Aclaración
La siguiente historia es propiedad de Jaid Black yo solo uso sus maravillosos escritos para una pequeña adaptación.
Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto yo solo uso sus personajes sin fines de lucro para pervertirlos/as un poco y tener un mundo con más ItaHina, SasuHina o LukaHina.
El siguiente contenido es clasificación M o MA contiene escenas de sexo explícito, sumisión y seducciones forzadas.
Un día tal vez llorarás de nuevo, como un niño. Tienes que sujetarte fuerte al mástil, mi amigo, y la tormenta pasará. Richard Ashcroft.
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Capítulo I
Hinata Hyuuga tomó un sorbo del té de hierbas y le pasó la taza a su mejor amiga Shion Hatake. Shion aceptó la taza en forma plácida, tomó un sorbo y, con calma se la pasó a la siguiente persona del círculo de meditación.
Cuando la copa había dado una vuelta entera, el líder muy tranquilo de Los Rostros Sonrientes y el Retiro de Los Corazones de Paz, la señora Yamanaka le sonrió al grupo. Ella le recordaba a Hinata de una esposa Stepford [una esposa tan perfecta que parece irreal].
-"¿Se sienten todos relajados?"- preguntó la señora Yamanaka, en forma melodiosa. -"¿Sonríen nuestros rostros hoy"?-
Shion frunció el ceño. Dio una mirada fría hacia Hinata y le dijo con su mirada: "Me las vas a pagar por esto y no será nada barato créeme". Hinata se dio cuenta en forma distraída que el ceño fruncido de Shion no mostraba tranquilidad. Ella sólo esperaba que la señora Yamanaka no se diera cuenta de la falla de su mejor amiga. De lo contrario, era posible que los haría hacer algún tipo de proyecto extra como mudarse por tiempo indefinido a Mister Rogers Neighborhood. La señora Yamanaka cerró sus ojos y respiro por los orificios de su nariz y exhaló por su boca. Ella alzó una mano, suave al aire serpenteando de un lado al otro con movimientos suaves.
-"Respiremos. Encontremos la pazzzzzz."- susurro relajada la señora Yamanaka.
Los que pagaron por ir al retiro hicieron como hacía la directora y, no obstante, un poco escépticos, cerraron sus ojos, respiraron e intentaron a toda costa encontrar la paz.
El grupo de Hinata, constaba de Shion, ella, y otros cuatro. Al lado de Shion estaba Tobirama, un gerente ejecutivo extraordinario de cincuenta años cuyo médico le recomendó Los Rostros Sonrientes y el Retiro de Meditación de Los Corazones de Paz después de una operación de triple desvío de arterias. La señora Yamanaka le había negado el uso de su fax portátil y teléfono celular, pero Tobirama había sido sorprendido rompiendo los reglamentos unas veces con pretexto de "asegurarse que todavía funcionaban". Hasta ahora, Tobirama no había encontrado la paz.
Al lado de Tobirama estaba Sakura, una ama de casa de cuarenta y tres años, madre de cinco hijos, quien tuvo una crisis de nervios después de que su hijo mayor le revelara el otoño pasado su tendencia homosexual. Ella vino en busca de paz cuando trató de ser una buena madre al apoyar a su hijo y su nuevo esposo. Como ya era normal ver a Sakura llorar a cualquier hora en que le echaran un vistazo hacia ella, era probable que tampoco hubiera encontrado la paz.
Entre Nagato y la señora Sakura se sentaba Deidara, un monje. ¡Quién pensaría que habría algo en la vida de un monje que le produciría tanta tensión que lo mandaría a este lugar! Pero, en fin, ahí estaba. Un monje que necesitaba encontrar paz. Si los movimientos nerviosos del hermano Deidara y sus balbuceos incoherentes indicaban algo, a él también le hacía falta encontrar la paz.
Paz, eso parecía ser algo difícil de encontrar.
Hinata inhalaba por los orificios de su nariz y exhalaba por su boca mientras escuchaba la voz con un timbre alegre al dar órdenes. Este era su tercer día consecutivo y el de Shion en el campamento y hasta ahora, no estaba más serena que a la llegada.
Quizás este retiro en que convenció a Shion que asistiera con ella no había sido una de sus mejores ideas. Pareció una buena idea cuando, en el trabajo le dio un folleto con mucha información del campamento. Parecía ser la manera perfecta de dejar atrás la tensión del año pasado en la ciudad mientras ella encontrara la paz en las montañas de Kumo por una semana; ahora no estaba tan segura.
