Después de mucho tiempo vuelvo a la carga. Sé que tengo un fic que hace siglos que no actualizo pero por problemas personales no he podido adelantarlo.

El nombre del fic viene del título de una película "Requiem for a dream" y en cuya banda sonora me he inspirado.

El fic puede contener algún spoiler pero no creo que sea de gran importancia, además de que intentaré confundirlo con lo que yo aporte.

Disclaimer: Naruto es propiedad de Kishimoto y este fic está hecho sin ánimo de lucro.

oO0OoO0OoO0OoO0OoO0Oo

...El comienzo del fin…

Dos equipos de Konoha llevaban días tras la pista de alguno de los Uchiha. El primero estaba formado por Yamato, Naruto, Sakura y Sai mientras que el otro eran Kakashi, Shino, Hinata y Kiba. Este segundo equipo había sido elegido para participar en la misión por su gran utilidad en el rastreo. Así, después de días, por fin estaban tras la pista correcta.

En el bosque tan sólo era audible el jadeo de los ninjas por intentar seguir el frenético ritmo que Naruto había marcado hacia la dirección que Hinata había indicado. Ni él ni Sakura estaban dispuestos a dejar que Sasuke muriese contra Itachi y, por eso, era necesario que fuesen lo más rápido posible. Cada segundo contaba.

-Sigo sin encontrar a Sasuke pero creo que la chica ya nos ha detectado.- dijo Hinata- Los tres ninjas que acompañan a Sasuke y el otro tipo de Akatsuki están mirando en nuestra dirección.- concluyó.

- No nos dejarán avanzar. Habrá que luchar contra ellos.- advirtió Yamato.

- Tardaremos demasiado- objetó Sakura.

- Sakura-chan tiene razón.- rugió Naruto- ¡Puede que Sasuke no tenga tanto tiempo!

-Tranquilo, Naruto.- trató de calmarlo Kakashi.- Un grupo se quedará luchando permitiendo al otro avanzar. Yamato irá con vosotros dos. Hinata también os acompañará para guiaros.- resolvió.- Sai, Shino, Kiba y yo entretendremos a esos cuatro.

Mientras se iban acercando al objetivo sus movimientos se volvieron cada vez más cautelosos y ágiles preparados para cualquier ataque. Aparte del constante bombeo de su corazón, el único ruido que percibían era el de las hojas cuando se movían al pasar corriendo cerca de ellas. Sai sacó uno de sus rollos y un pincel y comenzó a garabatear sobre el papel. Mientras, todos los demás, tenían puestas las manos en sus armas listos para utilizarlas en cualquier momento, siendo conscientes de que el enemigo conocía su posición.

Una bandada de pájaros negros salió de entre los árboles y rodeó a Juugo, Suigetsu, Karin y Kisame dejándoles sin campo de visión.

-¿Tinta?- dijo extrañado Suigetsu al destruir los pájaros con su espada y ver que estos explotaban en gotas de tinta. Sonrió con suficiencia.- ¿Eso es todo lo que tiene Konoha?

Antes de que estos pudiesen reaccionar decenas de Narutos se dirigían hacia ellos. Pronto comenzaron a desvanecerse en humo ante los golpes pero, aprovechando la distracción, el verdadero Naruto junto con el resto del equipo Yamato pasaron como flechas por entre los Bunshin para poder continuar la búsqueda de Sasuke. Karin advirtió la melena oscura de Hinata ondeando entre las cabelleras rubias que aun les rodeaba. Intentaba abrirse paso clavando a los Bunshin el kunai que empuñaba en su mano derecha y lanzando alguna patada cuando se sentía acorralada.

-Karin, ¿dónde diablos vas?- preguntó Suigetsu, elevando la voz por encima del ruido que su espada producía al golpear el suelo tras haber atravesado un Bunshin. Karin no oyó a su compañero y siguió intentando alcanzar a los cuatro ninjas.

Suigetsu saltó a tiempo de evitar una patada baja. Al principio creyó que se había tratado de un ataque de alguno de los clones pero al elevar la vista vio su cara reflejada en sus oscuras gafas.

-Deberías estar más atento a tus enemigos.- le advirtió Shino antes de volver a atacarlo.



Karin, al ver que la sería imposible alcanzar al equipo Yamato rodeada de tantos clones, tomó impulso y se elevó lanzándoles con shurikens. Antes de que estos lograran alcanzarles, otro grupo de shurikens los desvió de su objetivo. Karin miró irritada a sus espaldas buscando quien había interceptado su ataque. Al girarse no vio a nadie, pero pudo ver una gran sombra reflejada en el suelo de algo que la estaba sobrevolando. Saltó hacia atrás al tiempo que Kiba y Akamaru aterrizaban delante de ella cortándola el paso para poder seguirles. Karin apretó los dientes al observar cómo se alejaban mientras el ninja que tenía delante sonreía de forma burlona por haber conseguido detenerla.

