Antes que nada, los personajes le pertenecen a Matsuri Hino-sensei, a mí solo los OC's que me he inventado.

Si no te gustan las historias con OC, simplemente no lo leas n_n

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QUEEN VAMPIRE

Por Lu Kyoraku


Capítulo 1: Nueva escuela, nuevo país.

Kuran Kaname, el Rey de los vampiros.

Kuran Yuuki; la princesa de los vampiros. La sociedad nunca la consideró como su Reina, como su Queen Vampire, debido a su carácter inestable, infantil y débil.

Hubo una vez una Reina de los vampiros que hace siglos murió. Hubo también una princesa que osciló el puesto de Reina una vez. Pero nadie lo logró. ¿Acaso la sociedad vampírica sería por siempre regida por el Rey Kuran? ¿O es acaso que habrá alguien en el mundo que supiera ganarse su puesto por medio de su liderazgo?

Solo se sabe una cosa. El puesto de Reina Vampiro está vacío.

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Aquella soleada mañana fue como las anteriores en la residencia Arklay.

Dos chicas; una de dieciséis y diecisiete respectivamente, preparaban su equipaje porque ese mismo día estaban por cambiar de país debido a que su padre ahora tenía negocios nuevos en el oriente.

—Avril, tengo miedo. No me gusta cambiar de escuela y mucho menos de hogar –exclamó una joven de estatura pequeña que guardaba algo de ropa en una maleta. Su piel era morena clara, su cabello liso le llegaba un poco antes de los hombros.

—Me pasa igual, Nina –confesó la chica más alta que ella, de cabello semi-ondulado y castaño que le llegaba un poco después de los hombros –Pero no te preocupes, al menos tenemos una amiga en la nueva escuela –intentó animarla su hermana mayor.

—¿Esa loca del Facebook? –le preguntó la bajita con una ceja enarcada –Ella me da miedo, es tan rara. Además, ella es tu amiga, no la mía –se defendió.

—No me gusta cómo juzgas a las personas, hermanita –se quejó la mayor terminando su labor.

Al terminar de empacar, los ayudantes de la casa subieron todas las cosas al auto, mientras que en otro se subieron las hermanas llevadas por su chofer personal hacia el aeropuerto. Una vez allí tomaron su vuelo en elegante primera clase y se dirigieron hacia su nuevo destino. Su padre ya se había trasladado unas semanas antes que ellas, por lo que las hermanas irían directamente hacia esa misteriosa y rara escuela en donde su progenitor las había inscrito.


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Un par de jóvenes uniformados de negro se encontraban en uno de los balcones de la enorme Academia Cross. El muchacho de cabello gris platinado y de mirada fríamente malva estaba sentado peligrosamente en el barandal. Su compañera estaba un poco lejos de él, mirando pensativamente el atardecer del cielo naranja. La chica tenía los ojos pardos delineados finamente de negro y su cabello azabache estaba recogido en una cebolla. Ambos chicos tenían una expresión de aburrimiento en sus rostros hasta que escucharon el timbre que anunciaba el inicio de las clases para los alumnos del turno nocturno.

—Maldita clase nocturna –se quejó Zero Kiryuu bastante molesto, hablando por primera vez en mucho rato.

—Lo sé –concordó su compañera –Es un total fastidio estarlos vigilando –sin embargo, era su trabajo. Suspiró profundamente y después siguió su camino. El deber le llamaba –Ikuso… Zero.

Los dos se encaminaron a la puerta donde se hallaba un conglomerado de chicas emocionadas. Su tarea era detener a las estudiantes enamoradas provenientes de la clase diurna en sus excesivos acosos hacia la clase nocturna.

—Tal vez puedas ver a Yuki-chan –murmuró burlonamente la compañera de Zero, la nueva prefecta que tenía más o menos un mes trabajando, recomendada exclusivamente por la Asociación de Cazadores.

—Cállate –gruñó de mala gana.

Cuando los prefectos llegaron a la puerta, las estudiantes de la clase diurna comenzaron a gritar al ver que ya se acercaban sus senpais hermosos de la clase nocturna.

—Oh, no. Ya vienen esos prefectos –se quejó una de las chicas volteando hacia atrás.

—Ellos son tan tenebrosos y regañones. Me gustaba más cuando Cross-san era la prefecta.

—Totalmente de acuerdo. Pero bueno, ahora a ella le va mejor, con eso de que la aceptaron en la clase nocturna, ¡qué envidia! –chilló una chica.

De pronto, los de la clase nocturna atravesaron aquellas puertas con la finalidad de llegar al edificio de clases y las estudiantes enamoradas se arremolinaron cual tsunami sobre ellos.

