Seis años en la historia, 2190 días, mucho no? Pero solo son necesarios 525.600 minutos para cambiar tu destino, para cambiar la historia de seis años en la vida de una persona.

Una noche en los últimos días de Septiembre y el frío ya se sentía en los corredores del colegio Hogwarts de magia y hechicería. Faltaban 20 minutos para que el reloj diera las 11 de la noche y Madame Pince cerrase la biblioteca por esa noche.

-Ya malfoy, deja de quejarte y ayúdame con este maldito trabajo, yo no elegí hacer este trabajo del demonio contigo- dijo una chica de cabellos castaños alborotados.

-Porqué diablos quiso el gordo vejete de Slughorn que hagamos este proyecto juntos! Bastante con tener que compartir el aire contigo en clase Y aparte de eso convivir contigo el la torre de premios anuales, es un castigo diario, y encima esto!.- dijo un rubio Slytherin que cerraba su libro de Pociones avanzadas y mientras se recostaba sobre el respaldo de la silla cruzaba sus brazos.

De acuerdo, el chico era un dios griego, perfecto en CASI todos los sentidos. Facciones perfectas, ojos grises hermosos, un cuerpo de puta madre, su cabello rubio lacio y perfecto cayendo desordenado por su frente, y esos labios tan, tan...pero su caracter despreciable, ojos vacíos, ego más grande que el colegio mismo y por sobre todas las cosas un temendo hijo de...

-GRANGER! que carajo me miras con esa cara de idiota! - sacándola de sus prensamientos y volviendo a focalizar, Hermione se dio cuenta de su trance parcial.

-Basta, sos un engendro, imbécil. Está bien que seamos los mejores en pociones, pero es la última vez que acepto hacer un maldito trabajo contigo.- se levanto, se dio media vuelta con sus libros en mano cuando una mano fuerte la agarro de la muñeca obligándola a voltearse.

-Mira sangre sucia, tu te largas solamente cuando yo te lo permita de acuerdo, ahora vienes y te sientas de nuevo a trabajar.

-Huron, ni tú ni nadie me va a decir que hacer ni cuando hacerlo. Así que con o sin tu permiso me largo.-

Era una sangre-sucia, sabelotodo, insoportable, jesusa incorrumplible, pero lo que màs le molestaba es que era la mejor amiga de San Potter y el chico comadreja. Ninguna mujer osaba desafiarlo, todas caían rendidas a sus pies, omitiendo claro la parte de que eran la mayoría de ellas unas putas regaladas, pero no. Granger era la unica maldita que lo rechazaba, que lo insultabna Y humillaba delante de quien fuese

Esa noche Malfoy no iría a dormir a la torre que le correspondía, sino iría a descargarse un poco con Parkinson, su novia (n/a: más que nada su puta oficial :S )

Y así, dejando todo regado sobre la mesa, se dio media vuelta y se fue.


Sabado a la mañana y se caía el cielo, negro como no se veía hace tiempo, frío por el invierno y la salida a Hogsmeade había sido cancelada por el mal tiempo. En la torre de Gryffindor un pelirrojo bajaba las escaleras arrastrando consigo una manta, para encontrarse a su chica sentada en la Sala Común frente al fuego, recostada en el sillón y leyendo.

-Hermione, que haces despierta a estas horas un Sábado a la mañana? No tienes frío? Estás loca, encima leyendo pociones!

-Buenos días Ron. Que yo me levante relativamente temprano los sabados no quiere porqué decir que estoy loca, además son las 10 de la mañana. Por último, leo sobre pociones porque ayer con lo insufrible que es Malfoy no pudimos terminar el maldito proyecto de pociones.- dijo la chica mientras Ron se sentaba a su lado y la tapaba con la manta que traía en mano.

-Gracias- y así la chica depositó un beso tímido en los labios del pelirrojo y siguó con su lectura, o al menos eso intentó.

-Si yo fuese tu o ya habría matado a Malfoy o envenenado a Slughorn. Si esa maldita serpiente te llega a hacer algo yo...

-No, tu nada, además ultimamente se está comportando(obviando algun que otro insulto), pero anoche fue de terror, no se que demonios le agarro que se sento no hizo nada y encima me insultaba por aburrimiento. No que nunca lo haya hecho, pero ultimamente con lo del trabajo de pormedio se lo callaba.-cuando fijó la vista en Ron, se dio cuenta por su cara que no había escuchado ni tres de lo que dijo, pero la miraba como hipnotizado.