Naruto, Sakura, Hinata y Yamato, ajenos a la batalla que se estaba librando tras ellos, continuaban avanzando concentrados en su misión. Hinata iba liderando el grupo buscando con el byakugan cualquier indicio que les indicara el paradero de Sasuke. Naruto emitía pequeños gruñidos cuando la impaciencia lo abordaba y no era capaz de sosegarla. Todos se movían con la presión de tener el tiempo en contra y el miedo de que ya fuese demasiado tarde para poder actuar. Aún así, Sakura era la que soportaba mayor presión, sabiendo que si Sasuke se encontraba herido ella sería su única esperanza.

-Vamos, Sasuke. ¡¿Dónde te has metido?!- murmuró Naruto con la mandíbula apretada, tratando de reprimir las ganas de chillarlo.

-Si Hebi y Kisame se encontraban vigilando quiere decir que estamos cerca.- explicó Yamato- No tardaremos en dar con ellos- aseguró.

De nuevo se volvió a hacer el silencio mientras los pensamientos de Naruto y Sakura se alimentaban de la esperanza de las palabras de Yamato, tratando de convencerse de que todo saldría bien y que, por fin, podrían regresar a Konoha junto a Sasuke. Las cavilaciones de los dos se vieron interrumpidas por la suave voz de Hinata.

-¡Creo que los he localizado!-exclamó.- Hay dos personas dentro de una sala a unos quinientos metros de aquí. Uno parece ser Sasuke y el otro viste una capa de Akatsuki.- describió.

- Itachi…- murmuró Sakura mientras hacía una mueca de odio.

- Ambos tiene poco chakra y parecen exhaustos. Los movimientos de Sasuke son bastante torpes y lentos, creo que está herido.-Continuó Hinata. Los ojos de Naruto y Sakura se abrieron expectantes.- Sin embargo, su hermano no parece encontrarse en mejores condiciones.- se apresuró a añadir.

Desde luego ambos sabían que si estaba luchando con Itachi en una pelea a muerte resultar herido es lo más probable, aun así, escucharlo de la boca de Hinata los había sorprendido a los dos.

Hinata estaba siguiendo cada paso de la pelea con la mayor atención que la velocidad a la que se movían le permitía. Estaba viendo como Sasuke no podía hacer otra cosa que evitar ser alcanzado por los ataques de su hermano. En un intento de volver a recuperar su posición en batalla, Sasuke embistió a su hermano con su katana. Aunque logró evitar una estocada directa, la espada le cortó en el costado derecho, pero aprovechó para desarmar a Sasuke y coger él la katana. Itachi embistió con la espada al corazón de Sasuke. Éste logró saltar atrás a tiempo, antes de que su hermano atravesase su corazón pero, aun así, la espada lo hirió en el torso. Hinata logró contener un grito ahogado. No quería que Naruto siguiese preocupándose más.

No tardó en hacerse visible para todos la construcción de piedra donde estaban los dos hermanos luchando. Se encontraba refugiada entre el espeso follaje del bosque, al amparo de unos grandes árboles que lo bordeaban ocultándolo en su sombra. Tan sólo les separaba de Sasuke doscientos metros de árboles y volverían a verlo, volverían a intentar salvarlo.



Hinata continuaba siguiendo cada movimiento de la pelea. Sasuke se intentó levantar del suelo tras una patada de Itachi que lo había lanzado contra la pared pero sus piernas no aguantaron el peso y volvió a caer. Intentó volverse a incorporar y, aunque sus piernas seguían temblando por las pocas fuerzas que quedaban en su cuerpo, consiguió levantarse por última vez. Comenzó a formar sellos con sus manos ensangrentadas y el chakra que aún quedaba en su cuerpo comenzó a correr por sus conductos de forma descontrolada.

-¡Parad!-chilló Hinata, sobresaltándoles.

Todos pararon de inmediato. Antes de que lograsen llevar su mirada hasta Hinata, una explosión los empujó hacia atrás. Parecía como si la onda expansiva desease arrancar los árboles desde la raíz y llevarlos lejos, muy lejos. Naruto, Sakura, Hinata y Yamato fueron arrojados por los aires con la misma facilidad con la que el viento eleva una hoja del suelo. Naruto atrapó a Hinata entre sus brazos y chocó de espaldas en el tronco de un árbol, Yamato había conseguido fijarse a un árbol tras haber sacado de la palma de su mano una rama y luego introducirla en la madera del tronco y Sakura estaba sujeta a una rama intentando fijarse a ella con chakra.

