Muy bien, intentemos esto otra vez: Nuevo comienzo, nuevo fic, nada de tonterías. Antes que nada: Este fic será más o menos una combinación entre el Anime y el Juego. Por lo cual, habrá un par de cambios:

-Varias escenas extra que están en el Juego, pero no en el Anime. Si nunca lo jugaste, y ves una escena que no recuerdas, lo más probable es: está en el juego.

-Estoy jugando a la versión Remastered, por lo cual los diálogos no serán 100% fieles a los originales, ya que el juego está en Ingles. Utilizo esta versión ya que me ahorro el problema de tener que cambiar los nombres del doblaje por los originales.

-El único OC que verán por algún tiempo es Sakuya. Taiga se va a incorporar en la segunda temporada/juego. Quien sabe, quizá algún día vuelvan Miyako y Nanako…

Por ahora esto sería todo. Ahora: ¡Que comience el fic!


Teikoku Gakuen… Un equipo famoso no solo por su habilidad, sino por su brutalidad en el campo y el destino que le espera a todos los que pierdan contra ellos. Se ganaron a pulso el título del mejor equipo de Japón, y lo estaban demostrando en el partido contra la Academia Tsukimihara. Bueno… Más que un partido, era una paliza: El marcador se encontraba 12-0 a favor de Teikoku. Todos los jugadores de Tsukimihara se encontraban muy cansados, mientras que los de Teikoku básicamente no habían sudado una gota. Solamente quedaban unos segundos para que acabe el partido, y el balón se encontraba en posesión de los que estaban a la delantera. El capitán, un chico con goggles, cabello castaño con rastas y una capa roja, fácilmente le pasó el balón a la única chica del equipo: Una muchacha con ojos rojos y cabellera plateada que le llegaba hasta encima de la cintura, que además tenía dos trenzas que le recorrían toda la cara hasta los hombros. Hecho esto, le dio una simple orden.

-"Izayoi, acaba con esto."

La chica asintió y empezó a girar alrededor del esférico hasta que una oscura flor roja se formó, consumiéndola a ella y al balón. Inmediatamente, la planta se abrió, disparando a la peliplateada en el aire, quien estaba a punto de darle una chilena al esférico que se estaba cargando con una energía oscura.

-"¡Floral Despair!"

Al decir esas palabras, la muchacha pateó, y el balón inmediatamente salió disparado dentro de una corriente de energía roja oscura. Los pocos miembros de Tsukimihara que quedaban en pie fueron derribados por el poder del tiro, y el portero débilmente intento cubrirse con sus manos, solo para que estos se rindieran fácilmente ante la técnica, dejando el marcador en 13-0

-"¡Gooooooooool!" El comentarista exclamó apenas el balón toco la red de la portería. "¡Tras una abrumadora muestra de poder, esta es una victoria para la Academia Teikoku!" El entrenador de los derrotados quedo de rodillas en el suelo, viendo como todos los jugadores de su equipo estaban tirados en el suelo. Sin que se diera cuenta, el otro entrenador se le acercó y lo miro con un aire de superioridad.

-"Han perdido. ¿Recuerdas cómo trata Teikoku a los perdedores?"

-"S-Si…" Respondió el otro hombre débilmente al ver como se le entregaba un pedazo de papel.

-"Los perdedores no merecen existir." Afirmó el victorioso. Inmediatamente, empezó a temblar todo, al mismo tiempo en que unas luces se acercaban al campo.

-"¡Hazlo!" Exclamó el chico de rastas, a lo cual todo el mundo salió del lugar. De repente, unos vehículos blindados con la bandera de Teikoku colgando empezaron a estrellar y destruir no solo el campo, si no también toda la Academia. Mientras los alumnos de Tsukimihara miraban la escena horrorizados, los de Teikoku simplemente sonreían o se mofaban… Excepto Izayoi, quien tenía una expresión neutral en su rostro.

-"¡Equipo, nos vamos!" Ordenó el entrenador. Cuando todo el equipo se subió a uno de los blindados, le dedicó una última mirada a los derrotados y dio la orden de retirada.

Ya dentro del vehículo, Izayoi se acercó a su asiento, donde había dejado un libro abierto. Se sentó y siguió leyendo la parte donde se había quedado antes de bajar.

-"Adiós a las Armas… ¿Que ya no habías terminado ese?" Pregunto un chico de piel morena, cabellera blanca y que tenía un parche en el ojo, quien asomó la cabeza sobre el asiento de delante.

-"Es cierto, pero aun así… Adoro este libro." Respondió la peliplateada.

-"¡Dijiste lo mismo sobre los últimos 5 que leíste!"

