Título: Retorcido.

Autor: Jack Killer.

Parejas: Itachi/Deidara.

Rating: No menores de 13 años.

Categoría: Naruto.

Capítulos: 1/?.

¿Completo?: No.

Advertencias: AU, lenguaje adulto, leve violencia, terrorismo (es decir, muerte de unos cuantos -muchos- personajes).

Aclaración: —Diálogos —narración—. Pensamientos. Historia narrada en primera persona por Itachi. Respuesta al Reto: "Un Mes con Ita-Dei", día: 13 de Marzo.

Resumen: "Hablarte a ti es una vieja costumbre para esta fecha, porque ya son tres años haciéndolo, aunque no sepa nada de ti, aunque nunca te haya enviado la primera y hasta ahora única pueril carta que te he escrito".

Copyright: Naruto es una idea original de Kishimoto Masashi y sus derechos de reproducción pertenecen a diversas empresas de las cuales para desgracia personal yo no soy accionista, por tanto, seguiré pasando hambre y viviendo del arte. Sin embargo, ésta historia es de mi autoría del mismo modo que algunas de sus retorcidas ideas, ¡Viva yo (por empezarla…)!

1995

En realidad, siempre te creí demasiado obtuso y peligroso para tu propio bien, pero era claro que contigo se aplicaría la frase "mala hierba nunca muere".

Soy un niño mimado, me lo hiciste comprender.

Yo tenía lo que deseaba, pese a que no tenía libertad, futuro o tan siquiera una voz. Te envidiaba; puedes gritar tanto como te plazca, puedes correr, puedes explorar todo tu instinto pirómano a gusto y ganas. Con estas -a mi parecer- poderosas razones, yo vivía un intento de vida mientras tú volabas por la vida sobre esas pequeñas avecillas de arcilla que tanto te esforzabas por moldear.

Ganaste un color intenso para tus manos, cuando una de tus explosiones se salió verdaderamente de control y las quemaste. Y perdiste tu ojo izquierdo, vagando en las peleas callejeras; tu habilidad innata para los conflictos aún me sorprende. Me sentí dichoso de no padecer tu destino, porque yo era sano, rico y con una vida por delante, y tú eras nada a comparación.

Supe, debido a una epifanía, que no podía seguir siendo una marioneta de mi padre. Podría acabar como tú, sin una vida y sin un futuro, sin haber conocido el mundo que se desplegaba sin fronteras, a tan sólo un paso de morir. La vida es frágil tanto como los humanos, y siendo un humano mi padre, no era infranqueable.

Tú, siendo un compañero por encima de la descripción insignificante, me permitiste descubrir que hoy, 13 de Octubre, voy a tomar las riendas de mi vida.

¿Debería agradecerte, aún cuando no nos conocemos verdaderamente, no simpatizamos, no me rememorarás si es que despiertas? El shock emocional te tiene en un ligero coma, un estado tan delicado que podría incluso jugar con tu memoria y borrar las escasas, despóticas palabras que me has dirigido en los 5 años de educación escolar que hemos compartido aula de clases.

Apártate, Uchiha.

Jódete, Uchiha.

Muérete, Uchiha.

Y también borraría la creativa pronunciación de mi apellido, como si fuese un insulto pertenecer a uno de los clanes más nobles del Japón.

Sea propio o no, escribo esta carta con el único fin de certificar para mí mismo que has cerrado un ciclo de laberintos y lamentos. Hoy Fugaku Uchiha, mi padre, dejará de ser el cabecilla de mi familia.