¡Hola!
Antes que nada quiero agradecer a todas las personitas que han leído mis fics anteriores.
¡Muchas gracias!
De verdad quiero agradecerles por leer mis fics y también les agradezco sus mensajes que me alientan a seguir tipeando mis ocurrencias, así que aquí tienen otro disparate mío.
Después de este rollo, lean a gusto.
XD
Al inicio de este fic, los niños tienen cinco años.
Disclamer: LAS TORTUGAS NINJA no son mías, al contrario, mi corazón es de ellos, en especial de Leonardo, más que a nadie en el mundo mi corazón le pertenece a mi idolatrado Leo. No obtengo ningún beneficio económico por escribir este fic, lo único que espero obtener son reviews por expresar lo que siento hacia mis amadísimas tortugas.
-:-:-:-
El Secreto de Santa
1. ¡Santa llegó!
El cielo es azul.
Limpio.
No hay ninguna nube y sin embargo, caen pequeños y blanquecinos copos de nieve.
Campanitas.
Se escuchan una campanitas que entonan una linda canción navideña:
Navidad.
Navidad,
Blanca Navidad.
Es un día,
de alegría
y felicidad.
Navidad.
Navidad,
Blanca Navidad.
Es un día,
de alegría
y fel...
Un ruido.
El cielo, los copos de nieve y el tintinear de las campanitas desaparecen.
Todo se vuelve de color negro.
Abre los ojos.
Ahora la negrura se diluye un poco porque hay una débil luz que proviene de alguna parte.
¿Dónde está la nieve? ¿Y las campanitas, por qué ya no suenan?
El ruido de nuevo.
Se levanta de la colchoneta, que está al ras del piso y en la que duerme junto con sus hermanos, y echa un vistazo a toda la habitación en la que se encuentra.
Escucha el ruido otra vez. Se oye un poco más allá, justo de donde viene la luz y de donde viene la luz, está el arbolito de Navidad.
Camina con cautela, quizás sea un humano, su padre le ha dicho que deben tener cuidado de no ser visto por los humanos. Pero el único humano que podría estar cerca del arbolito de Navidad es…
Apresura sus pasos al pensar que podría ser ese señor que viene en Navidad.
Camina unos cuantos metros y llega al arbolito, que es medio metro más alto que él. A un par de metros del arbolito hay una pequeña televisión que está sobre una mesa de madera y frente a ésta hay un sillón y un sofá ya viejos. Las ramas y hojas del arbolito son blancas porque es artificial, está adornado con algunas esferas de unicel que están cubiertas en toda su superficie por finos hilos de color rojo, otras están cubiertas por hilos azules y otra más son verdes, aunque están algo maltratadas; el arbolito está rodeado por una despeinada y desgastada escarcha color rojo y también lo rodean foquitos de colores, aunque la luz de éstos es un poco opaca, algunas lucecitas ya ni siquiera destellan, y las que sí, permiten ver al individuo que está haciendo ese ruido junto al arbolito, dándole la espalda al niño. Este individuo trae una bolsa consigo de la que saca algo.
-¿Papá?
Splinter voltea sorprendido al escuchar la voz de su hijo.
-¡Leonardo! ¿Qué…qué haces despierto?
-Me despertó un ruido.
El adulto aguarda a que el niño diga algo más.
El niño nota que su padre trae en la mano un juguete.
-¿Tú trajiste los juguetes y no el señor gordo?
-Así…es hijo.
Leonardo se acerca muy contento a su padre y lo abraza.
-¿Me he portado bien?
-Claro que sí mi niño.
Splinter sonríe y acaricia la pequeña cabeza con dulzura.
-¿QUÉ ME TRAJISTE?
-Ssshhh, habla quedo, o despertarás a tus hermanos, recuerda que es una sorpresa.
Leonardo se tapa la boca.
-Mira.
Splinter regresa el juguete a la bolsa y saca otro: es un cochecito de madera que está pintado de color azul y se lo entrega.
Leonardo esboza una enorme sonrisa y examina con detenimiento su premio por ser tan buen niño.
-¡Gracias!-susurra y abraza a su padre de nuevo.
Splinter se limita a sonreírle.
-Que tal si me ayudas a acomodar los regalos que faltan.
Leonardo asiente y deja su cochecito al pie del arbolito.
Entre Splinter y Leonardo terminan de acomodar lo demás regalos, que son cuatro ositos de peluche y tres cochecitos de madera, uno pintado de naranja, otro de morado y uno más está pintado de color rojo.
Al terminar, ambos se sientan en el suelo para admirar el lindo arbolito rodeado de algunos presentes.
-Leonardo.
-¿Sí papá?
-Prométeme que…no les dirás a tus hermanos.
-¿Decirles qué?
-Que fui yo quien trajo los regalos y no el señor gordo.
-Lo prometo.
-Gracias. Ahora-lo carga-debes dormir.
Y como si necesitara que se lo recordaran, Leonardo siente mucho sueño de repente y bosteza. Recarga su cabecita en el hombro de su padre.
Splinter lleva a Leonardo a la colchoneta donde están sus otros hijos, lo recuesta, lo arropa y besa con ternura la frente de Leonardo.
-Duerme.
El niño se queda dormido al instante.
El cielo es azul.
Limpio.
No hay ninguna nube y sin embargo, caen pequeños y blanquecinos copos de nieve.
Campanitas.
Se escuchan una campanitas que entonan una linda canción navideña:
Navidad.
Navidad,
Blanca Navidad.
Es un día,
de alegría
y felicidad.
Navidad.
Navidad,
Blanca Navidad.
Es un día,
de alegría
y felicidad.
. . . .
Al otro día, los niños ven en la televisión y sentados cómodamente en el sillón, una película en blanco y negro, una película en la que sale el señor gordo.
Rafael, Donatelo y Miguel Ángel miran con curiosidad. Cada uno trae sus juguetes.
Leonardo también trae los suyos. Mira atentamente la película y con una gran sonrisa dibujada en su tierno rostro.
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Como ya se dieron cuenta, me estoy adelantando a navidad, es porque éste es un fic de cuatro capítulos y actualizaré cada semana, así el último capitulo coincidirá con navidad. Son cuatro relatos sencillos precisamente acerca de Santa pero enfocándome en Leo pues es mi tortuga favorita, creo que ya lo notaron.
n.n
Cualquier duda que tengan, cualquier comentario o petición que quieran hacer o cualquier aclaración que deseen pedir, o si de plano merezco que me arrojen jitomatazos o que me griten abucheos, siéntanse en la confianza de hacerlo dejando reviews, se los agradeceré muchísimo.
: )
