Después de que Kaneki viera a Rize en la bodega de Yomo, todo cambio, solo de ver a la persona que le dió fuerza y valor, llorando y pidiendo ayuda a su padre... Fue desastroso para nuestro ciempiés...
¿Y que pasaría si nuestro ciempiés caníbal se vuelve a enamorar de la glotona compulsiva?
Entre todo ese campo de flores estaba el, acostado entré todas ellas, su mirada mostraba tristeza y soledad sintió que unas manos le abrazaba el cuello, un dulce olor como la comida de su madre lo invadió y por unos segundos se sintió tranquilo hasta que escucho
- Kaneki...
Pov. Kaneki
- ¿Kaneki?
- He... A lo siento Tsukiyama, estaba distraído
Tsukiyama suspiro, cerro los ojos y empezó a volver a hablar
- Te estaba diciendo que los trajes Blancos que pediste ya están listos aun que como ya sabes Naki aún no se acostumbra a la forma...
- Mm... Claro
Dijo para mirarlo sin interés, tal vez su cuerpo estaba presente pero la mente no, Tsukiyama notó eso y le dijo:
- Kaneki - kun, te ves un poco distraído, si deseas puedes salir a tomar aire
- Está bien...
Salio y se dejó caer en un poste, hacía bastante frió pero él no lo sentía pero se percato de que un pequeño recuerdo de Rize paso por su mente... Eso fue extraño... Se dijo a sí mismo, su boca estaba seca y decidió ir por un café
Al entrar a la cafetería:re, mostró una cara de felicidad al ver a Touka aún hay, saludo como siempre y Touka le sirvió una taza de café, probó ese exquisito sabor amargo pero que disfrutaba como nada
- Sabe muy bueno Touka
Dijo para terminar su taza de café y dar un suspiro satisfactorio, con un sorbo de el café que le traía muy buenos recuerdos de Anteiku pero aún seguía el pensamiento de Rize
- ¿Te sucede algo, Kaneki?
- ¿He?, no, estoy bien, ¿Por que preguntas?
- No lo se, llevas mas de 20 minutos viendo la taza de café vacía, ¿Mas?
Habló Touka para mover un poco la cafetera
- Mm, claro
Y Touka empezó a servir ese liquido marrón en la taza de porcelana
- Gracias Touka-san
- De nada
La mirada de Kaneki choco con la suya, un extraño sentimiento apareció, tal vez la vergüenza, rápidamente Touka volteo hacia otro lado y Kaneki tomo un sorbo de del café para después admirar la cafetería
- ¿Y cómo a estado Yomo-san?
Dijo Kenia preguntándole sin verla, Touka dejo la cafetera en el su lugar y dijo:
- Onii-San... Pues un poco extraño por lo que he visto pero nada de lo normal
Contestó Touka
- Espero que te guste
Habló la voz de un hombre de cabellos plateados con la frente descubierta solo con un cabello sobresaliente que cruzaba la frente , vestido de un saco negro como solía estar siempre, sus palabras estaban dirigidas a una joven quien en sus manos se encontraba una caja envuelta de un papel llamativo, la joven con una sonrisa lo abrió con cuidado
Adentro de este sobre se encontraba un libro
"Byleyg el Rey"... De Sen Takatsuki
Habló la joven, pero solo pasaron unos segundos después sus ojos se abrieron como platós, lo miro y le dedico una sonrisa grande a el señor de cabellos plateados
- Muchas gracias por el regalo, ¿Cómo sabía que me gustaba los libros de Sen Takatsuki?
Le pregunto la joven a él de cabellos plateados
- No lo sabía, está de moda así que lo compre, además siempre te veía que te gusta mucho leer
Dijo para mirar a otro lado, tal vez era imposible ver un sonrojó en su rostro pero al menos una sonrisa diminuta se mostró
Río la joven para abrir el libro y leer su contenido
- Gracias por el café
- Kaneki
Dijo Touka para mirarlo fulminante mente
- ¿Acaso el estúpido de Tsukiyama te hizo algo?
Habló para abrir los ojos como platos, Kaneki se sobresaltó por ese comentario
- ¿Heee? ¡No! Claro que no
Habló Kaneki parar mover sus manos de manera torpe, Touka gruñó y a Kaneki le dio un escalofrío por la espalda
- Tsukiyama es una persona nueva... (eso creó)
- Si eso dices... Pero...