-"Hmph, pues el que no sepas apreciar la literatura no es mi culpa, Baka (1)."

-"Sakuma, deja de molestar a Sakuya. Ya sabes que es capaz de golpearte." Comentó el muchacho sentado junto a él, quien tenía cabello puntiagudo y castaño, y unos tatuajes cerca de los ojos que le recorrían toda la cara.

-"Vamos, Genda. ¡Nunca me dejas divertirme!" Respondió el peliblanco haciendo un puchero. Los tres soltaron una pequeña carcajada gracias a su reacción. Entonces, el capitán del equipo se acercó.

-"Izayoi, solo quería decirte que lo hiciste bastante bien en tu último partido."

-"¿…Ultimo? ¿A qué te refieres, Kidou?" Preguntó Sakuma.

-"Mañana, Izayoi se ira a otra escuela. Este fue su último partido en Teikoku."

-"¡¿P-Por qué no lo dijiste antes?! ¡Podríamos haber buscado un oponente más desafiante!" Exclamó el del parche. Obviamente, no tenía ni idea de que su amiga ya no estaría mañana.

-"Sakuma… Si mal lo recuerdo, Kidou lo anunció el otro día. ¿Te dormiste en clase de nuevo?" Esta vez, preguntó Genda.

-"Ehh… Pues, yo… Creo que sí." Respondió Sakuma avergonzado mientras se rascaba una mejilla con su dedo índice, lo cual provoco otra carcajada de los presentes.

-"Pero hablando en serio: No será lo mismo sin ti, enana." Comentó Genda mientras le arruinaba el cabello juguetonamente.

-"Demonios, si hubiera sabido que te ibas habría marcado 10 goles más…" Agregó Sakuma. Entonces, el vehículo se detuvo.

-"¡Sakuya Izayoi, ya llegamos a tu residencia!" Gritó el entrenador.

-"Bueno, fin del trayecto… Nos vemos pronto ¿Eh?" Dijo Kidou con una sonrisa.

-"Por supuesto… Nos vemos." Respondió Sakuya, dándole un abrazo. Mientras caminaba por el pasillo, varios miembros del equipo le decían adiós o que la extrañarían. Pero antes de salir, el entrenador la detuvo.

-"Todavía no es tarde. ¿Segura que te vas?" Preguntó con el ceño fruncido.

-"…Si, entrenador Kageyama. Mi decisión está hecha." A esta respuesta, el hombre mayor solo soltó un "Hmph", y la dejó salir. Apenas puso los dos pies fuera del vehículo, sus puertas se cerraron y aceleró hacia otra dirección. Apenas vio que ya estaban fuera de vista, tocó el timbre de la mansión, al cual respondió una persona en el portero eléctrico.

-"¿Quién es?" Preguntó.

-"Soy yo."

-"No sé quién es 'yo'"

-"Kaito, deja de hacerte el tonto y ábreme la puerta, me estoy muriendo de frio."

-"Hermanita, necesitas tener mejor sentido del humor…" Y dicho esto, le abrió la puerta. La chica recorrió todo el jardín de enfrente hasta llegar a la puerta de entrada, donde la recibió su hermano mayor: Un hombre de cabello negro, con ojos azules y una cicatriz en su mano derecha. "¿Cómo te fue?"

-"¿Cómo crees? Ganamos 13-0." Respondió Sakuya mientras iba hacia la biblioteca a dejar el libro. El mayor se quedó mirándola en silencio hasta que por fin habló.

-"¿Fuiste a ver a Mamá?" La chica se quedó quieta y en silencio por unos segundos.

-"Si… Dicen que sigue estable… Pero quizá no dure mucho." Respondió al mismo tiempo que una pequeña lágrima escapó de sus ojos. Kaito simplemente cubrió los suyos con su mano cicatrizada.

-"Lo siento... Sé que no quieres hablar de eso. Bueno, ya es tarde. Vete a dormir, ya planché tu nuevo uniforme." La chica obedeció y se fue inmediatamente a su cuarto sin decir ni una palabra. "…De nada."


A la mañana siguiente, los dos hermanos se disponían a ir hacia sus respectivas obligaciones: Sakuya a la escuela, y Kaito al trabajo.

-"¿Segura que no quieres que te lleve? Tengo que pasar por allí de todas formas." Preguntó el mayor.

-"No, tranquilo, estaré bien. Además, aún es temprano."

-"Pues como quieras. Nos vemos más tarde entonces."

En cuanto Kaito se fue, Sakuya se decidió a repasar por última vez si tenía todo lo necesario para la jornada.

-"Veamos… Libros de Texto, Lapiceras, Cuadernos, Lápices, un Libro de Literatura por si acaso… Sí, tengo todo."

