Es mi primer Fic, por favor, no sean muy crueles xD

Este anime no me pertenece, si no, saldrían mis personajes creados , que son mios evidentemente.

Esta narrado en primera persona

Guía:

-Aclaraciones-

-dialogo

(Pensamieto)

Espero que les guste.


-¡Ame! ¡Venga que nos vamos sin ti!-Era la voz de Hikari que grito desde unos pocos metros delante de mi

-¿Eh? ¡Oye que ya iba!- Corrí rápidamente hacia ella y Lucina

-Ame… ¿Por qué lloras?-Con mirada preocupada, se paro delante mía

Yo soy Ame, estudiante de segundo año de secundaria. Soy alegre pero tímida y siempre quiero hacer nuevos amigos. Tengo un largo cabello castaño y liso que me llegaba por debajo del pecho y unos ojos marrones tan claros y grandes que parecían de lobo. Era la más pequeña de edad y alta de las tres.

Hikari es una chica muy enérgica y llena de vitalidad que le encanta el chocolate, a pesar de estar flacucha. Esta en tercer año de secundaria y es morenita con rizos suaves en las puntas. Tiene unos ojos marrones mezclado con verde.

Lucina, a pesar e tener una mentalidad como L, en el fondo era una chica que adoraba estar con nosotras y se divertía. Esta en la clase de Hikari y es una chica bajita y canija, con un largo pelo rizado de color negro y ojos muy oscuros.

Las tres somos amigas desde hace un año y somos otakus. Nos encanta Kamigami no Asobi y hemos quedado esta tarde del viernes lluvioso para probar el videojuego que conseguí descargar xD. Íbamos de camino a mi casa cada una con su paraguas cubierto de la lluvia que caía.

-¿Yo? Mmm...-Me frote el ojo y una lagrima callo de el porque si, simplemente. No pensé en nada que me hiciera llorar.- Será el viento.

-Bueno venga, sigamos, quiero ver a mi amado Hades….- Lucina puso una cara de alucinación que no vi antes, así que, me tronche de risa-

-¡JAJAJAJAAA! ¡ Has puesto una cara muy graciosa! – Me sostenía la barriga del dolor por reírme tanto-

-Bu-bueno ya esta. No te rías…- Se sonrojo y su rostro se veía triste, así que me disculpe y me sonrío.

-¡Niñaaaaa venga ya! ¡Nos esperan los Dioses!-Cojio a cada una de una mano y nos arrastro hasta casa

-Hay…-Lucina se cojio del brazo con dolor-Bruta

-Jope Hikari, me has dejado manca- Fruncí el rostro y abrí la puerta

-Lo siento, juuuu…..Esque son los nervios-entramos en casa, soltamos los paraguas y no secamos antes de encender el ordenador. Sonó un rayo

-¡UAAAAA!- Gritamos todas del susto

-No creo que amaine en un tiempo…-Dijo Lucina mirando por la ventana

-Bue, no pasa nada. La lluvia me gusta-Sonreí y encendí el ordenador

-¡Por fin! Veré a mi Take-Take – Las dos se sentaron a mi lado. Estaban completamente sonrojadas y con los mofletes hinchados. Hikari pego un grito de desesperación en mi oído -¡PERO PON EL JUEGO YAAAAA!

-¡Que ya iba, pesada!- inicie el juego y salio la canción de apertura, también acabe sonrojándome e hinchando los mofletes de la emoción

-Ame, en todo este tiempo, no nos has dicho tu personaje favorito del anime. ¿Cuál es?-Me pregunto Lucina, intrigada

-No tengo favorito. Sinceramente, me gustan todos menos Toht-sama y Anubis.-Le respondí sin ninguna vergüenza – Pero, no os quitare a los vuestros, ¿vale?

-Hmmmmm…Okayy- Me respondió Hikari con una gran sonrisa

-Esta bien- Añadió Lucina

-Pues….¡Comencemos el juego!

