Desearía oír tu voz.
¿Si no hubiera conocida es parte tuya estaríamos bien?
Alice quien se encontraba encerrada en su habitación, acostaba boca abajo en su cama dejando salir sonidos audibles, ella solamente pataleaba con furia. Ni ella misma sabia que hacer en momentos como este. Solamente le venía a la mente esa pregunta, y eso le hacia revólver mas sus pensamientos. Afuera de su habitación se encontraba su hermana gemela pegada contra la puerta abrazando sus piernas esperando que le abriera, le dolía ver a su querida hermana en ese estado. Sin embargo, la azabache se levanto para tomar la almohada y lanzarla a la pared, dejando ver sus ojos cristalinos.
¿Cómo había llegado a este punto?
Es verdad, ya recuerdo.
Flash Back
Justamente hoy se cumplía un año.
La chica de mirada amatista, llevaba en sus manos una caja de regalo de color rojo con un moño blanco encima. Esta seria la primera vez que se atrevería darle un regalo algo no muy típico de ella, pero anteriormente su amiga Sharon le había dicho que esto se hacía en casos como estos. No parecía mala idea, después de todo ya casi llegaba al punto de encuentro con esa persona. En su interior se hacia preguntas dudosas de si le gustaría el regalo que había escogido con tanto esmero.
Un poco más.
Se supone que casi darían las tres y media, y ella debió haber llegado hace media hora, por lo cual esperaba que no estuviera molesto. Aun así, en medio dl camino a solo pasos de llegar sentía un mal presentimiento. ¿Por qué?
El lugar en que se habían situado era el parque junto a la fuente, justo cuando se paro frete a este y no vio a nadie, se hizo la idea de que seguro se le había hecho tarde como a ella, esta seria su oportunidad de hacer quedar como ella ahora la mas responsable de los dos, pensó la chica. Pero antes de hacer otra cosa observo que al otro lado de la fuente se encontraban dos figuras más, posiblemente otra pareja. Decidió ignorarlo, pero hubo algo que la llamo la atención y fue que vio un mechón de cabello algo conocido. Esta da unos pasos para rodear la fuente, sin saber lo que se encontraría.
No.
El regalo callo al suelo, mientras tanto la azabache mantenía sus ojos fijos en esas dos figuras ante ella. No podía creer lo que estaba viendo, parecían una linda pareja. Sin embargo, había algo mal ahí.
— ¡OZ!
Grito la chica ya que no se quedaría parada, así como así, lo cual llamo la atención de los dos de enfrente un tanto impresionados por su aparición. Causando un ambiente pesado entre estos tres, el mencionado solo la miro.
— ¿Alice?
— ¡¿Qué haces con ella?!
Señalo a la chica albina quien se ocultaba detrás del rubio.
— Te puedo explicar Alice so…
— ¡CALLATE! —exploto la azabache mientras lagrimas intentaban llenar sus ojos, lo cual era impedido por una rabia incontenible—. ¡No hay explicación! ¡La estabas besando! —se acerca al chico rubio propinándole una cachetada sonora—. ¡No quiero escuchar nada de ti! ¡Me queda claro todo ahora!
Echo quien se había quedado como piedra, ante todo, decide por fin hablar.
— Alice deberías calmarte…
— ¡Tu ocasionaste esto! ¡¿Por qué besas a mi novio?! —poso sus ojos amatistas con ligeras lagrimas de estos—. ¡Se supone que es mío! ¡Mio! ¡No tuyo! —lleva ambas manos a su cabeza dando pasos atrás—. ¿Por qué Oz?
Baja su cabeza ocultando sus ojos gracias a su cabello largo, para solo escuchar silencio por parte de ambos.
Con que eso era.
— Alice lo siento…
Suspiro el rubio quien solo tenia la mirada en el suelo.
— Tu… —alza su mirada poco a poco para verlo—. ¡Tu!
Sin previo aviso se lanza sobre el para golpearlo, lo cual hace que ambos caigan al suelo, la albina quien solo era espectadora no hizo nada. Oz quien solo soporto unos cuantos golpes, el agarro fuerte de las muñecas e invertir la situación.
— ¡Basta Alice! —grito finalmente el rubio, ya arto de todo—. ¡Yo no soy tuyo! ¡No soy tu propiedad! ¡Estoy cansado de tus berrinches de todo! ¡No puedo estar contigo todo el tiempo! ¡Ya deja de ser infantil! —toma algo de aire para calmarse por uno segundos y poder ver a la chica—.
— Entiendo Oz…
No tarda en darse cuenta de sus palabras, así que intenta remediarlo.
— Yo Alice…
— Lo entiendo… —dijo en voz baja—. Suéltame por favor…
El rubio lo hizo para levantarse y alejarse unos pasos atrás, en momentos así era bueno alejarse de aquella castaña. A su vez ella igual se levanto para limpiarse sus lagrimas que caían y no paraban de caer. Era muy doloroso. Y aun así se dio vuelta para tomar el regalo que había dejado caer y volver a tomarlo en sus brazos. Dándole la espalda a los dos.
