Disfraz de Dragón.

Cuando la capitana del décimo escuadrón, Kurosaki Karin, fue asignada a darle una ayuda a la shinigami sustituta Kuchiki Rukia de Karakura con el repentino incremento de hollows de alto nivel en la zona, fue bastante emocionada por poder pasar un largo periodo de tiempo en el mundo humano, pues hace muchas décadas que no iba, y menos desde que se convirtió en capitana por la muerte de su padre a una edad muy joven aun y aunque era considerada una prodigio.

Kuchiki Rukia, mejor amiga de su hermano y teniente Kurosaki Ichigo, era una mujer muy agradable y se llevaban especialmente bien desde que le devolvieron sus poderes después de 17 largos meses. Trabajaban muy bien juntas pese a que Karin no tenía mucha experiencia con humanas, excepto…

Suspiró nostálgica al pensar en él. Hitsugaya Toshiro, un compañero de clase de Rukia con el que se había cruzado un par de veces antes de la pérdida de los poderes de la shinigami sustituta. Él era un humano con alto reiatsu pero no había formado parte de los que fueron a rescatar a su hermano cuando casi lo ejecutan pero que sí constantemente estaba metido en problemas con cosas que tenían que ver con el mundo espiritual. Era un niño genio y por eso estudiaba en preparatoria junto con la mejor amiga de Ichigo, la última vez que lo vio tenía doce años, ahora debía tener unos catorce.

¿Cómo estaría él? ¿Seguiría enfrentándose a hollows solo cuando era absolutamente necesario o seguiría su consejo y protegería a quién pudiera pese a que podría ser un poco peligroso? Ahora que lo pensaba sugerirle eso no fue muy buena idea, pero había madurado mucho en estos dos años, cosa rara para un alma, y se preguntaba cómo estaría su amigo humano.

Puso toda su concentración en rastrear su reiatsu, pero no pudo hacerlo sino hasta después de realmente no respirar por un momento para identificar donde estaba. Wow, sin duda él se había vuelto mucho mejor en ocultar su reiatsu, incluso para una capitana como ella.

No se molestó en disimular sus ansias de verlo y corrió a todo lo que daba su shunpo hasta llegar frente a una pequeña y pintoresca casita con flores en la entrada aparte de un huerto de zanahorias. ¿Tal vez debería haber traído su Gigai? Se encogió de hombros y golpeó a la puerta de todos modos, sonriendo al ver unos sorprendidos, enojados y avergonzados ojos turquesas recibirla, pero su sonrisa se desvaneció al mirarlo con más atención. Esos ojos extravagantes sin duda se veían como los que pertenecían a su amigo… pero ella no recordaba que él alguna vez se haya visto antes como una gran lagartija azul y que aparte tuviera otro par de ojos rojos.

-Umm… ¿Toshiro?- pestañeó perpleja.

-Es Hitsugaya para usted, capitana Kurosaki.- murmuró molesta la voz de su amigo metida en esa extraña criatura junto con sus bonitos ojos que a ella siempre tanto le gustaron. -¿Por qué? ¿Por qué de todos los días tenías que aparecerte hoy? ¿Acaso tienes alguna especie de radar para encontrarme en mis momentos más humillantes?- las garras de apariencia peligrosa de la criatura temblaron a sus costados. –Te esperé por meses y años y justamente HOY vienes.-soltó un gemido lastimero. –No sé ni por qué me sorprendo, el destino hace mucho que dejó claro que me odia…-

-¿Me esperaste?- sus mejillas se tiñeron levemente de rosa, pero sacudió la cabeza y miró curiosa a lo que aparentemente era su mejor amigo. –Espera, ¿por qué estás atrapado en esa extraña criatura? ¿Te comió? ¿Lo estás poseyendo? ¿Se fusionaron?- entró a la casa cerrando la puerta tras ella y mirándolo de todos los ángulos, pero luego cayó en cuenta de algo. -¡Oye! ¿Cuántas veces te he dicho que no seas tan formal y me llames Karin, Toshiro?- se llevó las manos a las caderas.

-No sea ridícula, capitana Kurosaki.- oyó un suspiro. –Esto no es una extraña criatura, es un dragón, y aparte, es solo un disfraz. En la escuela habrá una estúpida obra de teatro mañana y me obligaron a ser el estúpido dragón-príncipe solo porque llevó una baratija en forma de dragón como accesorio de mi celular. Los odio.-

-¿Dragón? Oh… dragón.- recordó algo de esas bestias en los libros de la academia. –Entiendo. Y… ¿exactamente qué es una obra de teatro?- se sentó en su sofá sin esperar invitación.

Oyó otro suspiro, esta vez más exasperado que el anterior, y de repente la parte del cuello y cabeza del dragón fue removida por las garras dejando a la vista una mata alborotada de cabello blanco no tan puntiagudo como recordaba, entonces él volteó hacia ella.

Karin se quedó sin aliento, de repente dándose cuenta de lo mucho que él había crecido al ver los rasgos afilados de su bello rostro.

Su boca comenzó a moverse y… oh, qué boca tan carnosa, roja y sensual… tentadora. Sus ojos la miraban fijamente, intensamente, haciéndola preguntarse sí podía ver el interior de su alma, conocer los no tan inocentes pensamientos que ahora mismo corrían en su mente. Él era más alto, ¿cómo no lo notó antes? Sus ojos en el disfraz estaban unos quince centímetros más arriba de lo que deberían haber sido, ¡pero ese tonto disfraz la confundió! Ahora debía verse como una completa idiota mirándolo con la boca abierta sin realmente escuchar nada de lo que estaba diciendo con su voz más grave, profunda y sexy que…

Oh, cielo santo. ¿Qué estaba diciendo? ¡¿Qué demonios llevaba diciéndole los últimos diez minutos mientras estaba ocupada comiéndoselo con los ojos?! Quedaría muy estúpida al reconocer que no había escuchado nada de nada, así que solo comenzó a escuchar en ese momento esperando que él no lo notara.

-…Y básicamente es una total pérdida de tiempo, así que entenderé sí no quieres suplantar a mi compañera de clase, comprendo totalmente que sería incómodo para ti, pero… en verdad agradecería que lo hicieras, porque me cayó como un milagro del cielo que se enfermara y no quiero que la reemplacen con alguien peor así que… ¿lo harías?- la miró esperanzado, y la capitana shinigami supuestamente tan poderosa e imponente, solo pudo asentir estúpidamente con la cabeza sin tener idea de que estaba aceptando.

-Claro, lo que quieras, lo haré. ¿Por qué no?- rió nerviosa.

-Gracias.- él se permitió mostrarle una pequeña sonrisa. –Sé que será incómodo para ti desvelarte estudiándote el libreto para entrar a la obra, y más el tener que practicar la parte donde… nos besamos.- se sonrojó. –Pero en verdad te lo agradezco, Karin.-

-Me dijiste por mi… Espera.- sus ojos se ampliaron horrorizados. -¡¿QUÉ?!-

Fin.

Hola! :D

Ultimo aporte a la semana HK. Tema: Toshiro humano x Karin capitana y Disfraz. Palabra clave: dragón.

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CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaa!