Los Personajes de este fic no me pertenecen. Los derechos correspondientes pertenecen a NINTENDO y a los creadores de THE LEGEND OF ZELDA.
Este fic no está hecho con fines de lucro solo es por entretenimiento y diversión.
.
El Valle de los Lobos es propiedad de Laura Gallego.
.
"Pensamientos"
Recuerdos
[***] Cambio de escena.
»Continuación de un dialogo
... (entre párrafos) pequeños cambios de escenas
(Secuela de "Kai 1,"2" y "3")
(FIC INSPIRADO EN EL LIBRO DE "EL VALLE DE LOS LOBOS")
...
"Kai"
El Epiritu Acompañante
.
oOoOo
Cuarta Parte: El Camino de mi destino.
OoOoO
...
.
Capítulo 1: Sentimientos encontrados
...
Las cosas se habían puesto extrañas, desde el incidente con el joven héroe Aragón había perdido sus capacidades como adivino, el futuro se mostraba nebuloso y por más que lo intentaba el óculo solamente le mostraba su reflejo.
Suspiró de manera cansada, afuera de la carpa Impa y Zelda se reían de forma tierna.
—Parece que era todo un personaje, alteza— clamó Impa con voz divertida.
Zelda le siguió la corriente, aunque su alegre risa solamente le bastaba para esos pequeños momentos.
—Me gustan sus habilidades de escritora— volvió a decir la sheikah con una vocecita divertida.
—Me pregunto si podría volver a ser tan buena ahora como lo era en aquel en aquel entonces.— le respondió casi con un suspiro— Escucha esto; Cuando lo escuche refunfuñar profirió algo así como "Epona eres lo único bueno que me queda en la vida todo lo demás ya se ha ido al carajo", lo miré con ojos inquisidores mientras acariciaba a su yegua y después sin pensarlo siquiera fui a posármele en enfrente y le di un buen tirón de orejas, "¡Sí!" le gruñí con severo enfado, "Entonces, yo también me voy al carajo" solté sin la menor de las preocupaciones, hice que pusiera los ojos como platos antes de retírame del lugar a zancadas, escuché que me gritaba pero no me detuve para enfrentarlo, estaba enojada y herida pero al dar la vuelta por un recodo sentí que me tomaba de la mano. "alteza no se enoje, ¿Cómo cree que la estaba incluyendo en esto?" me dijo de forma preocupada, entonces suspiré con mucha desgana "Dijiste todo lo demás, y si no me incluyes, eso significa que no tengo sitio en tu vida" le dije de forma dolida, él agachó la mirada, me retiré de manera lenta pero sólo avance unos pasos antes de que él me tomara, nunca en su vida se había hecho con tanto atrevimiento, pero hasta entonces tampoco habíamos discutido de esa manera, sabía que estaba preocupado por la seguridad del reino, sabía que el acoso del consejo ya lo tenía casi en sus límites, aun así se había puesto fuerte y reacio para no dejar ir sus convicciones, el problema era que seguía siendo una persona y como tal también había ocasiones en las que simplemente explotaba, tal vez era algo que yo no había podido comprender en un primer instante.
»"Zelda perdóname" me susurró en voz dolida, lo siguiente que supe fue que había escondido su cabeza entre mi cuello, su cálida respiración terminó por sacarme de quicio y también terminé por abrazarlo "Claro que tienes lugar en mi vida, pero no precisamente en "ésta" ¿Qué no vez que está llena de problemas?, de verdad que no quiero incluirte en esto, tú eres demasiado especial para eso" me dijo de manera bajita pero muy tierna, "no puedes dividir tu vida Link, somos lo que somos no podemos cambiarlo" mis palabras parecieron llegarle a lo más hondo de su alma, susurró unas cuantas cosas, "¿Entonces en donde está mi lugar en tu vida?" pronuncié con suma tristeza "¿Acaso no me ves más que como tu reina?, será siempre así hasta que nos muramos y nos quedemos en el olvido, es que acaso..."
