Disclaimer: La historia de Naruto no me pertenece, no pretendo lucrar con ella. Solo es para fines de entretenimiento. Creador: Masashi Kishimoto

Palabras: 2464

Pareja: Sasuke Uchiha / Hinata Hyuuga

Género: Drama/Romance

Autora: Freyja Skade

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HANA NO GENGO

CAPITULO UNO

"I blame on you"

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Quien diga que el humano es carente de sentimiento, esta persona miente. Nadie logra escapar de la tristeza, amargura, irá o incluso resentimiento y la forma de liberarse de estos sentimientos dependerá de cada individuo, algunos lloran, ríen otros guardan su descanso en la muerte.

Ser salvado….

El no pidió que lo salvara pues intentaba buscar su liberación al morir.

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Buscar un lugar en donde entrenar en esa calurosa época del año sin duda no era algo fácil. Ato su cabello en una coleta alta esperanzo que su cuello tomara algo de ventilación, coloco su cazadora en la rama de un árbol dejando al descubierto su esbelto cuerpo para comenzar la rutina de entrenamiento. Se colocó en guardia y comenzó a realizar una serie de movimientos, en sus palmas el chakra se concentra.

Al poco rato sintió su cuerpo entumecerse, tomo aire y se dirigió hacia la sombra de un gran árbol, se sentó y de su bolso saco un libro desgastado por el pasar de los años, comenzó a leer con tranquilidad sin duda ese pequeño ejemplar le daba la paz que tato anhelaba su alma, unas horas más tarde comenzó a sentir que el cansancio tomaba su cuerpo, su ojos lentamente se cerraban hasta que la brisa de aquella tarde la llevo con Morfeo.

Cerca de ahí un par de ojos azabache la observaban sin perderla de vista, un hombre alto con el cabello color carbón y un tanto despeinado su piel pálida se acercaba a la mujer. Unos minutos frente a ella podía notar como el viento mecía su largo cabello mientras que las hojas que caían del árbol se posaban sobre la cabeza de la mujer.

"Despierta" noto que alguien se dirigía a ella, lentamente fue abriendo sus ojos para toparse con aquella mirada severa, la Hyuuga se tensó al tener frente a ella a Uchiha Sasuke.

— Arriba — Exigió el chico, pero ella no comprendió, así que solo se quedó observando, aquello causo aún más molestia en el pelinegro, quien hablo una vez más. — ¿Eres sorda? —La Hyuuga se disculpó y desvió su mirada, el torso del Uchiha se encontraba desnudo, un leve sonrojo apareció en las mejillas de Hinata.

Al notar que la mujer no se haría a un lado, se colocó de cuclillas y con poca cortesía hizo a un lado a Hinata para después tomar su camisa. Esta no dijo nada pues fue cuando se dio cuenta que estaba demasiado cansada para tomarle importancia donde se sentaba, ella solo quería una sombra refrescante, bajo la mirada y se quitó de inmediato tomando lo que quedaba de las pertenencias del chico y se las entrego.

— Lo siento… — se disculpó.

El solo arrebato sus pertenencias y comenzó a cambiarse. Era como si ella no existiera — Idiota— dijo mientras observaba el libro que Hinata tenía en el suelo. Ella no comprendió la razón de porque era insultada por él, pero Sasuke la siguió observando con molestia — Largo de aquí

Hinata se aferró a aquel libro y con molestia expreso su sentir — No

— ¿No?

Hinata se alejó tan solo un poco — No, pero ya que este árbol es tan concurrido y al no ser yo dueña de este lugar…mmm — pensó un poco — me hare a un lado y ambos podremos disfrutar de la sombra del lugar.

Unos años atrás ella podría haber huido pero ya era mayor para actuar como una niña, no caería en su juego de nadie para provocarla.

— Que molestia—

Hinata volvió a tomar asintiendo un poco alejada del moreno y comenzó una vez más su lectura, Sasuke resoplo molesto el solo hecho de ver a esa mujer le hacía hervir la sangre.

— Al parecer Hyuuga ese tonto libro evita que te largues… — se acercó a ella y arrebato el ejemplar de las manos de la mujer — persíguelo

Ella vio cómo su preciado libro era lanzado, sus hojas se desprendían dejando tras de él un gran desastre. Hinata no creía lo que aquel hombre había hecho, ella no tenía nada en contra de Uchiha Sasuke, pero al final todo lo que las personas decían de él era cierto. Corrió hacia donde todas las hojas había caído recogiendo con sumo cuidado su bien más preciado pues aquel libro fue la única muestra de afecto que su padre le había dado en toda su vida, el único recuerdo de un breve momento de felicidad. Cuando al fin logro obtener cada hoja se levantó con molestia mientras sacudía el polvo en sus rodillas, en un par de pasos largos se acercó a aquel hombre y lo abofeteo con fuerza.