Pues, ya no importa. Shion y ella ya estaban aquí. ¡Más vale aprovecharlo!
Hinata cerró sus ojos y respiró, trataba con desespero encontrar la paz. Ella se sentía como una mujer que se ahogaba arrastrada por las corrientes, aferrándose por ayuda con desespero a una ramilla que pasaba y oraba para que la mantuviera a flote.
Se le ocurrió a Hinata que encontrar la paz era una tarea de mucha tensión.
-"Me cuesta creer que pierdo una semana entera de vacaciones muy merecidas en este maldito lugar".- gruño Shion haciendo una mueca de tristeza a Hinata desde el plato de ensaladas de verduras y ¡qué excelente!- vinagre de aliño.
Hinata alzó la mirada desde su servicio de comida para conejos por tiempo suficiente para fruncirle el ceño. -"¿Por qué siempre tienes que despreciar todas mis ideas? Eso me molesta mucho".- gruño la Hyuuga irritada.
-"No quise dar a entender nada por eso."- Shion movió la mano con un gesto desdeñoso. -"Yo sólo estaba bromeaba".- Ella se acercó a la mesa y captó la mirada de su mejor amiga. -"¿Recuerdas lo que es bromear, cierto? ¿Recuerdas, eso que hacíamos antes de que te convirtieras en Morticia Adams aquí presente?- murmuro algo fastidiada la rubia.
Hinata hizo una mueca de dolor. A ella no le importó lo inapropiado que fuera ese apodo en ese momento. Ella puso el tenedor sobre la mesa y suspiró, cerró sus ojos y se dio un pequeño masaje en las sienes. -"Discúlpame Shion. Sé que no quisiste insinuar nada con eso. No sé qué me pasa últimamente. Siento que he perdido el control.- dijo con cansancio.
Shion extendió su mano hasta tomar la mano de Hinata. -"Cielo, debes seguir adelante,"- le dijo en voz baja. -"ha sido un año muy difícil".
HInata abrió sus ojos y mordió su labio inferior y asintió haciendo un gesto con su cabeza. ¡Cuánto necesitaba seguir adelante! Su segunda hermana Hanabi, cumplió una año de desaparecida ayer y no parecía que iba a volver jamás. -"Es tan difícil aceptarlo, Shion. Lo que digo es que de todos los lugares, Disney World! ¿Quién rayos se cae de The Pirates of Penzance y que nunca se sepa de esa persona de nuevo?- Hinata refunfuñó -"¡Kuso! Esas cosas no suceden".-
Shion le apretó la mano. -"Tienes mi apoyo, Cielo, como siempre y lo sabes".- murmuro Shion tratando de consolarla.
Con un soplo, Hinata apartó de su vista su cabello negro azulado como el manto nocturno en el proceso. Ella en respuesta también le apretó la mano a Shion.
-"Lo sé, Shion. Lo sé".- Hinata se enderezó más en su asiento y dio una risa sin ganas. -"¡Dios mío, soy terrible! Lo has hecho todo por mí este año pasado y te lo agradezco criticando cada palabra que sale de tu boca".- Ella asintió con un movimiento de su cabeza. -"¿Cómo me soportas?"- pregunto curiosa la Hyuuga.
Shion gruñó. -"No es fácil"-. Ella vaciló una sonrisa mientras apretaba la mano de Hinata otra vez. -"Pero lo siento. Tú sabes, por despreciar este lugar. Yo jamás-". -"¡No!"- insistió HInata y movió su cabeza con vigor señalando algo negativo. -"Las cosas tienen que volver a ser como eran. Yo necesito un poco de sentimiento de normalidad otra vez"- murmuro la Hyuuga.
En verdad, tener a Shion velando cada palabra que ella susurrara no era normal. Ellas habían sido mejores amigas desde temprano en su niñez y, debido a ese hecho, siempre habían compartido un compañerismo sencillo que algunas amistades, pese cuán bueno, podían proclamar. La mayoría de las veces sabían lo que la otra pensaba antes de si quiera haber hablado. Pero habían ciertas cosas que Hinata no le había contado a Shion y una de ellas era que los miembros del clan Hyuuga eran descendientes de los dioses griegos su padre Hiashi era hijo de Hera y Hades y su madre era hija de Atenea y Ares sus padres no formaban parte del Partenón a pesar de ser dioses al igual que ellas y sus hermanas menores Hanabi de 27 años y Miyuki de 21 años.