-¡¿Qué fue eso?!- preguntó Naruto mientras ponía una mano en su oído. La fuerte explosión había hecho que sus oídos comenzasen a pitar con un sonido agudo e irritable.

-¡Sasuke!- chilló Sakura mientras corría hacia la destruida sala.

Los demás no tardaron en seguirla. Sus ojos se movían de una manera descontrolada por cada piedra derrumbada intentando encontrar a Sasuke bajo los escombros. Naruto había comenzado a apartar varias de las piedras con la esperanza de encontrarle aún respirando, queriendo volver a oír su voz con su tono frío e indiferente.

-¡Allí, bajo aquellas piedras!- exclamó Hinata al encontrar, con el byakugan, un cuerpo sepultado entre las piedras con unos signos vitales apenas perceptibles.

Hinata no había terminado de indicarles el lugar dónde había encontrado el cuerpo, cuando los Bunshin de Naruto ya se encontraban apartando las rocas. No tardó en dejarse ver partes ensangrentadas del cuerpo del Uchiha y zonas magulladas, entre las rocas y las harapientas ropas que habían quedado tras la lucha. Cuando Naruto apartó los escombros que cubrían su cuerpo, Sakura se arrodilló a su lado deshaciéndose de sus guantes. Tomó una de las muñecas de Sasuke para buscar su pulso y posó su cabeza contra el pecho para intentar oír su corazón. Los instantes en los que estuvo esperando una reacción por parte del cuerpo de Sasuke fueron, probablemente, los más angustiosos de su vida. Cuando notó la sangre correr por sus venas entre los dedos que tenía apretados alrededor de su muñeca y su corazón decidió volver a bombear, Sakura logró exhalar el aire que había contenido inconscientemente en sus pulmones.

-Aún respira- informó Sakura. El lado derecho de su cara se había manchado con la sangre de Sasuke al ponerla en su pecho y se había mezclado con su sudor aunque ella no pareció darse cuenta.

Naruto observó en silencio como Sakura movía sus manos con asombrosa habilidad por el magullado cuerpo de Sasuke. Por un momento comparó a la Sakura de años atrás con la kunoichi que ahora tenía enfrente. Se preguntaba cuanto estaría luchando por esconder sus emociones y no comenzar a llorar mientras miraba detenidamente su semblante sereno, su actitud decidida y la determinación que iluminaba sus ojos. A pesar de eso, estaba seguro de que, al igual que él, notaba la angustia y la preocupación oprimiéndola el pecho.

Controlar sus emociones la estaba resultando más difícil de lo que pensaba. A pesar de intentar imaginar que el moribundo cuerpo que tenía frente a ella era sólo el de un ninja herido en batalla, no podía reprimir los pensamientos de que ese ninja era su compañero, era Sasuke. Miró de reojo a Naruto. Éste seguía cada unos de sus movimientos apenas sin pestañear. Mantenía sus puños apretados y un ligero temblor le recorría el cuerpo. Sakura notó como su vista comenzaba a nublarse. Apretó los ojos y sacudió casi 

imperceptiblemente la cabeza intentando aguantar las ganas de llorar. No podía fallar a Naruto y a Sasuke, debía esforzarse por ellos. Con un rápido movimiento, que sorprendió al resto del equipo, se incorporó de nuevo.

-Dos de sus órganos están rasgados, ha perdido casi la mitad de su sangre y el ritmo cardiaco es realmente débil. Además temo que pueda complicarse más por la lenta circulación y es posible que uno de los pulmones esté más dañado de lo que pienso.- explicó Sakura.- Debemos volver inmediatamente a Konoha.

-¿Qué pasará con el cuerpo de Itachi?- Preguntó Naruto.

-Cuando lleguemos a la villa un grupo de ANBU se encargará de regresar a por él.-contestó Yamato. Mientras cogía a Sasuke y, con la ayuda de Sakura, lo colocaba con extremado cuidado en su espalda. Después unas ramas de madera salieron del costado derecho de Yamato y volvieron a introducirse en el izquierdo, inmovilizando a Sasuke contra su espalda.- Ahora pongámonos en marcha.- dijo internándose en el bosque de un gran salto.

Kakashi, de un rápido movimiento, consiguió evitar el impacto de Samehada, la espada de Kisame. Hizo rápidamente unos sellos y lo atacó con un Katon. Kisame también formó otra clase de sellos y una pared de agua lo protegió de las llamas, creándose una nube de vapor que ambos aprovecharon para atacarse con sendos shurikens, impactando unos contra los del otro. Los dos volvieron a adoptar una posición defensiva mientras recobraban el aliento en su igualada batalla.