Entonces, salió de la casa, cerró la puerta con llave y se dirigió a su nueva escuela. A mitad del camino, se dio cuenta de cómo un chico con una cabellera celeste, la cual llevaba en una coleta, y llevaba el uniforme de la misma escuela, la rebasó trotando. La chica simplemente pensó "¿Por qué no?" y empezó a seguirle el ritmo. En cuanto él se dio cuenta que Sakuya estaba a su lado, simplemente la miro de forma desafiante y aceleró el paso. La peliplateada no se dispuso a quedarse atrás y lo siguió de cerca. Así corrieron, hasta que llegaron a la entrada de la escuela. El peliceleste le levanto el pulgar en señal de aprobación.

-"Eres buena, hasta ahora nadie pudo mantener el ritmo conmigo. Me llamo Kazemaru Ichirouta, por cierto. ¿Eres nueva? Nunca te había visto antes." Preguntó.

-"Gracias, yo me llamo Sakuya Izayoi, y sí, soy nueva." Respondió al mismo tiempo que cruzaron las puertas de entrada.

-"Bueno, aquí estamos: Instituto Raimon. Aunque es mucho más pequeño que Teikoku, la gente aquí parece más amigable…"


Al no saber cuál era su salón de clase, Sakuya se dirigió a la oficina del director para poder preguntar dónde está, pero quedó confundida cuando allí encontró a una chica pelirroja quien no podía tener más edad que ella en lugar de un adulto responsable.

-"Disculpa ¿Dónde está el director?"

-"Yo estoy a cargo." Respondió la pelirroja con un tono de voz frío.

-"Perdón, soy nueva aquí…"

-"Ya lo sé. Si vienes a preguntar cuál es tu salón, es el 2-B." Pero antes que Sakuya se fuera, la otra chica lanzó una pregunta: "¿Vienes de Teikoku?" El solo mencionar su antiguo instituto causó que se detuviera.

-"Si. ¿Hay algún problema?"

-"Por supuesto que no, solo quería decirte que quizá elegiste un mal momento para cambiarte. No quiero distraerte más, vete."


Después de su encuentro con la "Directora", Sakuya se fue al salón 2-B. Allí, vio que casi todos los asientos ya estaban ocupados, menos uno junto a Kazemaru.

-"¿Está ocupado?" Preguntó la peliplateada, a lo cual el chico se volteó a verla.

-"Hola de nuevo. Y no, está libre."

Pasaron un par de minutos hablando sobre lo primero que les vino a la mente, hasta que sonó la campana y el profesor entro al salón.

-"Como ya sabrán, hoy tenemos una nueva alumna en el instituto." Dijo mientras miraba a toda la clase. "¿Podrías presentarte, por favor?"

-"Por supuesto." Se levantó. "Mi nombre es-"

-"¡Sakuya Izayoi!" Exclamó un chico con cabello castaño y una banda naranja en la cabeza, mientras se levantaba forzosamente de su asiento. "¡Eres La dama de Hierro, la mejor delantera de Teikoku!" A este comentario, la chica simplemente le dedico una mirada molesta mientras pensaba "Y ahí va mi bajo perfil, volando libre por el cielo de la mañana."

-"¡Endou, toma tu asiento!" Ordenó el profesor, a lo cual el castaño simplemente soltó un "Hai!" (2) y obedeció.

-"Yare Yare (3)… Bueno, como dijo nuestro amigo, mi nombre es Sakuya Izayoi, y me vine a este instituto desde la academia Teikoku." Continúo la peliplateada, lo cual causó que todos los presentes se quedaran mirándola con aire de inferioridad. "…Por favor, no me traten de ninguna forma especial solo porque vengo de allí. Solo véanme como una persona más." Y dicha la frase, volvió a sentarse.


Apenas terminó la clase y tocó el timbre de salida, Kazemaru le preguntó a Sakuya.

-"Voy a salir a correr con unos amigos del equipo de Atletismo. ¿Quieres venir?"

-"Si no te importa esperar. Tengo que ir a otro lugar, pero no tardare demasiado." Respondió la peliplateada.

-"Por supuesto. Haz lo que necesites, te esperamos en la entrada." En cuanto Kazemaru se fue, y mientras Sakuya guardaba sus cosas, Endou se le acercó y le hablo.

-"¡Ohayo (4), Izayoi-sama!" Saludó mientras le ofrecía una mano.

-"¿No dije que no quería nada de tratamiento especial? Llámame Sakuya." Respondió. "Ahora ¿Qué quieres?"

-"Bueno, pues quería preguntarte si podrías venir a ver nuestro club de Futbol-" La chica inmediatamente se puso de pie y comenzó a irse.

