Antes del Sueño (Prologo)

La miro con un sonrisa mientras se terminaba de arreglar, se veía hermosa y más que nunca con esos 5 meses de embarazo. Solo faltaba unos 4 meses para que su felicidad fuera mayor y su vida terminara de ser perfecta.

-¿Qué tanto me miras?-le pregunto una hermosa mujer de 26 años, morena, de cabello negro y lizo, poseedora de enigmáticos ojos azules.

-Solo miro a mis dos amores-le respondió un voz profunda y algo ronca, él dueño de esa voz era un hombre de 27 años, tez morena, cabello castaño y que al igual que su compañera poseía unos ojos azules, pero a diferencia de los de ella, los de él era más fríos y penetrantes.

-jajajaja… tus socios me van a odiar si te sigo distrayendo así Seto –le dijo con una sonrisa, antes de acercarse a su marido.

-sus comentarios me tienen sin cuidado-le dijo antes de tomar la mano de su esposa y darle un suave beso.

-¿Qué voy hacer contigo?-le dijo en un tono falso de enojo, pero en ese momento sus ojos se entristecieron

-¿Qué te pasa?

-es que…ya no quiero ir –le dijo mientras sus ojos se ponían aguados

-y eso ¿Por qué?-le pregunto

-es que estoy gorda y todas esas mujeres se ven tan delgadas y de seguro vas a desear que no haberme llevado- El castaño soltó un suspiro resignado –vez ya empezaste a sus pirar-se quejo la morena que se soltó del agarre de su mano con la de su marido y le tiro el primer cojín que se encontró- largarte y déjame sola.

-Ishizu aclámate no es bueno para él –no puedo terminar porque ella se lo impidió

-claro solo te preocupas por él no por mí-le dijo antes de empezar a ser una escena donde le grita que ya no la quería y que no deseaba. Así siguió hasta que se le calmaron los nervios.

-mejor?-le dijo calmado sus nervios porque más de una vez estuvo a punto de salir y dejar sola con su ataque de cambio de estado de ánimo.

-no vas a ver a otra-le pregunto mirándose en el espejo arreglándose el maquillaje

-lo prometo-le dijo con un sonrisa. (N/A: muchas sonrisa para Seto Kaiba en el principio de e un fic no lo creen?)

Pero nunca sucedió lo que Ishizu temía, ya que en el camino a la recepción la limosina del Ceo sufrió un fatídico accidente. La repentina lluvia del lugar hizo que la limosina patinara entre la lluvia.

Cuando Seto recobro el conocimiento se encontraba en su asiento cubierto de cristales rotos, mientras oía como sus guardaespaldas intentaban sacarlo de la limosina, preocupado y aturdido por la situación brusco con la mirada a Ishizu, al verla a su lado se asusto, su esposa estaba sangrando por el vientre, es mas la sangre que empezaba a mojar sus ropas no eran de él sino de ella. Extendió una mano para intentar alcanzarla, pero un dolor muy agudo en su costado le hizo bajar el brazo y soltar un alarido de dolor, después de eso solo recordó la voz de uno de sus hombres y la sirena de una ambulancia.