Fecha: 19/07/2010

Resumen:Dos días después de que Harry nace, cosas extrañas comienzan a suceder, ¿fantasmas del pasado o del futuro? ¿Quiénes son realmente Hermione, Harry y Ron?

Disclaimer: No tengo nada de Harry Potter, de ningún libro. No hago esto por dinero, solo por diversión y ni mucho menos. Todo lo que saque del libro pertenece solo a Rowling (no a Warner ni a mí).

Spoilers: En este capítulo solo hay spoilers de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte.

Presente Olvidado

Capítulo Uno: ¿Ella es un fantasma?―

2 de Agosto de 1980

El sol apenas se estaba asomando por las ventanas de las casas de Godric's Hollow. Una casa situada en una calle que salía del pueblo era una de las inusuales, no porque quizá tuviera un jardín muy bien arreglado o por quizá tener una buena decoración interior; era todo lo contrario ya que en esa casa vivían una pareja de magos, una pareja que en sus tiempos en Hogwarts fueron los más populares y que hasta ahora seguían siendo unos grandes magos para su corta edad.

Los vecinos de aquella pareja habían encontrado a la pareja muy encantadores, aunque a veces pareciera que fueran el agua y el aceite. El hombre le encantaba hacer bromas y divertirse al máximo, en cambio la mujer parecía más tranquila y madura (siempre se la veía con un libro). Se podía decir que se complementaban muy bien entre sí, eran como el ying y el yang.

La pareja había recibido hace unos meses la buena noticia: iban a ser padres. Justamente hace dos hijos la mujer había dado luz a su hijo y ya hoy estaba de regreso a casa junto con su marido y su hijo.

Dentro de la casa todo parecía muy tranquilo, la mujer pelirroja: Lily Potter, seguía durmiendo en su cama, todavía recuperándose del parto. Estiro la mano y se tapo la cara con la almohada para taparse del sol que entraba por la ventana. Tras un rato tratando de volver a conciliar el sueño se dio por vencida, apartó la almohada de su cara y estiro la mano hacia el otro lado de la cama donde debería de estar su marido, pero no estaba. Lily parpadeo rápidamente hasta acostumbrarse a la luz, mientras gruñía y maldecía a su marido por haber apartado la cortina se levanto de la cama y camino soñolienta hasta la cuna, pero allí no había nada.

Le entro el pánico, no sabía dónde estaba su bebé y lo quería allí con ella ¡ahora!

― ¡James! ―llamó Lily a su marido, caminando hasta la puerta. Se tuvo que recostar a la puerta, todavía no se había tomado la poción para disminuir el dolor del parto― ¿James, dónde estás?

Tras unos segundos de haber tomado aire reanudo la búsqueda de su bebé. Buscó en la habitación de invitados (que era propiedad de Sirius, el padrino de su bebé) y en la habitación que pronto sería de su bebé Harry, pero no encontró nada. Sabiendo que debía bajar a la primera planta, tomó unas cuantas respiraciones y se cogió del pasamano. Pareció que había durado años en bajar las escaleras, pero cuando estuvo ya en el salón el corazón casi se le paralizó, todas las energías que había logrado obtener se vinieron abajo.

― ¡SIRIUS BLACK! ―el hombre de cabello negro azulado hasta los hombros, que estaba sentado en el sofá con su hijo era el supuesto padrino de Harry, su bebé. Sirius casi dejó caer del susto a Harry, pero logro cogerlo y llevarlo hasta su pecho, con lo que Harry había dejado de reír― ¿¡Qué diablos crees que estás haciendo! ¡Harry acaba de nacer solo dos días! ¿Y TÚ piensas matarlo?

Para el momento Harry había comenzado a llorar por los gritos de su madre y poco después James había entrado al salón mirando la situación, evaluando si debía ayudar a su amigo o no.

― ¡Ves lo que haces! ―continuó gritando Lily―. Ven aquí, cariño ―Lily quitó a Harry de los brazos de su padrino y comenzó a arrullarlo.

―P-pero si… se estaba divirtiendo, Lily ―balbuceó Sirius, mirándola con los bien abiertos.

― ¿Eso lo llamas divertido, Black? Casi me matas del susto al ver que Harry no estaba en su cuna ―dijo Lily ya tranquilizándose.

―Lily, cariño, Sirius no tiene la culpa de esto. Tome a Harry en la mañana para que no te despertara temprano ―intervino James, todavía parado en el mismo sitio.

La cara de Lily se suavizo, pero entonces recordó que James había dejado la cortina apartada.

―Claro… y supongo que dejar la cortina apartada era una manera para que no despertara temprano ―dijo Lily suavemente.

―Bueno… sí, pero… ¡He hecho el desayuno! ―dijo James dándole una sonrisa abierta.