-"Ahora no, necesito ir a otro lugar. Quizás otro día."

Sakuya se alejó lo más rápido que pudo hasta que se aseguró que Endou no la seguía, y se dirigió hacia su destino: El hospital. Allí, caminó lentamente hacia la habitación 310, donde se encontraba una mujer mayor con cabellos negros, quien se encontraba dormida en la cama con un electrocardiógrafo conectado a su pecho.

-"Hola mamá… Perdón por venir tarde hoy." Le dijo a la dormida. "Hoy fue mi primer día en mi nueva escuela. Aunque algunos chicos sean raros como Endou, seguro son buenas personas… Sé que estarías de acuerdo con mi decisión. Kageyama nos está utilizando, lo sé. También creo que, en el fondo, Kidou también lo sabe. Solo espero que tome la decisión correcta…" Se detuvo a mirarla, y de la nada, soltó una lágrima. "¿…Cuando vas a despertar? La casa ya no es la misma sin ti ni papá… Aunque su pensión nos alcanza para vivir, de nada sirve si solo estamos nosotros… Kaito tampoco es el mismo, aunque pretende que ya lo superó, sé que está sufriendo…" Se levantó. "Volveré mañana… Adiós."

Mientras bajaba la escalera pensando en otras cosas, se chocó con otra persona. Cuando estaba a punto de decirle que se fijara por donde caminaba, lo reconoció inmediatamente: Un cabello blanco puntiagudo y, aunque no llevaba ningún uniforme, sabía muy bien que era alumno de Kidokawa Seishuu. Después de todo, eran eternos rivales. Mientras se miraban sin saber que decir, finalmente el peliblanco habló.

-"¿Viniste a ver a tu madre?"

-"Si. Y tú ¿Viniste a ver a tu hermana, Goenji?"

-"Si." A pesar de ser rivales, no se odiaban. Al contrario, eran amigos.

-"…Me voy." Dijo Sakuya antes de que la situación se pusiera más incómoda.


Mientras Sakuya regresaba a la escuela para encontrarse con Kazemaru, notó una conmoción en el campo que estaba justo después de las puertas. Allí se encontraban Endou, Kazemaru y dos chicos a los que no conocía intentando quitarle un balón a un grupo de mayores. A pesar de que se supone que el castaño tenía más experiencia en el Futbol, era incapaz de robar el esférico. Durante todo eso, los mayores se burlaban.

-"¡Patético!"

-"¡Que triste excusa para un club de Futbol!"

-"¡Ni siquiera pueden practicar por su cuenta y tienen que acudir al club de Atletismo!"

Al escuchar sus burlas, Sakuya no pudo evitar el enfadarse. ¿Aprovecharse de los más débiles? Era básicamente lo mismo que Teikoku. Inmediatamente, corrió hacia el que tenía el balón y, aprovechando que no la esperaban, lo robó fácilmente.

-"¡¿Pero qué…?!" Los cuatro miraron asombrados como Sakuya rebotaba el balón con su rodilla. Sin decir nada más, se lanzaron contra ella para intentar recuperarlo, pero la peliplateada esquivaba todos sus ataques elegantemente. Por algo la llamaban La Dama de Hierro, después de todo. Finalmente, se cansó de juguetear con ellos y le pasó el balón de nuevo a Endou, el cual lo atrapo con sus manos. Aún así, los otros tenían energía para seguir hablando.

-"¡Par de debiluchos, dependen de una chica para que luche sus peleas!" Ese comentario enfadó aún más a Endou.

-"¡No dejaré que hables así de nuestro equipo!" Pero antes que pudiera hacer nada, Kazemaru lo detuvo.

-"¡Endou, cálmate! Parece que si tenían reservado el campo después de todo…"

-"¡Endou, hazle caso a Kazemaru!" Exclamó otra persona que se acercó corriendo: una chica con cabello castaño que le llegaba hasta los hombros y ojos marrones, quien llevaba un chándal naranja y blanco. "¡Si causas problemas, quizá no nos dejen usar el campo otra vez!" En cuanto Endou se dio cuenta de lo que eso podría significar, se tranquilizó. Derrotado, se fue junto a sus acompañantes.

-"Endou ¿Estas bien?" Pregunto la castaña. El mencionado simplemente dio una sonrisa como respuesta.

-"Si, no te preocupes. Además ¡Pude ver jugar a Sakuya-chan!" A ese comentario, la peliplateada soltó un suspiro.

-"Ah, perdón, me olvide de presentarme. Me llamo Aki. Aki Kino." Dijo la chica ofreciendo su mano, la cual Sakuya correspondió.

