"Todos creemos que el fin es simplemente ser enterrados y olvidados en una tumba llena flores marchitas y recuerdos de lágrimas en silencio."

-Scarlet Meltheart-

Aun recuerdo como era mi antigua vida cuando respiraba, podía sentir y mi alma seguía intacta. Daría lo que fuera por volver a tener mi antigua vida y no ser simplemente un experimento que sobrevivio después del peor de los accidentes.

Solía ser una chica de gustos simples estaba apenas en los inicios de mi juventud, tenia una vida que adoraba con todo mi ser, ni todo el amor que se le da a las princesas era comparado con mi familia, aun recuerdo la dulce mirada de mi madre al verme juguetear en los campos y como olvidar a la pequeña que tendría mí madre antes de él nos abandonara. No lo culpo de esa decisión simplemente creo que hubiera sido todo mejor si estuviera ahora a mi lado, no puedo quejarme ya que no me falta nada en esta vida... cómo desearía volver a aquellos días en los que no me preocupaba nada. Pero lamentablemente todo en esta vida no es lo que esperamos y patea nuestra boca con furia todavía recuerdo como paso esa tragedia.

Salí como siempre con mi madre a pasear, todo era alegría y paz, me perdí por un momento dando vueltas en aquella plaza y estaba al bordo de la desesperación ya que no la veía por ningún lado, llore por un momento hasta que una pony de ojos rojos como si fuesen diamantes se apiadará de mi

- ¿estas perdida? - recuerdo su dulce tono de voz que hacia que tuviera una calma dentro de mi alma, no me contuve y rompí en llanto abrazándola con miedo.

Tiempo después encontramos a mi madre la cual estaba alterada, creía que su hija había desaparecido para siempre así que corrí y la abraze, al preguntar el nombre de aquella pony ella solo me dijo:

- Scarlet Melthart - con estas ultimas palabras se retiro y nunca volví a verla de nuevo pero se que estaré siempre a salvo por que ella estará ahí para protegerme.