Disclaimer: Naruto me pertenece.
Advertencias: Este fanfic contiene —Universo alterno (AU). —Varias parejas (multi-pairing). —Lenguaje fuerte y futuras y frecuentes escenas de sexo (no necesariamente muy gráficas).
—Destacablemente parejas hetero, pero también va a tener shonen-ai y yuri. Eso significa que trataré relaciones homosexuales y si es muy de tu disgusto cierra esta página :) Que se procure no darme flames solo por eso.
Es un amado proyecto que espero tenga aunque sea un poquito de aceptación (tenía que subir algo así, me cansé un poco de que casi todo los fics empiecen con amor a primera vista entre los protagonistas o cosas por el estilo).
Introducción: Nuevas Molestias.
Todo cambia o, si se piensa mejor, todo sigue igual. El que cambia eres tú.
—No le diré a Sakura...
—¿Por qué no? ¿No que te gustaba? —Sasuke siguió caminando hacia la entrada de su lugar de estudios siendo perseguido por Naruto.
—Eres mi amigo, Sasuke...
—Pensé que Sakura también era tu amiga. —Sasuke sonrió de medio lado al ver que el rubio se adelantaba y tapaba su camino, le gustaba mucho escuchar las palabras que presentía le iba a decir.
—No más que tú. Eres mi mejor amigo, Sasuke —comentó con sinceridad el más bajo de los dos.
El pelinegro asintió, era cierto. Elevando la mirada a toda la aglomeración de estudiantes, muy bien sabía que nadie más que Naruto Uzumaki valía la etiqueta de mejor amigo, aunque la frente arrugada que puso Naruto le daba a entender que del rubio saldría otras palabras innecesarias:
—Mmm... Sasuke, pero te pido que no sigas siendo infiel a tu novia.
Inicio de clases… y Shikamaru extrañaba con toda su alma sus años de escuela, cuando era un niñito que tenía una gran pereza por el estudio y andaba con otros tres niños que no tenían más interés que jugar y meterse en pueriles problemas, que sólo conocía a una niña porque el padre de ella era conocido del suyo.
Pero entonces todo cambió el año en que empezó un nuevo curso y él se había vuelto, al parecer, más interesante para las demás personas.
Los profesores notaron sus grandes habilidades intelectuales y varias veces lo obligaban a hacer crueles trabajos extracurriculares para el bien de la reputación de la institución; sus antiguos tres amigos de infancia seguían ahí en su vida, pero sus intereses se ampliaron y por lo general lo arrastraban a problemas que ahora eran mucho más grandes; y estaba el que parecía ser el más importante cambio: les sacaba al menos una cabeza a las chicas y por lo visto eso era un rasgo llamativo y necesario para la vida de ellas, por lo que muchas empezaron, sin misericordia, a acercársele.
Había pasado un año de la tortura y todavía faltaba mucho más de ella.
Aún así él no era realmente un chico 'popular', o al menos no era lo que pensaba de él mismo y por razones sencillas: Shikamaru no se reunía a la hora del almuerzo con los demás personajes del circo que pertenecían a esa extravagante categoría de cool, ni asistía a esas fiestas de fin de semana en la casa sin padres de alguien a pesar de sí ser invitado, y tampoco se burlaba de aquellos infelices que tropezaban alguna vez en el camino de los populares (entre los que se destacaba Uchiha Sasuke, Yamanaka Ino, Haruno Sakura y otros) y tuvieron la desgracia de ser llamados perdedores.
Pero de alguna u otra forma, a pesar de andar la mayoría del tiempo solo, Shikamaru había sido encasillado en la esfera social que se ubicaba en la cima, allá arriba donde todos los demás debían elevar sus rostros para verlos y que en realidad tenía todo lo peor. Toda la más mugrienta basura de la vida de adolescente.
Para los demás lo ilógico no era que alguien tan pusilánime como Shikamaru fuese popular, lo ilógico es que no estuviera rodeado de más gente bella, hermosa, sucia, llena por dentro de real basura.
'¿Será porque Ino terminó con él?' algunos con susurros y aunque no fuera de su incumbencia se atrevían a sacar conclusiones.
Y eso era una de las cosas que más odiaba de formar parte de la basura, los rumores.
Al inicio, aun cuando iba al principio de su conversión a un chico 'popular', había evadido con éxito los rumores. Él no se metía con nadie, él realmente no tenía interés en atraer problemas, él realmente no hacía nada. Pero de un tiempo para acá fue imposible no ser victima de muchos de ellos.
