Disclaimer: CCS no me pertenece, es de las increíbles CLAMP –las cuales amo mucho :)


Siete cosas que odio de ti


Sakura estaba triste, y el clima húmedo que se sentía no le afectaba mucho por el suéter que llevaba puesto, pero el frío de la lluvia le rozaba levemente las mejillas en algunas ocasiones, aunque haya una persona a lado de ella con una sombrilla cubriéndola.

Sakura vio, una vez más, los profundos ojos azules del chico y ella rogándole con la mirada que no le hiciera hacer eso que no quería; pero, una vez más, su mirada no funcionó. Y no es que nunca le funcionara pues era lo contrario, ella en muchas ocasiones ganaba esas batallas de "la mirada con más convencimiento de todas" simplemente, Sakura sabía cuando perdía, las ocasiones que no podía decir "no".

Esta era una de ellas.

—Pero Eriol… ¿estás seguro de esto?

—Así es.

Y ella suspiró, dándose valor. Tocó el timbre de la puerta dónde estaba parada hace solo un instante y los nervios la invadieron de sobremanera. Una niña blanca, de ojos y cabellos negros la vio incrédula por un momento, pero después sonrió abiertamente cuando notó lo que esa señorita llevaba en sus brazos.

—¡Niiko! —Gritó la pequeña con alegría cuando vio a su gato sano y salvo. Lo agarró con fuerzas y lo abrazó tanto que parecía que el pequeño minino explotaría, pero al parecer el animalillo ya estaba acostumbrado.

—Vimos la volante por mi casa, y supe que el gato era tuyo. Mi novia lo encontró mal herido así que espero que ahora esté mucho mejor —sonrió Eriol amable a lo que la niña solo asintió. Les pidió que esperaran un momento para poder ir a ver la recompensa que estaban entregando por el regreso del animalito pero el chico negó sonriendo, porque eso no era lo que querían. Lo que Sakura quería era al gatito, lo había tenido por tres semanas y se había encariñado de sobremanera con él, jugaba con su ropa y mordía sus almohadas, dormía boca arriba y sus patitas quedaban graciosas al aire, Sakura se había encariñado y divertido mucho con el gato, y ahora…

—Será mejor irnos —Eriol apretó amablemente el hombro de ella y la chica asintió triste. Sabía que el gatito tenía dueña, era tan solo que le había agradado tanto —No te preocupes, te prometo comprarte uno.

—Pero yo quería ese.

Reprochó solo recibiendo una sonrisa y mirada llena de calidez. Y Sakura se detestó un momento por ello, por la simple razón de que no podía negarse o replicar algo cuando él, la miraba de esa manera. Llena de comprensión en algunos momentos y sabiduría en otros.

Sakura simplemente no podía negarse a esos ojos. Y en ciertas ocasiones se detestaba por eso.

Por caer rendida y no poder hacer nada ante aquella mirada, pero aún así le amaba.

—Pero que sea blanco con negro —ella le sonrió y Eriol asintió.

Ahora, la siguiente cuestión, es saber donde él encontraría un gato con ese color.


TBC


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