Naruto y sus personajes pertenecen a K. Masashi. Pero el contenido literario de este fanfic me pertenece, por lo que queda COMPLETAMENTE PROHIBIDO el plagio parcial o total de esta obra.
Disclaimer: Si NARUTO fuera mío, Sasuke no sería tan emo, Itachi no habría muerto, Kakashi e Iruka dirían abiertamente que son pareja, Sakura tendría una vida que tanto le hace falta y NADIE se atrevería a dañar a mi querido Naru-chan D;
El argumento es de Spica, del doujin del mismo nombre. Pero está en japonés y pues no le entiendo mucho (realmente no le entiendo nada), así que lo que me voy imaginando es lo que trataré de plasmar en el fic. Osea, más o menos las expreciones y así, porque les juro que no entiendo ni un kana (los símbolos japoneses). Les aviso para que no me regañen. Pero, si alguien lo tiene en inglés o me puede mandar el link les ruego que me lo pasen. No solo por la historia, si no porque amé el dou, pero quiero entenderlo.
Precauciones. No exactamente ahora, pero eventualmente:
- Yaoi. Si no te gusta, bien. NO LEAS ENTONCES. No quiero reviews molestos.
- OoC.Bueno… la mayoría de mis FF tienen un toque de esto. Simplemente porque algunos personajes deben cambiar para el desarrollo de la historia; por mientras puedo avisar que será un poco notorio en Sasuke y un mucho en Sakura-frentona y… y… un mucho en otros personajes XD
Con mucha emoción les presento…
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"Goodbye Euphoria"
®Wiiel Ritsu
1
La decisión de Tsunade
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— ¡¿QUÉ?!
— Lo que han escuchado. —Dijo Tsunade Senju, hija del primer Hokage y quinta persona que había logrado ganar aquel título. Sus pechos dieron un rebote leve cuando dio con las palmas de sus manos un golpe sobre su escritorio. Los dos jóvenes frente a sí dieron un rebote de una magnitud mayor, asustados de comenzar a cabrear a su líder. La rubia miró con malos ojos al hombre de máscara en medio rostro, que miraba sin ver a través de la ventana de su oficina dónde estaban todos reunidos. — Tsk. Sabías perfectamente que se trataba de un asunto de lo más exclusivo, maldición.
— Tenían derecho más que yo mismo de saberlo —le contestó el peli plata con voz aparentemente calmada más no se dignó a darle la cara a la molesta mujer. Sus ojos aún estaban puestos en él, podía sentirlo, pero no le intimidaba en lo absoluto. Estaba convencido de que su modo de actuar fue la correcta.
— P-Pero, no pueden hacerle… no pueden hacerle eso… —La Hokage volteó la mirada después de unos minutos de observar al desobediente Jounin que seguía mirando como lelo por el ventanal. Su alumna de cabellos rosas se había llevado las manos a la cara y había comenzado a llorar de nuevo, sus sollozos hicieron que un nudo en la garganta se instalara en la garganta de su maestra. Desde el momento de haber firmado los documentos necesarios, se dio cuenta de que con su decisión no sólo se estaba llevando a una persona, sino a tres, entre las patas (1). Había esperado que no se enteraran muy pronto de aquello. — Él… Él es…
— ¡Es nuestro amigo! ¡Es mi mejor amigo! —Gritó Naruto. El rubio había guardado silencio hasta ese momento, pero quién se veía más afectado por la decisión de su líder era él. No mostraba sonrisas como las que estaba acostumbrado, simplemente había estado con los labios apretados en una delgada línea y con los nudillos blancos debido de la fuerza con la que apretaba los puños. Sus ojos estaban cubiertos por una fina capa de agua que los había brillar un poco más de lo que ya hacían sin ella. — O-Oba-chan…
— Sakura…
Sai también estaba ahí, por supuesto. Había intentado mantenerse al margen. Pero abandonó su lugar al lado de Yamato, que debido a su experiencia como ANBU y su nulo contacto con el condenado, conservaba la calma. Sai también había tenido el mismo nivel e igualmente su lazo con el acusado no existía, pero ver las lágrimas de la peli rosa le hizo experimentar un dolor en el pecho tan profundo que lo dejó sin aliento. Si tuviera que explicar aquello, sólo podía imaginarse una especie de daga clavada en su corazón, o quizá era más bien una cuerda enredada en ese vital órgano. Avanzó hasta posarse al lado de la chica, y esperaba poder tomarla de la mano y sacarla de ahí sin complicaciones, pero para su sorpresa aquello no pasó. Parecía que estaba tan desesperada por consuelo, o simplemente confundió las intenciones del muchacho ya que lo tomó por la corta prenda que solía llevar atrayéndolo a sí y pegándose a su pecho para dejar fuera los salvajes sollozos que hacían su menudo cuerpo temblar convulsivamente. Las manos de Sai se quedaron unos momentos flotando a los lados de su tórax, hasta comprender que aquello era un abrazo, y que según sus libros, cuando alguien lloraba debía regresarle el gesto para trasmitir apoyo.
