Muy bien este es mi primer fic, por lo cual no creo que lo hice de manera perfecta, por lo cual acepto de muy buen grado criticas y sugerencias, y creo que tengo que poner el que casi ninguno de los personajes me pertenecen (menos los mios propios) no? bueno a todo eso,

ESPERO QUE LO DISFRUTEN.


(): Varios usos.

"": Pensamientos y comillas aéreas.

Un tiempo… pero no sola.

Arendelle, una tierra tranquila, hospitalaria y gentil, pero al mismo tiempo fuerte y decidida, era el hogar de Elsa, mejor conocida como la reina Elsa, soberana de Arendelle, junto con su hermana menor y princesa del reino, Anna, junto con Kristoff, el proveedor oficial de hielo del reino (si no es ese su titulo lo siento) siempre acompañado de su fiel reno Sven, que siempre jugaba con Olaf, el único muñeco de nieve viviente en todo Arendelle, pensándolo mejor de todo el mundo, que era un tanto propenso a sorprender a las personas, pero gracias a su naturaleza tierna y a su singular manía de gustarle los abrazos cálidos, esa sorpresa pasaba casi de inmediato a segundo plano, en los niños la primera parte ni siquiera llegaba a pasar, es decir que a que niño no le gusta la idea de tener un muñeco de nieve viviente al cual le gustan los abrazos y es tremendamente tierno?

Pero eso ya es desviarse del tema, Arendelle era una tierra de ensueño en muchos sentidos, pero por supuesto no podía ser un paraíso todo el tiempo, ni para todo el mundo (había más de una prueba irrefutable de ello) por lo cual uno que otro mal día para algunas personas no era algo de lo cual angustiarse, a menos claro que un muy mal día fuera dirigido hacia alguien en particular, y que esa persona sea Elsa, la reina, bueno si era algo de lo cual preocuparse, pero de que alguien le hubiera dicho lo que pasaría gracias a toda esa serie de acontecimiento, o le hubiera alegrado el día haciéndola reír, o la hubiera confundido o extrañado de forma increíble, pero eso es harina de otro costal.

El día de Elsa de por si había comenzado mal, por una ventana abierta en su habitación, un débil rayo de luz logro darle directamente a Elsa en el rostro, la cual aun somnolienta y aturdida se giro hacia el lado izquierdo de su cama, una muy mala idea, por la razón de que la noche anterior, luego de salir de una reunión del consejo que se alargo por varias horas (aunque jamás lo admitiría en voz alta, apenas podía recordar algo de esa reunión, suponía que tenía que ver con política y la economía del reino, o tal vez un suceso en algún reino aliado o vecino), por lo cual apenas llego a su habitación, casi literalmente se tiro a la cama para dormir, olvidando por completo el hecho que se quedo en el extremo izquierdo de su cama, en vez del centro, por lo cual no hay que pensar mucho para saber que paso después.

RUIDO SORDO.

Elsa:… Auch. "Este va a ser uno de esos días"

Elsa no tenía idea de la razón de esa frase.

Luego de levantarse del suelo, y ponerse (más bien crearse) uno de sus tantos vestidos de hielo, se dispuso a salir de su habitación rumbo a el comedor, pero claro no podía ser tan sencillo ese día, ya que cuando estaba a punto de tocar el pomo de la puerta para abrirla, la puerta se abrió con una fuerza y una velocidad impresionantes, dándole un golpe en toda la frente, haciendo que callera al suelo sosteniéndose su frente con una mano.

La razón de que la puerta se halla abierto de forma tan brusca era nada más ni nada menos que la hermana menor de Elsa, Anna, que aparente estaba buscando a su hermana mayor como si se tratara de un asunto de vida o muerte.

Anna: Elsa? Donde estas? (mira a su alrededor hasta que ve a su hermana en el suelo) Que haces en el suelo? Tu cama esta por alla.

Elsa: Disfruto de la vista. (Tono de burla)

Anna: El techo?

Elsa: Si.

Anna: bueno ya que no estás haciendo nada, vamos te voy a contar lo que me paso ayer.