— Sabes, este era un regalo para ti… Supongo que ya no tiene importancia. —guardo unos segundos de silencio—. Pensé que estarías conmigo y no fue así —se voltea a verlo con aquellos ojos cristalinos—. Te odio Oz.
No quería decir más, así que solamente salió corriendo con todas sus fuerzas a su hogar, dejándolos atrás.
Fin del Flash Back
La chica de cabello castaño quien ya se había tranquilizado por unos momentos se sentó en la esquina de su cama observando una de las esquinas de la habitación, no sabia que tanto había llorado y no le importaban lo mas mínimo, sus ojos se posaron en una caja de color rojo que se encontraba en el suelo. Pasaron varios minutos para que ella reuniera la fuerza suficiente para que pudiera ponerse de pie y caminar hacia su puerta, al abrirla se encontró con su hermana gemela sentada observándola.
No dijo nada.
Alyss se levanto del suelo y se acerco a su querida hermana abrazándola. No quería que ella sufriera por una cosa así. Pero por alguna razón sentía que Alice había perdido algo.
— Yo me siento tan tonta.
Soltó de repente la chica con una ligera sonrisa, sin responder el abrazo.
— Alice…
Duele mucho.
Escuela Superior, cafereteria.
Pasado una semana después del incidente, ella no tuvo el valor de volver a la escuela puesto que ahí los vería a los dos, y aunque ella lo negara dolía. Sharon su amiga la había convencido de regresar sino por ella jamás lo hubiera hecho y es algo que agradecía, así se dio cuenta de quienes eras las personas que de verdad la apreciaban. En todo el inicio del día Alice a tenido un humo de perros, desde que llego solo le ha gritado a todo el que se le cruce en el camino, come mas de lo que debería bueno más de lo que han visto comer. Y es que a la azabache no es que le importara mucho, es solo que su ira no había disminuido ni un centímetro.
— Alice, deberías controlarte.
— Bah
Siguió comiendo el plato lleno de comida sin darle importancia.
— Ya paso una semana y sigues desquitándote con quien no tiene culpa.
— No digas nada Sharon.
En ese momento entran al comedor los causantes de los malos tiempos de comer de Alice, estar juntos los tres en el mismo lugar solo causaba más tensión entre las cosas, y para eso la azabache decidió prestar mas atención a la comida. Aun sentía mucho dolor con tan solo verlos. Y al parecer el día de hoy estaba en su contra puesto ue los dos se pusieron frente a ella.
— ¿Alice?
La llamo el joven rubio, sin embargo, la chica solo se quedo callada. En cambio, Sharon solo lo miraba molesta.
— ¿Qué buscas ahora Oz? Ya hiciste mucho aquí será mejor que te vayas.
Ella no se quedaría de brazos cruzada, cuando se entero casi iba a la casa del Vessaliuz matarlo si no fuera por la intervención de su querida amiga Alice, puesto que no quería que se hiciera más grande el problema.
Pero es no se podía quedar, así como así
— Tu no te metas en esto es problema de Oz y Alice.
Pidió Echo.
— No me digas que hacer y menos tú.
— Quien diría que Alice no puede resolver sus problemas sin que te estés metiendo.
— Lo hago porque me importa.
Ambas se miraban molestas hasta que de un momento a otro la azabache se había lanzado contra la albina quedando encima de ella, empezando una pelea. Si una pelea una cosa es que ella se metiera en su relación, pero no dejaría que molestara a Sharon.
— ¡Alice!
— ¡Echo!
Ambos intentaron separarlas, pero no podían ya que cada una se mandaban golpes los cuales solo tenían una sola intención dejar a alguien con el ojo morado, todo esto causo una gran conmoción en la cafetería donde todos se reunieron para ver la pelea, y otros fueron a buscar ayuda para que las separaran. No tardo para que ambas fueran a parar a la dirección de la escuela. Echo quien esta era su primera vez en un pleito así solo de le dejo ir con una advertencia de que, si pasaba otra vez, seria iría suspendida por tres días en cambio Alice tenía un historial ya marcado en el colegio por lo que esto causo no solo que la suspendieran. Fue peor para ella fueron a llamar a su madre la cual no dudo en dejar su trabajo e ir a la escuela lo más rápido que le permitió.
Estaría suspendida hasta nuevo aviso.
No solo por el hecho de que siempre terminara destrozando todo, el que se acabara la comida, que siempre se terminara peleando cada tres veces al mes, que siempre retara a todos incluyendo los maestros. Nadie soportaba los berrinches de Alice. Ella debía cambiar para volver en si a la escuela. O eso fue lo que dijo la directora.
Casa de Lacie, New York
— ¡Suspendida!
— Yo…
Lacie miraba a su hija con los brazos cruzados y una mirada vacía, esperaba muchas cosas de castigos que le pudieron haber dado. Sin embargo, no esperaba llegar a este grado. Alice se encontraba sentada en uno de los sillones de la casa con la mirada en otra parte con algunos moretones poco notables en su rostro.
— Alice ¿Por qué?
— Ella se lo busco.
Así nunca tendría una respuesta así que solo tomo aire uno segundos, ya anteriormente había pensado corregirla, pero no pensaba que ese momento seria ahora. No tenía otra opción.
