Descargo de responsabilidad: la última vez que revisé el correo, Nakamura sensei no me había contestado…


DE MITOS Y MEDIAS NARANJAS

Dicen los antiguos griegos que los primeros seres creados eran dos almas en un mismo cuerpo. Seres esféricos, con dos rostros que no podían verse, cuatro brazos y cuatro piernas. Se desplazaban dando vueltas y rodando sobre sus miembros. Eran fuertes, valerosos y magníficos. Y a pesar de lo que nosotros, pobres mortales de esta época que vivimos, podamos pensar, eran la expresión viva de la unión de dos espíritus afines y complementarios. La unidad perfecta del cuerpo y de los corazones.

Pero pasó lo que pasa siempre… Estas criaturas cometieron el error de jactarse de su perfección ante los mismos dioses que los crearon. Estos, para castigarlos por su vanidad y su soberbia, los separaron de su otra mitad. Y los dejaron desgarrados, abandonados y solos.

Y dicen que es por eso que desde entonces estamos condenados a no reconocer el rostro amado y que pasamos por la vida buscando a aquella persona que estuvo destinada a formar un solo ser con nosotros. Nuestra otra mitad, la otra parte de nuestra alma. Aquella que nos completa, y que nos hace perfectos.

Hizuri Kuon nunca se había tomado muy en serio la mitología.

Hasta su noche de bodas.

Entre los brazos de Kyoko.

Su otra mitad.


.

Basado en el mito del andrógino, 'El Banquete' de Platón.