Elsa: Anna… (cuando estaba a punto de protestar se dio cuenta que Anna ya se había sentado en uno de los muebles de su habitación, para luego mirarla con la cara de cachorrita que usaba para convencer a Elsa, Elsa aun no encontraba defensa contra eso) bien. (Se sienta en otro mueble cercano a donde se sentó Anna)

Anna: bueno todo empezó bien, incluso Kristoff me invito a…

Luego de eso ella se desconecto de la conversación, adoraba a su hermana, de hecho la amaba con todo su corazón, pero como en toda relación de hermanas había veces (muy bien contadas veces) en que Anna llegaba a ser desesperante, y estaba más que segura que esta conversación, como muchas otras, se trataría casi totalmente de Kristoff, si es que escuchar a Anna todo el tiempo se podía considerar conversación claro está, ella ya sabía sobre Kristoff, el cómo ayudo a su hermana cuando ella lo necesitaba, además era muy obvio que a Anna le gustaba Kristoff, y que a Kristoff le gustaba Anna, prueba de ello era el hecho que la había besado, lo único que le habría gustado era que al menos se le hubiera declaro en ese momento, pero luego de saber más sobre su historia y su familia (cosa que supo gracias Anna) no podía culparlo, y claro que Anna no la hubiera casi literalmente arrastrado desde la entrada del castillo a su habitación para contarle sobre como Kristoff la beso, ella quería saberlo, pero creía que no era de ser necesario el hecho de casi arrancarle un brazo en el proceso, aun con todo eso ella se había propuesto que si él le lastimaba, así fuera la más fina hebra del cabello de Anna, iba a sufrir a tal punto que desearía ser Hans, y haber sido enviado con sus 12 hermanos mayores.

Anna: y así fue como esa ardilla se burlo de nosotros y caímos en ese estanque, pero fue bastante entretenido y divertido en realidad, Elsa?

Elsa: (se da cuenta que Anna le pregunta) a… si fue… divertido.

Anna: me estabas escuchando?

Elsa: si.

Anna: sobre que hablaba?

Elsa: Kristoff.

Anna: aparte de eso.

Elsa: (piensa)…. Aves?

Anna: (se le queda mirando, luego sonríe) claro esa tonta ave que se llevo el sombrero de Kristoff y luego tuvimos que perseguirla.

Elsa: (suspiro)

Anna: y luego… hay no ya es tarde, lo siento Elsa hablamos luego, tengo que encontrarme con Kristoff. (Le da un beso en la mejilla y luego se va)

A Elsa le tomo un tiempo para asegurarse que no tendría ninguna sorpresa de camino a la puerta, ya con un golpe en la cabeza le bastaba, pero justo cuando se acercaba a la puerta, esta volvió a abrirse de forma brusca, pero esta vez fue una de sus más fieles sirvientas, Gerda, además de que no fue en la cabeza, si no uno de sus pies, que por un descuido de su parte, no tenían nada que los protegiera de la puerta.

Gerda: Su majestad…?

Elsa: si?

Gerda: se le hace tarde para sus deberes, por favor le pido que se apresure.

Elsa: si…

En el momento en que Gerda había empezado a cerrar la puerta, Elsa no pudo aguantar más el dolor y empezó a saltar en una pierna tratando de sostener su otro pie, enredándose con su propio vestido y cayendo al suelo por segunda vez en el día, recordándose a si misma que si no hubiera aguantado el dolor y hubiera dicho algo, se estaría enfrentando a una avalancha de disculpas por parte de su sirvienta, mas una EXAGERADA revisión por parte del médico real… otra vez.

Y desde temprano en la mañana, hasta ya mediados de la tarde el día de Elsa no hizo sino empeorar más, por ejemplo estaba el hecho que la pobre había tenido que re-asistir a la reunión anterior del consejo, ya que aparentemente uno de los miembros no tenía todos los detalles, luego de eso estaba la pregunta en el aire que le hizo una de sus sirvientas que era más o menos así:

Sirv: Su majestad, me permite una pregunta?

Elsa: por supuesto cual?

Sirv: si lo que lleva puesto esta hecho de hielo, como funciona?

Elsa: bueno…. Eso….. Ammmmm….

