Cantatriz
Capitulo 1:
Era jueves a la noche. Se dirigían al lugar indicado según lo acordado con el grupo, donde podían encontrar a el mas apto para realizar el trabajo pendiente.
Cuando se llegaron, se sentaron en la mesa mas alejada al escenario y esperaron. El lugar estaba lleno y se podía ver peleas que se iniciaban por un malentendido, pero todo valía para esos borrachos, se decía Itachi. Diez minutos después llego la camarera a preguntar si se les ofrecía algo y con una mirada fría de kisame lo cual explicaba todo. La camarera se fue sin mencionar ni una palabra y empezó a atender a otra mesa.
Después de un par de minutos, las luces se apagaron, todos quedaron en silencio, lo único que se podía divisar era una luz que apuntaba al escenario. El telón se abrió y apareció una figura femenina. Los presentes se quedaron esperando en silencio hasta que la joven comenzó a cantar. Su voz era diferente de las de las demás cantantes. Tenía algo que al escucharla hacia que todos se perdieran en sus pensamientos. Menos dos de los presentes todos estaban encantados con su música.
La joven tenia el pelo castaño claro y su figura no era la de una modelo pero su cuerpo estaba mas desarrollado que los de las chicas de su propia edad. Lo que mas impactaba de ella eran sus ojos, los cuales cambiaban según el día, pero algunos pensaban que era por su estado de humor como su mamá solía decir.
Itachi llamo a la mesera que anteriormente había tratado de atenderlos:
Cual es su nombre?
Me impacta señor que no sepa su nombre, en este pueblo todos la conocen, más que nada los hombres. Aunque no se como hace, no es muy bonita, igualmente yo pienso que…
Su nombre- le repitió Itachi con una voz más fría y cortante si eso podía ser posible.
Rai.
Es ella.- susurro a su compañero, y con esto salieron del bar dejando a una camarera perpleja por detrás.
La noche era todavía joven cuando Rai se disponía a salir del bar por la parte trasera para no ser perseguida por uno de los ricachones, como ella solía decirles, para ofrecerle una propuesta a la que ella siempre iba a rechazar.
Estaba lloviendo, cogió su paraguas y salio hacia el callejón. Pero a la salida de este distinguió dos figuras. Rai disminuyó su paso pero luego pensó que tal vez no la estaban esperando para robarle o algo por el estilo. Entonces siguió por el callejón y paso por el frente de los dos extraños. Suspiro con alivio al ver que no la estaban persiguiendo. De repente sintió una ráfaga cerca de ella. Algo le golpeó la nuca y lo último que pudo ver fue un cuerpo frente a ella, observándola, antes de que todo se volviera negro.