Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, todos son de su autora J.K. Rowling. Yo solo los estoy tomando prestados, que conste, no me estoy haciendo de money ni nada por el estilo al estar escribiendo esto... jejejeje, que más quisiera, pero no, tristemente :(...
Esta historia es SLASH es un HP/DM, así que ya explicado y advertido el asunto, pueden proceder a leerla ;)
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Recuerdos...
Soy un joven serio, maduro, responsable quien busca una relación romántica con fines serios, interesados acudir a Grimmauld Place, No. 12, preguntar por Harry Potter.
No, no es ninguna broma... eso que acaban de leer es un anuncio del diario El Profeta que yo mande escribir... se lo qué están pensando, y créanme, esto hasta el día de hoy me había parecido muy tonto; pero ahora que veo este pequeño recorte de periódico en mi mano, sonrío al recordarlo.
Ahora estoy viviendo tranquilo, ya ha pasado mucho tiempo de ello y no, no me arrepiento de haberlo hecho. Estoy sentado en mi escritorio, con ese aparato muggle llamado computadora frente a mí; y al lado de una buena taza de delicioso y caliente café capuchino. El día parece decir que de un momento a otro va a llover; sí, aún no se porque me gustan esos días nublados y grises... me dan tanta nostalgia y a la vez me hacen sentir como si Londres fuera una postal hermosa, con todas esas parejas que de seguro estarán caminando por las calles, tomadas de la mano... sin duda me encanta este lugar. Batallé mucho en decidirme donde poner mi estudio para seguir con mi trabajo y al final, me decidí por ese pequeño salón que daba la vista hacia el patio trasero de la mansión... si, vivo en una mansión. No soy un tipo presumido ni aristócrata, claro que no, sigo siendo el mismo Harry de siempre: distraído, noble y porque no decirlo, algo travieso. Cómo les decía, la ventana de mi pequeño estudio, me regala una hermosa vista de mi jardín, y así como se encontraba el día, sentí el impulso de ponerme a escribir otro de mis libros, pero al ver por la ventana esa bella imagen, no pude evitar dejarme llevar por mis recuerdos (tampoco soy un viejo¿eh? solo tengo 21 años, pero eso sí, muy felices). Aclarado el asunto, les contaré acerca de esa bella imagen que en estos momentos estoy viendo por mi ventana: ahí esta, en el jardín, junto a mis dos pequeños hijos; Draco Malfoy, el rubio a quien he amado desde siempre...
Sí, lo sé; conozco a Draco Malfoy demasiado como para yo mismo sorprenderme ante esto, pero así fue. El príncipe de Slytherin se convirtió en mi vida entera... je, je, je... lo siento, sonó muy cursi; pero es que en realidad si amo a ese condenado rubio. Fue por eso que al verlo hablar con nuestros hijos allá abajo en el jardín y explicándoles acerca de los cuidados de mandrágoras (claro, tenemos dos bellos hijos; James y Lucius. Aunque nunca me convenció el nombre de mi segundo hijo, pero, por ver feliz a Draco lo que sea); fue que tomé de nuevo aquel trozo de periódico que tanto guardaba entre mis pertenencias. Aquel anuncio que atrajo a Draco Malfoy a mi lado...
No puedo evitar el sonreír al ver ese pedazo de papel viejo; aún recuerdo como en esa época estaba muy desanimado, algo deprimido. Veía como Ron y Hermione estaban felices con su noviazgo, y aunque ellos trataban de no hacerme sentir mal; siempre me sentí de más al lado de ellos, casi como un estorbo. En las salidas que teníamos hacia Hogsmaede, no dejaba de atormentarme mentalmente al pensar en que Hermione y Ron quizá deseaban estar a solas y disfrutar de una salida de pareja, pero como siempre, tenían que aguantarme; sí, aguantar a su solitario y desafortunado amigo Harry Potter. Porque así me sentía en ese tiempo, no tenía a nadie que sintiera algo por mí, Ginny era la novia de Dean y se amaban mucho, lo cual no me molestaba en lo más mínimo. Cho Chang, ya también era pareja de otro chico de Ravenclaw; total, todos tenían pareja menos yo, el tonto y estúpido de Harry Potter. A mis espaldas cargaba con el peso de que yo debía acabar con Voldemort, y después de pensarlo un tiempo, llegué a la conclusión de que nadie en su sano juicio aceptaría ser pareja de alguien que no se sabía que futuro tendría, llamémosle tal vez, muerte.
Ron y Hermione trataban de animarme, lo cual siempre se los agradecí; pero entiéndanme, yo me sentía triste y solo... deseaba morir en la batalla, me había propuesto matar a Voldemort, pero tal vez, también dejar que el me hiriera de manera que yo no lograra sobrevivir, después de todo, no habría nadie que me extrañara, nadie me echaría de menos... Ya no me quedaban seres queridos en este mundo, mis padres, Sirius, Lupin, Dumbledore... perdí a tanta gente que quise demasiado; sé que aún tenía a mis amigos a mi lado pero, no deseaba convertirme en una carga para ellos. Yo deseaba que ellos fueran felices, que vivieran su vida sin tener que estar preocupándose por Harry Potter el chico solitario, no, definitivamente eso no era algo que yo deseaba. Lo que realmente yo necesitaba era algo, algo que me hiciera aferrarme a esta vida en este mundo, o mejor dicho, alguien...
Sí, fue una época muy difícil para mí; pero mi vida cambio cuando a mi pelirrojo amigo se le ocurrió convencerme de hacer algo tan descabellado que tan solo de pensarlo me hacía sentir estúpido. Todo comenzó por un anuncio que Ron (ya saben, la gran idea que se le ocurrió a mi amigo) me hizo escribir y mandar publicar en el diario El Profeta. Así es, todo eso empezó por Ronald Weasley, pero sin saberlo, aquel pequeño anuncio iba a hacer que mi vida diera un giro completo, y ahora que lo veo, siempre agradecería aquella loca idea a mi amigo Ron.
Permítanme contarles cómo fue que todo sucedió, Fue un día de octubre, dos días antes del día de Halloween...
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Y bien¿que les parece?... ¿les gustaría que Harry les siguiera contando como fue que su vida dio una vuelta completa?, sí es así, espero sus reviews!!!
