La niña…
Denuevo aquella joven de ojos esmeraldas, que perdieron su brillo, aquella noche llena de sangre, donde su compañero de ojos azules como el cielo y sonrisa tan calida como en el sol que en ese cielo había, perdió la vida.
Para ella era como si su mundo se hubiera acabado, sus sueños, ilusiones y recuerdos se rompieron en mil pedazos, al igual que su corazón que ahora solo era pedazos de cristal.
¿Por que tubo que irse el? Se preguntaba siempre, lloraba, preguntándose por que el y no ella.
Sintiendo culpable, por no poder ayudar a su compañero, a su amigo y hermano.
Pura basura se sentía ella, pensando que todo fue su culpa, por no fue fuerte, por que solo fue un estorbo, siempre protegida por el.
Mil veces el le dijo que ella no era débil, que mientras sonriera el seria capaz de levantarse, luchar y vencer.
Una promesa le juro cumplir, ¡¿pero ah que precio?! La vida del joven, que tantas veces le había dicho que la amaba, ese era el precio, ¿y para que? Para traer de vuelta aquel chico que tanto le había echo daño, aquel moreno que le hizo derramar tantas lágrimas y le robo su infancia, que les abandono por poder y venganza.
El cumplió su palabra, y con una sonrisa en sus labios el se fue, pero o antes decir a la joven de cabellos rosados
"de lo único que me arrepiento de no haber podido conquistar"
Y con esta frese el calló, en aquel profundo sueño en el que todos caeremos algún día, algunos con seguridad otros con miedo, pero el siempre con su vivaz sonrisa.
Ella tenía miedo, desde siempre a la muerte, ahora el se fue y ah la muerte ya no le teme, ¿para que temerle? Solamente puede odiarla, por que s llevo a su amigo, por que no se la llevo a ella.
Las lagrimas que caen por su rostro, que se mezclan con las gotas de lluvias, bajo en cielo gris, nublado sin un rayo de sol, sin ninguna esperanza.
Frente a esa tumba de piedra, con la inscripción, con el nombre del joven allí tallado, ella recordando su pasado, el pasado junto a el.
Han pasados tantos años y ahora esa niña a crecido, pero aun en sus recuerdos el prevalece, su pasado no a podido olvidar.
Cada año, cada mes, cada semana, cada día, visitando a su amigo, contándole tantas cosas.
Esa niña de ojos brillantes se convirtió en una mujer de ojos inexpresivos. Secos ya después de tanto llorar.
Siguiendo culpándose por algo que no fue su culpa, pero ella era así. Durante los años tantas cosas pasaron, ella mismo lo mato, aquel que acabo con la vida de su amigo, un sucio traidor, que acabo con su vida, con su infancia y madurez.
Gritando de dolor, rabia y miedo, por haber sido tan tonta, por que desaprovecho la felicidad de ser feliz, y aun que muchos le ofrecían una vida feliz, ella no podía aceptar, ella solo lo quería a el.
Mil veces hubiera muerto, si así el volvía, por que para ella, el era su todo, después de todo el era su amigo.
No tengo miedo de repetir, de lo que sentía aquella joven, por que el pasado nunca se fue.
Ella perdió aquellos cabellos rosas y se convirtieron en grises y su tersa piel se lleno de arrugas, pero que más le daba, estaba feliz, se sentía más hermosa que nunca.
Podía sentir las frías manos de la muerte alrededor de su cuello, pero nunca temió, le correspondió el abrazo y se entrego a ella.
Ahora la niña duerme placidamente, en su cama, con una sonrisa en el rostro, soñando con su amigo, que allí le esperaba.
Sus amigos le lloran, pero nunca sabrán, que su felicidad llego entonces. Por aquella niña que lloraba, encontró la paz, y ahora podía estar feliz, denuevo con su amigo, por que ahora ella pudo disculparse.