-"Lo siento Endou, tengo que volver a mi entrenamiento." Comentó Kazemaru.

-"Yo me voy con él. Créeme, si pudiera, te ayudaría." Agregó Sakuya.


Mientras los atletas corrían por la ciudad, Sakuya y Kazemaru iban por delante mientras que los otros dos lo seguían lo mejor que podían. Cuando el sol ya estaba bajando, estaban recorriendo una parte del mercado, cuando se encontraron con Kaito.

-"¿No se supone que sales más tarde?" Preguntó su hermana.

-"Si, resulta ser que faltaron varios pacientes y me dejaron salir más temprano, je." Respondió. "Por cierto… ¿Ya encontraste novio? Se nota que no extrañas a Kidou." Agregó viendo a Kazemaru y soltando una carcajada. Sakuya, quien se había puesto roja ya sea de la vergüenza o de la rabia, gritó un "¡Baka!", le pisó el pie derecho y salió corriendo, con el resto de los corredores siguiéndola. "¡Bueno, bueno, lo siento!" Murmuró Kaito adolorido.

Kazemaru intentó volver a correr al lado de Sakuya, quien seguía sonrojada. En cuanto la alcanzó, la chica miró hacia otro lado para que no le viera el rostro. Intentando iniciar una conversación, le dijo:

-"Entonces… ¿De que trabaja tu hermano?"

-"¿Además de ser un idiota de primera? Es Psicólogo." Respondió. "Y para que quede claro, nunca hubo nada entre Kidou y yo, es solo que su pasatiempo favorito es fastidiar."

-"¿…Quien es Kidou?"

-"El capitán de Teikoku."


Después de correr por otro rato y parar para cenar algo, decidieron hacer su próximo objetivo la casa de Sakuya. En cuanto llegaron, volvieron a encontrarse con Kaito abriendo el portón con su llave, pero cuando estaba a punto de decir algo su hermana le dio una mirada penetrante que básicamente decía "Habla y te arrancaré los ojos.", por lo cual cerró la boca antes de que pudiera arrepentirse. Kazemaru, en cambio, se quedó mirando boquiabierto la casa.

-"¿Sorprendido?" Ese comentario lo trajo de vuelta a la realidad.

-"Ehh, pues… Ya me esperaba que vivieras en una casa grande ya que ibas a Teikoku, pero…" Sakuya soltó una risita. "¡N-No es gracioso!"

-"Si tú lo dices… Bueno, nos vemos mañana." Terminó la peliplateada y siguió a Kaito dentro, mientras que los demás siguieron su camino.


Al día siguiente, en las entradas del instituto, Sakuya se sorprendió al ver allí a Goenji vestido con el uniforme de Raimon.

-"¿Y qué haces tú aquí?" Preguntó la peliplateada.

-"Podría preguntarte lo mismo. Escuché que te fuiste de Teikoku, pero no pensé encontrarte aquí." Mientras los dos entraron en un silencio incomodo, Goenji solo pensaba en sacarse una duda que tenía desde hace mucho tiempo: "¿Cómo lo haces?"

-"¿Hacer que?"

-"El que no te importe el accidente. Cada vez que te veo estás feliz, sonriendo, riendo… Ni siquiera me culpas a mí ni a Yuuka, aunque lo más probable es que Orihime no despierte…" Inmediatamente, Sakuya se volteó y, básicamente, lo fulminó con la mirada.

-"¿Acaso crees que no me importa? ¿Piensas que esto es fácil para mí? Me temo que no." Simplemente, estaba furiosa. "La única razón por la que no huí como tu fue porque mi madre no querría verme tirarlo todo a la basura. Y sabes muy bien que Yuuka tampoco querría que tú lo hicieras." Goenji, pensativo, simplemente la miró alejarse. Tenía que admitir que era un buen argumento.

A Goenji le tocó estar en el mismo salón que Sakuya, Kazemaru y Endou. No hace falta decir que se volvió a repetir la misma escena del día anterior: Endou levantándose en medio de la presentación del nuevo, solo para que el profesor lo mandara a sentarse. A la hora de la salida, mientras Endou intentaba entablar conversación con Goenji, un miembro del club de Futbol lo fue a buscar, diciéndole que lo necesitaban en la oficina del director. Por fin libre de la voz del castaño, el peliblanco se dirigió hacia Sakuya.

-"Lo siento, no pretendía ofenderte…" La chica solo suspiró.

-"Lo sé. ¿Vas al hospital?"

-"Si. ¿Vienes?"

Mientras los dos se dirigían a la puerta trasera del instituto, ya que era un camino más corto, no pudieron evitar el ver a Endou corriendo por toda la escuela con un cartel que decía "¡REUNIENDO MIEMBROS PARA DERROTAR A TEIKOKU!" En cuanto lo leyó, la peliplateada quedó horrorizada.

