Historia alternativa de amor en el universo de One Piece, con nuevos personajes, drama, lenguaje obsceno, escenas sexuales fuertes , tortura y de alto contenido violento. Pero que tras todo esto, sigue siendo de amor, ¿Te atreves a leer el guión de esta historia?

(HIstoria distribuida por escenas, esta es una introducción)


El destino tiene muchos guiones, unos mejores que otros, pero que guardan algo en común, todos tienen un final, aunque este no siempre sea feliz para todos, sin embargo, a veces tales finales sólo son el principio o la introducción de una gran historia. ¿Es este nuestro final, un principio, o un maldito futuro inevitable que nos tocó vivir?...

Acto 2: Adolescencia (Infierno )

Escena Indefinida: Adiós, Ace.

Mis ojos buscaron nuevamente los suyos un instante antes de que el cayera de rodillas y la sangre empezará a brotar de su pecho como si de un río se tratase, como si todo lo que llevaba dentro acumulando con los años, finalmente, pudiese salir. Y realmente el asimilarlo me había tomado cierto tiempo. Unos cuantos segundos para el, y una eternidad para mi pues las cosas empezaban a tonarse blanco y negro nuevamente, y los cuerpos danzantes en la batalla, junto con los bultos que rodaban a nuestros pies, se convertían de a poco en borrones, en figuras extrañamente difuminadas y sin un rostro o una posición clara.

Por ello ya no me molestaba en enfocar la mirada para tratar de entender lo que tenía en frente, simplemente trataba de escuchar sus voces internas, o el latir de sus corazones asustados, porque todos en esta guerra lo estábamos...Al menos los que teníamos algo que perder. Y yo tenía miedo de perderlos a ellos. Así que mientras los miles de llantos me golpeaban a casa instante, doblando mi cuerpo con dirección al suelo cada vez más, desgastando mi mente que ya había sido dañada durante demasiado tiempo y que me hacían apretar los dientes para no respirar una vez más, y que los pulmones saliesen expulsados por mi boca, mientras todo eso pasaba, el era atravesado, y yo ni siquiera había mirado como pasó todo. Hasta que su corazón latio tan rápido un instante que mi cabeza se volteó tan bruscamente en su dirección que podría haberme roto el cuello. Y lo vi allí, donde se encuentra ahora.

Y cada vez a ambos nos cuesta respirar más. Supongo que el simplemente ya no tiene con que hacerlo, y yo no puedo soportar el olor a carne quemada que proviene de el, y nuevamente deseo vomitar. El me mira también, no puedo distinguir su rostro claramente, pero se que el lo hace porque sólo con mi observación puedo sentirle, y así me imagino exactamente todo con respecto a el, e incluso creo ver una sonrisa en su rostro. Luffy lo abraza cada vez más fuerte prometiendole que todo estara bien, pero yo se que no pasará , también se que no puedo volver con el después de haberle fallado dejando que Ace muera.

Su sonrisa era una despedida para mi, porque sabía lo que iba a pasar, y aún así, no iba a disculparse por nada. Quise reir, porque la maldita historia parece no acabarse nunca, y nosotros, los esclavos del destino, sólo podremos aceptar que todo ya está escrito, y que nada se puede cambiar.

"Me gustaba más tu cabello largo, siempre estaba suelto y desordenado por el viento que lo llevaba a todas partes, era como tu espíritu, tus sueños de libertad"

Escucho que ambos hablan, y el cuerpo de Ace con cada palabra se debilita, mis ojos se esfuerzan cada vez más en grabar su aspecto en mi memoria, pero ahora frente a mi, es sólo una mancha oscura de la cual, casi no puedo sentir el latir de su corazón.

"Vete a casa y quítate ese maldito traje de Marine, tu nunca has querido serlo realmente, tu lo que querías era ser libre, por ese vuelve a tu casa, vuelve al mar"

Lo último que puedo ver antes de caer finalmente al suelo es a Luffy con sus brazos abiertos y al cuerpo sin vida de Ace chocar contra la dura y fría plataforma de Marineford, un lugar que tiempo atrás yo llamé hogar, en donde a la gente que me rodeaba solia llamarla "familia". Y que habían destrozado a la única familia verdadera que había tenido.

Cerré los ojos fuertemente. Al abrirlos, tal y como supuse, no había nada, sólo oscuridad. Por un momento creí escuchar al mar susurrar su nombre, mientras todas las olas de su bastedad se detenían en respeto al que había sido su favorito, pero todo eso estaba en mi cabeza, porque mientras yo también yacia en el suelo destrozada, con el corazón abierto y las piernas sangrando, la guerra seguía su curso, todos aún se movían, excepto el.

