Solo se escucha su respiración jadeante, sus músculos están tensos, sus cuerpos sudorosos, cada fibra de ellos llevados a un límite que jamás pensaron llegar, sin embargo, están ahí, frente a frente, gotas de sudor les nubla la vista y sin embargo no cejan de embestir uno contra el otro, con fiereza por momentos y tomando un descanso en otros. No hay luz a su alrededor, todo se encuentra en penumbras, el tiempo se ha detenido para ambos, no existe el antes ni el después solo el momento que viven, cualquier experiencia que hayan vivido en sus vidas que anteceda a este momento queda olvidado, cualquier recuerdo queda en las tinieblas, solo están ellos, en una fiera danza que ya lleva más cuarenta minutos. No, nunca pensaron que vivirían algo similar, ni lo volverían a vivir, no existió ni existirá otro momento igual a ese y sin embargo aún no ha terminado.

Ella es la gran guerrera meltran, líder Quadrono, la mejor de su raza, no tiene un igual, quien haya osado a desafiarla, ahora solo es un recuerdo de una victoria más para ella. Lo tenía claro, y lo hacía saber a toda su gente y ellos también lo sabían, por eso la respetaban y por sobre todo la temían. Durante sus muchas batallas, había aniquilado cientos de Zentran quienes eran sus enemigos mortales y a la vez eran la parte masculina de su raza. Meltran y Zentran llevaban cientos de ciclos en guerra y ella podía jactarse de haber llevado a la tumba a cuanto Zentran se haya cruzado frente al hud de su nave, nunca titubeaba, nunca dudaba, nunca temía, nunca había encontrado a su igual en batalla. Su nombre es Milia Falina.

Él es considerado el mejor piloto humano, sobre Rick Hunter y Roy Focker. Sus habilidades, eran prácticamente perfectas, manejaba a la perfección los tiempos de su Varitech, poseía la intuición de saber el siguiente movimiento de sus oponentes, sentía los comandos como si fueran una extensión de sí mismo, era el piloto que mayor cantidad de bajas había producido en la flota Zentran y así era reconocido por sus fieros contrincantes. Pese a todas esas cualidades como piloto, en su vida personal era un tipo extremadamente tranquilo, gustaba de la lectura y compañía de sus amigos y era reconocida su humildad y confianza a toda prueba. Sus lentes estilo John Lennon, le daba una semblanza de artista al más estilo Andy Warhol Su nombre, Max Jenius.

Ella tenía la misión de recuperar los fragmentos de una civilización que vivió en la tierra 20.000 años atrás y cuya ciudad había vuelto a la luz luego de pasar siglos sumergida bajo el agua, pero que luego del ataque Zentran que destruyó todo rastro de vida en la tierra, los sistemas de la ciudad bajo el mar tomaron la invasión como el regreso de sus creadores, y volvieron la ciudad a flote, la civilización de los creadores se llamaba Protocultura. Al recuperar los fragmentos perdidos, las Meltran pensaban someter a los Zentran de una vez.

Sin embargo entre el acorazado Meltran en el cual estaba Milia y la ciudad de los protocultura, estaba el SDF Macross, el último bastión humano, una nave cuyas dimensiones pasaban los 4km de envergadura y que en su interior habitaban los últimos ochenta mil humanos -quienes inclusos mantenían funcionando una ciudad dentro de la nave- los últimos de su especie quienes se negaban a ser extinguidos y luchaban con todas las fuerzas que aún les quedaba.

Milia salió con un grupo de doscientos cazas del grupo Quadrono –la elite de naves caza de las Meltran- a conseguir los fragmentos, sin impórtales, que el "Macros" estuviera en su camino. El último bastión humano al detectar las naves Meltran ordena a los escuadrones "Skull", "Bermellon", "Fenix" y "Prometeus" -en total ciento veinte cazas varitech- salir al encuentro de las Meltran. Es la primera vez que los humanos se enfrentan a las Meltran, hasta ahora solo han enfrentado a su contraparte masculina los Zentran. Rick Hunter, recuerda que cuando estuvo en cautiverio –junto a Lisa Hayes, Roy Focker y Lynn Minmey- en una nave Zentran, fue testigo de un ataque Meltran, vio la ferocidad en batalla de aquellas mujeres Zentran –hasta ese momento no sabía que les llamaba Meltran- y sobre todo vio a una guerrera Meltran que se deshacía con tal facilidad de naves Zentran que su sangre se congeló, sintió un escalofríos de nunca encontrarse en batalla ante esa guerrera –En esa batalla Milia en menos de treinta segundos mató al menos quince Zentran.