-Qué me miras?- dijo divertida por la cara del chico.

-Lo hermosa que te vez por la mañana- dijo tomando suavemente su cara y besándola apasionadamente.

-WOOO! Taan temprano y ya están asi! Mi dios, que les queda cuando llega la noche, jaja.

Ron y hermione estaban juntos ya ahce un mes y medio. Ocurrio durante las vacaciones cuando uan tarde junto al lago Ronald se le confeso a Hermione(n/a: no voya entrar en detalles poruqe no interesa la vdd )

-Veo Ginny que a diferencia de ayer, hoy estás de muy buen humor.

-Si! Pero bueno, me largo adios, au revoir, arivederchi me fui!.

-Ginny espera donde vas?- muy tarde, ya no estaba.

-Ron, vete a cambiar que voy a arreglar cuentas con Malfoy antes del desayuno.

-Adios Herms...

Un moreno, sentado en su mesa tomando tranquilamente el desayuno, escuchando por detrás las trivalidades de las cuales hablaban sus compañeras de casa cuando vio que una chica de cabello castaño todo alborotado se encaminaba decidida hacia su mesa.

Dándole un codazo al chico que se sentaba a su lado y señalándo con la cabeza a la leona le dijo- Malfoy, te buscan si no me equivoco.

-Ugh, tan temprano y ya molesta, dios es una total insufrible.

-Malfoy! Voy al grano, hoy a las 5 en la biblioteca para temrinar el trabajo, si no vas, simple le digo a Slughorn que no hicistes nada sino mirar el techo, adiós!- giró sobre sus talones y se retiró.

-Bonita tarde te espera, dijo Zabini- esa chica debe ser difícil de domar, todo un reto.

-Sí Zabini, todo un reto, pero uno que sería mejor no tomar.

Y así transcurría la mañana, dando lugar al mediodía y se acercaba más la hora del encuentro. Claro que, Malfoy no arruinaría su promedio perfecto, va casi perfecto, porque la insufrible sangre sucia tenía el mejor promedio, siempre siendo la mejor, pero no tendría algo que el si: una vida. Creía que ella vivía entorno a los libros y nada más, que era un simple ratón de biblioteca y era una aburrida total. Seguría así por un tiempo, pero ah! Que pasaría si eso cambiara?

/Cuando a veces tenemos tanto tiempo lo cual cambiará nuestras vidas frente a nosotros, cuando tantas veces sabemos que es y lo negamos. No nos gusta que se altere nuetra rutina, por más que a veces sea emocionante, siempre tenemos nuestro balance. Cuando una mísera cosa, pero no tan mísera, no tan insignificante cambian tu vida para siempre, o tal vez no./


-Vas a decirme porqué demonios estás así conmigo? Fue Malfoy no! Qué te hizo, vamos dime!

-Ronald no me hizo nada! Deja de ser tan perseguido nada mas estoy en un mal día, con pocas pulgas. Por favor-rogó la castaña conduciéndolo fuera del cuarto de menesteres- sal de aquí y déjame un rato en paz.

-Pero, pero Herms, yo...

-Vamos ya vete!- grito desesperada cerrando detrás del chico la puerta del cuarto.

Se encontraba en un cuarto de ladrillos, parecido al interior de lo que sería una cabaña de montaña. Tenía ventanas que dejaban ver una noche estrellada y campos cubiertos de nieve. En el interior había una chimenea con leña ardiendo, un sillón enfrentándola, una mesa ratona y a sus otros dos costados unos sillones más pequeños. 2 de las paredes restantes estaban cubiertas de libros de todo tipo, año, color, tema; para el regocijo de la castaña. La otra pared simplemente tenía un par de cuadros.

Simple pero acogedor. Solo necesitaba pensar, pensar y pensar. Porqué la intimidaba tanto? Serían sus ojos? Sería porque es el que siempre la insulyó, nunca vio nada bueno en ella?

