Es muuuuuy corto si tienen cosas que decirme háganlo, un HonoUmi para el alma

Quisiera ser yo.

Ve lágrimas recorrer sus rosadas mejillas. Ha vuelto a soñar con Tsubasa.

Cómo le gustaría que se diese cuenta de que todo lo que está y sigue haciendo por ella es mucho más que la promesa que le hizo a una persona muerta.
No podría entender que lo que hay detrás de sus gestos y sus acciones no es sólo protección y amistad. La quiere.

Desde el principio hasta el día de hoy cada que está a su lado la quiere más, pero ella no puede dejar de pensar en Tsubasa. ¿Porque? Eso era tan frustrante para ella.

- No todas las personas necesitan un príncipe, Honoka. - susurró mientras observaba como dormía.

Ella valía más que Tsubasa, había estado con ella desde que eran infantes, habían ganado el Love Live juntas, estuvo en sus momentos de tristeza, incluso se había enfrentado al rechazo de la sociedad y de sus propios padres por ser diferente a lo que esperaban.
Era valiente y hábil, sabía cuidar de si misma, o eso creía porque ahora se sentía más cobarde, débil e insuficiente que nunca.

Quería abrazar a Honoka, besarla y amarla.
Quería pasar todos los días de su vida con ella.
Quería gritarle al mundo que amaba a una mujer y que no se avergonzaba de ello.

Todos esos sueños eran imposibles y que tal vez jamás se cumplirán.

Tomó una manta y tapó a Honoka, que comenzaba a temblar quizás por el frío o por la tristeza que retenía por momentos.

Le apartó el pelo de la cara y la miró. Estaba sonriendo.
Ella también lo hace, protegería esa sonrisa sin importar nada ni nadie.

Se alejó hacia la hoguera, mirar el fuego la tranquilizaba, estar en el campamento con ella a solas era reconfortante y a la vez solitario, lamentaba que Kotori no estuviese con ellas, Kotori le calmaría un poco el dolor de su corazón con su abrazo protector y unas palabras de aliento para no darse por vencida de una vez por todas.

- Te quiero.- oyó.

Se dio la vuelta rápidamente y miró a Honoka sorprendida. Seguía durmiendo.

Sabía que ese "te quiero" era para Tsubasa y no para ella, pero por un instante, todo le pareció posible.