Juugo logró golpear a Sai haciéndolo caer al suelo y rodar por el fuerte impacto. Cuando se acercó a él con intención de propinarle otro golpe, unas serpientes se enroscaron en su cuerpo inmovilizándolo el tiempo necesario para que Sai pudiese incorporarse y alejarse de él, antes de que Juugo se deshiciese de ellas volviéndolas tinta de nuevo. A pesar del gran tamaño de Juugo, la enorme cantidad de chakra que le proporcionaba el sello hacia que se moviese con un rapidez difícil de imaginar en una persona de su tamaño y con una fuerza aterradora. Sai volvió a utilizar su pincel para crear unos enormes tigres que saltaron del papel hacia su objetivo. Juugo acabó con la mayoría de ellos mientras se dirigía de nuevo a golpearlo. Esta vez los reflejos de Sai fallaron al sentir un fuerte pinchazo en su estomago, seguramente provocado por alguna costilla que se fracturó al recibir el anterior golpe. Ese pequeño instante que tardó en apartarse fue suficiente para que Juugo se le echara encima. Sai logró disminuir el impacto del golpe defendiéndose con uno de los antebrazos, mientras, aprovechó el acercamiento para clavarle su pequeña katana en el hombro.

Shino saltó hacia atrás huyendo del filo de la espada de Suigetsu y, nada más rozas el suelo con uno de sus pies tuvo que volver a saltar y hacer una pirueta en el aire para no ser atacado por un de los animales de tinta que Juugo había conseguido esquivar de nuevo.

-Es como si estuviese luchando contra dos oponentes- pensó shino.- Debo esquivar los ataques de este tipo y además evitar ser alcanzado por los ataques fallidos de Sai. Es como si no le preocupase perjudicar a sus compañeros. ¿Nunca luchó en equipo?

Shino hizo un sello con sus manos e, inmediatamente después, cientos de insectos comenzaron a rodear a Suigetsu a pesar de que intentaba deshacerse de ellos. Después, Shino aprovechó que Suigetsu no tenía campo de visión para lanzarle dos kunai con sendos sellos explosivos atados. Cuando estos explotaron y los insectos se disolvieron, lo único que quedaba eran pequeños charcos de agua esparcidos por el suelo. Suigetsu apareció tras Shino. Al atravesarlo con su espada, su cuerpo se deshizo en miles de insectos. Volvió a empuñar de nuevo su espada y giró sobre sus talones.



-Me estoy empezando a cansar de jugar contigo.- dijo Suigetsu con voz grave al verlo de nuevo frente a él.

Karin estaba completamente pálida y respiraba entrecortadamente. Apretó su mano contra el muslo derecho intentando que dejara de sangrar la profunda herida que tenía. Akamaru había conseguido clavar sus afilados colmillos en su pierna intentando encontrar la femoral. Aunque Karin se deshizo de él lo suficientemente rápido para que a éste no le diese tiempo a cerrar completamente su mandíbula entorno a su pierna, la había logrado alcanzar lo necesario para que la pierna no la respondiese con la misma precisión que antes. Aun así, sus movimientos seguían siendo lo bastante ágiles como para continuar esquivando los ataques de Kiba. La mente de Karin se encontraba dividida entre su pelea y el estado se Sasuke. Debía librarse cuanto antes de aquel shinobi y su perro, si quería ir junto a él. Sin embargo, aquello la estaba costando más de lo que había pensado en un principio.

Un zumbido en el oído derecho hizo a Kakashi desconcentrarse en la lucha. Tardó unos instantes en advertir que aquel sonido era la voz de Yamato distorsionada por las interferencias. En la batalla el sintonizador de los canales del intercomunicador que lleva debía de haberse movido y, por eso, la voz le había parecido un extraño murmullo. Cuando colocó en el canal adecuado el sintonizador pudo escuchar su voz clara y limpia.

-Tenemos al Uchiha. Su estado es muy grave, debemos regresar inmediatamente.- repetía Yamato una y otra vez tratando de obtener una respuesta de Kakashi.

- De acuerdo, Yamato.- contestó al fin Kakashi.- Nos reuniremos en cuanto nos podamos deshacer de estos tipos.

oO0OoO0OoO0OoO0OoO0Oo

Si habeís llegado hasta aquí me gustaría que hicieseis un pequeño esfuerzo más y me dejeís una pequeña review. Agradezco cualquier crítica constructiva, pero eso sí, que sea siempre con respeto.