Mejor solo imaginen uno de los silencios más incómodos en la historia del castillo, ni Elsa tenia la más mínima idea de cómo responder a esa pregunta. Para la suerte de Elsa, Gerda llego diciendo que aun le faltaban varios deberes reales, por lo cual pudo librarse de esa conversación, pero la pregunta siguió molestándola todo el día, y no termino ahí, tan concentrada iba en esa pregunta que se le olvido mantener el frio a su alrededor para su ropa, resultando en que uno de sus zapatos se derritiera sin que ella se diera cuenta, logrando que nuevamente se diera contra el suelo, pero esta vez de espaldas, Elsa empezaba a pensar que o el suelo la quería abrazar, o que la suerte estaba en contra de ella. Pero lo mejor viene al final.

Elsa a ese punto casi no tenía paciencia, sabía que eso era cosa de todos los días, pero este fue especial, parecía que todo objeto y toda la mala suerte se habían confabulado la noche anterior para que tuviera un día sin precedentes, lo único que le haría recuperar un poco la cordura y la paciencia era su hora habitual para estar en la biblioteca sin que nadie la molestara, así que ahí era a donde se dirigía. Pero en el exacto momento en que abrió la puerta se encontró con un espectáculo para nada de su agrado. Ya que su "dulce" hermana menor estaba justamente montada sobre la mesita que siempre usaba para poner los libros que estaba leyendo, casi literalmente devorando a cierto recolector de hielo, ósea Kristoff.

En ese momento no pudo si no quedarse en silencio y en shock, con el único sonido de dos labios luchando entre sí, hasta que tanto Anna como Kristoff se dieron cuenta que estaban siendo observados, para que sin separarse ni un centímetro, voltear a ver la puerta, y quedarse igual o hasta peor que Elsa, un silencio que solo se podría considerar como incluso más incomodo que el que tuvo Elsa con su sirvienta se poso en toda la habitación, hasta que los ojos de Elsa se centraron en el hecho que la chimenea que curiosamente estaba cerca de donde leía (que controlara y creara hielo no significaba que no disfrutara de un buen fuego), y ahí vio un libro.

Claro que no podía ser SOLO un libro, no, era 1 de los 5 únicos libros existentes de un antiguo editor, que a pesar de haber sido considerado el mejor de la historia, se había publicado hace tanto tiempo que el nombre y muchas de sus obras se perdieron, y Elsa había comprobado por sigo misma que en realidad ERA uno de los mejores libros del mundo, ahora se encontraba dentro del fuego terminando de convertirse en cenizas, eso había sido la gota que derramo el vaso.

Anna: Elsa yo…

Elsa solo levanto su mano derecha en señal de "no digas nada", eso basto para que Anna guardara silencio.

Elsa: Anna.

Anna: si?

Elsa: te quedas a cargo hasta que vuelva. (Se empieza a quitar la corona, y parte sus joyerías)

Kristoff prefería no decir nada hasta que lo llamaran, meterse en la discusión de dos hermanas era lo mismo a ir a la guerra solo contra un ejército, con la diferencia que el ejercito te tiene compasión. Y más si una de esas hermanas era tu ahora oficial novia, y ni que decir si eran gobernantes del reino en donde vivías, en pocas palabras: calladito te vez más bonito.

Anna: Que?

Elsa: Ya te lo dije, te quedas a cargo hasta que regrese de mi paseo, y no me llevare guardias, estaré bien, entendido?

Anna: pero...

Elsa: (le da a su hermana una mirada seria)

Anna: (sabiendo que su hermana no iba a cambiar de opinión dijera lo que dijera) muy bien, pero recuerda no regresar muy tarde.

Elsa: (mira a su hermana un momento y luego le da una media sonrisa)

Luego de esa pequeña discusión Elsa sale del castillo, pero esta vez con ropas menos elegantes, aunque de por si impresionantes, aunque en menor grado. En lo que sus súbditos la ven empiezan a hacer reverencias y hasta a adularla, pero Elsa estaba muy concentrada en un hecho un tanto más trivial, por lo cual mientras caminaba apenas se daba cuenta de por donde pasaba, pero con todos despejando el camino y asegurándose que nada le estorbase, no parecía ser un problema muy grande.