--Flash back--

Cinco de la tarde del sábado. Sangre-sucia y el hurón se juntarían, para su desgracia, una vez más a intentar terminar el endemoniado trabajo de pociones. Slughorn la cobraría la próxima ves. Entraba un rubio por la puerta de la biblioteca, ganando la mirada de más de la mitad de las chicas allí presentes. Dios del sexo se lo llamaba por ahí, por allá también el bombón de Hogwarts; cada una de las chicas que podía garantizar esto era una de las putas del colegio, y otra pequeña selección. Una noche, las lleva a la cama, hasta luego y una más para su colección de trapos usados, pero digan la verdad, quién no querría ser el trapo usado de Draco Malfoy? (n/a: yo yo!). Bueno volviendo al relato, se sentó frente a la castaña que miraba con odio al rubio, por ser siempre el centro de atención; además de que tenía el ego más grande de lo que es Europa, las taraditas alimentaban ese ego más y más.

-Tarde Malfoy, tarde.

-Mira Granger solo fueron diez minutos! Incluso hasta reconsideré no venir, pero no arruinaría mi promedio perfecto, no te daría ese gusto.

-Mira, adelanté bastante hoy sobre el proyecto, pero debemos ir a buscar un par de libros a la sección prohibida.-contesto la castaña haciendo caso omiso al comentario del Slytherin.

-Lo que digas, mientras más rápido, antes se termina la tortura.

Y así se conducieron hasta la sección prohibida, primero mostrándole a Madam Pince el permiso dado por Slughorn. Hermione se estiro, tratando de alcanzar uno de los libros en la estantería más alta. Malfoy se quedó perplejo. La perra de la sangre sucia escondia tremendas piernas debajo de esa falta de moja que llevaba debajo de la rodilla; también de le subió un poco la camisa que usaba , tres talles más grandes de lo que ella debería usar. Bueno no tenía cuerpo de modelo, un rollito de más solamente, pero quién se hubiese imaginado que detrás de tanta ropa holgada tendría tal cuerpo.

Malfoy por favor que piensas hombre! No dejes que solo por ser mujer te seduzca con sus... eh, encantos? Qué va, esa sangre suci asquerosa no tenía encant alguno, aunqyue pensándolo bien. Retomando lo dicho por Zabinni, esa chica debía ser todo un reto para poder llevársela a la cama, ah debo decirselo

-Listo, este es el libro que necesitamos.-dijo, cuando se dio cuenta esa sonrisa malvada que lucía Malfoy en ese momento, mirándola fijamente. Qué demonios me mira este depravado? pensó.-Qué me miras hurón? Tengo monos o qúe?

-No, solo que se te subió la pollera-dijo mientras caminaba hacia ella y le bajaba la pollera- y, para mi beneficio, se te desabrochó un botón del escote.- la chica parecía que iba a explotar, estaba totalmente roja, de la ira y la vergüenza. Bajó la mirada, se abrochó el boton , y cuando se quizo dar cuenta estaba de nuevo contra la estantería de la secció prohibida, Malfoy apoyando los brazos sobre la estantería a su costado rodeándola sin escapatoria.

-Lindas piernas, sangre sucia.

-Malfoy no jodas, déjame ir-

-Y quién eres tú para decirme que hacer o no, si quiero hacer esto lo hago.-Colocó uan de sus placas banos de porcelana sobre la pierna de la chica.- Si te qiero tocar, te toco- dijo mientras subía su mano más y más. Podía sentir el nerviosismo de la Gryffindoriana.

-Señorita Granger! Está todo bien?- La voz provenía de fuera de la sección. En ese momento Mafoy la soltó y se separó de ella.

-S..si madam Pince todo está perfecto, gracias.

-Sangre sucia, apúrate, que tenemos un trabajo que terminar.- Y así con toda su elegancia, salió el rubio de la sección prohibida con una mano en el bolsillo, y la otra acomodando su cabello sedoso.

--Fin Flash Back—

No había reaccionado, se había quedado ahí como una tarada, mirando como se alejaba. Era una Perra? Sí eso debía ser, ni siquiera a Ron le dejaba tocarla. Si el pelirrojo se enterase, correría sangre.(n/a: jaja se nota que es una jesusa, pensar que ella es una perra jaa)

Miró su reloj, ya era la hora de cenar, dejó los libros que había cogido, salió por la puerta que daba al pasillo del 7mo piso y se dirigió al Gran Comedor.