Empezamos la historia, donde la joven Yui estaba de camino a casa con sus amigas y una lagrima caía e su ojo. Sus amigas le preguntaron, pero ella dijo que no era nada. Al llegar a casa, saludo a su familia, se cambio de ropa y fue a su templo a rezar. DE repente, escucha una voz que decia su nombre-Kusanagi Yui- La joven se dirigió hacia donde emanaba la voz, y esa voz venia de una espada.

-¡Ah, ahora es cuando se va a la Academia!-Hikari se sobresalto por emoción.

Al tocar Yui la espada, se suponía que se trasladaba al la Academia , pero mientras se teletransporto, un rayo hizo que se fuera la luz, pero el juego seguía ahí, no se apago.

-¿Se ha roto? Porque la pantalla sigue en la misma escena-Dijo Lucina

-Ame, dale a la pantalla a ver si se arregla, anda- Se me dirigió Hikari con una cara de tonta kawaii a mas no poder-Plis.

-Esque si se rompe….

-Te pago los destrozos.-Me lo dijo seriamente, cosa que hacia pocas veces

-Esta bien, lo tendré realmente en cuenta.-Estire con miedo la mano, dado que no quería que me diera un calambre y trastee la pantalla. Me dirigí a ambas mirando al suelo-Se ha roto…

-¡A-Ame! ¡Tu mano traspaso la pantalla!- Lucina estaba tan asustada que me sacudió el cuerpo entero

-¡Que es verdad! ¡Ame, mira por Dios!-Me cojio la cabeza e hizo que mirara la pantalla

-¿Eh? ¿Qué? ¡Uaaaaaaah! ¡Sácame la mano!- La pantalla me estaba absorbiendo y no podían sacarme de allí. ¿Iba a morir?

-Nunu, tu te vas a quedar aquí con Hikari y conmigo por que si- Metió la mano en la pantalla y la absorbía también a ella.

-¡Yo os salvare!-Esfuerzo en vano dado que fue absorbida.

Calladas y con mucho miedo, el ordenador nos absorbió. Todo era negro, sentía una masa suave de aire fresco que recorría mi cuerpo, y acabo ese raro viaje tumbada bocabajo en un césped. Me quede pensando.

(Estoy muerta, shi, me encuentro en el paraíso….¡En el paraíso de los siete mares! NO, esto no es Pichi Pichi Pitch xD) –me reí suavemente- Je je…. (Que asco de vida, en fin, me quedare un rato aquí por si hay alguien, dado que si es el paraíso ha de haber muchas almas, ¿no?)

-O-oye… ¿Oye estas bien? ¿Estas bien? ¿Hola? –Era una mano suave la que acariciaba mi cabello. Pero, no era de mujer, era de hombre.

(¿Quien narices es este?) Me quede quieta por si pasaba de mi, pero el hombre seguía allí.

-Tienes un bello cabello castaño, ¿sabes?-seguía acariciándome el cabello – Oh vamos, ¡que no muerdo, jajaja! Solo tropiezo muchas veces, y me duele a mi o sea que…Jajaja.

(Espera, ¿tropieza muchas veces? ¡Como Baldr! Pero meh, imposible)

-Se tumbo al lado mía y muchos pájaros alrededor suya cantaban. Sin duda me gire a ver el rostro de esa persona-

-Al fin despiertas-Realizo una sonrisa que extrañaba por alguna razón, entonces, tras quedarme unos instantes mirándolo me cojio un mechón del cabello- Oye, ¿estas bien?

-Negué con la cabeza, y mirando al suelo, llore, cosa que no hacia casi nunca-

-¡Ah, lo siento! No pretendía hacerte llorar.-Me abrazo y me susurro – Ya esta, a partir de ahora todo ira bien, yo estoy aquí para ayudarte.

-Apretando su cuerpo, me tranquilice. Y a partir de ahí, le conté lo que paso.-