lo más tedioso de estos lugares. ¿Y en serio no comes otra cosa además de esas porquerías?
Uzumaki lo ignoró y lanzó al carrito la última sopa que había, luego bajó de un salto y sonrió como era su costumbre.
—La baba de Shino ha hecho que te vuelvas aburrido —dijo Naruto en tono desafiante. Sabía lo mucho que Kiba se enojaba cuando mencionaban su extraña relación con su amigo.
—Já. Dime algo que podamos hacer aquí que sea de verdad divertido —contestó superando la rabia inicial y golpeando el pecho de su amigo con un dedo.
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—¡Tengo mis derechos! —gritaba Naruto desde la oficina del gerente del supermercado, mientras Kiba se golpeaba la cabeza contra la pared preguntándose por qué razón siempre hacía caso al rubio.
Los habían atrapado al colapsar contra una torre de comida para gato que exponían en el estacionamiento, lugar donde habían tenido su carrera de carritos, varias latas se habían abollado y algunas incluso se habían abierto, por lo que iban a cobrárselas a ambos. Kiba alegó que él no tenía gatos, y Naruto insistió en que Kurama ya estaba muy gordo y se encontraba a dieta, por lo que no podía permitirle comer esas latas con alto contenido en sodio. A ellos les importó entre poco y nada, ahora sólo esperaban la llegada de la mamá de Kiba para que sacara a ambos del embrollo.
Un golpe firme en la ventanilla hizo que ambos miraran, la cara siempre seria de Sasuke ahora lucía una minúscula sonrisa, hecho que hizo que Naruto emitiera un suspiro pesado y arrugara el entrecejo, no soportando que ese bastardo se riera de él.
La llegada improvista de la madre de Kiba los interrumpió. Tsume le dio un coscorrón a su hijo y otro más suave a Naruto, aunque a ambos los regañó por igual, los sacó a rastras, pidiendo perdón al gerente repetidas veces mientras Kiba y Naruto se culpaban el uno al otro. Sasuke miró todo desde el puesto de seguridad, y sacudió la cabeza sin sorprenderse de ver a Naruto en esa situación. Itachi llegó a su lado y sacudió el cabello de su hermano menor, mirando las latas abolladas y destruidas que Sasuke cargaba en bolsas de plástico dentro de las ecológicas.
—De verdad Naruto-kun te importa mucho como para llevarte esas latas y rebajar lo que tendría que pagar por ellas.
—Me las dieron a mitad de precio. Estoy aprovechando las circunstancias, su situación económica no me importa.
—Te creo, te creo. Aprovechaste que estaban en oferta. Ahora sólo debemos conseguir un gato que se las coma todas, porque, te recuerdo, no tenemos uno.
Itachi sonrió mientras su hermano menor avanzaba haciendo como si no lo hubiera escuchado, era terrible mintiendo pero no quiso seguir avergonzándolo. Suspiró y lo siguió hasta el auto, sin saber si era prudente hacer más bromas relacionado a la situación más tarde.
"Vaya par de tontos", pensó.
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