Hola a todos, una nueva historia. Es una colección de drabbles, o cuentos sumamente cortos en diferentes puntos de vista. La pareja me salió slash, no era así como lo planeé, pero me sonaba a un reto. Bueno, yo me divertí escribiendo esto, espero que a ustedes les divierta también. El primer capítulo: Yamato.
Juro por mi vida que realmente puedo sentir mi estomago retorciéndose viendo a estos idiotas. Entiendo que sean felices, lo entiendo, pero, ¿tienen que restregármelo en la cara? Las personas felices deberían de ser más cuidadosas y no dejar que su felicidad haga miserables a los miserables bastardos sin gloria como yo.
Dejen de fingir. Saben muy bien a lo que me refiero, y lo que es más: Tengo razón. ¿ O ustedes no tienen un amigo que no importa que pase siempre sale ganando? ¿O una amiga que se atraganta a cada oportunidad que tiene, no se levanta ni siquiera por el control remoto y aún así logra tener el culo más genial en 40 kilómetros a la redonda?
O aún peor: La pareja verdaderamente enamorada. ¡La puta que los parió, como los odio!
Y sencillamente no puedes estar con ellos, muchísimo menos cuando estás con tu novia. Los ves mirarse a los ojos con amor y sientes que vomitas. O la forma en la que de hecho sí prestan atención el uno al otro… De pronto tienes que darte cuenta: 'Si no dejo de salir con este para de imbéciles hedonistas egocéntricos prozaqueados (1), ¡van a hacer que corte con mi propia novia!'
Pero esa no es la peor parte. La peor parte es la culpa. No puedo, por más que intente, ¡y vaya que lo intento!, no sentirme culpable. Porque por más que me enfermen, los amo. Y entonces me siento como el cabrón más envidioso del planeta, sin mencionar como un hermano y mejor amigo de mierda.
Luego me odio yo mismo. Debería estar feliz por ellos, pero mi noviazgo con Sora no está yendo a ninguna parte.
Desde aquel concierto en donde hicimos de teloneros hace algunos años mi banda no ha hecho nada digno de mencionarse. Es más, a duras penas nos soportamos.
Soy un estudiante mediocre en una relación sin futuro con una banda de garaje y sin proyecto de vida.
"¿Tú qué crees, Matt?" Tai me pregunta sonriendo como el subnormal que es. Obviamente no tengo idea de qué es lo que quiere saber. "¿Qué creo de que, Tai? No te estaba escuchando."
El pendejo de TK me golpea en la nuca. "No nos has hecho caso en una hora, pon atención y deja de ser un pendejo, pendejo." Me dice presumido el enclenque. En menos de cinco segundos tengo atrapada su cabeza en uno de mis brazos mientras froto mis nudillos contra su cráneo. Tai se ríe de nosotros y voltea los ojos. Mentiría si digo que TK no ha crecido bastante, pero aún así me las arreglo para mantenerlo ahí cerca de un minuto.
Cuando mi hermanito por fin logra soltarse me echa una mirada 'fulminante´ por unos cuantos segundos, pero luego de eso ninguno de los dos puede parar de reír. Tai mira la televisión, hay una pelea entre un luchador mexicano y un taekwondoca japonés. TK se le va encima y empieza a tirarle golpes juguetones a diestra y siniestra: "¿Por qué no me defendiste, pendejo?"
Tai recibe unos cuantos puñetazos antes de que logre atrapar ambos brazos de mi hermano detrás de su espalda. "Bueno, tal vez si no fueras tan nena no tendría que defenderte, maricón." TK forcejea un poco más en el regazo de Tai, tratando de soltarse, pero Tai continua. "Además tú tampoco me defendiste cuando a Kari le bajó la regla y destrozó mi cuarto. Sólo a ti te hace caso… Así que creo que estamos a mano."
Ahí van otra vez estos idiotas. Se quedan mirándose a los ojos, completamente embobados, perdón, enamorados. Tai es el que se acerca a besar los labios de mi hermanito. Sin si quiera pensarlo les aviento un cojín del sofá. Díganme juicioso cuadrado o cabrón, pero ver como mi mejor amigo se fornica a mi hermanito no es algo que quiera hacer.
"¡No estés jodiendo, hijo de puta!" Grita Tai un segundo después de que un certero cojinazo a la cara interrumpiera el beso. Yo empiezo a reír… después de todo es como ya dije: Amo a estos imbéciles.
Bueno, ahí está, como la vez pasada hubo ciertas incógnitas ahora trate de usar un lenguaje un poco más universal en el mundo de habla hispana. Salvo esto: Prozaqueados: del verbo inexistente "prozaquear". Dicese de aquellos que ingieren "prozac" droga generalmente dada a los enfermos bipolares y que supuestamente tiene el efecto de poner a todos felices.
Bueno, ahí está. Ojala les guste, pueden esperar otros capítulos, si les gustó, dejen un Review por favor.