»Tenía tantos reclamos provenientes de mi corazón ofendido, aunque en realidad nunca terminé por completarlos, solía ser un verdadero idiota cuando se le daba la gana, pero había momentos como ese en los que simplemente me hacía perder el raciocinio, no estoy segura de que fue lo que paso después de eso porque él también terminó perdiendo la cordura, ese fue el beso más extraordinario que jamás haya sentido, aunque es muy probable que haya sido por que fue el primero que me dio, no hubo palabras, ni permisos, ni siquiera un solo aviso que lo delatara en sus intenciones, simplemente lo soltó como si fuera sido un instinto y después….
Un terrible estruendo hizo que Zelda cerrara el diario de golpe, Impa también se quedó perpleja, estaban tan ensimismadas que cuando crujieron los cristales ninguna de las dos supo reaccionar correctamente.
Lo siguiente que ocurrió fue que Impa corrió a la carpa del Adivino, Zelda la siguió de cerca. Las últimas dos semanas habían sido tan caóticas, algo extraño había ocurrido, Link y Aragón no habían vuelto a hablarse desde su último encuentro, ni tampoco habían podido volver a verse de frente.
Era obvio que Link había perdido el sentido y había arremetido contra lo primero que tenía enfrente, Aragón entendía eso, no estaba enojado con el espíritu del Héroe, sin embargo él mismo era un otra historia; se había convertido en una cosa ajena incapaz de digerirse a sí misma y con la imposibilidad de volver a mirarse.
— ¡Aragón! ¿Estás bien?— clamó Impa preocupada mientras lo abrazaba por la espalda.
—Estoy bien— susurró— se me ha resbalado el óculo de las manos.
Suspiró de manera amarga mientras se inclinaba para recoger el desastre.
—Ya déjalo— gruñó Impa tomándolo por los hombros y llevándolo hasta su mesita redonda de mantel morado, ese pequeño lugar en el que se ponía siempre a hacer sus predicciones.
Se sentó de manera triste y ocultó el rostro entre sus manos, las cuales habían permanecido vendadas durante muchos días.
— ¿Qué te pasa?— le susurró Zelda sentándose a su lado y después le acarició la cabeza con cariño— Es mi culpa ¿cierto?, estas así desde que te pedí que me ayudaras a buscarlo.
—Perdóneme princesa es que siento tanta vergüenza de mí mismo.
—Sabes que Link no me habla del tema. Aragón por favor dime, si puedo ayudarte quiero hacerlo. ¿Qué pasó esa noche?
El joven adivino suspiró de manera aún más profunda.
—Nos pelamos y nos enojamos, le dije cosas hirientes… pero fue porque él no respeta su propia vida, Alteza, quería que entendiera que todos somos personas y sin importar la situación también sentimos y cometemos errores.
Nuevamente el aire se le había escapado, la princesa lo volvió a abrazar con ternura y después de un rato cuando lo escuchó gimotear le pasó las manos por el rostro para secarle las lágrimas.
—Ok, ya entendí, lo regañaste, pero eso no tiene nada de malo, él también se ha estado comportando como un niño, haciendo berrinche y todo eso, le pediré que venga a disculparse.
—Por favor no lo haga— musitó con él con el mismo tono dolido— no puedo ni siquiera verlo a la cara, lo último que le dije fue "No quiero seguir discutiendo con un animal sin raciocinio", fui realmente grosero y además…
— ¿Qué pasó?— volvió a pronunciar ella de forma tierna. Debía de haber pasado algo realmente malo para que Aragón le dijera ese tipo de cosas.
—Intentó morderme— soltó de manera herida.
Zelda se quedó un poco helada al escuchar eso.
—¿Qué?...P..Pero, pero, no lo hizo ¿verdad?
—No. Pero ese no es el problema, me asusté un poco y le di un manotazo.
— ¡¿Cómo que le diste un manotazo?!— Profirió Impa con los ojos hechos platos— ¿Cómo fue eso, ¡Él es un espíritu!?
—No sé, creo que fue instintivo, cuando menos me di cuenta había irradiado esa extraña magia, ¡Lo golpeé! ¿¡Entiendes lo que te estoy diciendo, Impa!?, ¡Me atreví a levantarle la mano!, no entiendo cómo fue que fui capaz de hacer eso, cuando reaccioné ya lo había tirado al piso…. Me siento mal, muy mal. Él estaba perdido y confundido y yo lo traté de esa forma.