Elsa: "NO puede ser, de TODOS los libros que podía escoger para tirar al fuego, de todos los lugares en donde podían estar, de TODAS las cosa que podían tirar, ESE libro, un libro ÚNICO en el mudo, bueno solo en Arendelle, pero eso ya es otra cosa, muy bien Elsa cálmate, un libro menos, por lo cual quedan 4, 1 de ellos está en las islas del Sur… no me pienso acercar a ese reino, otro de los libros se supone que se regalo a…. Weselton, muy bien eso no me ayuda en lo más mínimo, se supone que el tercero se encuentra en exhibición en una serie de museos por varios reinos y sin importar nada ningún soberano puede siquiera tocarlo, ósea que ese tampoco, y según sea el 4 está en… ningún lugar, se sabe que existe pero por alguna razón no se sabe donde esta, tal vez esta en…"

Interrumpiendo totalmente su tren de pensamiento, pudo notar un olor bastante particular en el aire, chocolate, pero Elsa era una experta en chocolate al igual que su hermana por lo cual sabia que ESE olor a chocolate no era algo común, de hecho podía notar que era algo único, y si sabia al menos la mitad de lo que olía, probablemente era uno de los mejores chocolates que había encontrado (a riesgo de insultar al chef real, pero hasta el tenia que admitir la derrota de vez en cuando), de esa forma empezó a seguir el peculiar olor hasta que se dio cuenta que llego a una puerta hecha de roble, en sí muy sencilla, sin adornos de ningún tipo, ni grabados, al pasar esa puerta escucho el sonido de una campanilla, una que estaba encima de la puerta, presumible mente para alerta al dueño si tenía algún cliente o visita.

Al observar en interior de la tienda, Elsa se dio cuenta que o era una tienda nueva, o simplemente tenía un buen personal de limpieza, era una sala un tanto amplia, teniendo todas las ventanas cerradas con cortinas, las sillas estaban perfectamente ordenas cada una con una mesa de diferente forma, algunas eran triangulares, otras circulares, otras cuadradas y otras rectangulares, todas estaban limpias y eran totalmente sencillas, sin grabados ni ningún tipo de adorno, tal vez capricho del vendedor, en ese momento se dio cuenta que la tienda se especializaba en chocolate y otros dulces, gracias a que estos se exhibían al final de la tienda, justo antes de un mostrador que parecía ser igual que el resto de la madera, simple y sin grabados, detrás se podía ver un par de puertas, probablemente una dirigía a la cocina, y otra a afuera o alguna otra parte. Además de la las velas que parecían estar en cada mesa para dar iluminación, lo cual le daba un a la tienda un aire entre misterioso y tenebroso.

Elsa aun con el aspecto de la tienda seguía concentrada en el olor a chocolate que parecía ser…

¿?: YA VOY!

En eso Elsa se da cuenta que no tiene ni la mas mínima idea de cómo llego ahí, ya que lo único que hizo fue seguir sus sentidos (en especial el del olfato) así que decidió esperar.

De la puerta derecha al final de la tienda, salió un chico que parecía cargar un molde de metal, en el cual estaba revolviendo su contenido con una cuchara, Elsa se dio cuenta que la fuente del olor a ese peculiar chocolate era el susodicho molde, después de saber eso decidió observar mejor al joven que lo sostenía, parecía tener al menos 19 años, no parecía ser mucho más alto que Kristoff, tal vez solo un poco más bajo, además de que se le veía a leguas que estaba muy bien ejercitado, sus orejas, nariz y boca eran de tamaño regular, sus ojos parecían ser un tanto más grandes de lo normal, pero no mucho, la forma de su cara era, en términos generales, normal, lo que si le sorprendía era el hecho que tanto su iris (la parte en donde el ojo se diferencia de color) y su cabello parecían ser de color gris, pero eso se lo atribuyo al hecho que la tienda parecía no dar mucha iluminación, así que le resto importancia. Fuera de eso Elsa vio que no tenía ni bigote ni ningún vello facial a la vista, incluso lo considero atractivo, alejando ese pensamiento de su mente casi de inmediato.

¿?: Se le ofrece?

Elsa: uh?

¿?: Dije que si se le ofrece algo?

Elsa: bueno, si.

¿?: Y que sería eso?