― ¡Eso es genial, Cornamenta! ―dijo Sirius mientras se pasaba una mano por su tripa. Estaba claro que Sirius no comería nada que haría James, pero era mejor que tener que enfrentarse a la furia de la pelirroja.

Lily dio un suspiro y siguió a los chicos a la cocina, no tenía las ganas ni las fuerzas para seguir regañándolos. Cuando llegó a la cocina vio una pila de panqueques quemados en la basura, volvió a dar un suspiro y le entregó Harry a James.

―Ya hare yo el desayuno, no quiero saber que les habrás echado y realmente no siento muchas ganas de ser envenenada, gracias ―dijo sarcásticamente Lily.

―No, el médico dijo que debías estar en reposo una semana tomando la poción ―dijo James mientras colocaba a Harry sobre una cuna.

― ¡Ag! James, sabes que odio que me trates como una invalida, tuve la suficiente fuerza para las escaleras yo sola y…

Lily fue interrumpida al oír a alguien tosiendo detrás de ella. Al darse la vuelta comprobó que era Sirius, tenía en una mano un tenedor con un trozo de los panqueques y la otra en la garganta.

James reaccionó rápidamente y ya tenía un vaso con agua delante de Sirius, cuando Lily estaba a punto de ir a buscar un vaso. Tras unos minutos, Sirius todavía seguía un poco azul, pero al menos ya no estaba tosiendo.

―James… eso… n-no es… comida ―logró decir Sirius.

James se encogió de hombros mientras trataba de contener la risa.

La tarde llegó rápidamente, tras haber terminado almorzando (sí, almorzando) en un pub en el pueblo regresaron a casa. Eran las 15.30 y la casa de los Potter estaba tranquila, Lily estaba sentada en el sofá leyendo mientras que James y Sirius jugaban con Harry, pero al parecer éste no tenía muchas ganas de jugar, sus parpados amenazaban con cerrarse en cualquier minuto, pero su padrino y su padre hacían cualquier cosa para mantenerlo despierto.

―James, lo mejor es lo que lo acuestes, se despertó muy temprano y ha pasado por mucho hoy, debe de estar agotado ―dijo Lily sin apartar la vista de su libro.

James compartió una mirada derrotada con Sirius, tomó a Harry entre sus brazos, que se movió un poco en sus brazos y cerró los ojos por completo. Cuando estaba a punto de subir las escaleras Sirius dijo algo que capto su interés.

―James, Lily, creo que tenemos visita.

Lily dejo su libro sobre el sofá y camino hasta Sirius, James hizo lo mismo con Harry aún en sus brazos. Fuera de la casa, en la calle que salía del pueblo, estaba una chica caminando o más bien siendo arrastrada por algo invisible por la calle.

―Tal vez necesite ayuda… no se ve muy bien ―dijo Lily.

―No lo sé, Lily, con estos tiempos nada se sabe ―dijo James con ceño fruncido, le entregó a Harry a Lily―. Quédate aquí, Lily, Sirius y yo vamos a ver… que quiere.

Sin poder decir nada en contra, James y Sirius salieron de la casa con sus varitas en alto. Lily se mordió el labio mientras miraba por la ventana.

La chica de cabello tupido y marrón se había detenido justo al frente de la casa, sin si quiera percatarse de la presencia de James y Sirius.

― ¿Estás perdida? ―preguntó de repente Sirius todavía sin bajar la guardia.

La chica ni le miro ni le prestó atención, sin embargo dijo:

Harry… ―dijo la chica.

―Hola, ¿necesitas…?

James no había terminado de hacer la preguntó cuando escuchó una segunda voz, pero está era de un chico

Mira. Mírala, Hermione.

No sé qué… ¡Oh!

―Cornamenta, o me estoy volviendo loco o la chica sabe imitar muy bien la voz de un chico sin mover los labios ―dijo Sirius mirando de soslayo a James.

―Ninguna de las dos, Canuto, no me creo nada de esto. ¿Quién eres? ¿Qué quieres? ―siguió intentado James. La chica seguía ignorándolo, mientras miraba la casa detenidamente―. ¡Expelliarmus!

No sucedió nada, el hechizo había atravesado el cuerpo de la chica como si fuera un fantasma. Sirius lanzó un hechizo distinto, pero sucedió lo mismo que con James ¿Es que la chica era un fantasma?

― ¿Estás pensando en lo mismo que yo? ―le preguntó Sirius a James, éste se limitó a asentir con la cabeza.

No entiendo por qué no la reconstruyeron susurró la chica, todavía cautivada por la casa de los Potter.

A lo mejor no se puede. Tal vez pasa como con las heridas producidas por magia oscura, que es imposible curarlas.― había vuelto a decir aquella voz de chico.