Nuevamente hundió su rostro entre sus manos, Impa también se sentó a su lado y lo abrazó con ternura, no solía darle ese tipo de cariño aunque teniendo a la princesa secundándola no sentía tantas dudas.
—Está bien, Aragón. — Susurró Zelda— Si Link se está portando mal no tienes por qué sentirte de esa manera, no importa lo que sea o lo que le haya pasado, él no tiene derecho a lastimarte.
Dejó a Aragón en manos de Impa y volvió con tristeza al castillo, ya casi era la hora de la comida y últimamente Makivelo le tenía demasiado puesto el ojo.
[***]
Cuando abrió la puerta de su recamara lo primero que vio fueron cientos de plumas volando.
— ¡Link!, no otra vez, ¡Ya basta!— gruñó.
Al fondo de la estancia la bestia de ojos azules estaba zangoloteando con enojo una de las almohadas de la cama de Zelda, le había enterrado los dientes y la movía de un lado a otro como si intentara sacarle todo el relleno.
Zelda caminó con pasos firmes hasta llegar a su lado y con cierta maestría tomó la almohada por uno de los extremos.
— ¡Basta!, suéltala ya— le dijo con firmeza.
Durante algunos instantes él gruñó de manera bajita y la obligó a forcejear un poco, tenía la tela bien clavada entre los dientes y era obvio que no tenía pensado soltarla, después de todo necesitaba algo con qué reventar la ira y ese algo definitivamente no iba a ser Zelda. Cuando la princesa le acercó la mano a la cabeza Link retrocedió rápidamente, había perdido su almohada pero no perdería cosas más importantes.
Se retiró gruñendo de forma bajita y fue a echarse a uno de los rincones del cuarto. Zelda simplemente suspiró y después dejó caer lo que quedaba de la tela en el piso, desde que Link había regresado no le había dirigido la palabra, se había quedado convertido en lobo sin atreverse a decir nada.
—No puedes seguir haciendo esto, Link— le dijo ella al ver sus ojitos tristes— se está volviendo sospechoso que pida demasiadas almohadas y además últimamente dejas demasiado desastre— clamó ella mientras veía como algunas plumas seguían cayendo lentamente hacia el piso
Cuando sintió que la princesa se sentó ahí a su lado él se hizo más ovillo.
—Por favor Link, perdóname ya no sé cómo disculparme, ¿hasta cuándo me vas a tener de ésta manera?, ya te he dicho que lo siento un millón de veces, ¿acaso no piensas volver a hablarme nunca?
Simplemente permaneció en el silencio, aunque si hubiera estado vivo su corazón se hubiera escuchado con latidos desenfrenados, esa forma de lobo le ayudaba a mantener su compostura, le permitía dejar sus sentimientos detrás de la línea, aunque también se había vuelto un poco salvaje y había luchado en incontables ocasiones por mantener a raya sus instintos, lo único que no podía dejar de hacer era gruñir, porque sentía que si seguía reprimiendo esa parte de sí mismo estallaría en mil pedazos.
La princesa acercó su mano para acariciarlo pero él se volvió intangible, ligero como el viento. Desde hacía dos semanas que ni siquiera le permitía tocarlo. Zelda se viró de inmediato, dolida por la actitud de su compañero, había estado tan feliz de que volviera pero al mismo tiempo desde aquel día no había dejado de derramar lágrimas, al igual que ahora cada vez que sentía el rechazo tenía que limpiarse el rostro con el dorso de la mano.
Le dolía tanto que él hubiera dejado de hablarle, que no le permitiera tocarlo y que ya no durmiera junto con ella.
—Bien— susurró de forma más que dolida.
El corazón de Link también se había puesto a llorar en silencio. Porque las palabras de Aragón aún seguían es su cabeza "Usted fue quien comenzó todo", tenía razón y debía de aceptarlo, si no se hubiera enamorado de ella las cosas podrían haber sido muy distintas, desde el inicio había sabido que un simple mortal no tenía nada que ofrecerle a una Diosa, pero había sido tan feliz junto a ella y jamás creyó que su amor tuviera consecuencias, que ella renunciaría su inmortalidad para quedarse a su lado. Ya le dolía lo suficiente haberle arrebatado su primera vida ¿Por qué tenía Zelda que seguirlo a todas partes?, ¿Por qué había dejado que las diosas se adueñaran de sus almas?, lo único que había salido de aquello era que se habían convertido en un par de piezas de ajedrez en un juego cíclico infinito.