Para Uchiha Sasuke aquella acción había sido inimaginable, nadie se había atrevido a golpearlo y salir vivo de aquella situación, se llevó una de sus manos hacia una de sus mejillas mientras esta comenzaba a arder, fue cuando salió de aquel trance de sorpresa. — ¡Mujer idiota! — con fuerza tomo un brazo de la Hyuuga, los dedos de Sasuke se marcaban con fuerza en la pálida piel de la mujer

— ¡Suélteme!

Pero él se aferró con más fuerza lastimando a la Hyuuga, pero un fuerte golpe en el estómago de Sasuke hizo que este deshiciera el agarre y fue en ese momento cuando todo se volvió negro para Hinata, lo último que logro vislumbrar fue un par de ojos rojos que la sumían en un desesperante sueño.

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Alguien… — abrió sus ojos con fuerza, el chocar de los kunai resonaba, los gritos de dolor y el olor a sangre eran insoportables — Que… ¡Que está pasando!

El sol estaba oculto y un resplandor rojo iluminaba todo el lugar, era la guerra… se arrastró buscando a sus amigos pero solo había muerte a donde fuera que ella volteara — ¡Kiba! ¡Shino! — Grito con tanta fuerza que casi se queda sin voz — ¡Neji! — a lo lejos observo a su amado primo luchar contra un hombre, el largo cabello de su primo se movía a ritmo de sus movimientos, su lucha era impresionante pero en un abrir y cerrar de ojos un breve suspiro se escuchó entre la conmoción, aquel hombre había atravesado su espada en el pecho del Hyuuga, la sangre broto de la boca del castaño y un ruido seco se escuchó cuando este cayo. — ¡Neji! —

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Despertó sobresaltada, se llevó la mano hacia su cabeza esta le dolía, masajeo con cuidado pero el dolor seguía ahí, podía sentir en su rostro un paso de lágrimas secas, paseo su mirada por todo el lugar no reconocía en donde se encontraba lo que le hizo alarmarse, se incorporó con rapidez todo su alrededor le parecía extraño no recordaba estar en algún lugar como ese, llevo su mirada alrededor del lugar era una habitación con tan solo una cama y una pequeña mesita de noche, un miedo irracional la comenzó a invadir y una serie de preguntas llegaron a ella de golpe. ¿Dónde estaba? ¿Quién la había llevado a ese lugar? con cuidado de no hacer ningún ruido salió de aquella habitación y camino por un largo pasillo, pero una vez más aquel dolor agudo la hizo desorientarse, sus ojos comenzaron a arder como su alguien aplicara fuego directo a ellos, cayo de rodillas ahogando gritos de dolor. Fue en ese momento cuando un recuerdo llego a ella — Sharingan — había caído en un genjutsu y fue tan estúpida como para no haberse dado cuenta, el dolor seguía ahí trato de salir de aquel lugar como podía pero sus piernas no respondían.

— Hyuuga

La mujer reconoció esa voz, dio la vuelta y se encontró con Sasuke en una oscura esquina sentando sobre el alfeizar de una ventaba, un fuerte escalofrió recorrió su columna — ¿Dónde estoy? — Dijo débilmente pero él no respondió, solo se levantó de aquel lugar y camino hacia ella, su mirada era vacía y llena de odio, Hinata no comprendía que había hecho para que aquel hombre la odiara tanto, para que le hiciera daño de tal forma que la hizo caer un desagradable genjutsu.

El Uchiha con brusquedad la tomo del brazo levantándola con fuerza — Defiéndete — pero ella no hizo nada, Sasuke esbozo una mueca de desagrado y la aprisiono contra una pared — ¡Defiéndete!

— solo…quiero ir a casa — Hinata intento zafarse pero el hombre era mucho más fuerte que ella y al usar su chakra su cuerpo no reacciono, una línea de sangre corrió por su nariz hacia su boca, era inútil…. Ella era inútil.

— ¡Defiéndete maldita sea! — grito

Sasuke llevo su mano hacia el blanquecino cuello de la mujer, apretó con fuerza para sofocarla, su respiración se volvía cada vez más rápida aquel par de ojos grises lo miraban con terror, el deseaba que ella le temiera, que lo odiara con todo su ser, para que así todo fuera más fácil. La voz de Hinata poco a poco comenzaba a quebrarse un par de traicioneras lagrimas recorrían sus mejillas y una línea de sangre manchaba sus labios. Un rostro familiar, las lágrimas y la sangre regresaron a su memoria, aquel rostro tan pálido, unas largas pestañas negras como el carbón, el cabello largo y desordenado…Madre, dejo libre a la mujer mientras esta tocia tratando de encontrar algo de oxígeno, miró fijamente a Sasuke y con terror de alejo de él.

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Miedo, desde aquel momento Hinata no lograba encontrar paz, el dolor de sentirse sometida con tanto odio no podía desaparecer de un día para otro. Aquella noche llegó a su hogar huyendo de cualquier pregunta hacia su persona, trato de guardar compostura y arreglar un poco su desordenado cabello así como su ropa, con algo de su cabello cubrió aquellas pequeñas y enrojecidas marcas de dedos en su cuello.