Shion asintió con un movimiento de la cabeza. Nada más tenía que ser dicho sobre ese tema.- "Con que"-, preguntó, efectivamente al cambiar el tema, -"esto está lleno de diversión, y ni decir lo apetitivo"- ella miró su plato y mostró descontento con sus labios"- ¿te ha ayudado del todo la gira a Kumogakure?
-"En verdad no, me ha servido de nada".- contesto con depresión la Hyuuga.
Shion quitó la vista del plato de ensalada. -¡Oh! ¿Por qué no?- pregunto con cierta ironía la rubia.
Hinata encogió sus hombros. -"El estar respirando me aburre. Me doy cuenta que en lugar de relajarme, sólo me da más tiempo para pensar en mis problemas".- murmuro algo molesta la peliazul.
-"¿Como…"? – pregunto Shion disfrutando del tic nervioso en la ceja de Hinata.
-"Tú sabes. ¿Cómo tenemos que respirar durante nuestras sesiones de masajes"?- gruño Hinata.
-"Sip".- respondió Shion.
-Respiro profundo muy bien y, durante todo el tiempo que me están dando un masaje, me imagino que me lo da Kyoraku Shunsui y Utikate Jushiro en lugar de estos pequeñuelos que nos dan los masajes".- dijo alegre la rubia.
Hinata alzó una ceja. -"¿Con que ambos? No sabía que te gustaran los tríos Shion.- se mofo la peliazul.
Shion gruñó. -"Lo que sea. Sólo uno de ellos no servirá. Hay algo de la combinación de Kyoraku-Utikate que puede hacer que una mujer respiiiiiiiiiiiiiiire. ¡Niña! ¡En esos momentos he encontrado la paz"!- dijo Shion con un puchero Hinata se rió, Eso era como un sonido musical a los oídos de Shion.
-"¡Oh, Shion, eres tan mala!- Sus ojos temblaron mientras ella se mordisqueaba el labio. -"Pero creo que lo intentaré la próxima vez. ¿Funciona alguna otra combinación o sólo la de Kyoraku-Utikate"?-
Shion asintió con un movimiento de su cabeza. "Sólo Shunsui-Jushiro, corazón. Yo lo llamo la técnica Shun-Shiro". – dijo Shion guiñando uno de sus ojos.
Hinata Bufo. -"¡Entonces será la técnica Shun-Shiro!-
-"Está bien".- Shion se rió entre dientes.
Dos días después, Hinata le confesó a su amiga que la técnica Shun-Shiro le había hecho maravillas. Era extraño. Shion tenía la razón en eso tanto como en que la técnica no era buena con otra combinación. Sólo funcionaba con Shunsui y Jushiro. Shunsui tenía que darle un masaje en su lado izquierdo y Jushiro en su lado derecho. ¡Era un tremendo descubrimiento! ¡Ni decir lo raro que era esa combinación!
Acabadas de salir del cuarto de masajes, Hinata y Shion se sirvieron dos tazas de porcelana y, por ende, todavía con sus batas blancas del balneario y se sirvieron dos tazas de porcelana llenos con té de yerbas y encontraron una mesa para tomárselo a sorbos. A ellas se les unió Sakura, la ama de casa que tenía el hijo homosexual y Nagato, el lord inglés que nunca dejaba de fruncir el ceño.
Shion le echó un vistazo a Nagato y con elegancia alzó una ceja.- "Nagatito, corazón, casi te ves más contento esta mañana". – dijo Shion tranquila.
Hinata apartó la mirada por no reírse. El noble inglés siempre tenía el ceño fruncido. Cómo Shion podía distinguir un ánimo del otro, no lo entendía, pero lo podía hacer. Se notaba que a Nagato no le molestó del todo. De hecho, es posible que hasta lo aceptara, ya que era tan palpable a uno que el aristócrata casado le había empezado a gustar un poquito su mejor amiga.
Pero ¡quién lo podría culpar! Shion Hatake era exquisitamente bella. Ella tenía un cuerpo largo y lánguido, como deportivo y portaba una piel de un exquisito color dorado. Tal y como Hinata se había imaginado que la reina Nefertiti se veía en sus buenos días.