—¡MUEVANSE! –gritó con furia la prefecta nueva de mediana estatura, a punto de desgarrarse la garganta. Enseguida todas las chicas dieron unos pasos hacia atrás respetando la orden por su seguridad, pues hacer enojar a la nueva prefecta era como llamar al apocalipsis.

Los alumnos de uniforme blanco eran liderados por un hermoso joven de mirada penetrante y ojos de color entre rojo y café suave, de cabello castaño oscuro y piel pálida. Junto a él iba una chica de cabello largo castaño casi igual a él. Tímidamente se mantenía al lado del líder de los vampiros, mirando a su alrededor.

Cuando Zero los vio juntos, prefirió voltear a otro lado y colocarse cerca de su compañera prefecta.

—Zero-kun… -lo llamó la voz dulce de Yuki. Zero se obligó a no verla ni por un segundo, después de todo, ella había tomado un camino diferente a él, volviéndose ahora su enemiga. Yuki se entristeció levemente ante la indiferencia de Zero y siguió su camino junto a Kaname.

—Te dije que te encontrarías con ella –canturreó la nueva prefecta por lo bajo.

—No me ayudas, Cat, por si no lo sabías –se quejó.

—No trato de hacerlo –aseguró muy quitada de la pena con una sonrisa burlista.

Cuando terminó todo el arguende y por fin los estudiantes del turno nocturno entraron a sus salones, Zero y Cat caminaron por el edificio de clases para hacer la guardia nocturna y vigilar que los estudiantes humanos no se metieran en problemas.

Sería otra noche larga y aburrida.


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Avril y Nina llegaron por la noche a su destino. Su chofer inmediatamente las llevó hacia su nueva escuela, la famosa Academia Cross. Al llegar al lugar, las hermanas concordaron en que era una escuela grande y linda, con tintes algo góticos y una parte de bosque, además de un lago y fuentes hermosas de agua. Parecía un instituto sacado de un manga.

Bajaron del auto observándolo todo y el chofer les cargó las maletas hasta su dormitorio mientras ellas iban siendo guiadas hacia la dirección en compañía de un feliz Cross Kaien, pues eran más estudiantes para su tan amada Academia y eso lo ponía de un humor excelente.

—Me alegra que hayan llegado con bien, Avril-chan, Nina-chan –sonrió el hombre de lentes mientras pasaban a la oficina de él y se sentaban en una pequeña salita improvisada.

—Gracias –dijeron accidentalmente ambas hermanas al unísono.

—Avril-chan, tengo entendido que mi Cathy-chan es tu amiga… -decía el director emocionado cuando la puerta de la dirección se abrió de un golpe fuerte.

—¡No soy su "Cathy-chan"! –vociferó una voz fuerte, un tanto enojada.

—¡Cat! –declaró Avril con emoción al ver a su amiga en persona después de tantos años, desde que habían estado juntas en primaria no se habían visto en persona de nueva cuenta más que por Internet. Avril se levantó y abrazó a Cat cariñosamente – ¡Hace tanto que no te veía!

—Lo sé –rió Cat –Mírate, estas cambiadísima –luego se dio cuenta de la presencia de Nina y la observó misteriosamente –Hola. ¿Ella es tu hermana, Avril?

—Sí, es Nina –contestó.

—Ah, hola, Nina –la saludó de mano. Nina se alejó rápidamente con disimulo de ella pues esa tal Cat no le agradaba, Nina sabía que ella siempre ocultaba algo grande y Avril, tan confiada en la bondad de las personas, no podía verlo.

—¿Las podrías acompañar a su dormitorio, Cathy-chan? –le pidió el director Cross de repente.

—Claro –asintió obedientemente –Humm… director, Zero necesita… usted ya sabe.

—Ah, claro –recordó Cross sacando del cajón de su escritorio una cajita dorada que contenían las pastillas que sustituían la sangre para Zero, claro que eso no lo sabían las hermanas Arklay y se quedaron con la idea de que ese tal Zero era un drogadicto y que el director de alguna manera estaba permitiendo drogas en la escuela. O al menos eso fue lo que sospecharon.

Cat recibió la cajita y la metió en el bolsillo de su saco negro. Caminó hacia la puerta y las hermanas la siguieron, no sin antes despedirse del director Cross. Nina siempre había sido muy intuitiva y no logró sacar de su cabeza aquella duda sobre lo que contenía esa cajita y ese tal Zero que las necesitaba.

—Les diré algo importante –les habló Cat de repente mientras iban caminando por un pasillo, saliendo del edificio de clases hasta empezar a caminar por el puente que las llevaría a los dormitorios del sol –Está prohibido salir de noche de los dormitorios, y aún más prohibido ir a los dormitorios que no les corresponden, o sea, los dormitorios de la luna.

—¿Dormitorios de la luna? –inquirió Avril confundida.