Elsa: bueno, quería probar ese chocolate (señala el molde)

¿?: Este? Pues disculpe si no se lo pienso regalar, tendrá que esperar a que esté listo, luego ya veremos.

Elsa: disculpe?

¿?: Que tendrá que esperar, y que no será gratis, acaso escucha lo que digo?

En ese momento Elsa se dio cuenta de un mínimo detalle, estaban hablando, estaba teniendo una conversación común con otra persona, no era del tipo de conversación que siempre tenía con su hermana o con Kristoff, no era el tipo de conversación que tenia con los sirvientes que siempre le mostraban respeto por encima de todo, no era el tipo de conversación que tenia con ningún otro soberano de algún reino, no, era una conversación común entre dos persona, admitía que estaba siendo un tanto brusca por parte del muchacho, pero eso era lo de menos.

¿?: Oiga me está escuchando o ya se quedo sorda?

Elsa: eh… no yo… de casualidad es nuevo en el reino?

¿?: (Sorprendido) si… como lo supo?

Elsa:… una corazonada. "y el hecho que no reconozcas a la reina también ayuda"

¿?: Bueno, pero dígame es una de esas chicas que piensa que por ser bonitas tendrán cosas gratis o algo así?

Elsa: QUE!?

¿?: Lo que oyó.

Elsa: Óigame yo soy… (Se detuvo cuando se dio cuenta que el muchacho se estaba riendo)

¿?: Jeje… lo siento lo siento, es que a veces digo las cosas sin pensar, pero ahora sí, dígame que hace por aquí vestida tan elegante?

Elsa: yo… solo tuve un mal día, y pensé en salir a pasear para relajarme sin impórtame lo que llevaba puesto.

¿?: (Pensando con mirada neutra) siéntese en una de las mesas, ya le doy su chocolate.

Elsa solo lo miro con cara de extrañeza, antes de que entrara por la misma puerta de donde salió, vio una mesa pequeña de forma cuadrada cerca de ella, y se sentó a esperar, y mientras esperaba se puso a pensar en lo que estaba pasando, un chico, que parecía ser el chef y único empleado del lugar, le había tratado como una persona cualquiera, y ahora le estaba ofreciendo el chocolate que ella estaba buscando. Al sonido de una puerta abrirse vio como el mismo joven, ahora con un plato con un chocolate en él y una cuchara, se dirigía a donde ella estaba.

¿?: (Luego de dejarle el plato en frente de ella, mas una cuchara, se empieza a alejar, pero a solo dos pasos se detiene) y quiere hablar?

Elsa: ah?

¿?: Que si quiere hablar, eso va a pasar cada vez? Porque le aviso que el tartamudeo no es lo mío.

Elsa: (le sonríe) no lo que pasa es que no estoy acostumbrada a decirle mis problemas y demás a un desconocido.

¿?: Se sorprendería de lo que un chocolate, créame no importa que tipo, y un par de oídos dispuestos a escuchar pueden arreglar.

Elsa: (Lo mira con extrañeza) y eso exactamente porque? " es bueno de su parte, pero donde quedo el chico que parecía decirme todo sin reparo alguno?"

¿?: Bueno le seré sincero, soy muchas cosa, pero no soy el tipo de persona que deja a una muchacha tan bonita, estar triste por… lo que sea que le haya pasado.

Elsa: (lo piensa) si, por qué no?

Al sentarse en la mesa justo en frente de ella, Elsa se dio cuenta de varias cosas, el pelo y el iris del joven eran en efecto de color gris, pero además tenía una cicatriz en el ojo izquierdo que le llegaba desde casi el mismo nivel de su nariz, hasta la parte de arriba de su frente, ocultándose un poco en su pelo, pudo notar que la cicatriz era totalmente limpia, así que a distancia apenas se le notaba, además de que cargaba una camisa de mangas largas que hasta le cubrían un poco las manos, y unos pantalones que no dejaban ver nada sus piernas, y unos zapatos que parecían ser bastante cómodos.

¿?: Disculpa, no sabes que es de mala educación quedarse viendo a una persona por mucho tiempo?

Elsa: (Se sonroja) bueno… yo…

¿?: (Mientras sonríe) descuida, no creerías lo común que es para mí, pero estoy aquí para escuchar.