— No pensé llegar a este extremo, pero esta decidido —sonrió de manera arrogante algo típico de ella—. Te iras con tu tío Oswald.
— ¡¿Qué?!
— Lo he dicho te iras con tu tío Oswald.
— ¡Pero él vive en Inglaterra!
— Eso no importa, aprovechando que no iras a la escuela hasta previo aviso estarás con él, ya que si te quedas aquí solo estarás de floja.
Sonrió dulcemente su madre.
— ¡Eso es lo que quiero!
Reclamo la chica de ojos amatista, no quería ir con su tío. El solo hecho de estar lejos le aterraba aparte odiaba ir a Inglaterra. Odiaba el campo, y mas si tenia que estar en esa enorme casa sola. La razón es que ella era una Baskerville una familia que era reconocida por la industria de barcos que tenían, aparte de tener varias industrias a su servicio, el hecho que todo estaba a cargo de su tío. A diferencia de su madre que era mucho mas liberal, una de las razones por la cuales ella dejo su hogar y se instalara en Nueva York.
— Le avisare a tu tío que iras en dos días, así que ve y prepara tus cosas.
— ¡No me estas escuchando!
— Alice, se que tu enojo no solo se debió solo a eso, esto igual es por Oz.
Hablo su madre con una voz más seria y mirándola fijamente con esos ojos rojos que ella poseía. Con los que se podía sentir que veía su interior.
— Yo…
No pudo continuar puesto que sintió los cálidos brazos de su madre rodear su cabeza, aunque lo negara no podía. Amaba que la abrazara, así que esta vez correspondió el abrazo de su madre dejando salir algunas lágrimas.
¿Por qué dolía mucho?
¿Así se siente amar?
New York, Aeropuerto 6:00 AM
Los aviones se ven por la ventana transparente, unos van y llegan. Es lo que puede ver Alice quien se encuentra sentada esperando la hora de partir. A su lado se encontraba Sharon quien solo la miraba con algunas lágrimas en sus ojos.
— ¡Alice! —se abalanza sobre ella—. No quiero que me dejes de escribir correos.
— S-si hermana mayor Sharon
Odiaba llamarla así, pero desde que le había dicho, esta le hizo prometer que durante el tiempo en que no estuviera la llamaría hermana mayor Sharon, si no se enfrentaría a la furia de ella y es algo que no estaba gustosa de ver.
— Je ambas son tan graciosas…
Igual a su lado se encontraba su hermana quien solo esbozaba una sonrisa ante la escena, era algo tierno y a la vez triste.
— Están seguras de que no podrán estar seguras para mi
Rio la azabache mientras se cruzaba de brazos. A su lado se encontraba su madre quien solo suspiraba.
— Claro, sin ti no sería lo mismo, aunque…
— ¿Qué?
— Hacia abría más comida.
— ¡Mamá!
— Tal vez también puedas aprender modales
— ¡Sharon!
— Es la verdad Alice
— ¡Las tres son muy crueles!
— Tranquila hija —le dijo de manera retadora su madre mientras le extendía una pequeña caja dorada—. Antes de irte ten.
— ¿Un regalo?
— Un recuerdo para que no te olvides de que estamos aquí hermana
Sonrió Alyss quien colocaba su mano sobre el hombro de la gemela castaña.
Y así prosiguieron por unos cuantos minutos más, bromeando como siempre lo hacían. A pesar de todo había cosas que nunca podían cambiar. No tardaron en avisar que el avión pronto se iría a Inglaterra, y eso trajo que el trio de chicas se mirara mutuamente. Alice tomo su maleta para caminar a la puerta, sin olvidar a su querida familia.
No importaba lo que costara le escribiría mensajes a Sharon para que se mantuviera relajada, también a su hermana quien era la que mas le preocupaba. Sin embargo, su madre era otra historia. A pesar de todo igual lo había meditado toda la noche y posiblemente el viaje seria algo bueno para ella.
Odiaba admitirlo, pero el dolor no desaparece aún. La razón de por que este amor que siente es fuerte es el hecho de que Oz fue uno de los primeros amigos que hizo en la primaria, el hecho de que siempre la alegrara, hicieron muchas cosas juntos.
Antes de irse hecho un ultimo vistazo por la ventanilla del avión su hogar, para ir con su familia. Algo duro, pero necesario. Dio una leve sonrisa al ver que la tierra se alejaba mas haciendo ver todo muy pequeño.
Pero bueno, ahí dando inicio a otra historia que mas seguro que no llegue a terminar :"v
De igual forma lo intentare, por alguna razón me dio ganas de darle inicio a un romance.
Si tienen algunas dudad aquí las aclaro.
Las gemelas tienen 17 años.
Sharon ronda de la misma edad que Alice.
Echo y Oz tiene 18 años.
Con el paso de los capítulos saldrán mas personajes, eso esperemos. Y claro sin el romance esto no seria posible. Debo decir que abra muchas parejas xdxd
Comenten y digan que tal va la historia.
Sus comentarios son muy importantes y ustedes lo sabe :3
