El ocaso del innombrable

CAPITULO I: Montevideo, Uruguay.

Violet Wilkins se encontraba en su habitación. Contemplando desde su ventana, la hermosa luna llena. Debería encontrarse durmiendo. Ya que mañana tenía liceo. Si señoras y señores a pesar de ser nada más ni nada menos que sábado ¡tenia clase! .Claro, como iba a liceo público. Tenia que levantarse a las ¡9 y media de la mañana! , ¡¿Dónde se vio eso? , ¡Madrugar un sábado! .

Mientras Clara estaba despotricando contra todo y contra todos los que tenían algo de culpa por el hecho de que tuviese que madrugar un sábado (y eso que ya estaban a mediados de septiembre, y en 2 meses terminaría su 3º curso), alguien forzaba la puerta con un simple alohomora. Hecho del cual nuestra rubia amiga, no se entero, aunque sus padres si, (ya que habían colocado un hechizo en la sala, el cual les avisaba si había alguien allí), al pasar por el cuarto de violet la vieron en la ventana, así que bajaron corriendo con sus varitas en alto. Se sentía la magia negra en el aire…

— ¿qué haces aquí, Tom? — preguntó Clara Gaunt (la madre de violet) al verlo.

— Eso Riddle, ¿por qué irrumpes así en nuestro hogar? —hablo Mikel Wilkins

— ¿Dónde está la educación?, ¿qué diría Dumbldore? — dijo con sorna riddle.

— he preguntado ¿Qué, que diablos haces aquí, Tom? — Clara lo dijo con una tranquilidad en la voz que denotaba peligro. El sr. Wilkins notando esto miró a su esposa, la conocía desde los once años, tiempo más que suficiente para saber que esa voz (con la cual había hablado) sólo significaba una cosa: una amenaza. Se fijó en sus ojos, ésta miraba a Riddle (no le sacaba los ojo de encima) su mirada era fría, de hielo, de temer.

— el porque de mi visita ya lo saben, quiero a mi sobrina, la llevare conmigo. Tiene un gran poder, mayor que el de Dombuldore me atrevería a decir ser hermanita. — Los ojos de Clara se abrieron tanto que casi se le salen — ¿Te sorprende que te llame así?, ¿hermanita?

— Yo no soy tu hermana, ¡eres un ASESINO!, yo solo tuve un hermano, y este murió minutos antes de que yo naciera. Podría decirse que murió junto con mamá. — dijo Clara y lo escupió. Gesto que no le agrado en lo mas mínimo a su hermano.

—Eso lo pagaras. Una verdadera lastima, hubieses sido la mejor de mis motifagos, oh si hermanita— afirmó al verla cara de su parienta. — lo logré, los muggles y mestizos lo pagaran, morirán, y Lord Voldemort se alzará al poder — termino de decir esto con cara de orgullo, la cual desapareció de su rostro casi al instante en que clara se hecho a reír, esto no le había causado la mínima gracia al lord. Su cara de orgullo cambio a una de furia. — ¡Cállate estúpida, o te matare! — esto tampoco surtió efecto alguno, por lo que tom lleno de ira, alzó su varita y pronunció la maldición cruciatus, pero esta no le dio a Clara (la cual de tanto reír había soltado la varita, gran error, por lo tanto estaba indefensa), sino que le dio a Mikel, su esposo, el cual al haber visto la situación de clara se había interpuesto entre la maldición y ella, olvidándose que era mago y que un simple protego bastaría.

— ahhhhhhhhh! Nun-c-ca, AHH, s-se ira co-co-n vos— dijo Mikel volviendo al tema que le competía, su hija, por lo que se escucho otro cruccio —AHHHHHHH! — Cruccio — AHHHHH! AAAAAAAAAHHH! — AVADA KEDAVRA!. — así fue como, luego de un "las amo" la maldición asesina le dio de lleno en el pecho.

— Valor Gryffindor —dijo con sorna — siempre dije que eran unos idiotas, no entiendo como fue que terminaste ahí — dijo con frustración — no logro entender como una descendiente de Salazar Slytherin pudo parar allí. Debes ser tan sangre sucia como nuestro impuro padre.

— ¡no lo llames así, es tu padre! — le gritó mientras una lagrima le corría por la mejilla, solitaria.

— nunca lo fue. Y en el caso de que si, ya me he encargado de él. — dijo con una sonrisa de autosuficiencia en su rostro.

— hay algo que me resulta irónico, odias a los mestizos cuando tu eres uno. Dime algo Tommy ¿acaso tus seguidores sangre pura están al tanto de tu situación? ¿Eh? M-E-S-T-I-Z-O. — Le dijo clara colérica. Disfrutando de la cara de ira de su hermano — sabía que se estaba preparando para matarla así que recogió su varita y con un experto patronum con forma de leona, comenzó el duelo, iba muy parejo. Y luego entre cruciatus, desmaius, protegos y muchos otros, Clara callo al piso con su varita lejos de ella.

Sabía que se estaba preparando para matarla por eso jugó su última carta — ¿pensaste que sabiendo que andabas tras ella la dejaríamos aquí? — esto encolerizó mucho más al Lord y le lanzó el avada. — Te amo hija, confía en él—miró a su hermano y segundos antes de que la maldición la alcanzase le dijo — nunca será tuya — y murió. La maldición la había alcanzado.

El lord busco y busco por toda la casa, y, aún así, no la encontró. — ¿me habrá dicho la verdad? Patio la cama del cuarto de Clara, frustrado, cogió una fotografía de Violet y se fue echo una furia. No sin antes echar una maldición de magia negra. Si alguien entraba a la casa sufriría 20 cruciatus juntos.