Fiel a su naturaleza Shikamaru no trató de desmentirlos, los dejó pasar porque razonaba que en algún momento debían ser olvidados, en algún momento la gente no podría ser tan estúpida y seguir pensando que tenía un affaire con la profesora Kurenai, o que no era legitimo hijo de su padre —¡por favor!—, o que había golpeado a su mejor amigo por celos y ahora éste estaba en coma —Chouji está bien, gracias por preguntar.
Los rumores eran bastante molestos y en general no aportaban cosa buena. Pasabas por los corredores y la mente poco a poco dejaba de divagar entre el difícil sexto problema de matemáticas que había dejado Asuma, para que el oído recibiera esos problemáticos murmullos que arrastraban consigo el nombre 'Shikamaru'.
A él sólo una vez le había gustado uno de los rumores… aquél de ser un rompecorazones. Supuso que había surgido con una buena base, al menos.
Al inicio si una chica le pedía salir sencillamente decía que no. Con las tres primeras había intentado ser lo más gentil posible, diciéndoles que era por él y ellas no tenían nada malo, que simplemente quería enfocarse en su estudio… aunque fuera mentira. Las chicas se iban llorando pero agradecían las explicaciones y la oportunidad de ser escuchadas…
Cuando empezó a ser un problema, Shikamaru no ponía evitar poner mala cara y durar el más corto tiempo posible frente a ese desconocido rostro femenino que no lo conocía.
Entonces cuando surgió el rumor de ser un chico sin corazón que hasta decía 'no' antes de recibir una confesión de amor, los intentos de ellas por tenerlo de novio disminuyeron. Fue una especie de tabla de salvación para él, un tiempo para relajar su mundo con las mujeres, sin tener que dar muchas explicaciones o poner mala cara.
Pero como él ya había presentido, el rumor aunque duró por agradable largo tiempo ya había pasado a ser obsoleto.
Ese momento era hoy y deseó con todas sus fuerzas volver a ser un niño rodeado de más niños ingenuos.
—Está bien, Neji; lo entiendo, lo comprendo… yo no…
La voz al otro lado de su celular la interrumpió, de forma tan cordial, tan amable, que dolió en su corazón.
Esto iba a arruinar todos los largos años de compañerismo, de amistad, de…
Al menos no tenía que enfrentarse cada día a Neji de ahí en adelante porque gracias al cielo el joven estudiaba en un colegio privado de sólo varones y ella rogó internamente que las próximas veces que se encontrara con Lee, no se encontrara cerca su ahora ex novio.
Porque ¿cómo debía verlo ahora a los ojos?
Ella entendió que nunca nunca nunca debió haberle pedido salir en primer lugar. Debió haberse tragado sus sentimientos y seguir siendo los mejores amigos junto con Lee, porque ahora todo estaba arruinado y era posible que nunca más se volvieran a reunir los tres.
Tenten alejó el aparato de su oreja negándose a seguir escuchando más de él y, por primera vez en su vida, deseó tener una maldita amiga que la abrazara y que en un intento de consolarla empezara a hablar mal de los hombres, una con la que hiciera una improvisada pijamada en la cual se comerían todo un tarro de helado de chocolate, una amiga con la que estuviera de acuerdo en que terminar por teléfono minutos antes de ver una estúpida clase era la peor forma de terminar con una chica; pero sencillamente era una solitaria que no tenía a nadie a su lado tan pronto las lagrimas se asomaron por sus ojos.
Podía llorar desde lo más profundo de sus pulmones y todo el mundo que pasaba a su lado la vería como una chica rara antes de seguir su camino.
—Neji… —intentó interrumpir esta vez pero la voz al otro lado siguió diciendo cosas por encima de su voz temblorosa.
Se dio cuenta que antes de volver a hablar debía tomar una profunda respiración porque ese maldito nudo en su garganta amenazaba con volver.
Y así lo hizo, en el justo momento en que Neji empezaba a decir que quería que siguieran siendo amigos.
—Tengo que cortar, el profesor de arte me está llamando… —Cortó la llamada y se quedó ahí mirando hacia ninguna parte y esperando que un corazón roto volviera pronto a sentirse normal.
Shikamaru acomodó mejor su maletín sobre uno de sus hombros antes de continuar.
A pesar de estar ambos lejos podía imaginar el rostro de su mejor amigo Chouji, viéndolo fijamente con aquella maniática acción de comer papitas antes de apartar la mirada al concluir que aquello era simple mentira.
Lástima que la mayoría de personas en este edificio no tuvieran el don de Chouji para hallar la verdad con solo mirarlo. Entonces, sin dejar de caminar directo a su destino del laboratorio de química, cerró por un momento los ojos y trató de darles la razón.
