Fanfiction adaptado por mi persona, sin fines de lucro, basada en la obra de Wakou Honna y usando los personajes de la obra de Stephenie Meyer, Nozoki Ana y Twilight… ¿Algo más?


Atención, este fanfiction puede catalogarse de animalada...

Remarco que en este fanfiction puede haber actos sexuales que puedan ofender/alarmar/molestar al lector.

Asimismo la ley me obliga a decir que las menores de 18 años (según nacionalidad) deberíais ser buenas chicas y no leer esto.

Si, nadie lo cumple, lo sé...

A quien lo lea... Nadie las obliga, leedlo bajo vuestra responsabilidad.

Yo me limpio las manos.


Isabella Swan


Esta primavera él se había mudado a la ciudad de Seattle para asistir a una escuela técnica de dibujo artístico. Asistir a una nueva escuela y vivir independiente en una nueva habitación. A partir de mañana iniciaría su nueva vida sin preocupaciones.

O eso era lo que él pensaba…

- ¿Ves? – dice Edward, señalando un punto específico de la pared donde hacia segundos él mismo estaba viendo – Hay un agujero justo aquí, ¿Verdad?

- Si, pero no puedo ver nada – responde Emmett después observar un rato a través de ese agujero sin haber notado algún movimiento extraño – ¿Estás seguro que no es algo producto de tu imaginación?

- ¡Demonios, te dije que no estoy mintiendo! – exclama incrédulo al escuchar a su amigo dudar de él. Es imposible que esa extraña sensación sea solo producto de su imaginación. ¡Mierda! ¡Si hasta todos los días podía sentirla!

- Solo es un pequeño agujero – responde divertido al ver la expresión de Edward, era muy fácil provocarlo. Le echa una mirada de nuevo obteniendo el mismo resultado –. Lo que pasa es que te sientes nervioso en tu nuevo entorno – concluye haciendo un ademan con la mano restándole importancia.

Emmett se pone de pie con dirección a la cocina. Mete en la nevera las cervezas que compraron en el camino dejando dos afuera y saca de entre las bolsas unos snacks. Toma las dos cervezas que dejo en la encimera caminando de vuelta donde hacia minutos estaba sentado.

- De cualquier forma vamos a beber – notifica, sentándose en el suelo frente a Edward y le ofrece una de las latas –. ¡Anímate a vivir una libertad solitaria! – agrega en tono burlón levantando su cerveza para brindar.

- ¡Maldición, no acepto esto! – responde Edward con fingida molestia, siguiéndole el juego a su amigo y choca las latas aceptando el brindis.

Le da un sorbo a su cerveza y sin poder evitarlo vuelve a enfocar su atención en la pared.

- Pero estoy seguro que algunas veces puedo sentir que alguien me mira a través de este agujero – comenta, intentando descubrir a través del agujero algún indicio de movimiento que confirmara sus sospechas, sin obtener resultado.

- Sí que eres persistente, Edward – responde riéndose.

o o o

Suelta un gruñido abriendo los ojos lentamente. La molesta luz de la habitación lo había despertado.

- Demonios, me duele la cabeza – gruñe, sintiendo como si su cabeza fuera a estallar en cualquier momento. Había bebido demasiado. Se pone de pie caminando torpemente hacia el interruptor y apaga la luz.

Con la intención de volver a dormir se dirige a su cama; sin embargo, un brillo llama su atención haciendo que se detenga. Mira en dirección a la pared descubriendo que la luz provenía del agujero.

Un momento…

¿Luz? ¿La luz proviene a través del agujero?

Lleno de curiosidad se acerca al agujero y al mirar a través de este abre los ojos tanto como puede. Del otro lado de la pared esta una mujer con una de sus manos metida en su braga dándole placer a su intimidad mientras que con la otra se sube el suéter que lleva puesto y comienza a jugar con sus senos.

¡¿Qué coño?!

Aunque hace poco ese lugar estaba oscuro…

Ella retira las manos de su cuerpo apoyándolas en el suelo. Se acerca a la pared y mira a través del agujero. Cuando sus miradas chocan él logra reaccionar cayendo sentado en el suelo. Emite un chillido de sorpresa. Ella lo vio. ¡Mierda! Corre de inmediato a donde su amigo que está durmiendo para despertarlo.

- ¡Hey, despierta, Emmett! – exclama, mientras lo coge de sus hombros zarandeándolo con fuerza – ¡Es un ojo! ¡Vi un ojo!

- Cariño, bésame – recibe como respuesta de un dormido Emmett. Seguía tan ebrio que ni la llegada del Armagedón lo despertaría.

- ¡Maldición! – exclama ofuscado, colocándose de pie y corriendo con dirección a la salida. Abre la puerta saliendo al pasillo del apartamento y se acerca a la puerta de al lado.

En varias ocasiones ha intentado saludar pero siempre están fuera. ¿Qué debería hacer ahora? ¡Mierda, no lo había pensado! Sin poder evitarlo comienza a sentirse ansioso.

Era una mujer ¿Verdad?; no sería bueno si repentinamente ella gritara…

¡Un momento!