Elsa: (Luego de calmarse y de que el sonrojo se fuera) bueno… si tuviera que empezar por un lugar, seria cuando desperté, me caí de la cama.

¿?: (Aguantando la risa)

Elsa: NO TE RÍAS!

¿?: Lo siento lo siento, pero tienes que admitir que es gracioso hasta cierto punto.

Elsa: (lo mira seria y con los brazos cruzados)

¿?: Vale me callo.

Luego de un rato en que Elsa le dijo todo lo que le había pasado en el día (ocultando el hecho de que era la reina, prefería que no la tratara igual que los demás súbditos, al menos con eso tendría a alguien con quien hablar o desahogarse sin ningún prejuicio, al menos por ahora no le diría), el joven parecía prestarle mucha atención, por lo cual ella al terminar su relato, se le vino una pregunta.

Elsa: oye espera, no vas a atender al resto de los cliente?

¿?: Ya viste a tu alrededor?

Elsa empieza a ver, y se dio cuenta que no había más nadie en la tienda, solo ella y el.

Elsa: pero…

¿?: No te preocupes por eso, en donde estábamos?

Elsa: (Piensa un momento) a si te estaba contando que mi hermana y su novio estaban besándose, y luego mire que el libro estaba… (Dijo toda la frase cada vez con un tono más bajo) hecho cenizas.

¿?:… y ahora te preocupa que la reina se entere y las despida?

Elsa: bueno… si.

¿?: Y sus padres?

Elsa: ellos… (Se detiene al oír un dedo dar un toque contra la mesa)

¿?: Si no es un tema de que quieras hablar, solo no lo digas.

Elsa: gracias (Sonrisa)

¿?: Era muy valioso?

Elsa: solo uno de los mas valioso y raros del mundo entero.

¿?: (La mira un momento, para luego bajar la cabeza, tomar aire y lanzar un largo suspiro) me voy a arrepentir de esto. (En un susurro)

Elsa: Que cosa?

¿?: Dame un minuto, de casualidad solo existían 5?

Elsa: ahora solo 4.

El joven se levanta, y camina hasta la puerta izquierda al final de la tienda, luego se escuchan sonidos de pasos, y algunos sonidos de cosas cayendo y abriéndose. Luego regresa con lo que parecía ser una caja herméticamente sellada.

Elsa: que es eso?

¿?: Solo espera (Abre la caja, Elsa era incapaz de ver en su interior, pero se notaba que habían varias cosas) es este? (Le muestra un libro)

Elsa: (Lo examina y nota que en efecto era el mismo libro, pero este estaba tremendamente mejor conservado que cualquier otro que haya visto, tomando en cuenta su antigüedad claro está) SI! Es el mismo libro pero como…?

¿?: Conservo muchas cosas, algunas por gusto, otras por diversión, ese libro lo he tenido por mucho tiempo, ya lo he leído por lo menos, 146 veces, pero quien lleva la cuenta?

Elsa: pero…

¿?: Si te preocupa que decirle a la reina, si es que lo noto, dile que sabias que un gran restaurador de libros vendría en secreto a Arendelle para tomar unas vacaciones, y que hoy era el ultimo día que estaría por lo cual decidiste actuar rápido y tomaste el libro para que le fuera más fácil leerlo, o algo así, de que no lo note… bueno no se invéntate algo, no pienso pensar todo por ti.

Elsa: la verdad lo que quiero saber es porque lo haces?

¿?: (Baja la mirada, y con una expresión triste y un tono de voz bajo) uno hace cualquier cosa por los hermanos no?

Elsa solo lo mira fijamente con una expresión de asombro.

¿?: Oye la verdad me estoy divirtiendo y todo, pero si sabes que se empieza a hacer tarde no? Además de que creo que en el castillo tienen hora límite para entrar o algo así no?

Elsa solo se le quedo observando, se notaba que era nuevo, en el castillo no recordaba que hubiera hora límite ni nada parecido, pero al acercarse a una de las ventanas y ver hacia afuera, se dio cuenta que tenía razón, ya que la tarde había avanzado mucho, aunque aún faltaba para la noche, como era que no se había dado cuenta que había pasado HORAS con ese joven, y apenas sentía que llevaban unos pocos momento, no lo comprendía, pero luego pensaría en eso, ahora tenía que volver al castillo antes de que se preocuparan.