— N-No pueden hacerle eso… —Escuchó decir entre balbuceos a Sakura. Sus ojos estaban cerrados y la seguía sintiendo temblar. Después escuchó su respiración acelerarse y su preocupación fue legible para todos los ocupantes del despacho.
— Está comenzando a hiperventilar —avisó Shizune, dando unos pasos hasta llegar junto a los dos jóvenes. — Deberías llevarla afuera —le recomendó a Sai.
— Tranquila, Sakura —decía en susurros el muchacho, consciente de lo que debía hacer en esas situaciones debido a sus libros. Calmar a la persona era de vital importancia. Tomó la mano de la chica y la llevó a la misma boca de ésta y cerrándole un poco los labios indicándole que respirara de esa manera. La mirada aprobatoria de Shizune fue un incentivo para tomarla en brazos cual princesa y sacarla de la habitación, la mujer de cabellos negros los siguió.
Kakashi metió las manos en sus bolsillos frunciendo el ceño, pero no dijo ni hizo nada.
La Hokage no dejaba de mirar al muchacho que se había convertido en su hijo adoptivo no-oficialmente.
— Es… Es mi mejor amigo. —Fue lo único que dijo. Como si esperara que con esa afirmación bastara, como si esa fuera la razón más clara y poderosa por la que no podían realizar aquello. No esperaba que los concejeros cedieran, pero al menos quería luchar por algo de compasión.
— Naruto… —comenzó la mujer, más fue interrumpida.
— ¡NO! —El grito ensordecedor hizo que todo quien estuviera en la torre Hokage fuera consciente de las palabras del rubio. — ¡Nada de Naruto! ¡No pueden hacerlo 'ttebayo! —su voz se había convertido a una desgarrada, como si algo obstruyera su garganta en ese momento, algo que no lo dejaba respirar ni hablar. Algo muy parecido a lo que había sentido Sai hace unos momentos, pero mucho más fuerte. — He estado buscando como idiota, ¡lo hemos hecho! —con un gesto de brazo indicó a Kakashi y a Yamato, además de hacía dónde hace unos segundos habían desaparecido los otros dos integrantes del equipo 7.
— Sabes que no puedo hacer nada —se disculpó la Hokage, con la voz un poco más baja y suave. En aquel momento, sentía que de si usaba palabras demasiado fuertes o duras, el muchacho se quebraría en miles de pedazos. Jamás había visto a Naruto dejar escapar lágrimas y entró en pánico cuando vio su expresión siguiente:
Las lágrimas caían a lagos por la cara del Uzumaki, mantenía su mandíbula cerrada con tanta fuerza que parecía estarse lastimando, incluso podía apostarse que tenía una herida en la boca debido a ello. Tenía la cabeza gacha pero de todas maneras podía distinguirse aquel fluido translúcido que caía por sus marcadas mejillas hasta resbalar desde su mandíbula hasta el suelo. Soltaba leves gimoteos y sus hombros temblaban, inhalaba y exhalaba rápidamente, haciendo que Tsunade comenzara a pensar que al igual que su estudiante estaba hiperventilando. Fue capaz de sentir unas fuertes sacudidas de chakra viniendo desde dónde estaba el chico de pie, dedujo que aquella corriente agobiante provenía del mismísimo Kyuubi, pues su extensión era impactante, como si sintiera la necesidad de mostrar lo que sentía en su interior en aquel momento. La sensación era desesperante e inaguantable, de manera que pudo sentir como unas pequeñas gotas también comenzaban a producirse en las esquinas de sus ojos avellana, la simple escena de ver a su mocoso en ese estado la hacía tener ganas de tirarse a llorar.
— Naruto, necesito que salgas —fue lo único que dijo Kakashi, en un tono neutro, sin ninguna emoción aparente.
El aludido negó con la cabeza, aún sin dejar de temblar y con los ojos cerrados.
— Naruto, haz lo que digo —le volvió a decir Kakashi, ésta vez con una voz autoritaria.
— Kakashi-sensei… —quiso discutir éste con la voz ronca debido a las lágrimas.
