¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES KURISUTINA! Buen saludo eh? vuelvo a empezar si, mejor.
BUENAS *w* Este fic, es como uno de los cuantos que hice y que tarde en terminar por querer hacerlo perfecto /´/`/ (Cara Random de 3 y media de la mañana)
Hoy fue (y es aún) el cumpleaños de una gran amiga mía que la quiero muchísimo y como no, porque no también un Fic como regalo (?) si es cutre pero supongo que ella sabe que hay más que este fic cutre xD
Debo decir que ha sido una cosa deprisa y corriendo esta cosa da miedo en partes, se nota que me he quedado dormida mientras lo escribía *sillazo en la cara*
Quiero dar a entender aquí, nada más que tus amigos de verdad quieren lo mejor para ti aunque no siempre estemos de acuerdo en algo (?) pero siempre
estará el mismo sentimiento, el amor de un amigo.
Espero que te guste y que a los que lo lean igual adsgas */* *Corazones a mogollón*
Sayonara~
Esa sensación de que tu día especial está a la vuelta de la esquina y que ese día será el mejor de todos, ya que la gente que te importa vendrá y te abrazará y te dirá "Felicidades"…ha fracasado. Mis amigos, mi novio e incluso iglesia, bueno está fuera de juego es un gato pero…se olvidaron de mi cumpleaños, podría ser uno de esos cumpleaños en que ellos hacen que se han olvidado pero les notas que mienten, en cambio ellos actúan como si nada.
Izzy me dijo que quedaría como siempre con Simon y que hoy tienen una cosa importante que hacer por su hermana Becky.
Jace me dijo que entrenaría todo el día y que luego me llevaría al Taki´s. Ahí se incluye a Clary.
Magnus…Bueno el más bien me dijo que hoy quedaría por "asuntos de brujos" y que en la noche me llamaría como siempre para que pudiésemos vernos.
Lo entiendo si, hoy no es mi gran día como pude pensar, hace unas cuantas semanas. Soy un estúpido por pensarlo y dar vueltas por todo el instituto por algo que hacer y entretenerme. Encima hoy ni mis padres pudieron estar aquí hoy.
-Hey Alec, ya estoy listo. ¿Vienes? – Habló Jace por detrás de mí. Me giré y le vi como siempre con su típica chaqueta de cuero y sonriéndome.
-Claro, vamos. – Dije acercándome más a él para seguir el camino hacia el Taki´s.
¿Podría ser que me hicieron una fiesta en el Taki´s y por eso quiere que vaya a salir un rato? Por lo que veo como actúan, podría ser pero, me llevé una decepción al entrar justamente en la entrada, donde vi a Clary acercándose a Jace para besarle.
AAAAAAAH! Ahora es cuando…echo de menos los besos de Magnus. Porque hoy tendría que hacer ese tipo de cosas. Definitivamente hoy no es mi día.
Tras una larga mañana y mitad de la tarde Jace y Clary tienen que irse a…bueno no quiero saber ni a donde van. Daré vueltas mientras, así podré hacer tiempo para que Magnus me llame y pueda ir con él.
Me sentaré en el primer banco que encuentre y pasaré ahí el resto de la tarde. Justamente cerca de la casa de Magnus encontré un banco bastante solitario y con buenas vistas.
Después de pasar 3 horas ahí sin hacer nada, suena por fin mi teléfono y vi que era Magnus, si al fin el. Ahora podría estar con él y con suerte me felicite, me haría el chico más feliz del mundo.
-Hola Magnus.
- Oh, ya veo que miraste quien era, ¿eh?
- Si bueno, no hago otra cosa que mirar el móvil en toda la tarde.
- ¿Y eso? Bueno, ¿Dónde estás?
-Cerca de tu casa.
- ¿Vienes? O voy a por ti
-No, no, voy yo que estoy más cerca.
-Vale, te espero. Un beso.
Colgué el teléfono antes de que me arrepintiera y comencé andar hacia su casa.
Casi llegue a su casa, me paré enfrente de su puerta. No veía nada raro, seguramente sea una noche para nosotros solos, al menos le tengo a él.
