Don't do it again
Sucedió de repente, sin prisas ni planes, sólo pasó, cuando fue consciencia de que sus labios estaban posados en los del albino no supo qué hacer, se dejó llevar y simplemente terminó abriendo su boca aún más y el beso se intensificó, pero todo aquello debía de ser por el alcohol, no había duda ¿por qué sería si no? A su vez, Squalo posó con timidez sus brazos alrededor de su cuello y él lo dejó, y lo hizo simplemente porque no le apetecía levantar su puño y apartarlo de un golpe, no. Cuando se separaron y lo vio por primera a vez a los ojos, aquellos faros grises que le miraban con incredulidad, se quedó tieso e imbécil mirándole de la misma forma. ¡¿En qué momento había decidido besar a aquel cretino, a otro hombre?!
Se apartó y le dio un sorbo a la botella de cerveza que apretaba en una de sus manos, aquello no tenía sentido, pero mientras más intentaba su mente regresar a unos minutos atrás, todo se complicaba más. Habían decidido saltarse la clase que seguía sólo para compartir un par de cervezas en la parte trasera del instituto y aunque la bebida no fuese su favorita, era mejor que estar aburridamente escuchando otra aburrida lección en el salón principal.
El albino por otra parte aún no había proferido palabra alguna, algo muy inusual en él, bebía de su botella en un silencio sepulcral con el rubor hasta las orejas, vaya imbécil.
Está bien, ya lo entendía, hacía mucho que no se encontraba con alguna chica y Squalo era lo más similar a una que tenía a mano, se besaron sí, pero aquello sólo había sido una casualidad, algo que no se repetiría de nuevo.
Años después le divertiría saber cuan equivocado estaba.