— Tenzou
Las palabras parecieron mágicas, pues inmediatamente el nombrado avanzó con una velocidad digna de un ANBU de alta categoría, se materializó frente a la espalda del rubio que seguía tratando de controlar las oleadas de chakra que surgían de su cuerpo y de un rápido movimiento dio con sus dedos índice y medio en algún punto importante enfocando un poco de chakra y sobre la nuca del chico, haciendo que al momento éste cayera hacia adelante con los ojos en blanco, perdiendo la conciencia.
Kakashi lo tomó en brazos antes de que el cuerpo inerte tocara el suelo. Junto al otro jounin, lograron colocarlo sobre el sofá a un lado de la oficina, cerca de dónde se encontraba el escritorio de la Hokage, que miraba con lágrimas en los ojos y mordía sus labios intentando guardar la compostura.
— Iba a volverse loco si no lo deteníamos —fue la excusa del peliblanco después de dejarlo en aquel lugar.
Nadie dijo nada, el único sonido tangible era la respiración entrecortada de la Hokage y los leves ronquidos de Naruto, que parecía haber vuelto a respirar normalmente.
— Hokage-sama, ¿no hay alguna forma de evitarlo? —dijo Tenzou, de manera respetuosa ante la mujer, parado frente al escritorio.
La mujer negó en la cabeza con mueca triste. — No sólo los concejeros lo ven como una amenaza, si no que muchos aldeanos lo hacen. No se sienten seguros con tenerlo en prisión o bajo miles de sellos anti chakra… La única opción que queda es matarle, desaparecer aquello que tanto causa pánico a la aldea.
— Pero él estuvo de nuestra parte durante la cuarta guerra —recordó Tenzou— a quienes fuimos secuestrados por Kabuto, fue él quien después de acabarle nos ayudó a salir. Dio todo lo posible para que Naruto venciera en la última batalla, incluso participó en ella, todos deberíamos sentirnos en deuda con ese muchacho en vez de tomarlo como un vil asesino.
La rubia asintió, pero no cambió su expresión.
— Pero ellos no lo ven así, Sasuke sigue siendo un Uchiha, un Uchiha demasiado lastimado no sólo por la muerte de su clan, sino por la de su hermano. Además de que posee el Mangekyou Sharingan eterno, eso es una razón principal de que nadie se sienta seguro a su alrededor. Además, esos vejetes fueron grandes partidarios de Danzo y ese niño fue quien borró a su querido ídolo del mapa. —En la boca de Tsunade se había instalado una mueca de desprecio recordando a aquel que fue nombrado el sexto Hokage al haber estado ella en una situación crítica. Aquel título jamás le fue otorgado de manera formal, pero tanto Homura como Koharu lo consideraban un Hokage, y su lealtad a él hacía que sus razones para matar al asesino rayaran más que lo profesional.
— ¡Pero los concejeros no son el Hokage! —gritó para sorpresa de ambos, Kakashi, dando un fuerte golpe en la pared de la oficina, mandando a la mierda el pensamiento de que aquello era una horrible falta de respeto.
— Tienen gran influencia en el pueblo —le contó el otro jounin, mirando de reojo un asentimiento por parte de la mujer de ojos avellana, que se había levantado para caminar hacia el sofá y arrodillarse al lado del durmiente muchacho de cabellos rubios. Se desconectó de la plática de ambos jounin, concentrando todo su mundo en acariciar los suaves y rebeldes cabellos entre sus dedos. Tocó su frente y susurraba breves "lo siento".
— Si llegara el caso, en que se le permita vivir libremente en la aldea, no sería bien recibido. Tanto tú como yo sabemos los abusos de los que sería blanco debido a su fama. Aun estando al lado de Naruto o tú. Homura es quien ha educado a los civiles con el miedo al Sharingan, diciendo que la masacre realizada fue más para depurar a Konoha que por otra cosa.
— Lo único que van a lograr es que un cabreado zorro demonio les corte la cabeza
El asentimiento por parte del castaño indicó que tenía completa razón.
— Naruto no lo soportará
— Ninguno lo hará —suspiró Kakashi, dando a entender que el paquete también incluía a su Hokage, debido a que el lazo que la unía al rubio era demasiado fuerte.
Si Naruto salía herido, o enloquecía, lo igual pasaría con Tsunade.
— Debe haber otra manera… Perdonarle la vida al chico y a la vez conservar la cordura del equipo siete. —Una ceja alzada de parte del peli blanco hizo que el otro jounin explicara su último comentario: — Sí senpai, estoy seguro de que tú también perderías la cordura al ver a su alumno morir en algún vulgar cuarto de la prisión.
"Hm." Fue la única respuesta del hombre que volvía a mirar hacia la ventana.
