Sentimientos Ocultos -Parte 2-
Lo que dicta el corazón
Capítulo 1: Buscando a Gertie
Arnold:
Estuve pensando toda la noche sobre lo sucedido el día anterior, tal vez antes no le di mucha importancia pero algo seguía carcomiéndome la conciencia. Todo fue tan repentino, ella diciéndome que yo le gustaba, el vecindario a punto de ser destruido, ¿cómo corresponderle a algo así con tanta presión?
Sí, es verdad, Helga me dijo que todo había sido por la emoción del momento y yo le creí, pero luego recordar cada una de sus palabras comprendí que eso no era por "el calor del momento". Era verdad, pero ¿por qué? ¿Por qué Helga G. Pataki se interesaría por alguien como yo? Ella siempre ha estado para molestarme. "¿Por qué herir a la persona que amas?" pensé. Y así las preguntas seguían rondando en mi cabeza, pero sin duda había una que tenía más peso: ¿Cuánto tiempo llevaba arriesgándose para ayudarme y yo nunca me di cuenta?
Helga:
Luego de lo sucedido en el vecindario tengo una mezcla de sentimientos. Por un lado siento felicidad por el hecho de que él aún no sabe mis verdaderos sentimientos, pero por otro, siento que me duele que aún no sepa lo que siento. A veces solo desearía que me correspondiera, ¿es tan difícil? "Solo deseo eso, nada más", pensé. No es que esté pidiendo gran cosa, apuesto a que si pidiera la paz mundial la obtendría más rápido que una respuesta de ese cabeza hueca.
Gerald:
Al día siguiente me desperté en el mismo vecindario de siempre. Todo estaba perfecto a excepción de una cosa. Llamé por teléfono a Arnold, pues tenía la duda de lo que había sucedido aquel momento en el edificio de Industrias Futuro.
-"¿Qué tal mi viejo? ¿Cómo has estado?"
- "Estoy bien, Gerald"
- "Pues no parece"
-" Tranquilo, todo está bien, no te preocupes."
- "¡Oye Arnold! Escúchame, soy tu mejor amigo, ¿verdad?"
-" Claro Gerald, ¿por qué?"
-" Porque siento que no estás confiando en mí, algo ocultas."
-" Bueno, te voy a contar, pero promete que no te vas a reír"
-" Sí, sí viejo, lo que quieras pero cuenta ya". La curiosidad me tenía como loco.
-" Verás, ¿recuerdas el día que sucedió lo del vecindario?" dijo Arnold con un suspiro al final.
-"Sí, claro que lo recuerdo"
-"Cuando yo estaba encerrado en aquel lugar, ese tal voz ronca me fue a ayudar..."
-"Sí, lo recuerdo perfecto". Esto se estaba poniendo interesante.
-"En realidad descubrí que Deep Voice era..."
Y justo en ese momento pasó lo inesperado: Se colgó… ¡SE COLGÓ la llamada! Mi boca casi se abre hasta llegar al piso.
-"¿Arnold estás ahí? Me había quedado con toda la curiosidad.
En ese momento mi papá gritó -"La línea ha sido suspendida hasta el próximo mes por tus excesivas cuentas y por las de tu hermanita Timberly que ha estado llamando a un concurso por televisión".
Arnold:
-"¿Gerald?". Había colgado, y yo no sabía qué hacer. Estaba desesperado, necesitaba una ayuda grande, esta vez Helga sí me había metido en un enorme problema. ¿Qué podía hacer? ¿A quién podía recurrir? En eso recordé aquel cuento que una vez el abuelo me contó sobre Gertie. ¿Quién era Gertie? ¿Y por qué razón el abuelo le tenía tanto afecto? Debía encontrar esa respuesta.
Bajé las escaleras y en el camino me encontré con la abuela.
-"¿Qué te pasa Tex? Tienes una cara de jinete sin yeguas"
-" Abuela, ahora necesito hablar con alguien, ¿crees que podrías ayudarme?"
-" Por supuesto Tex, tu sabes que no hay problema que tu abuela Gertie no pueda solucionar." ¿Gertie? Acaso ese no era el nombre que el abuelo nombraba en su historia. "Abuela, ¿quién es Gertie?", pregunté con seriedad
-"Pues soy yo tontito, quién más podría ser, Tex"
-"Pero pensé que tu nombre era Pookie"
-"¿No has escuchado de los apodos?". Eso me cayó como un balde de agua fría.
-"Dime una cosa abuela, cuando tú y el abuelo eran jóvenes, ¿se llevaban bien?
-"Mira Tex, cuando Napoleón y la joven Helena estaban en plena primavera, Napoleón sintió la necesidad de controlar Francia…". Y con eso la abuela comenzó la historia de cómo Napoleón conquistó Francia. Bajé las escaleras hasta el comedor y encontré al abuelo y comencé con la siguiente fase de mi plan.
-"Abuelo, ¿es cierto que el nombre de la abuela es Gertie?"
" Sí, hombre pequeño, ¿por qué la pregunta?
-"¿Entonces la Gertie de la que tú me hablaste aquella vez era la abuela? Quiere decir que tú y ella no se llevaban bien"
-"No, Arnold, pero como ya te dije, ella me hacía todas esas cosas, porque quería llamar mi atención."
-"¿Y alguna vez la abuela se te declaró o algo por el estilo?"
-" Mmm, bueno sí, una vez. Todo comenzó en la época de la gran depresión por la falta de pago a los trabajadores de la época. Yo estaba en la escuela, cursando con orgullo el cuarto grado. Me pasaron muchas cosas con tu abuela, cosas que yo al comienzo no le presté mucha atención pero luego llegó el momento en que tu abuela se me declaró y yo comencé a tomarlas en cuenta, fue ahí cuando descubrí las cosas buenas que "Gertie" había hecho por mí y gracias a ello decidí creer que no era tan fea después de todo, y que todo lo que hacía, era por temor al rechazo; tu abuela era una buena persona pero vivía bajo esa mascara para que nadie supiera como era en realidad. Pero bueno... Todo esto me enseñó una gran lección..."
-"¿Cuál?", pregunté con suma atención.
-"Nunca comas frambuesas…". Y con eso el abuelo se fue directo a su "oficina".
¿Qué quería decir todo esto? Helga sentía todo eso por mí o yo estaba haciendo esto más grande y en realidad lo que dijo fue por el calor del "momento".
Helga:
Me encontraba acostada en mi cama, sí, un poco deprimida por el asunto ya antes mencionado. Me sentía un poco fuera de mí, no me sentía correspondida, todo era tan difícil. A pesar de habérmele declarado a Arnold, una presión apretaba mi pecho, como de haber dejado algo inconcluso. Después de todos mis esfuerzos por agradarle, él no me correspondía y nunca lo hizo. De repente sentí una rabia profunda, todo mi amor por Arnold se oscureció y se hizo odio. Comencé a pensar de la forma más negativa posible y ya no sentía nada por él. Agarré mis diarios y mi eterno altar y lo arroje a una bolsa de basura. Todo ese odio encerrado, Lila, Ruth, Summer, el vecindario. Ya no había nada que me recordara a Arnold en mi habitación y así fue como comenzó la segunda parte de mi tortura, una tortura que pudo costarme, y mucho.
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Como lo prometido es deuda, el primer capítulo de la segunda parte de "Sentimientos Ocultos" me costó mucho hacerlo puesto que tenía otra idea antes de la película (Hey Arnold, La Película) así que tuve que cambiarlo.
En fin, aún falta mucho para que se termine este fanfic así que disfrútenlo. ^-^