Elsa: tienes razón, bueno la verdad creo que tenias razón, me ayudaste mucho, gracias.

¿?: No hay porque, pero se te está olvidando el hecho que aun no comes tu chocolate.

Elsa: pero… tu dijiste que…

¿?: (Hace un gesto con la mano de que no se preocupara) hey es para que no se eche a perder, de hecho ese chocolate solo lo hago una vez cada cierto tiempo.

Elsa: enserio? (Toma el libro y lo sostiene con una mano en contra de su regazo)

¿?: Si, aunque ahora que lleva un rato frio no sabrá igual, pero creo que puedes comértelo de camino, digo de que llegue al castillo tu hermana tal vez lo devore antes que tu. Jeje.

Elsa: tienes razón. Jeje. Pero y si se marca?

¿?: Llevas el plato.

Elsa: y si…

¿?: Dame un momento (busca un pañuelo en el mostrador, y luego de doblarlo lo pone encima de libro que cargaba Elsa, para luego tomar el plato y la cuchara, y ponerlos encima de él, pero cuando ya iba a dejarlos, una de las manos de Elsa se pone encima de la suya para que lo sostenga mientras recupera el equilibrio, luego de un momento de silencio en que cada uno sentía cosas distintas) wow, tus manos, están muy frías, jajaja.

Elsa: (Siente un especie de corriente eléctrica minúscula, pero con una sensación de calidez) si yo… suelo ser así. Jeje.

¿?: Bueno creo que eso es todo.

Elsa: si.

Solo se sonríen.

¿?/Elsa: Adiós.

Se ríen un momento. Elsa empieza a caminar, pero recuerda el chocolate y el consejo que le dio el joven, así que empieza a comérselo, y en efecto era uno, si no el más delicioso chocolate que había comido en su vida, y eso que si el joven decía la verdad, recién preparado sabría aun mejor. Y incluso antes de que se diera cuenta, ya estaba justo enfrente del castillo, aun no entendía si el golpe que se dio en la cabeza le afecto el sentido del tiempo, o solo no le estaba prestando mucha atención a lo que la rodeaba, y así lo pensó hasta que…

Anna: ELSA!

Elsa: si?

Anna: dónde estabas? Desapareciste casi toda la tarde.

Elsa: Yo… estuve en el reino (y no mentía)

Anna: muy bien, (Se fija en ella) oye y ese libro y ese plato?

Elsa: o esto? No es nada, solo algo que me prestaron, dijeron que era bueno.

Anna: (La mira fijamente, sabia cuando su hermana le ocultaba cosas, pero solo por esta vez lo dejaría pasar) ok, a y te cuento que…

Elsa ya se había adentrado en sus propios pensamientos para ese momento, ideando la forma en que le agradecería al joven por su amabilidad, aun sin saber que ella era la reina de Arendelle, o cuando le daría de vuelta el libro, o…

Pero en eso Elsa se dio cuenta de uno MINUSCULOS detalles que paso por alto, no sabía cómo llegar a la tienda, ya que la única razón de que la hubiera encontrado era su olfato, y dudaba que este le dibujara un mapa, no tenía idea de cómo era la tienda, o al menos si era una casa/tienda ya que solo se había fijado en su interior, y las puertas de las casas se terminaban pareciendo muchas unas a otras, no le había dicho su nombre al joven para que este la ubicara (Esa era la única que hizo a propósito para que no supiera que era la reina, al menos no en ese momento), y sobre todo, el no le había dicho su nombre tampoco, tal vez porque no había salido en todo el tiempo que estuvieron en su tienda, en otras palabras era casi como si hubiera ido con alguien invisible, como si hubiera estado con nada.

Elsa: (Volteo a ver el reino desde la entrada del palacio) "como si el joven hubiera sido…"

UNA SOMBRA.


Bueno ahi esta, ah y si alguno tiene idea de como nombrar a mi nuevo personaje acepto ideas (la verdad a mi no se me ocurre nada TT)