Llamé al timbre y me abrió mi querido brujo purpurinoso. Quería ponerme a llorar, pero eso es lo que haría un niño cuando le quitan su caramelo.
-Hola cariño, ¿Te pasa algo?
-No nada – Pasé ya que Magnus me dejó sitio para que entrara, pero me toco el hombro y sin darme cuenta estaba en sus brazos.
-¿Creías que me había olvidado de tu cumpleaños, Alexander? - se separó unos centímetros de mí, dándome un beso que casi me deja sin aliento por un momento, nos separamos y él me sonrió, con su sonrisa que más me gustaba y le sonreí también.
-Muchas gracias, Magnus. Te Quiero – le abracé y creo que él pudo notar que lo hacía con fuerza, esto me hacía muy feliz y estaba apunto de llorar. No quería, debía irme al baño, si lloro que sea allí. – Voy al baño ahora vengo.
Mi cara empezaba arder, la tenía roja como un tomate seguro, tengo que echarme agua.
Cogí el pomo de la puerta y la abrí adentrándome en ella. Me quedé en shock al ver…que todos, TODOS, estaban allí. Comencé a reírme, no me lo creía.
-¡FELICIDADES ALEC! – Chillaron todos ahí en ese espacio pequeño. Las chicas se abalanzaron sobre mi aplastándome y abrazándome.
-Chicas chicas que mi hermano me necesita también. – Jace salió detrás de todas ellas y me abrazó sonriéndome. Luego se separo y me abrazaron Jordan y Simon.
- Muchas gracias, en serio pensé que os olvidasteis de mi y pensé que me ignoraríais o algo por el estilo.
La mano de Magnus se poso en mi cadera dándome un pequeño abrazo por detrás.
-Nunca pasaría eso, ya sabes, estamos aquí para todo. No estás solo - Dijo Jace mirándome con su sonrisa perfecta.
- Te queremos demasiado para dejarte solo. – Salto Izzy cogiéndome de la mano.
- Además, hoy es tu día. Aunque nos hayamos pasado la mañana preparando esto. – Dijo Clary buscando la mano de Jace
-Lo sentimos mucho, simon y yo deberíamos estar ahí contigo por la tarde- Dio un paso hacia adelante Jordan para que le viera mejor, al menos eso parecía.
- Pero el señor estúpido Simon se perdió viniendo con Jordan y bueno…llegamos poco antes que tú. – Se levantó Simon de un lado de la bañera, no se le veía por eso mismo se levantó para que le viera mejor.
Empecé a reírme, las lágrimas se me caían, no quería que me vieran así, agaché la cabeza y me seque las lágrimas con la manga.
-de verdad, que muchas gracias – Intenté decirlo sin que se me notara que lloraba, era una cosa que no me gustaba que nadie viera y escuchara.
Todos me abrazaron, sabían que estaba llorando y no me gustaba mucho la idea, pero…se sentía muy bien ser abrazado por las personas que se preocupaban por mí.
Magnus se acercó a mi oído y me susurro.
-Si esta noche no estás muy cansado, quiero darte mi regalo cuando estemos solos.
Por tal cosa sonreí, o a lo mejor eran las ideas que me hacía sobre eso. No debía pensar demasiado en ello, ya me ha jugado mala pasada pensar demasiado asique ahora a disfrutar con ellos.
-Bueno chicos ahora al salón todos, vamos. – Magnus me cogió de la mano y fuimos todos al salón donde se sentaron todos alrededor mío.
Estuvimos hablando la mayoría de la noche y ya empezaba a estar un poco cansado, veía que los parpados me pesaban, pero quería cumplir el deseo de Magnus de quedarme con el en la cama más tarde.
-Chicos, vamos a darle la sorpresa a Alec – Dijo Magnus, seguro que se dio cuenta de que estaba cansado, seguro.
Izzy fue la primera en darme un paquete azul con un lazo blanco. Lo abrí y lo extendí en mis piernas. Era una sudadera negra, normalita, como a mi me gustaba.