— Si hubiera una manera… de tranquilizar a la gente para que deje de ver en Sasuke un peligro potencial, de quitarle a los concejeros sus pretextos para apoyar la realización de esa condena, y de paso conservar al muchacho vivo…
— Parece imposible si lo dices de esa manera —suspiró Kakashi.
Hubo unos pasos acercándose, pero ninguno volteó, reconociendo el chakra desde mucho antes de que el pelinegro comenzara a caminar hacia la oficina principal. Éste entró sin poder despegar sus ojos por varios segundos de su fría y tosca Hokage acariciando a su compañero de equipo como si fuera de cristal y diciéndole cosas de tranquilizadoras de una manera tan… maternal parecía ser la palabra más adecuada. Se preguntó si aquella conducta se debía a la menopausia y todo eso…
Yamato llamó su atención. — ¿Cómo está Sakura?
— Se ha quedado dormida, Shizune-san la hizo tomar un tranquilizante. —Su mirada seguía puesta en el durmiente rubio sobre el sofá— ¿y Naruto?
— Tuvimos que usar algo parecido con él.
Sai se quedó callado, había una duda que seguía punzando en su cabeza y Kakashi pareció notar sus ansias de encontrarle una respuesta.
— ¿Pasa algo?
— ¿Por qué lo hacen? —preguntó de manera directa. — ¿Por qué se comportan de esa manera? Después de todo lo que Uchiha les hizo sufrir…
— Son sus amigos —dijo simplemente Tenzou, mirando a su superior e incluyéndolo en la respuesta. — A pesar de que Sasuke estuvo en algún momento dispuesto a matarlos, sus lazos son mucho más fuertes.
— Para Naruto Sasuke fue el primer lazo, lo sé —recordó el pálido chico, — pero si no fuera por el primer Hokage, la dirección de la guerra no hubiera cambiado y Uchiha hubiera atacado Konoha, además de haber matado tanto a Naruto como a Sakura, sin miramientos ni tocándose el corazón.
Por alguna razón la imagen de Sakura llorando le vino a la mente.
— Pero cambió. Y tanto Sakura como Naruto lo perdonaron. Dudo incluso que alguna vez hayan llegado a culparlo por sus acciones, mucho menos llegaron a odiarle.
— Los concejeros son quienes quieren matarlo, ¿no?
Ambos jounin asintieron.
— Como van las cosas, en cualquier momento algún ANBU de la prisión podría tomar la iniciativa y colarse a la celda del "traidor Uchiha" —dijo Tenzou cruzándose de brazos con gesto decaído, conocía el carácter de sus antiguos compañeros, muchos habían sufrido pérdidas en sus familias en la guerra, y todos hacían recaer su rencor por el clan Uchiha en el único sobreviviente que quedaba. — Al menos deberíamos moverlo, no perderán la oportunidad de cortarle la garganta, las tripas, los ojos y después tirarlos a los perros.
Aquello fue como un balde de agua que hizo reaccionar a Tsunade.
— ¡Eso es! —se levantó dejando a su querido niño tumbado inconsciente, en sus ojos había una determinación salvaje, como cada vez que iba a participar en una apuesta que involucrara un uno con varios ceros como premio. — ¡Así les quitaremos a esos viejos rancios sus excusas!
— Moverlo no es una gran solución, Tsunade-sama —se disculpó Tenzou.
— No creo que se refiera a moverlo de la prisión —comentó Kakashi cuando vio a su líder agarrar una hoja blanca de papel y tomar su pincel para después mojarlo en el pequeño tintero a su derecha, hizo algunos caracteres en ella y después frunció el ceño meditando. Poco después volvió a su trabajo bajo la intensa mirada de sus tres ex ANBU.
— ¿Tsunade-sama? —preguntó Sai sin entender de dónde provenían las energías de la mujer.
— Salvaré a ese Uchiha y a mis niños —dijo refiriéndose como sus niños a Naruto y Sakura.
Tenzou avanzó un paso.
— ¿Lo extraditaremos a alguna aldea amiga?
— Sería una buena opción —asintió La mujer mientras llevaba sus manos a su cara para borrar todo rastro de lo que había sido su interpretación de Magdalena. Dio un suspiro y miró a sus vástagos de una manera muy penetrante antes de sonreír. — Pero no tiene nada que ver con alejarlo de la aldea, no de nuevo. —Hizo una señal con la mano y de inmediato frente a ella se materializó un ANBU. Tenía el cabello largo y azul, además de que su Figura era lo suficientemente delgada como para reconocer su género, se arrodilló frente a la rubia en signo de respeto.