-"Van… ¿¡Van a venir aquí?!" Recuerdos de lo que le sucedía a los vencidos llenaron su mente.

-"¿Por qué querría el mejor equipo del país venir a jugar con ellos?" Agregó Goenji. "No crees que… ¿Vienen por ti?"

-"Lo dudo. Si quisieran obligarme a regresar, lo habrían hecho de forma directa. Además, Kidou estaba de acuerdo con mi salida, y respetó mi decisión."


Después de visitar a sus respectivos familiares en el hospital, los dos se dirigieron hacia la torre de metal, donde se quedaron mirando el ocaso en silencio.

-"¿Por qué no vuelves a jugar?" Preguntó Sakuya. "Ya te dije, a Yuuka no le gustaría verte así." El peliblanco simplemente ignoro la pregunta, concentrado en ver el sol.

-"¡Goenji-san! ¡Sakuya-chan!" Los dos suspiraron molestos al saber bien de quien era esa voz. Endou intentó convencer a Goenji de que se uniera al equipo de futbol, solo para ser rechazado. Al ver como el peliblanco se alejaba, intentó lo mismo con Sakuya.

-"¿Qué dices tú, Sakuya-chan? ¡Eras la mejor delantera de Teikoku! ¡Contigo en el equipo seguro que ganamos!" El castaño volvió a ofrecer su mano. La chica simplemente se quedó mirándola, hasta que tomó una decisión.

-"Endou, necesito que entiendas algo. El entrenador de Teikoku… Es un hombre despiadado. Esa es la única razón por la que me fui. El que venga de la nada y quiera jugar contra ustedes, que son la misma escuela a la que me cambié, es demasiado raro. Debe ser una trampa. Créeme, si fuera cualquier otro equipo, te ayudaría encantada." Endou, aunque triste, entendió la situación. Decidido, exclamó:

-"¡Entonces, obsérvame! ¡Voy a entrenar lo más duro que pueda, así te prometo que derrotare a Teikoku y podrás jugar con nosotros!"

-"Endou-kun…" La chica se quedó mirándolo sin saber qué hacer. "Baka… No hagas promesas que no puedes cumplir." A pesar de sus palabras, tenía una sonrisa en el rostro. "Entonces, déjame ayudarte."

Endou sacó un cuaderno viejo que tenía guardado, y le explicó a Sakuya que le perteneció a su fallecido abuelo. De allí sacaron un método de entrenamiento improvisado: El castaño se ató una vieja rueda a la espalda para hacer peso, mientras que la peliplateada le lanzaría otra que estaba atada a un árbol, la cual el intentaría detener con sus manos. A pesar de que Endou seguía siendo derribado una y otra vez, el simplemente se levantaba con aun más fuerzas.

Así fueron pasando las horas, Sakuya lanzando el neumático y Endou cayendo y levantándose. Hasta que, de repente, cuando el portero logró atraparla, sus manos comenzaron a brillar.

-"¿Una técnica Hissatsu?" Pensó la peliplateada.

-"¡Lo hice!" Exclamó, pero al hacerlo perdió la concentración y se le escapó de las manos, tirándolo al suelo una vez más.

-"Tu entrenamiento es un desastre." Dijo la voz de Kazemaru, quien llegó de la nada y se acercó al portero caído. "Sí que es muy raro." Continuó mientras lo ayudaba a levantarse. Endou le enseñó el cuaderno, pero Kazemaru simplemente lo miró confundido. "N-No puedo leerlo. ¿De verdad ustedes entienden esto?"

-"Algo…" Respondió Sakuya. Endou simplemente le explico lo de su abuelo, y como él fue el entrenador del equipo de Raimon antes de morir.

-"Realmente quieres derrotar a Teikoku ¿Eh? Veo que te tomas las promesas en serio." Comentó el peliceleste.

-"¿Lo sabes?"

-"Si, lo escuché todo." Entonces, hizo algo inesperado: le ofreció su mano a Endou. "Voy a unirme a ti, y a ese espíritu tuyo." El castaño formó una enorme sonrisa, y la correspondió.

-"¡Gracias, Kazemaru!" Ante aquella escena, el resto del equipo salió de su escondite: Unos arbustos que se encontraban cerca de la escalera para subir. Todos comentaron lo conmovidos que estaban por la determinación de su capitán, y decidieron tomarse en serio al equipo a partir de ese momento. Todos, con la frente en alto, hicieron el mismo tipo de entrenamiento severo que Endou había ideado, hasta que finalmente cayó la noche y tuvieron que regresar a sus casas.


