Cuando te enfadas.
-¿crees que los dibujos de Kuchiki san son de jardín de niños como dice Kurosaki kun? Yo pienso que son lindos, adoro los conejitos… el otro día vi un peluche precioso, pero era muy caro, me pregunto como un peluche puede costar tanto, ¿por qué crees que sea?
Esos, esos eran los momentos que menos soportaba, la vena de su sien comenzaba a palpitar fuertemente. Siempre que ella empezaba a hablar de esa forma sin sentido, revoloteando a su alrededor como una mariposa inquieta, esa vena parecía querer salir de su cuerpo. Pero hacia acopio de toda su paciencia, después de todo, así tal cual, la amaba.
-Mira, los sakura pronto van a florecer, ¿vamos a venir a verlos juntos verdad? ¿verdad? Kuchiki san dice que en su casa hay muchos árboles de estos, quizás ella los vea con su hermano, quizás podamos invitar a Ishida kun y Sado kun también, ¿crees que Kurosaki kun quiera venir? Tengo hambre ¿quieres comer algo? Cerca de aquí venden hamburguesas, pero no sé si quiero una, ¡mejor un helado! ¡sí! Un helado de limón, ¿tú de que lo quieres? De piña, fresa, coco, chocolate, ¡aww! ¡ya no sé! También quiero de chocolate ¿sabrá bien limón con chocolate? Lo averiguare. Ahí venden biscochos de nuez, ¿quieres probarlo…
-¡Basta! Puedes por un segundo, al menos, no decir ni una sola palabra, eres muy ruidosa.
Orihime le miró, ladeo la cabeza ligeramente y sonrió ampliamente, Ulquiorra observo el gesto sin comprender aquella reacción.
-¿por qué tú…?
Sin mediar palabra ella se acerco y le dio un pequeño beso en los labios, descolocado por la acción solo atino a mirarla.
-¿qué…?
-Me gustas cuando te enfadas- dijo Orihime sonriendo y dando la media vuelta caminado alegremente dando pequeños saltitos de felicidad. Ulquiorra tardo un segundo en recuperarse y seguirla. Quizás se permita tener menos paciencia de ahora en adelante.
Ulquihime adicta , eso soy lo confieso jeje. Espero les guste.
