¡Konnichi Wa! Vaya cuando tiempo ha pasado desde la última vez que escribí un fanfic. Se que he quedado mal con dos de mis historias. Y para serles sincera estoy algo oxidada, ya rechino XD…
O.k la intención de este fanfics es continuarlo si al menos recibo cinco reviews. Y con las demás historia no se crean ya estoy trabajando en ellas. Saluditos y besitos y molto grazie a Kiky Usui, Yojibell cuyas historias me han inspirado retomar este ocio tan bueno.
Advertencia: Esto es un HORO X LEN es decir amor entre chicos asi que saben. Eh? Que más? Asi esto es sin fines de lucro todavía no lo logro q me paguen por esto XD…
*EcLiPsE*
"cuando haya pasado el eclipse habrá luz y todo lo que haya ocurrido habrá ocurrido en las sombras, lejos de todos los ojos…"
¡Cobardes!
POV¨ Horo horo
La lluvia de otoño que caí sobre nuestros cuerpos, no podía ser más cruel que sus palabras. Años de conocernos. Siglos de convivir. Pelear. Luchar. Sonreír. ¿Y vos?
Estoy cabiz bajo, con las gotas del agua helada resbalando por mis mechones azul-oscuro. Aprieto mis puños.
-Lo que me dices….!grks! – tengo un nudo ponzoñoso en la garganta. Tus palabras. ¡Esas Malditas palabras han revuelto todo mi interior! ¡Mi vida!
-Tenía que decírtelo- replicas sagaz.
Así de simple. Siempre supe llevarte la contraria y en lo único en lo que estaría de acuerdo con vos.
Decidiste callarlo.
Hasta hoy. En que solo provoca dolor.
-¿Porqué? – me exaspero. No lo soporto. Te tomo por el cuello de tu elegante traje negro. Ese atuendo tan egocéntrico que te acusa de ser prepotente.
Te sujeto con ira, casi con odio. Y propino un certero golpe en tu cara.
No te defendiste. -¡COBARDE!-
- ¡Maldita sea Len! ¡Sos un cobarde!… ¿qué ganas con decirme esto ahora?….cuando yo – lloro. Necesito desahogarme.
No has esquivado mi golpe. Supongo que piensas que te lo mereces. De reojo veo tu mueca de dolor y como un hilillo de sangre recorre por tus labios.
-Horo…-susurras mi nombre con temor.
-¡Callate! No te quiero escuchar…no más. ¡No tenes ni la menor idea de lo que causaste! – continuo llorando.
Las lágrimas más amargas de mi vida. Su camino es insípido con el baile de la lluvia en mi rostro. Exhausto me dejo caer en el césped. Siento como el lodo se sujeta de mis ropas.
….Hay silencio. Ni el quejido de la lluvia contra el suelo tiene sonido para mí. Estoy destrozado.
Mientras, en el interior del hotel. En el salón principal aguarda la mujer a quien di a conocer como mi futura esposa. Damuko. Tan bella, tan dulce. Ella es la mujer que amo.
Y también aguarda ella. Jeanne.
-Horo…- escucho tu voz muy cerca. – solo necesitaba decírtelo. Yo no espero nada.- un relámpago ardiente acuchilla mi corazón.
¿Nada? ¡No esperas nada!
Sonrio. Me carcajeo
- Nada Len Tao. No esperas nada. Entonces porque abriste tu boca. Hoy justamente hoy en que me he comprometido con la mujer que amo. Con ella que daría su vida por mí.
Me incorporo. Te acorralo contra el pilar principal del jardín cuyos abetos impiden que los invitados, nuestros amigos vean esta patética escena.
Te exijo me veas directo a los ojos. Tu mirada arrogante ha huido. Solo encuentro una llena de inseguridad.
-¡Yo también te amo! – el asombro hace acoplo en tu rostro. -¡Desde que te conocí en el living del internado Len Tao me habías hechizado con estos ojos tuyos!
Replique para después besarte. Besarte con toda la pasión del mundo. Con hambre con ansiedad. Con reproche.
Como te bese cuando aquella tarde de verano durante nuestra adolescencia.
-¿Por qué haces las cosas tan complicadas? – te murmuro de beso en beso.
-Lo lamento- me besas- fui- tomas mi rostro con cuidado y asegurando que no me vaya- un cobarde!
La lluvia de otoño sigue cayendo. Cae como esa noche en que nos vimos por primera vez. Lo recuerdas cuando fuimos felices.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Okis. Ya conocen el trato. Saluditos y felices fiestas. Que tengan una feliz navidad.
Con todo su euforia: Aika Asakura- (Aika-chan regreso! Yujuuuu!)
