Aquí estás, frente a mis ojos; ausente, aislado de todo en ese líquido que nunca entendí bien para qué servía. Pero ésto será por poco tiempo, hermano.

Ya han pasado más de 3 años desde tu nacimiento y pronto te sacarán de esa fría máquina. Me lo han dicho mil veces; que eres muy débil, que nunca serás un gran guerrero y muchas más burlas de ese tipo; pero a mí no me importa. Quizás es por nuestra madre que pienso así, pero a pesar de tu debilidad estoy impaciente por pelear contigo, Kakarotto.

Me acerco al cristal que me permite verte y apoyo mis manos en él mientras te observo. Sé que no eres consciente de ello, pero eres idéntico a nuestro padre. Hace mucho que no viene a nuestro planeta pero sé que se sorprendería al ver vuestro parecido. ¿Sabes Kakarotto? A pesar de que es un guerrero de clase baja, nuestro padre es una de las personas más fuertes que he conocido y la más admirable de todas. Y tú serás como él, eso quiero creer.

Perezosamente tu cola se empieza a mover. Tú sigues encogido, flotando en posición fetal y apretando tus puños cerca de tu pecho mientras ella serpentea en el fluido. Finalmente pasa por delante de mí y, sin que seas consciente de ello, se queda allí, tocando el vidrio contra mis manos.

Yo me sorprendo, pero siento cómo mis labios se curvan. Ésto me hace pensar en lo poco común que es nuestra familia; de hecho, hasta es raro tener algo a lo que llamar familia; y sé que es por ella, nuestra madre, que estamos unidos. Su inusual carácter amable fue la causa de muchas burlas y por eso siempre me aconsejó ocultar mi expresividad, claramente heredada de ella, en público.

Observo las burbujas ascender desde el fondo del recipiente cilíndrico con el centro abombado en el que descansas. Esas pequeñas burbujas se mezclan con las de tu respiración marcando que a pesar de tu quietud estás allí, sumergido en un sueño que parece no tener fin. ¡Y pensar que pocos saben de ti! Por alguna razón, nuestros padres quieren ocultarte y nunca me han dicho por qué. Cuando me dijeron que serías un bebé infiltrado llegué a pensar que no te aceptaban por tu bajo nivel; pero no es así, ellos hablan de protegerte y eso tampoco es algo que se vea muy frecuentemente.

Ahora tengo que irme a una misión en un planeta muy lejano y no sé cuando regresaré. Te diría que algún día vendrás conmigo, pero sé que eso es prácticamente imposible; estoy en el escuadrón del príncipe y él es bastante... ¿cómo decirlo? Dejémoslo en que no le gustan los débiles. De lo que estoy seguro es de que cuando vuelva ya estarás fuera; estarás realmente vivo y no volveré a verte de esta forma. Ésta será la última vez que te mire del otro lado del cristal.


¡Hola!

Éste es mi primer drabble y no me pasé con la longitud de milagro. En fin, quizás sea un poco absurdo y tenga Ooc pero, hey, al menos es entretenido y diferente, ¿no? ^_^U

Aprovecho para decir que estaré secuestrada por mis libros al menos una semana más, pero no se preocupen, actualizaré los fics en cuanto pueda n.n

Sayonara!

Disclaimer: Dragon Ball y sus personajes pertenecen a Akira Toriyama.