-No se confíen chicos, estas mujeres son de temer, tienen tanto o más habilidades que los hombres Zentran- Les comunicó Rick a su escuadrón, dentro del cual estaba Max y Ben Dixon.

- Desde que tienes novia te has puesto muy sensible, jefe- Dijo Max molestando a su mejor amigo.

- Es cierto Max!, Rick ahora es más débil desde que es "mandado" por una Comandante, jajajaja …..Qué! Noooo ahhhrrggg! – No había terminado de reír cuando un misil Meltran da de lleno en el varitech de Ben quien muere al instante.

- Ben Nooooo! -Gritan Rick y Max al unísono.

- Todos los pilotos, cambien a formación de combate, grupo "Skull" 1 vaya a Delta Sierra 1, Grupo Bermello vaya a Beta Tango 15- Se escuchaban las ordenes de la comandante Lisa Hayes tratando de reordenar a los grupos de cazas al momento de encontrarse con los escuadrones Meltran.

Un caza Meltran en particular estaba haciendo pedazos a varios cazas Varitech, la nave se diferenciaba del resto de las naves Meltran por su color rojo. Max al darse cuenta de la situación enfiló su Varitech en dirección del caza Meltran.

-Voy por el rojo, jefe – Le comunicó Max a Rick.

- Roger that- Respondió Rick

El hud de su Varitech la tenía en la mira, el bib de los comandos se lo decían, tal como su intuición siempre le decía, esperaba un segundo antes de apretar el gatillo, sintiendo el siguiente movimiento de su oponente.

-Ahí estas!- Dijo Max, presionando el gatillo.

Tres misiles partieron desde su Varitech, sedientos del calor que las turbinas de la nave Meltran expelían. Milia abrió sus ojos sorprendida, ya había visto al caza "Micraan" – nombre con el que denominaban a los humanos- y había hechos los ajustes para evadirlos, pero al reaLisar su movimiento – Una especie de loop invertido- se da cuenta que los misiles vienen en trayectoria directa contra el término de su maniobra de evasión –algo que jamás esperó-, en un acto desesperado, frena su nave –dentro de lo que la inercia le permitía- ladeando su nave hacía su izquierda. Dos misiles pasan rozando la parte posterior de su nave, sin embargo el tercero golpea su nave pero no hace explosión, haciendo que el misil se aleje de su nave, estallando retardadamente a unos veinte metros. Las esquirlas hacen mella de algunas partes de su nave pero en su conjunto sigue intacta para continuar el combate.

-Fallé!- grito Max

-Cómo te atreves!, morirás por intentarlo- Milia se puso fuera de sí, jamás habían si quiera rozado su nave, la cual ahora mostraba nuevas cicatrices luego del ataque de Max.

Milia abre uno de los pods de misiles que contiene su nave y en un movimiento perfecto, se -posiciona sobre el Varitech de Max, lo tenía en su mira y con una sonrisa despectiva, dice

-Kara yar! –Muere-

Lanza ocho misiles contra el caza, ella sabía que no había escapatoria de ese ataque, quedó observando y contando los segundos para que el varitech explotara.

Dentro del Varitech de Max las alarmas suenan desaforadas, el hud no le muestra ninguna ruta de escape – el computador no puede calcular ninguna trayectoria, pues no hay ninguna lógicamente posible-, cualquier piloto estaría acabado, pero Max increíblemente, cambia su Varitech a modo "Genwalk" –guardian-, apaga los motores, lanza sus flares, presiona los pedales de los alerones para forzar una barrena y tal cual lo deseó, su Varitech comienza a caer girando casi sin control, haciendo movimientos azarosos dejando que la física cuántica haga lo suyo. Dos de los ocho misiles se quedan con los flares, otros tres pierden su curso al no poder marcar una ruta directa contra el movimiento sin sentido del caza, pero aún quedaban tres misiles y solo trecientos metros para que el Varitech se estrellara contra el suelo. En un acto instintivo, Max enciende los motores –los cuales por una suerte vaya a saber de quién, encienden en el acto- pone su caza en posición vertical y al llegar a los cien metros del suelo pone toda la potencia de sus motores y sube la nariz de su Varitech – el cual levanta el polvo del suelo al rozarlo-, los tres misiles restantes no pueden desviarse impactando de lleno contra el suelo. El cuerpo de Max se resiente ante tal extrema maniobra, siente mareos, su corazón palpita indiscriminadamente y su rostro suda empañando la visera de su casco.

Milia se queda congelada, ha peleado cientos de batallas, pero nunca había visto algo igual, nunca podría si quiera haber imaginado que una maniobra de este nivel pudiera ser ejecutada -ni si quiera ella- y su sangre comenzó helarse, por primera vez en su vida comenzó a "sentir", en el lenguaje de su raza no existe la palabra "sentimientos", "miedo", felicidad", "tristeza", pero sin poder atribuirle un nombre, solo percibió que el sudor que caía sobre su rostro era "frio"

-"Udana erukesugaama"! ( Que talento!)