Finalmente, el temido día del partido llegó. Ese mismo día fue cuando Matsuno Kuusuke, un muchacho con cabello rojo, el cual ocultaba dentro de un gorro, y Jin Kageno, un chico cuyos ojos estaban totalmente cubiertos por su largo cabello purpura, se unieron al equipo. Pero aun así, solo eran diez miembros. De repente, todo comenzó a temblar. Sakuya sabía muy bien que era la señal de la llegada de Teikoku cuando vio acercarse a los familiares vehículos blindados, de los cuales salió el equipo sobre una alfombra roja. A pesar de que casi todos los miembros de Raimon se pusieron muy nerviosos al ver a sus oponentes, Endou se acercó a Kidou sonriente y le ofreció la mano. El de rastas simplemente miró hacia otro lado, como si buscara algo.

-"¿Dónde está Izayoi?" Preguntó. El castaño dudó sobre si debía responderle o no, así que se quedó en silencio. De todas formas, eventualmente Kidou la vio sentada en una banca.

Aunque Raimon aún tenía diez miembros, a último minuto decidió unirse Megane Kakeru, un muchacho bajito con gafas y cabello castaño. A pesar del entusiasmo del capitán, el resto del equipo no le tenía mucha confianza.

Finalmente, después de un par de minutos (Y buscar a Kabeyama Heigorou, quien había huido), el partido finalmente comenzó. El primer tiempo fue, simplemente, un desastre: Teikoku ganaba 10-0, todos los goles hechos sin usar ni una sola técnica Hissatsu. Para cuando llegó el medio tiempo, todos los jugadores de Raimon ya estaban muy cansados, mientras que los de Teikoku no habían sudado una gota.

-"¿Qué son ellos? Ni siquiera parecen cansados." Se quejó Kazemaru.

-"Se están conteniendo." Afirmó Sakuya. "Si estuvieran jugando de verdad, la diferencia sería mucho mayor." A ese comentario, el equipo simplemente la miro sin poder creerlo.

Del lado de Teikoku, sin embargo, se encontraban discutiendo sobre qué hacer en el segundo tiempo.

-"Kidou, parece que Sakuya no va a jugar ¿Qué hacemos entonces?" Preguntó Sakuma.

-"No importa. De todos modos, no estamos aquí por ella." Respondió mientras miraba a Goenji, quien se encontraba con su espalda recostada en un árbol.

El segundo tiempo inició. Inmediatamente después del saque inicial, el nuevo delantero de Teikoku, Jimon Daiki, le pasó el balón a Kidou.

-"Empezemos con la Death Zone." Pateó el esférico hacia los tres jugadores quienes corrían en posición de triangulo. "¡Y obliguémoslo a salir!" De repente, los tres saltaron en la misma posición con el balón en el centro y comenzaron a girar alrededor de él, al mismo tiempo que un lazo de energía purpura se formó.

-"¡Death Zone!"

Sakuya se estremeció al ver como los tres patearon a portería. Endou no tuvo ninguna chance de detener el tiro.

-"…Death Zone. Una técnica que requiere la sincronía perfecta entre los tres jugadores que la realizan. Si tan solo uno está fuera de ritmo, va a fallar." Comentó Sakuya en el banquillo. Haruna Otonashi, una chica con cabello corto azul y que llevaba unos lentes rojos en la frente, la miró preocupada.

-"¿Cómo lo sabes?" Le preguntó

-"Yo la creé." No apartó la mirada del campo mientras respondía.

El partido continuó de la misma manera. Ahora, el marcador estaba 18-0, y todos los jugadores de Raimon se encontraban en el suelo. Todos excepto Endou, quien de todas formas también estaba muy cansado. Kidou dio la orden de ataque, a lo cual Daiki y Sakuma empezaron a patear el balón, pero en lugar de apuntar a la portería, le dieron a Endou. Cada vez que el balón rebotaba de su cabeza por el tiro de uno, el otro lo remataba en sucesión. Cuando, de repente, Kazemaru se levantó y bloqueó uno de los golpes con su cuerpo, mandándolo de golpe a la red.

-"¡Kazemaru!" Gritaron no solo Endou, sino Sakuya, quien se levantó de su asiento de golpe. Después de que el castaño sacara a Kazemaru de ahí, Daiki volvió a utilizar su técnica Hyakuretsu Shot, la cual Endou no pudo detener, dejando el marcador 19-0. Megane, viendo la mala situación del equipo, decidió huir del lugar, pasando donde estaba Goenji y tirando su camiseta con el dorsal 10. El peliblanco simplemente miró la prenda sin saber qué hacer.

