Dedicado a CamiiTaisho

¿SORPRESA O SORPRESAS?

Drabble.

Llego a su departamento, el que compartía con su esposo Inuyasha. Miro el reloj, había estado fuera por tres horas, y ya eran las ocho de la noche. En ese momento de pronto, abrieron la puerta del departamento y ella tuvo un ligero escalofrió en la columna.

- ¡Ah! Por fin en casa, cariño ¿regresaste de tu chequeo y como va...?

Inuyasha dejo la sonrisa al ver la cara pálida y aterrorizada de su mujer.

- Kagome ¿Qué pasa? ¿Ocurre algo con el bebe? ¡No te quedes callada, dímelo!

- Inuyasha, el bebe… - el sintió un escalofrió y aun mas cuando su esposa con un vientre de cinco meses, empezó a llorar y él no sabía dónde meterse, ni que hacer – el bebe…

- ¿Qué pasa con el bebe? – Inuyasha quiso morirse al ver a su mujer en tal estado catastrófico. Si algo le había pasado al bebe, no sabía lo que pasaría y eso era lo único que su mujer le daba a entender con sus lagrimas y sus constantes hipos – Kagome, no me digas que nuestro bebe… nuestro primer hijo ha…

- No hay primer hijo Inuyasha

El cayó de rodillas mientras Kagome lo veía conmocionada y con lágrimas recorriendo el rostro. El estaba confundido ¿Qué había pasado? ¿Acaso no pudo proteger a su mujer y a su hijo lo suficiente? ¿Qué había causado algo como esto? Sus ojos se llenaron de lágrimas y abrazo, estando aun arrodillado, el vientre abultado de su mujer, llorando por su hijo no nacido y que tan solo con cinco meses ya amaba. Pero no basto eso ya que lo perdió.

- Inuyasha ¿Por qué estas llorando?

El la miro incrédulo.

- ¡Acabas de decirme que mi hijo ha muerto! ¡¿Crees que soy tan insensible como para no llorar por mi niño?! – a Inuyasha se le escapo otras lagrimas traicioneras y abrazo con mas fuerza el vientre de su mujer, el cual ahora estaba sin bebe, sin su bebe.

- ¡Oh, dios mío! ¡Contra, contra! No digas cosas tan horribles, yo te dije que no hay primer hijo porque van a haber tres primeros hijos

El levanto la cabeza de nuevo y la miro como si no creyera nada de lo que decía, de pronto la confusión se convirtió en alivio, para finalmente pasar a la ira.

- ¿Si esto era así, porque rayos estabas llorando como una desesperada, totalmente desconsolada?

Ella volvió a lagrimear de nuevo.

- Me voy a poner muy gorda con tres niños, y pensé que al saberlo terminarías nuestra relación

Inuyasha tuvo que tranquilizarse, además estaba bastante contento después de todo el dolor que lo hizo pasar. Iba a tener trillizos ¡Increíble! Iba a tener tres hermosos niños de ojos color ámbar corriendo por el patio. Con esa imagen en mente rodeo con sus brazos el cuello de su esposa.

- Te amo Kagome. Y tres niños en tu vientre no harán que me separe de ti – Inuyasha sonrió – Gorda o no, te seguiré amando