De verdad que sentía tanta rabia, nuevamente había clavado los dientes en sí mismo y luchaba con todas sus fuerzas porque ella no viera que el espíritu se le escapaba poco a poco como lo hubiera hecho la sangre si hubiera tenido su forma de hylian
—Está bien si nunca más vuelves a hablarme, pero por favor, al menos ve y discúlpate con Aragón, no estoy segura de cómo fue que se pelearon, pero algo me dice que no solamente fue por mis tonterías. Aunque de todas formas no tenías por qué desquitarte con él, solamente quería ayudarte y mira nada más como le pagas.
»Si quieres tratar mal a alguien ¿A caso no te basta conmigo?
El silencio permeó la estancia, mientras sus propias palabras los desgarraban a ambos por dentro.
—La verdad…— susurró ella mientras se levantaba y lo dejaba a solas— no se para que volviste, tu presencia solamente me lastima, si ya no me quieres, entonces… ¿Por qué te quedas a mi lado?
Después de eso salió llorando de la estancia.
Link levantó un poco la cabeza mientras la veía marcharse y azotar la puerta con ira, después de un rato volvió a recostarla en el piso, ahora que Zelda no estaba también comenzó a llorar de manera desconsolada. No tenía lógica que estuviera ahí en su cuarto, que la viera todos los días así de cerca y que al mismo tiempo intentara mantenerse lo más lejos. Pero tenía miedo de que el gran mal la alcanzara, porque a pesar de sus esfuerzos no había podido localizarlo.
Durante mucho tiempo pensó que estaba en Makivelo, aunque en últimas fechas ya no estaba seguro, lo había seguido de forma ferviente pero al final no había podido demostrar nada, el pequeño malvado ministro parecía ser simplemente eso y el gran mal aún era un misterio que se ocultaba y acechaba tras los muros del castillo.
El simple hecho de pensar a Zelda entre toda esa aura de demonio le causaba escalofríos. La impotencia le recorría toda su esencia porque lo único que había podido hacer en esa forma era purificar el cuarto. De ese modo se había quedado para cuidarla y al mismo tiempo para desarraigarla de su lado, era posible que terminara por hacer que ella lo odiara eternamente, pero para cuando todo acabara tal vez Zelda podría comenzar de nuevo. Sin sentir pena ni remordimiento, ni tampoco extrañarlo tanto. Lo cual para él significa un dolor inmenso, había sido iluso creyendo que todo estaría bien siempre, que su amor podría compensar todos los demás dolores, pero la realidad era muy diferente, se había dejado guiar por sus sentimientos sin ponerse a pensar otra cosa, sin dejar de ser egoísta. Tal vez si hubiera sido un lobo desde siempre las cosas habrían marchado diferente, nunca hubieran dejado de ser amigos y ella lo seguiría amando con ese cariño inocente, pero al mismo tiempo su debilidad había salido a flote, imaginaba a Zelda en brazos de otra persona y aquella visión le desgarraba el alma, ¿Podría haber seguido con eso? ¿Viendo a la mujer que amaba en brazos de otro?
Las lágrimas se le escurrieron sin poder detenerse y gimoteó de forma ahogada sin siquiera pensarlo.
Solamente había amado a una persona durante siglos, le había regalado su alma y no se arrepentía, no se arrepentiría nunca de eso, pero tampoco soportaba que ella saliera herida por su culpa, en esos instantes más que nunca deseaba haber podido nacer junto con ella, haber podido estar en igual de condiciones, haber podido comenzar todo desde cero…
.
.
Continuara...
.
Comentarios del Capitulo:
Bueno creo que hay mas preguntas que respuestas, y Link también se siente muy, muy perdido, va a necesitar un buen empujón para poder retomar su camino de Héroe, por suerte Zelda siempre va a estar ahí a su lado aunque él haya decidido quedarse convertido en Lobo.