Apenas Endou se levantó, Daiki resumió su asalto implacable, iniciando la misma secuencia que hace unos segundos.

-"Yuuka… Solo por esta vez ¿Podrías perdonar a tu hermano?" Murmuró Goenji, tomando la camiseta.

Endou cayó una vez más, dejando que el esférico entrara en la portería y marcando el vigésimo punto para Teikoku.

-"Aki, Haruna, fue un placer conocerlas." Dijo Sakuya con los brazos cruzados.

-"No puedo creer que te esté haciendo caso…" Se escuchó una voz detrás de las chicas. Las tres se voltearon para ver a Goenji caminando hacia el campo llevando la camiseta que Megane había descartado. La peliplateada le dedico una sonrisa.

-"Hasta que dejaste la culpa."

-"No te hagas ilusiones." Le respondió. Goenji llegó al centro del campo y, después de unas negociaciones, decidieron dejarle tomar el lugar de Megane. Endou, aunque a duras penas, logró levantarse una vez más junto al resto del equipo. En cuanto Raimon hizo el saque inicial, Teikoku recupero inmediatamente el balón y se dispusieron a realizar la Death Zone de nuevo. En cuanto el tiro salió disparado, Goenji lo esquivo y empezó a correr solo hacia la portería de Teikoku. De repente, un aura dorada comenzó a brotar del cuerpo de Endou, quien levantó su mano en el aire, de la cual salió una proyección mucho más grande de la misma. Con un mínimo esfuerzo, logró detener la técnica. Aprovechando que todos estaban sorprendidos, le pasó el balón a Goenji, quien procedió a utilizar su Fire Tornado. Genda, al no reaccionar a tiempo, no pudo hacer nada para pararlo, marcando el primer gol para Raimon.

Inmediatamente, todos los estudiantes presentes comenzaron a celebrar y a vitorear al equipo. Los de Teikoku, sin embargo, empezaron a retirarse: Abandonaban el partido, lo cual significaba que Raimon había ganado. En medio de la celebración, Sakuya se levantó y detuvo a Kidou antes de que pudiera subirse de nuevo al vehículo.

-"¡Kidou, espera!" Pero antes de que le pudiera decir nada, el de rastas le levanto la mano.

-"Si vas a preguntarme lo que creo, la respuesta es sí: Nos dieron la orden de exterminarte si ponías un solo pie en el campo." Después de un silencio incómodo, volvió a hablar. "…Y no, yo no habría acatado esa orden." Le dijo con una sonrisa.

-"…Ya veo. Debí saber que el entrenador no me dejaría ir tan fácilmente."

-"¡Kidou! ¿Vienes?" Gritó Genda desde la puerta. "Ah, hola Sakuya, es bueno verte de nuevo."

En cuanto el de rastas subió y se fueron, Sakuya regresó corriendo con el equipo y se unió al grupo, pero se sonrojó inmediatamente al ver como Goenji se quitaba la camiseta y se la entregaba a Endou.

-"Eso no volverá a pasar." Al ver la expresión de la peliplateada, formó una sonrisilla. "Cierra la boca, no vayas a babear."

-"¡Ba-ba-ba-ba-ba-ba-ba-ba...!" La chica simplemente no pudo completar la palabra. El resto de los presentes rieron al ver como Goenji se alejaba del lugar hasta que Sakuya se calmó.

-"Bueno, a lo que vine." Resumió la peliplateada. "Todos ustedes lo hicieron muy bien… Bueno, todos menos el de las gafas. Se quedaron hasta el final y no bajaron los brazos nunca. Felicidades." Dicho eso, le ofreció la mano a Endou. "Tu cumpliste tu promesa, y ahora déjame que te devuelva el favor." Al castaño básicamente se le partió la cara en dos por la sonrisa que formó.

-"Eso quiere decir que… ¿Vas a unirte al equipo?"

-"Hai." Fue la respuesta. Entonces, todos decidieron poner sus manos junto a la de ellos.

-"Equipo, aquí comienza… ¡Aquí comienza nuestra leyenda!" Exclamó Endou al aire al mismo tiempo que todos levantaron los brazos.


Y bien, aquí termina el primer capítulo- ¡¿14 Páginas y mas de 5000 palabras?! De acuerdo, lo admito, me pasé con la duración, pero estoy experimentando. Les prometo que el próximo será más corto. ¡Hasta entonces!

Referencias

(1) El insulto favorito de las Tsundere. Significa "Idiota" o "Tonto".

(2) Sí.

(3) Dependiendo de la situación en que se use, puede denominar alivio, decepción o cansancio.

(4) Un saludo informal, normalmente es "Hola" o "Buenos Días".