¿En este caso, no se pondrá peor por ser él un hombre?, ¿Qué pasa si ella lo ignora diciendo, "yo no espió"?, ¡¿Y si dice que ella ni sabía que había un agujero ahí?!, ¡Imposible! Ciertamente ella ha visto por ahí muchas veces. ¡Estaba seguro de eso!

Pero… no es seguro que ella viva sola. Si un chico sale por esa puerta de seguro esto se pondrá feo. Suelta un suspiro intentando calmar la ansiedad que le ha generado sus pensamientos y decidido toca el timbre.

De cualquier forma, con total tranquilidad le diría que hay un agujero ahí.

Si reacciona así, "Oh, no me había dado cuenta. ¡El dueño del apartamento es tan irresponsable!". Entonces, simplemente cerrarían el agujero. Pero si lo hace de esta forma, "¡Oh, que sinvergüenza! ¡Me espiabas todos los días, ¿verdad?!". Tendría que pedir por la ayuda de Emmett…

En cualquier caso, todavía seguiría recibiendo el daño. ¡Mierda! ¡Seria señalado como un pervertido por la gente del condominio! Niega sacudiendo fuertemente la cabeza en un intento de alejar esos pensamientos que lo estaban aterrando cada vez más, y respira profundamente armándose de valor.

No importaba que tipo de vieja pervertida resulte ser. ¡La enfrentaría con firmeza y sinceridad! Firmeza y…

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando la puerta frente a él se abre. Queda totalmente sorprendido al ver quién es su vecina.

Que linda, fue su único pensamiento.

- Ah… Soy tu nuevo vecino, Edward… – anuncia farfullando ante la mirada expectante de ella. ¿Qué carajo le pasaba? Por un momento hasta se le olvido porque estaba allí – ¿Sería bueno si pudiéramos conversar un momento?

Sin ninguna conversación a través de la puerta aquella persona salió…

Una joven y hermosa chica de casi su misma edad, de facciones delicadas tocando casi lo angelical, piel tersa y blanca como la nieve, cabello ondulado de color chocolate y unos ojos verdes llenos de inocencia pura.

Vestida con un suéter naranja de mangas largas y hombros descubiertos que escondía el tamaño de sus pechos y la forma de su cintura, y una falda corta morada que resaltaban sus esbeltas piernas dándole énfasis a ese aspecto tan inocente pero ahora con un toque de sensualidad.

Ella lo mira un poco sorprendida y aparta la mirada cerrando la puerta tímidamente.

- ¡Espera! – él logra reaccionar a tiempo impidiendo el cierre de la puerta al meter el pie pero de inmediato suelta un quejido de dolor. El golpe de la puerta fue más fuerte de lo esperado. ¡Demonios! A pesar de verse tan delicada tiene mucha fuerza. Logra abrir la puerta entrando en la habitación. Ella cae al suelo y enseguida se pone de pie dispuesta a huir pero él la retiene sujetándola del brazo.

- ¡Hey, espera! – le pide cuando ella comienza a forcejear para librarse de su agarre. Edward tropieza haciendo que los dos pierdan el equilibrio y caigan al suelo, terminando él encima de ella.

Mierda, esto es malo… Se forzó a seguirla sin pensarlo. Pero… esto es… esto es como si fuera… ¡Que estuviera cometiendo un crimen!

Intenta alejarse de ella pero el brillo de un flash a espaldas de él lo desconcierta haciendo que se detenga. Mira hacia atrás buscando el origen de esa repentina luz y se encuentra con la mano de ella sosteniendo un celular.

- ¡Hey! – exclama, alejándose de ella como si su contacto le quemara – ¡¿Qué demonios crees que haces?!

- Lo mismo va para ti – dice impasible mientras se sienta y coloca el celular a espaldas de ella protegiéndolo –. Qué crees que haces al entrar sin permiso a la habitación de una chica.

Ella tenía un punto a su favor, él no podía entrar de esa forma a su habitación. Aunque esto se podía evitar si ella no hubiese querido cerrarle la puerta en la cara. Sin embargo, lo más importante ahora es eliminar esa foto. Se metería en problemas si alguien la llegara a ver.

- ¡Dame eso! – exige intentando arrebatarle el celular pero ella lo evade muy fácilmente.

- ¡Voy a gritar! – lo amenaza pegando el celular a su pecho.

¡Maldita sea, eso sería peor a que alguien vea esa foto! ¡No podía hacer nada!

Ella lo mira con cautela y él desvía la mirada derrotado encontrando el agujero en la pared al lado de un espejo. Así que cubre el agujero con el espejo cuando no está espiando. ¡Era por eso que usualmente no veía nada!

- Vine aquí para decirte sobre ese agujero – le informa señalando hacia ese punto en la pared.

Ella se ríe tímidamente cubriendo sus labios con el celular y dice sonrojada:

- Así que lo descubriste…

- Veras, espiar a las personas en su "forma más natural" realmente me excita – notifica haciéndolo sentir incómodo.

- Puedo borrar esta foto por ti – dice, llamando su atención –. Pero con una condición.

- Mi nombre es Isabella Swan – anuncia con una sonrisa tan inocente que le causa escalofríos –. Si está bien por ti, Edward. Vamos a "exponernos mutuamente".

Edward abre los ojos tanto como puede. Al comprender lo que ella dijo apenas logra decir:

- ¿Qué…?


Capítulo Editado.