-Gracias izzy .
-Antes de nada, te lo he regalado porque simplemente no me gusta verte con esos agujeros que te haces en las misiones imprevistas y luego las llevas.
-Bueno, tiene su encanto. – Sonreí a mi hermana que justamente me dio con la mano en el hombro.
Luego fue Jace que me dio directamente un arco nuevo, era bastante chungo de envolver.
- ¡Gracias Jace! – Lo miré asombrado, la verdad que no me esperaba tal cosa, pensé que me podría regalar un utensilio para luchar si me quedo sin nada, pero esto supera a mis pensamientos.
- ahora yo te diré mi porque de ello. Simplemente porque el tuyo estaba y esta hecho una mierda, ya era hora de cambiar por uno mejor y más bueno porque está hecho por mi.
Acto seguido fue Maia y Jordan. Abrí el paquete verde y había 2 camisetas azules marinas con dibujos extraños y frases.
-Vaya muchas gracias chicos.
Antes de poder darme cuenta ya tenía el de Clary encima, este pesaba lo suyo, era una caja envuelta en papel marrón. Cuando lo abrí vi una colonia, ya sabía porque me lo había regalado, cuando no me daba tiempo a arreglarme del todo usaba la colonia de Magnus "coco" para camuflar mi olor a ceniza sudor y sangre.
Y el último fue el de Simon, abrí la pequeña caja que me dio. Era un amuleto de brujos que significaba "Valor"
-Oh! Muchas gracias Simon.
- Ahora, creo que ya es hora de irse a la cama, que Alec esta muy cansado hoy y son las 2 y media de la mañana. ¿Sabéis ya cual es vuestra habitación?
Todos asintieron y se levantaron hacia las habitaciones. Cerraron las puertas y miré a Magnus.
-¿Vamos?
-Claro, después de ti, cumpleañero.
Entre primero a la habitación y vi todo como siempre, asique me fui a cambiar para estar cómodo. Cogí el pijama de debajo de la almohada, aunque algo ha cambiado, mis pantalones no estaban. Me di la vuelta.
-Magnus, ¿sabes dónd- vale, están en la mano de Magnus.
- Primero cámbiate de la parte de arriba y ahora te los doy. – Me sonrió, pero esa sonrisa era un poco como decirlo, fuera de lo normal.
Me quité la camiseta y me puse la camiseta del pijama. Me gustaba más el pijama de casa de Magnus que el de mi propia casa.
-Quítate los pantalones.
-Quieres que…
-No, aunque…bueno date la vuelta – Saco un rotulador permanente y entre medias del bóxer y el final de la camiseta escribió algo, aún no sé el que es.
-¿Qué has puesto? – Antes de que pudiera responderme me puso un collar, cadena muy fina de plata y una M colgando. Me di cuenta de que el llevaba otra colgando, era una A.
- Lo que te puse ahí, ¿Quieres saberlo de verdad?
Asentí mirándole con mucha curiosidad.
- Al fin me he dado cuenta de lo especial que eres para mí, Alexander.
Me quedé un poco petrificado, eso puedo tomarlo como una declaración de amor, nunca pensé que pudiera quererme de verdad una persona que ha vivido demasiado tiempo y vivido varios amores antes. Le quiero muchísimo, ahora mismo no sé que podría hacer sin él.
Volví a llorar sin darme cuenta, me ardía la cara y tenía las lágrimas cayendo por mis mejillas. Me estaba doliendo llorar, esa sensación nunca la tuve antes, dolía hasta que pude notas que las manos de Magnus me tocaron y me quitaron alguna lágrima de la cara, pero notaba que caían muchas más. Él se acercó a mí y me beso por cada rastro que dejaban mis lágrimas.
-Te quiero, Alec. Feliz cumpleaños.
Debes saber que el apoyo siempre está cerca de ti y que siempre tendrás ahí a muchísima gente que te quiere y que te adora, por muy lejos que estén siempre estaremos cerca, cerca de tu corazón.
Te quiero mucho.
MB