Touka no continuo y pensó en sus palabras
- Yo... Ahh... Yo me tengo que ir
Dijo Kaneki, para levantarse y salir de la cafetería, Touka lo miro unos segundos para luego decirse a si misma
¿Qué le sucederá?
En ese gran sillón se encontraba sentado, el señor de cabellos plateados estaba platicando con la joven sobre los libros que habían leído, le joven explicaba usando sus manos de una manera torpe
- Y entonces en el libro-
Pero su voz fue interrumpida por un sonido, el señor de cabellos plateados miró su pantalón para sacar un aparato curioso, se levantó del sillón dejado a la Joven con curiosidad
- Mm... Ya veo, estaré en hay en un momento
Dijo para finalizar la llamada, suspiró fuertemente, se giró sobre sus talones, camino a una de las habitaciones de ese departamento y solo en cuestión de minutos traía puesto un saco negro y una máscara
Camino hacia donde estaba la Joven, se sentó un momento, dejo su máscara en una mesa al frente y le revolvió el cabello
- Tengo que salir unos minutos, quédate tranquila
- Pero... Yo-
Pero el joven de cabellos plateados le volvió a revolver el cabello, la miro con una sonrisa, se puso su máscara
Camino a la puerta se despidió de la joven
- Vuelve pronto a casa
Dijo la joven para se acostarse en el sillón, siempre que veía a el chico de cabellos plateados con esas ropas y ese máscara, era por que tenía que ir a "trabajar", solo una vez pregunto por que salía así y el le contesto:
- Es para el "Trabajo"
Y jamás le volvió a preguntar, confiaba en él lo suficiente, había cosas que aún no recordaba del todo bien, sabía que lo que comía... No era como la comida que otros comían, no como en los libros, solo podía comer carne, además siempre gruda, el y ella siempre comían lo mismo así que no se quejaban, aun que comía solo una pequeña cantidad siempre ya que si intentaba comer mas se lo quitaba él
Ella sabia que ellos... Bueno, no eran personas normales ya que sus ojos siempre se volvían rojos al comer la carne, aun que sabia que también tenían habilidades sobre alguien normal
Sabía que había lastimado a muchos hasta hacerlos sufrir pero... ¿De que forma? No lo recordaba... A veces le preguntaba al de cabellos plateados sobre su pasado pero su rostro se oscurecida cada vez y el solo contestaba: "- El pasado no importa ahora vives en el presente", pero aún así jamás dejo la curiosidad
Se dio una vuelta en ese gran sillón y abrazo una almohada con fuerza, giró su vista a una silla de ruedas que estaba a un lado de la estantería de libros, una triste sonrisa apareció en el rostro de la Joven
- ¿Te gusta ese brazalete?
Habló el para dirigirse a una mujer en una silla de ruedas con la mirada pérdida
Ella tenía una belleza perfecta pero no hablaba, todo lo que hacia el de cabellos plateados por hacer que dijera una palabra, la sacaba a dar paseos pero nada hasta que vio ese brazalete, solo alzo la vista
El la miró y entró rápido en la tienda, los minutos pasaban y la joven se angustiaba más, su mirada volvió en si empezó a buscar por los lados
- Lo siento por la tardanza, ten
Dijo el joven para darle una bolsa de cartón bien cerrada, ella apena pudo sonreír y dijo:
- Gracias...
El joven de cabellos plateado se emocionó mucho, y así comenzó a llenar esa oscura bóveda con cosas
Aún pensamientos se levantó del cómodo sillón y fue a la cosina, tomo una taza blanca con flores azules y empezó a derramar ese liquido amargo, apenas puso sus labios en la taza pero
Tock Tock Tock*
Pero la joven salio de sus pensamientos y se levanto asombrada, "Eso fue rápido" pensó, estaba apunto de salir de la cosina pero tomo una taza gris y sirvió café en está
- De seguro se terminó o se le olvidó tomar su taza de café
Lo murmuró para traer las dos tazas de café en las manos, antes de abrir la puerta dejo su taza en la mesa y bajando un escalón y abrió la puerta
- Por que siempre se te olvida tu café d-
Pero con lo que se encontró no fue con el... Si no otra persona, un pequeño fragmento se vio ante sus ojos, un joven de cabellos negros y una mirada inocente y tierna pero este era diferente cabello blanco y mirada muerta
- K... ¿Kaneki?
Espero que les gustara tanto como a mi
