ONE SHOT. UNA MINI IDEA QUE ME SURGIÓ, COMO SERIA UN REENCUENTRO ENTRE WILLIAM Y GRELL DESPUÉS DE HABERSE SEPARADO.


Un punto "rojo" en un mar negro, la monotonía, hacia ya una década de que Grell se había marchado, no más lagrimas, no más dolores de cabeza ni horas extra, no más rojo, no más Grell, un error tonto los separo, el orgullo los venció. Centenares de cartas sin enviar, llamadas sin realizar, un cambio de sucursal y pensaron todo ya olvidado, la "vida" sigue, la muerte también. Los amantes van y vienen, las almas se cosechan, juzgan y almacenan.

Una misión en el extranjero, "un nuevo comienzo", William puede divisar a lo lejos esa melena de fuego, su ex-subordinado, ex-amigo y ex-amante.

Grell puede sentirlo, lo creyó olvidado, pero sus ojos se iluminan, su primer impulso es correr, pero decide no hacerlo, ambos están dudosos de actuar, no están seguros, ¿sera?, ¿no sera?, uno en un millón las casualidades no existen, el destino los ha reunido otra ve.

-Will... William.- saluda tímido el pelirrojo.

-Sutcliff.- William parece indiferente.

-Ha sido un largo tiempo ¿no?- sonríe Grell.

-bastante.- se aclara la garganta el segador obscuro.

Ambos quieren abrazarse, pedirse perdón, aprovechar el momento, pero no, son muy débiles para eso, una reverencia pequeña y ambos siguen su camino como si nada importante hubiese existido para ambos en el pasado, ahora son dos extraños.

-Will...-Grell se detiene y llama a su colega, William se detiene pero no voltea, de verdad desea que esto no este pasando, sus vidas son mejores ahora por separado, no quiere caer en el amor, el es un hombre sabio, suspira y voltea.

-Will, si no tienes nada que hacer, ¿crees que podríamos tomar un café?.- la muerte roja sugiere en un intento de arreglar las cosas.

-Lo siento Sutcliff, por el momento no puedo.- William se maldice por dentro.

-Oh, esta bien, hasta luego Will.- Grell se siente idiota, debió haberlo sabido. Nuevamente los hombres se despiden y continúan con su camino.

-Pero si gustas, podemos ir a comer juntos mañana, ¿donde te alojas?.- William habla con una sonrisa en su rostro estoico, una sonrisa que solo Grell puede descifrar.

-Oh Will!- Grell reprime un grito y un abrazo, no, es muy pronto, mañana sera el gran día. Grell saca un papel y anota su dirección, entrega el trazo de papel al moreno. William lo guarda con recelo, ahora es lo más valioso que tiene. Ambos se despiden nuevamente y se marchan en direcciones contrarias.

Después de todo William nunca fue un hombre sabio y ellos no eran dos extraños.


¿QUE LES PARECIÓ MUY CORTO LO SE PEROOO SIIII LES TRAERÉ MÁS SECUELAS, ESTO TIENE CONTINUACIÓN, IGUAL DE CORTO YA SABEN. LOS AMO BYEE.