—Así es –dijo Cat –Verán, aquí hay clases diurnas y nocturnas. Para eso se han creado dos edificios; los dormitorios del sol, donde están los estudiantes de la clase diurna, y los dormitorios de la luna, donde están los estudiantes de la clase nocturna –explicó.

—¿Y nosotros en cuál estamos? –inquirió Avril.

—En la clase diurna, naturalmente –contesto Cat.

—¿Y tú? –le preguntó Nina un poco incómoda. Ojala y Cat estuviera en la nocturna, así no tendría que soportarla.

—Estoy en la diurna, también –sonrió amablemente para fastidiar a Nina, quien tan solo sintió un gran peso en su espalda al escuchar aquello.

Cuando llegaron al cuarto de las hermanas, Cat les volvió a repetir las indicaciones.

—Enserio, no salgan de noche por nada. Yo soy la prefecta de noche así que no me gustaría tener que entregarlas al director.

—Pero, ¿no es peligroso que tú hagas guardia sola en la noche? –se preocupó Avril.

—Nee, tengo un compañero. No se preocupen por mí. Nos vemos mañana en clases, tengo que ir a verle la cara de perro a Zero –exclamó en tono cansino. De repente, sin previo aviso, Cat soltó una carcajada y Nina la miro entre sorprendida y asustada.

—¿Qué sucede? –sonrió Avril tomándoselo con más calma.

—Nada, nada. Me acorde de algo divertido. Duerman bien –se despidió dando la media vuelta.

—Sí, Cat, trata de dormir, tienes unas ojeras de muerte –le recomendó Avril.

—Okey –le respondió Cat algunos metros alejada, caminando.

—¿Ves? –Reclamó Nina a su hermana –Tu amiga es una bipolar, primero es seria y al otro instante se muere de la risa. ¡Encuentra algo racional ahí! –dijo con desesperación, cerrando la puerta del dormitorio.

—Estás exagerando como siempre, Nina –dijo su hermana mayor –Además, así es ella, nunca sabes lo que hará, ¡es más! Ella misma dijo que se acordó de algo divertido.

—Ay, Avril, eres tan ingenua –lamentó Nina.

Enseguida Avril le lanzó una almohada a la cara y sin proponérselo, comenzaron una guerra mortal de almohadas en aquella primera noche en la Academia Cross.


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Cat caminaba por la academia haciendo guardia hasta que se topó con el profesor de Ética; Yagari Touga, un maestro estricto y tenebroso, quien venía en sentido contrario al de ella. La joven de cabello recogido se acercó a saludarlo en seguida.

—¿Viene a darles clase a los monstruos nocturnos, Yagari-sensei?

—Desgraciadamente es mi trabajo –dijo lanzando un bufido – ¿Cómo estás?

—Bien –se encogió de hombros –Acostumbrándome a esta farsa de escuela.

Yagari mostró una media sonrisa, él pensaba igual que ella.

—¿Y Zero? –preguntó el mayor.

—Lo vi hace rato. Está bien. No conozco a esa tal Kuran Yuki más que de vista, pero supongo que fue alguien importante para Zero. Odia verla.

—¿La ha mencionado últimamente?

—No, no la menciona jamás –negó suavemente –Yagari-sensei, ¿Cómo van las investigaciones? –susurró volteando a todos lados, asegurándose de que nadie los escuchaba.

—La asociación de cazadores está dispuesta en dejar que el proyecto inicie con la nueva división de investigación; Épsilon.

—Excelente –sonrió Cat ampliamente –Verá que mi padre hará nuevas investigaciones sobre las que ya tienen, el suero funcionará, Yagari-sensei. Salvaré a mi hermano de ser un maldito monstruo de la noche y usted salvara a Zero –la chica, llena de orgullo y felicidad, dio media vuelta y caminó hacia los jardines para recomenzar la guardia.

Yagari caminó hasta el edificio de clases rumbo al salón donde se encontraban sus jóvenes alumnos vampiros que tanto despreciaba.


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Avril se encontraba profundamente dormida. Eran las tres de la madrugada y Nina aún no podía conciliar el sueño, siempre había tenido problemas para aclimatarse a lo nuevo, así que, harta de intentar dormir, se levantó, caminando hacia la ventana grande que estaba en el cuarto para mirar un poco la oscura academia. Observó detenidamente pero no vio nada inusual.

De pronto, vio caminando por la banqueta a Cat, acompañada de un muchacho más alto que llevaba una pistola en su mano. ¿Una pistola? ¿Qué demonios hacía Cat con un chico que llevaba una pistola en mano? Nina se asustó.

"Definitivamente algo raro pasa en esta academia", pensó Nina retrocediendo de la ventana para que no fueran a verla.

¿Cuál era el misterio de la Academia Cross? ¿Qué ocultaba?


Si llegaron hasta aquí, muchas gracias por leer :)

¡Cuídense!