— Ruu, quiero que le lleves esto a Homura-san, inmediatamente.
— Inmediatamente, Hokage sama —respondió sin emoción la ANBU antes de desaparecer en una nube de humo a la misma velocidad que cuando apareció.
Ahora, los tres ex ANBU estaban en la misma ignorancia. Demasiado confundidos no sólo por la acción de su Hokage, sino por la sonrisa triunfante de Tsunade.
— No es algo que le deseo a nadie… pero le salvará la vida. —Fue lo único que dijo.
No hubo movimiento en la estancia hasta minutos después.
Hubo un golpe en la puerta y un firme 'adelante' en respuesta por parte de la dueña. Entraron al tiempo los dos miembros del concejo: Homura Mitokado, un hombre de cabellos castaños invadidos parcialmente por las canas y unas gafas verdes sobre el puente de la nariz; a su lado, Koharu Utatane, una mujer de la misma generación que el hombre, con una expresión de estar oliendo algo repugnante pintada en el rostro. Ninguno se veía muy contento de haber sido llamados como viles perros por alguien que, para ellos, no merecía tener tal grado de poder. La princesa Tsunade, la vulgar mujer que ocupaba el puesto que según ellos, había sido arrancado sin razón a su anterior ocupante, los miraba con una expresión retadora, pero ahora también agregaba a esa detestable mueca una sonrisa sardónica que sólo consiguió hacerlos despreciarla un poco más.
— Hokage-sama —expresó Homura, Koharu a su lado simplemente asintió.
— Disculpen la hora de la llamada —dijo sarcásticamente la Hokage, casi con burla—, pero he estado deliberando acera de nuestra plática de hace unas horas, y he tomado una decisión.
Los ojos del anciano casi se salen de sus cuencas.
— ¿Firmarás la condena de ese malnacido? —preguntó sorprendida Koharu.
A pesar de la máscara, se pudo ver a Kakashi fruncir el ceño, molesto por el adjetivo con el que se había referido a su antiguo alumno, pero no dijo nada sabiendo comportarse frente a dos de las personas más influyentes de su aldea. Aparte, estaba demasiado interesado en la decisión de Tsunade. Sai y Tenzou, por su parte, se habían inclinado ante la presencia de sus dos superiores para después erguirse y comportarse como ANBUs en toda la extensión de la palabra.
La mirada de la mujer era dura y su voz fue neutra, aunque cargada de resentimiento, retándolos a siquiera intentar contradecirla.
— Ésta es mi decisión, y cuando termine de hablar espero que piensen bien en sus palabras antes de decir alguna estupidez.
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¡Ohioooo! Hola a quien sea que esté leyendo esto. Bueno, la verdad es que yo creía hasta hace unas horas, que mi cuenta en fanfiction había pasado ya a mejor vida. Debido no solo a mi bloqueo mental, si no a mi falta de tiempo. No tengo cara ahora para mostrarme ante ustedes como si nada. Pero bueno, tampoco es como si me fuera a poner a explicar toda la mierda que es mi vida por los momentos (deprimida), pero escribir un fic siempre ha representado una salida fácil ante ello. Y ésta vez no es la excepción. ¡Bienvenidas a ésta nueva historia!
Primero que nada, debo decirles que éste fanfiction está algo así como inspirado en un Doujinshin del mismo nombre, creado por la maravillosa SPICA que amo con todo mi corazón, debido a que cada dou que leo de ella está todo hot y kawaii. [Sasuke: eres una perertida ¬¬"] ¡No lo soy!, Tú lo eres más que yo, así que no te atrevas a culparme de ello. Ah, por cierto: Sasu-chan se ha unido a mi staff :D
Como sea, éste primer capi es corto porque pues… ¡pues es el primero! [Sasuke: no es cierto, eres una floja que prefiere irse a dormir que escribir unas dos páginas más]
Ignoren al guapo vengador. El primer capi es corto porque es como la probadita, como el pedacito para ver si ésta historia tiene un futuro y así, ya saben.
AVISO:
"El zafiro de Harry" (Harry P.) y "Love begets love" han sido retirados por derechos de copyright… ¡Ok no! XD No, no es cierto. Simplemente los borré de mi cuenta porque ya tenían meses olvidados y sus reviews eran pocos, si me animo a continuarlos les prometo que hasta los edito para hacerlos más interesantes. Por lo pronto me enfocaré en "Eternally missed", "¡Detén ya ésta pesadilla!" y éste nuevo bebé que nace ésta madrugada.
Espero que les guste. Un review no cuesta nada, pero me hace sentir muy bien.
Riitsu… ¡OFF!
