Hola, que gusto saludarlos con mi segunda historia, que por cierto será muy corta. Tratare de no desatender mi otro fic "Lo imposible solo es un poco más difícil" que también es sobre Hermione y Draco. Como ya dije este fic será corto, con capítulos cortos. Espero que les guste.
Todo ocurre después de batalla de Hogwarts, Hermione Granger está casada con Ronald Weasley, no tienen hijos pero si muchos problemas para sobrellevar su relación. Draco Malfoy está casado con AstoriaGreengrass quien lo tiene harto con sus caprichos y formas. Ambos se encuentran un día en una destacada fiesta del mundo mágico y sucede lo que nunca debió suceder…
I-. La fiesta
-quizá si te portaras con más respeto sobre la mesa yo no tendría que decirte como utilizar los cubiertos- dijo Hermione mientras caminaba por los pasillos de un bonito castillo, donde se celebraba una destacada fiesta. Su esposo Ron caminaba detrás de ella evidentemente molesto.
-es que ya sé cómo utilizarlos, no necesitaba que me lo dijeras- dijo Ron mientras ella se detenía.
-pues parecía que jamás en tu vida habías visto un tenedor-
Ron le lanzó una mirada cansada, se dio media vuelta y la dejo sola. Con la pura iluminación de unos débiles lumbrales.
Hermione se sentó en el piso, no iba a llorar, esa no era la primera vez que discutían, últimamente parecía haberse vuelto su pasatiempo. Se recargo en una pared y miro las estrellas, eran hermosas. De la nada escucho unos pasos, que parecía se acercaban a ella, las pisadas le llamaron la atención, eran muy elegantes.
Miro primero a la izquierda y luego a la derecha, no pensó en sacar su varita, por alguna razón olvido que la tenía. Estaba empezando a asustarse, no había nadie más que ella pudiera mirar.
Miro de nuevo a la izquierda y diviso una cabellera rubia platina y unos ojos grises que parecían brillar en la oscuridad. Era Draco Malfoy, se acercaba a ella elegantemente vestido con una túnica de color verde esmeralda oscuro y un traje negro.
-¿Malfoy?- dijo Hermione mirando aquella figura en la penumbra.
-Granger- (siempre le llamo Grager aun después de casada) contesto a forma de saludo- ¿otra vez discutiste con la comadreja?
-eso no es asunto tuyo- contesto rehuyéndole la mirada- ¿no deberías estar con tu esposa?
-discutimos- suspiro. Hermione lo miro sorprendida, jamás había visto discutir a Malfoy con Astoria- si Granger, no eres la única que tiene problemas-
-dudo que sus discusiones sean como las mías con Ron, se molesta por todo-
-no es muy diferente a ti Granger, y si, Astoria es muy…- hizo una pausa para encontrar la palabra correcta- caprichosa. ¿Por qué discutieron?-
Hermione soltó una risita.
-Ron nunca ha sabido comer sobre una mesa-
-todo Hogwarts se daba cuenta de eso- se burló Malfoy.
-¿tú por qué discutiste con Astoria?-
-mi padre quiere un heredero a la fortuna Malfoy y pues… yo también, pero la señorita Astoria no quiere comprometer su carrera de modelo, trato de entenderla pero no veo por qué le molesta tanto cada vez que digo algo sobre tener un bebe-
Estaban manteniendo una conversación sin intentar matarse y en este tiempo ya es normal. Después de la guerra Draco Malfoy no se llevaba tan mal con Hermione y Harry, de quien no se puede decir lo mismo es de Ron. A veces coincidían en fiestas o reuniones y aprendieron a llevarse mejor.
-¿tú quieres tener un hijo?-
-si- dijo en un susurro con un aire de melancolía- me gustaría. Tu aun no tienes ¿cierto?-
-no, y las cosas con Ron no van muy bien, no creo que eso llegue pronto, pero si me gustaría ser mamá-
Hermione empezó a andar por el pasillo solitario a excepción de ella y Draco quien la siguió lentamente observándola con disimulo.
Llevaba un vestido de corte ajustado que resaltaba su figura, el cabello mucho menos alborotado que de costumbre. Malfoy no pudo evitar pensar que ese vestido le entallaba muy bien, igual que el corte de cabello, el maquillaje, los tacones, las curvas, ese collar que hacia juego con su atuendo, sus mejillas sonrojadas y esos ojos miel mirando con timidez… sus ojos MIRANDOLO. Lo había descubierto observándola detenidamente de pies a cabeza embobado.
-¿Qué miras?- dijo Hermione tímida y sonrojada.
-a ti- contesto Malfoy con simpleza. Se acercó a ella, enfocándose en su cara, más aun en sus labios.
Se acercó tanto y tan lento que ambos pudieron sentir un débil roce de sus labios, el aliento de Draco golpeo los labios de Hermione y ella los entreabrió, empezaron a besarse rápidamente bebiendo el uno del otro, sus lenguas se encontraron y juguetearon hábilmente. Draco la sujeto por la cintura acercándola más a él e inclino la cabeza profundizando el beso. No era la primera vez que se besaban, Draco recordaba perfectamente que la primera vez que beso o más bien le robo un beso a Hermione Granger fue en la fiesta de graduación de Hogwarts. Después de vivir juntos todo su séptimo año en la torre de premios anuales, ambos habían desarrollado una atracción mutua, pero Hermione nunca acepto sentir dicha atracción.
En la fiesta de graduación Draco le robo el beso que tanto había ansiado ese año y quedo satisfecho aun cuando espera algo más, pero ella no cedió. Solo que esta vez no lo rechazaría.
Deslizo su mano por la espalda de Hermione desesperadamente en busca de algún ciper, pero se encontró con unos pequeños botones, sonrió, le gustaban los botones. Desabrocho el primero empezando por arriba.
Hermione se separó un poco de él y voltio hacia arriba para verle a los ojos, a sus ojos plateados. Ella tenía una mirada confusa y extrañamente suplicante. Él le sonrió y le susurro:
-no pienses en él, terminemos lo que una vez comenzamos- esta refiriéndose al beso en la fiesta de graduación. Ambos se gustaban desde entonces, pero la terca Hermione no cedió en nada.
La castaña lo siguió mirando, se mordió los labios y asintió silenciosamente. Enredo sus manos detrás de la nuca de Draco y volvió a besarlo.
Hasta aquí el primer capítulo, por favor sigan leyendo y háganme saber su opinión. Se los agradeceré mucho.
Lucia Lovegood