Vale, había rechazado las declaraciones de varias mujeres, así que notoriamente no tenía novia qué mostrarles, o más exactamente nadie debía conocerle una… no al menos en todo el tiempo estudiando allí. Eso obviamente daba hincapié para ciertas nefastas ideas. Pero aun así, ¿no podían pensar que sencillamente tenía una tranquila y adorable novia fuera de allí, que tímida nunca se asomaba a visitar a su novio?
Suspiró ante la siguiente idea… muchas personas sabían que tenía un mejor amigo que no estudiaba con él, una persona especial fuera de allí, un hombre, así que…
De forma desesperada trató de ahuyentar esa horripilante idea de su mente antes de que siquiera tomara forma en una imagen mental de ambos varones.
Sea como sea, Shikamaru no era gay.
Se alejaba de las chicas porque sabía que ellas podían ser realmente molestas, complicadas y convertirse en cualquier segundo en arpías que le arrancarían la cabeza.
Pero definitivamente no era homosexual.
Todavía tenía aquella guarra carpeta de pornografía con chicas indecorosas que le había creado Naruto en su computadora y que de vez en cuando hallaba muy interesante para ver. Vamos, él había estado con mujeres antes. Siendo un adolescente normal, joven y sano, él no se había rehusado el contado par de veces que tuvo frente así un par de senos desnudos y admitía que aquello le había gustado, lo había disfrutado y hasta había descubierto una parte fascinante de las mujeres.
Es más, decir que era impotente sería mucho más verdadero que aquellos murmullos incorrectos sobre su orientación sexual.
Su gusto por el género femenino, aunque problemático, era su único gusto.
Shikamaru siguió caminando y se sintió completamente irritado con tal idea que se estaba esparciendo con sorprendente rapidez por el cuerpo estudiantil, sabía que al final del día todo el mundo tendría en su cabeza la frase de '¿Sabías que Shikamaru es gay?' y para él eso era muy irritante. No tenía problema con los gays, por supuesto. Para ser honestos, él no hacía nada por o contra ellos…
Solo que los demás a su alrededor habían decidido que su todo él tenía que ver mucho con los gays y rogó que tal idea como las demás pronto se volviera obsoleta.
Evocando escenas retrospectivas se dio cuenta que si simplemente no hubiese crecido más que el promedio, si simplemente para la vista de los demás fuera más normal, su vida sería menos difícil…
No, más bien si simplemente fuera un invisible a quien nadie pusiera atención, su vida sería fácil.
Shikamaru detuvo sus pasos al divisar a una chica castaña quieta a un lado del movimiento de estudiantes secándose lo que obvio eran lágrimas. Por supuesto su momentáneo interés en ella no era para acercársele por compasión y consolarla… solo deseaba ser alguien como esa chica, invisible para los otros, alguien que recibía miradas rápidas y que podía lidiar con sus propios problemas sin tener los ojos de los demás encima.
—¿Así que ya no coqueteas con mi novia sino que vas a empezar a seducirme? —dijo un hombre y Shikamaru dejó de ver a la chica llorando para fijarse en el rostro de su profesor, manteniendo una sonrisa de medio lado antes de hablar.
—No me gusta los fumadores compulsivos, demasiados problemáticos.
La intervención de Asuma probablemente era lo mejor de todo ese día, algo de broma a su irritable chisme desde luego podía aligerar el asunto, pero la sonrisa de su rostro se esfumó cuando se dio cuenta que en ese pequeño espacio del pasillo no estaba solo él con Asuma.
—¿Quién es ella? Está llorando —pronunció una profunda voz femenina al lado de ellos y Shikamaru pudo ver el brazo delgado que se extendía en dirección a la anterior chica que había visto.
—Mmm, creo que es Ama Tenten pero no recuerdo su apellido… ¿la conoces? —dijo Asuma y Shikamaru por fin miró a la otra persona, quien o ya estaba ahí o acababa de llegar.
—Está llorando —dijo de regreso la voz desconocida para Shikamaru.
Era de una chica rubia, con un extraño peinado y unos ojos de sorprendente color que giraron a ver al maestro.
Asuma miró a la chica rubia pero sus ojos eran impávidos, él no era un adulto que tomara cartas en el asunto por cualquier problema estudiantil y al parecer la chica lo entendió.
—Vale, vamos —dijo ella empujando al maestro en unos de sus hombros para que reiniciara sus pasos—. Tengo hambre. ¿Dónde está el restaurante? ¿Es muy caro aquí…?
Dejando a Shikamaru un poco confuso y otra vez solo, los dos desaparecieron rápido por una esquina, aunque no antes de que Asuma girara ligeramente y con un gesto le indicara que más rato le explicaría... lo que lucía como otra chica problemática.
Hola, ¿cómo están? Me he creado esta cuenta y hasta hoy tuve el valor de subir algo ^^
Espero les haya agradado y comenten.