Continúo su rutina como de costumbre, al pasar los días imagino que lograría toparse con el Uchiha pero, para su buena suerte eso nunca sucedió no sabía que haría el día que estuviera frente a él, tenía miedo de volver a ser débil de no poder defenderse. Entreno día y noche hasta que su cuerpo ya no podía continuar, todos los días se preguntaba porque Sasuke la había atacado, porque cuando la había mirado sus ojos solo mostraban ira y dolor.

Sasuke solo se limitaba a obsérvala a la distancia, esa mujer era la causante de su miserable existencia. Las gotas de lluvia comenzaban a caer el viento soplaba con fuerza pero él no se movía de aquel lugar no perdía de vista a la Hyuuga su patético entrenamiento, los errores en sus movimiento no podía concebir como alguien era tan inútil y sin técnica más aún si este pertenecía a la rama principal de los Hyuuga.

Hinata detuvo su entrenamiento, resoplo agotado mientras dejaba que la lluvia la empapara, camino hacia sus pertenencias y miro de reojo a quien desde hacía ya un par de horas la observaba, hacia unos pocos días que sentía una mirada sobre ella, Sasuke Uchiha la seguía a todos lados ella no era tonta, podía sentir aquel furioso chakra tras de ella en cada momento, la primera vez su cuerpo reacciono violentamente y escapo de su cercanía, después tan solo decidió ignorarlo.

Esa noche fue llamada a una reunión con su padre, se vistió adecuadamente con un sencillo kimono azul con flores blancas, una cinta gris que moldeaba su figura el cabello lo dejo suelto. Cuando estaba frente a la puerta de la oficina de su padre inhalo y exhalo con nerviosismo, toco suavemente y cuando este le indico que entrara hizo un leve reverencia en señal de respeto hacia el mayor.

— Buenas noches padre

Hiashi asintió e indico que esta tomara siento — ¿Sabes el significado de la palabra deber? — La mujer asintió, sabía muy bien hacia donde se dirigía la pregunta de su padre — El consejo hará efectivo la propuesta de matrimonio del Kazekage.

— Padre yo… — fue interrumpida por el castaño

— ¡Silencio! — Reprendió — El cortejo se hizo según lo dictaban las tradiciones familiares, necesitas entender que tu vida como ninja llego a su fin y no podemos seguir postergando esto.

Las palabras de su padre eran duras pero sin rastro de mentiras, en la guerra había recibido un ataque que casi le cuesta la vida, su chakra fue drenando casi por completo al salvarle la vida a alguien más, pero cuando más débil de encontraba un ataque fue directo a su cabeza los puntos de chakra que conectaban su cerebro a su byakugan fueron dañados, las secuelas que esto había dejado en su cuerpo le complicaban seguir con su trabajo hacia su aldea, su byakugan era débil como el de un aprendiz. Deseo ser fuerte e ignorar todo lo que le imponían a realizar, seguía entrenando, asistiendo a misiones aunque estas le obligaran al dar el doble o hasta el triple de su voluntad, no quería ser una carga para nadie y ahora solo sería una esposa, un adorno dedicado a su esposo y a sus hijos.

— Padre…

— Un mes Hinata, no diré nada más. Compórtate a la altura de un Hyuuga y no, nos decepciones.

La mujer asintió a la orden de su padre.

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En su memoria aún se encontraba grabada la primera vez que lo conoció, el viento mecía con tranquilidad y alborotaba un poco aquel cabello rojo como el fuego, su piel pálida contrastaba con aquellos ojos que no la perdían de vista un par de esmeraldas con un brillo particular, el hombre frente a ella tosió con suavidad y se disculpó.

Kazekage-sama — la Hyuuga hizo una reverencia.

Hyuuga-san

La atmosfera del lugar era incomoda, era la primera vez que se veían desde que su padre había aceptado al Kazekage como un candidato para su mano.

Los cerezos florecerán pronto — Mientras hablaba Gaara dirigió su vista hacia el jardín donde un par de árboles de cerezo se levantaban junto a un gran estanque de peces Koi. Hinata asintió en poco tiempo aquella danza de pétalos será magnifica, sirvió el té con delicadeza tal y como había una de las matronas de la casa principal le había enseñado, extendió una taza hacia el hombre — Té de jengibre — acerco un poco su nariz para inhalar aquel peculiar aroma.

Jengibre y un poco de ginseng

Las horas pasaron con tranquilidad al contrario de lo que imaginaba el Kazekage era un persona tranquila que disfrutaba de los pequeños placeres de su alrededor, cuando llego la hora el hombre se retiró agradeciendo la compañía y prometiendo regresar.

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Deber claro que comprendía el significado de esa palabra, no era tonta. Si bien su deber aún seguía siendo con Konoha, en poco tiempo seria para su esposo.

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Fin del capitulo uno.

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¿Review?

N/a: Gracias por leer, espero poder tener su apreciado comentario.

Esta historia fue modificada y corregida el día: 16 de Mayo 2018