Han pasado cuarenta minutos de la fiera danza, de ataques y contraataques, Max ha seguido a Milia incluso dentro del acorazado Meltran, están solos dentro de un pasillo el cual está en penumbras luego de haber destruido todas las luces, el Varitech de Max está en modo "Battloid" - guerrero-.

Ambos sudan, jadean, sus trajes los ahogan, los daños en sus naves son evidentes, Max tiene su cara ensangrentada luego de que la parte frontal de su nave recibió sendos impactos que destruyeron su hub y la acción de las piezas metálicas y plástico al explotar, rompieron su visera haciendo algunos cortes en su rostro, cuello y en su cabello. Su cabina está haciendo humo, pero aún los controles de maniobras y de ataque funcionan. Milia, tiene cortes en sus muslos, y brazos, pues pese a la coraza mayor que posee su nave, la cantidad de impactos recibidos también han soltados pequeñas piezas metálicas que han rozado y rasgado su piel.

Max escucha a como si estuviera a kilómetros de distancia su radio con la voz de Rick tratando de saber dónde se encontraba y cómo estaba, pero no podía contestar, todos los sentidos de su ser estaban puestos es esta pelea, era la pelea por su vida.

Milia, también hacía caso omiso de las llamadas de las otras Meltran de su escuadrón, en toda su vida ninguna batalla para ella duraba más de diez segundos antes de acabar con su oponente, pero ahora, ella está enfrascada no solo en una batalla, está tratando de salvar su vida, cuarenta minutos que se han transformado en toda una vida. De pronto se da cuenta, que su rostro no solo está empapado por el sudor, sino que de sus ojos caen lágrimas, no son de miedo ni alegría, es su cuerpo llevado a tal extremo que está expulsando la adrenalina a través de esas lágrimas. Max no está distinto, hace rato ya que sus ojos no paran de botar lagrimas producto de sus altos niveles de adrenalina.

Pasan los minutos y ninguno toma la iniciativa de atacar nuevamente, todo está oscuro, no se pueden mirar, Milia siente un ruido a su costado derecho y en un acto instintivo mueve su nave y ataca en dirección del ruido. El pasillo se ilumina con las luces de los disparos, algunos de ellos impactan directamente en la parte inferior del "Battloid" de Max, destruyendo la parte inferior de su nave haciendo que esta caiga al suelo, durante su caída, Max alcanza a disparar alcanzado centros vitales de la nave de Milia, haciendo que esta explote en cierto sectores hasta que finalmente ambas naves terminan en el suelo.

Max abre su cabina, su traje está empapado en una mescla de sangre y sudor, está casi inconsciente, apenas puede caminar, pero hace un esfuerzo y se dirige con su pistola en dirección de la nave Meltran la cual también está destruida y en el suelo. En un instante, se abre la cabina de la nave meltran y se ve un cuerpo extenderse de espaldas saliendo la mitad de este. Max se da cuenta que el tamaño de las Meltran es el mismo que los Zentran, es decir también son gigantes. Dentro de la poca lógica que queda en su cerebro, Max calcula el tamaño de la Meltran cerca de los ocho metros de altura –si bien ella está tirada en el suelo-.

Un ruido suena desde la cabeza de la Meltran que yace sobre el suelo, el casco de ella es expulsado quizás debido a alguna medida de seguridad incorporado en este. Max queda petrificado sin poder creer lo que sus ojos están viendo. La mujer más hermosa que haya visto en su vida, su pelo verde brillaba como las olas del mar al reflejo del sol en una tarde de verano, al igual que su cabello, sus ojos eran tan verdes que las esmeraldas eclipsarían ante ellos, su rostro era perfecto, ni el más bello atardecer podía siquiera igualarlo, era maravillosamente hermosa, no encontraba una palabra para explicar tanta belleza, de pronto no existió más la guerra, no existieron más sus amigos ni familia, olvidó durante ese instante todo lo que era su vida, solo al verse sumido en la belleza de aquella Meltran.

Max desde lo más profundo de su ser, desde la más mínima célula que recorría su cuerpo solo pudo pronuncia una palabra.

-"Utsukushii" (hermosa)

Milia, lo contemplaba, estaba herida, pero aún consiente, algo extraño le producía mirar a ese "Micraan", no sabía que era, pero era algo nuevo que nunca había experimentado. Al escucharlo hablar solo pudo repetir lo que el había dicho..

-"Ut ..su..ku..shii"- Luego calló inconsciente.