¿Bien? ¿Mal? ¿Sigo? ¿Mejor lo abandono? Se aceptan todo tipo de opiniones :)

Joan suspiró mientras terminaba de preparar la mesa. Se preguntó si quizás tendría que haber preparado lago más elaborado. Sabía que Sherlock estaría feliz aunque le cocinara una hamburguesa y sobretodo después de contarle la noticia.

Porque Sherlock estaría feliz de saber que sería padre, de eso no había duda.

Joan se mordió el labio con impaciencia, su instinto le decía que todo estaría bien, pero ella era demasiado complicada como para tener al menos la sombra de la duda, ¿y qué si Sherlock no quería tener hijos? ¿Y menos ahora?

No, no... Sherlock amaría la idea, seguro.

Joan decoró los ojos y respiró hondo para reprimir el dolor de estomago. Eran nervios, eso era todo, todo estaría bien.

-Mmmm…- escuchó a Sherlock y cuando levantó la cabeza lo vio aparecer en el living. ¿Estoy sintiendo el aromad e tu salda especial?- le dijo sonriente y ella sonrió genuinamente.

-¿Acaso querías otra cosa?- le dijo ella nerviosa, desviando la mirada.

-No, tú sabes que no me importa lo que cocines…- le guiñó el ojo y se acercó.

-Gracias…-dijo solo ella y apoyó su frente sobre la de él.

-Joan, ¿estás bien? Hace días que te noto rara. –le dijo mirándola de cerca, como si así pudiera detectar lo que realmente ocurría.

-No, solo estoy un poco cansada-dijo ella- ¿comemos?

-Mientes. Puedes mentir a cualquiera menos a mí.

Cenaron casi en silencio. No es que estuvieran enojados, ni distanciados, Sherlock la notaba nerviosa y no podía hacerse la idea de lo que pudiera estar pasándole. Decidió darle tiempo y esperar a que ella dijera lo que quería decir. Si algo había aprendido en esos años desde que la había conocido era a respetar esos momentos en los que ella parecía cobrar valor para decir las cosas.

Una vez terminada la cena, Sherlock ayudo a Joan con los platos y luego se sentaron en el sillón.

-Vale, no puedo más, dilo.-dijo él dejando un informe a un lado.

-¿decir qué?

-Lo que te pasa, ni t molestes en negarlo, se que te pasa algo y no creo que quieras que lo averigüe por mis propios métodos.

-Sherlock…

-NO, Joan, en serio, respeto tus tiempos, pero esto es una tortura.

-Es que…- dijo y se mordió el labio con impotencia, las cosas no estaban saliendo como ella había planeado.

-Joan, ¿que tengo que hacer para que confíes en mí? Soy tu esposo, quiero saber…

-Sherlock…

-¿Cómo crees que me siento? Quiero que me cuentes las cosas sin tener que deducirlas…-casi no la escuchaba, tenía que convencerla de terminar con la tortura y hablar con él.

-Estoy embarazada.

-Y si no me dices lo que pasa yo…-dijo y se detuvo en seco.

-Sherlock...-dijo ella con los ojos llenos de lágrimas.

-¿Qué has dicho?-dijo con la boca abierta.

-Dije que vamos a tener un hijo...- repitió y sonrió nerviosa.

-Como que… vamos a tener un hijo?- dijo y sintió que se quedaba sin aire.

-Estoy embarazada Sherlock.-dijo y sonrió.

-¿Embarazada, embarazada?-repitió el.

-Sí.-afirmó ella.

-¿Vamos a tener un hijo? -Dijo el con lagrimas en los ojos.

-Sí Sherlock. –contesto solo ella y el la abrazó

-¿Te sientes bien?

-Bueno, un poco de nauseas, pero estoy bien.

-¿Cómo no me he dado cuenta?

-Bueno, me enteré el viernes y prácticamente no nos hemos visto desde entonces y…- Sherlock la calló besándola.

-Te amo Joan, machismo, más de lo que nunca te podré decir.

Sherlock la cogió en brazos y la besó como si el mundo fuera a acabarse.

-¡Sherlock! ¡Bájame!-dijo y él rió.

Sherlock la bajó y se arrodilló a sus pies mientras besaba su abdomen, mientras ella sonreía, sobrepasada por la mutación.

-¿Eres feliz?

-Muy feliz… ¡voy a ser papá!-dijo con alegría.

Joan rió y el se puso de pie, besando sus labios con dulzura.

-Voy a ser papá…-le repitió y la levantó en el aire mientras ella reía.