El cabello color rubio rizado le colgaba a media espalda en trencitas pequeñas que le rodeaban el rostro de una mujer que podría hacerle competencia a una súper modelo. Unos intensos ojos violetas oscuro con forma de almendras, y hermosos labios rojos. La mujer era exquisita.
Pero de todos sus atributos, no era su rostro el que más le gustaba a Shion. La rubia se enorgullecía en su cabello. No se lo había cortado ni una vez en su vida y juraba que jamás lo haría.
Hinata tampoco se había cortado los mechones de cabello color negro azulado. Cabello largo y estatura mayor que el promedio era lo único que Shion y ella compartían desde un punto de vista físico. En todas las otras formas, sus apariencias estaban en extremos opuestos.
Mientras Shion era de piel bronceada o dorada como lo llamaba ella, Hinata lucía una tez cremosa que todas las mujeres en su familia poseían. Valga que su color marfil lucía bien con su cabello negro azulado y ojos perla con tintes de lavanda plateados que era como el signo distintivo de los Hyuuga esa era una forma de reconocer entre los miembros de su familia quienes nacieron como dioses completos si nacías con ojos perla pero sin el tinte lavanda plateado eras un semi-dios.
Sus figuras también eran distintas. Mientras Shion tenía una figura perfecta de moda con su busto de talla C y su cuerpo tallado majestuoso, Hinata era más llena de caderas y más exuberante de busto un cuerpo que según le decía su madre era como el de las guerreras amazonas a las que protegían su abuela Hera y Atenea.
Eran dos mujeres, dos mejores amigas, quienes la sociedad clasificaban como "bellas". Distintas, pero bellas. El milagro más grande es que ninguna de ellas lo sentían o en verdad lo creían. Pero esa era la manera de las europeas. Nadie está contento con su propia suerte y el espejo del baño ajeno refleja una mejor reflexión.
Hinata controló su humor y se viró hacia Nagato y Shion. Ella inclinó su cabeza al caballero británico con solemnidad. -"Es cierto, Nagato, parece que por fin encuentras tu paz".- murmuro Hinata.
Nagato entonces frunció el ceño- nada fuera de lo común. -"Toda esta maldita tontería de encontrar la paz de uno ha sido una pérdida de libras esterlinas".- gruño molesto Nagato. Su ceño fruncido se hizo más profundo. -"¡He dicho! No tengo más paz que al llegar".-
Shion chasqueó su lengua.
-Nagatito, tienes que relajarte, corazón. Debes respirar. Debes encontrar la pazzzzzzz.- dijo Shion haciendo malabares con las manos.
Hinata se hubiera reído, pero Sakura escogió ese preciso momento para estallar en llanto. Ella sacó un pañuelo del bolsillo de su bata y se la pasó por los ojos.
-Lo siento tanto. Pero creo que Nagato tiene razón. Yo tampoco puedo encontrar la paz ¡y sólo me quedan dos días para encontrarla!- dijo Sakura estallando en llanto otra vez.
Nagato frunció el ceño. Por lo menos más de lo normal.
Hinata extendió su brazo y le dio palmadas a Sakura en la mano. -"Todo va a estar bien."- dijo la Hyuuga, echando un breve vistazo hacia Shion y gruñó. -"Quizás le debemos presentar a Sakura la técnica de Shun-Shiro.
Shion le sonrió en respuesta. -"No es una mala idea".- Ella alzó sus cejas y consideró a Nagato.
-"Te lo enseñaría a ti también, Nagato, pero dudo que haga maravillas".- le informo la rubia al noble.
El lord inglés inclinó su cabeza.- "¿Y qué técnica es esa, señora Hatake"?- pregunto curioso.
Los ojos violetas con forma de almendra de Shion se abrieron como platos. -"Corazón, déjame decirte….
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Mi rincón
Bien sé que no tengo excusa pero la inspiración me ha abandonado así que mientras la muy puta vuelve estaré publicando esta adaptación.
Les aviso que será un ItaHina, NaruShion y SasuMiyu.
No Sakura no jugara ningún papel importante en la historia quedan avisados, como se abran dado cuenta la historia no será exactamente como la de Jaid Black.
Dejen review y público pronto.
Matta nee.