De repente una mano apreció de la nada en el aire, que luego se apoyó sobre la verja.

―No dejare que le hagas daño a mi familia ―gruñó James, volviendo a utilizar otros hechizos en vano.

―James, creo que debes regresar a casa, llama a Dumbledore y si las cosas se ponen peor vete con Lily y Harry ―dijo Sirius sin vacilar.

James asintió con la cabeza, pero antes de darse la vuelta y regresar la chica volvía a hablar:

¿No piensas entrar? No parece muy segura, podría… ¡Oh, Harry! ¡Mira!

Entonces de la nada pareció un letrero sobre el suelo, justo delante de ellos. James se mordió el labio, quería leer lo que decía, pero su familia lo necesitaba. Sin mirar atrás corrió a la casa y lo más rápido posible tomo un poco de polvos flu, metió la cabeza en la chimenea y llamó por Dumbledore.

Fuera Sirius seguía mirando a los chicos, no muy seguro de si debía mirar el letrero de madera, si era todo una trampa y cuando mirara la chica y el chico se lanzarían sobre él y luego por los Potter, su familia. Echando un rápido vistazo logro leer lo siguiente: en este lugar, la noche del 31 de octubre de 1981, pero entonces el letrero desapareció, asustado miró hacia arriba esperando ver a la chica apuntándolo con la varita, pero cuando alzó la cabeza no había nada, la chica había desaparecido y quizá también el chico. Se quedo unos segundos comprobando que no estaban por la zona y regreso a la casa.

―Por favor dime, James, ¿Qué es lo importante que tienes que decirme? ―escuchó decir la voz de Dumbledore cuando entro en el salón.

Lily estaba sentada en el sofá, tenía un tic en la pierna mientras seguía cargando a Harry, Dumbledore estaba mirándolos preocupado y James parecía estar encontrando su propia voz.

―Albus, no sé… no sé lo que sucedió allá fuera, tratamos de hablar con la chica pero no escuchaba, luego intentamos lanzar un hechizo porque pensábamos que eran mortifagos, pero el hechizo no le hizo ningún daño, como si fuera un fantasma ―dijo James mientras se pasaba la mano por el cabello.

―James, hijo, cree que tienes que contármelo desde el principio ―dijo Dumbledore con calma.

Sirius terminó de entrar en el salón y junto con James contó lo que había sucedido al frente de la casa. Dumbledore los escuchó atentamente mientras se pasaba una mano por la barba, tenía ese extraño brillo en los ojos que no le gustaba nada a Sirius ni a Lily.

―Es extraño, nunca había oído hablar de esto alguna vez ―dijo Dumbledore mirándolos intensamente―. Lo que me extraña es que el chico invisible tuviera el mismo nombre que su hijo.

― ¿Qué quieres decir, Albus? ―preguntó alarmada Lily.

―Nada por el momento, querida. Buscare algo que nos ayude con todo esto y si ocurre esto otra vez, llamadme lo más pronto posible. No creo que esto sea muy peligroso, si el hechizo traspaso a la chica como si fuera un fantasma, puede que realmente sea un fantasma ―dijo Dumbledore mirando por la ventana la parte de delante de la casa.

― ¿Pero por qué estarían aquí? ¿Sus antiguos propietarios? ―preguntó James mientras tomaba la mano de Lily―. Bathilda nunca nos dijo que viviera aquí una chica antes.

―No lo sé, James y eso es lo que me preocupa ―dijo Dumbledore―. Ahora, creo que debo volver a Hogwarts y buscar algo que nos ayude a entender esto. Lo hare lo más rápido que pueda.

―Gracias, Albus ―logró decir Lily.

Dumbledore les sonrió, se levanto y camino hasta la chimenea, pero antes se dirigió a Sirius.

― ¿Hay algo más que quieras decirnos, Sirius? ―éste pareció sorprendido por la pregunta e inmediatamente negó con la cabeza. Dumbledore asintió con la cabeza―, bien. Por cierto, no veo por qué no Remus pueda saber sobre esto.

James asintió con la cabeza. Dumbledore echó un último vistazo a la familia y entró a la chimenea de regreso a Hogwarts.

FI

¡Hola, al que este leyendo! Está es mi primera historia, jamás he escrito en mi vida (lol), me gustaría que me dierais vuestra opinión. Siento si hay errores, apenas tengo 14 años y estoy aprendiendo un poco (si ya sé, no es una escusa muy buena, pero es la que tengo a mi favor).

Decidme si demo continuar, es muy importante, me he basado un poco en Un pantallazo del futuro de PaulaB y de Apparated (siento, pero no me sé el nombre del autor).

Yo quise hacer uno por mi misma y a ver qué os parece Si demo continuar o no.