Mi cabeza palpitaba a cada instante, y los gritos eran tan fuertes que se, padre podía escucharme, incluso estando tan lejos que no podía acudir a nosotros, incluso sobre el sonido provocado por todo lo demás, las pistolas y las espadas, los llantos, insultos, las explosiones y los derrumbes. Se que todo Marineford podía escuchar mi dolor, y yo podía sentirlos a ellos siendo derrotados, cada golpe en su cuerpo era una puñalada directa en mi estómago , una bofetada ardiente en mi rostro, que me hacía retocer gimiendo en suelo como si de una niña se tratase. Como cuando Ace, Sabo Y Luffy corrían demasiado rápido para las piernas regordetas de una chiquilla que no podía dar más, y caía en el camino llorando por que alguien la levantase. Y Ace, resignado, con el rostro sonrojado y un "tsk" regresaba a mi lado para tomar mi mano y echarnos nuevamente a correr.

Las emociones y el dolor en el ambiente estaban acumulandose de golpe en mi pecho, logrando que mi corazón se sientese a punto de explotar, robandome las fuerzas para levantarme, porque cada vez que lo intentaba, más sentimientos pesados me doblegaban en el piso.

Y aunque al final me hubiese quedado ciega, sabía que Ace estaba tirado allí, con un Luffy en negación a su lado, demasiado afectado para reaccionar. Lo sabía porque al parecer, el momento había despertado en mi una nueva etapa de haki, aunque siempre había alardeado dé mis habilidades en la observación nunca había sentido una presencia no viva, un simple objeto que como los muertos que estaba dejando esta batalla, no emanara nada de el. Y no, no estaba tratando de esconderse, porque dé ser así, podría haber sentido aunque sea un débil palpitar de su corazón, pero de el ya no venía nada.

"Para pasar la otra media intentandola olvidar"...Comprendí al final, cuando las palabras que habían narrado mi historia parecían tener un sentido diferente al que habría creído durante toda mi vida.

Así que deje de luchar.

"Tengo algo que decirte Ace, porfavor, vive "

Deje de pelear por ponerme de pie cuando me di cuenta que la razón principal por la que había venido hasta aquí, por quien había hecho un trato con mis peores pesadillas, y había dejado a quienes finalmente me aceptaban sin importar quien era, simplemente ya no estaba.

Y me deje llevar. Podía sentir como alguien intComprendí vantarme, pero yo no quería hacerlo, sólo rodé, ahogandome con mi propia sangre y con las heridas abiertas que habían humedecido mi camisa, y empezaban a mojar mi capa también. Sólo podía pensar, en todos los momentos por los que había luchado para seguir , y me había negado a perder con la esperanza de un día ser felíz, aunque todos esos sueños pareciecen muy lejanos.

Pero Ace, Luffy y los demás me ofrecieron esa oportunidad, y cuando al fin creía que todo iba a estar bien. Esto tenía que pasar. El tenía que morir. Y me pregunto cual habrá sido su último pensamiento, si que sería de Luffy, de mi, de nuestro hijo. O si simplemente cayó.

"Estoy embarazada".

Tan sólo habían pasado unos minutos desde que la plataforma de ejecución fue destruida, y con el, Ace había sido liberado, dándome la oportunidad de revelarle el estado en el que me encontraba, y los miedos que me acechaban a cada instante por que no podía imaginar que sería de nuestras vidas, si podía dejar mi pasado atrás y vivir para el. Y el me había gritado mientras corriamos, prometiendo que cuando salieramos de aquí, nada podría separarnos, no otra vez. Pero unos minutos después, el estaba en el suelo, y yo me había quedado sola.

En ese instante supe que quería seguir luchando, porque parte de el aún vivía, y yo iba a asegurarme que siempre que estuviese en mis manos, fuese asi. Dentro de mi, y en la voluntad del chico que era llevado en brazos lejos del lugar, había una razón para no rendirse.

Entonces me puse de pie, con las piernas temblando, mi cuerpo sangrando por todas partes y lágrimas que corrían intensamente por mi rostro, impidiendo el paso al Almirante, decidida a luchar por lo que aún me quedaba, y guardar la memoria por lo que había perdido.

Sentí a Luffy alejarse, había gritado mi nombre unas cuantas veces antes de que Jimbe echase a correr con el, pero yo lo ignore y me planté de espaldas a ellos, no pude salvar a su hermano, pero lo salvaría a el. El chico de sombrero naranja lo habría querido así.

Me limpie las lágrimas y negué con la cabeza, quisiera haber tenido más tiempo para asimilarlo todo, para darme cuenta que el no iba a volver, pero todo sucedió tan rápido, que aún podía verlo frente a mi. Con su cuerpo en llamas y la burla escondida en sus ojos y en su sonrisa , porque aún seguía siendo un poco lenta, un poco tonta, porque nunca había dejado de ser una llorona frente a el.

Akainu estiró su puño en mi dirección, pude sentirlo incluso antes de que pasará, y yo lo hice también.

"Rojas, cada vez que pienso en ti, las hojas se tornan rojas".

Adiós, Príncipe del mar.

Adiós, Ace.