HOLA QUE TAL COMO ESTAN TODOS, PUES BIEN NO LO PUDE EVITAR JEJE Y AQUI ESTOY NUEVAMENTE CON OTRA HISTORIA, ESTE ES MI SEGUNDO FAN FIC, ESPERO LES GUSTE, Y PROMOTO NO TARDAR TANTO EN SUBIR LOS SIGUIENTES CAPITULOS, ESPERO SUS REVIEWS, SABEN QUE SE ACEPTA TODA CRITICA YA QUE ESO NOS HACE CRECER.
TODOS LOS PERSONAJES Y LA BASE DE ESTA HISTORIA SON DE SUZANNE COLLINS YO SOLO DEJE VIAJAR MAS MI IMAGINACION, ESTO ES SIN FINES DE LUCRO, ES PURO ENTRETENIMIENTO.
Capitulo 1
El día que hable con mi madre por teléfono después de todo lo sucedido fue como sentir que respiraba por primera vez desde hace mucho tiempo, fue difícil hablar de todo lo ocurrido, pero sobre todo fue doloroso, muy doloroso; lloré con ella durante un buen rato, hasta llegar a un llanto incontenible que me desplomó en el piso de la cocina y le tuve que decir que le hablaría mas tarde.
En pleno llanto Peeta apareció con una hogaza de pan, fue algo incomodo, porque nunca me gusto que me vieran llorar, pero era Peeta y era algo que ya no podía controlar, él se fue acercando lentamente a mi, al principio pensé que él aun creía que yo lo iba intentar matar en algún momento, que el veneno aun lo tenía confundido en que si era un muto o una persona, pero en realidad me estaba dando un espacio y de cierto modo pidiendo permiso para acercarse, me ayudó a levantarme y un instante mas tarde Sae apareció para preparar el desayuno. Peeta se quedo a desayunar conmigo y estuvo al pendiente de que me terminará casi todo, claro le di mi tocino a Buttercup.
-Necesitas comer bien- me dijo con algo de preocupación en el rostro, no se si por la reacción que podría tomar, ya que nunca me gusto que me dijeran que hacer o porque físicamente me veía muy mal, tal vez ambas -Estas muy delgada y también necesitas ejercitarte, ¿quieres que te acompañe a cazar algo o prefieres hacerle una llamada al Dr. Aurelius?
-Suficientes llamadas por el día de hoy- le conteste desviando la mirada, tratando de pensar lo menos posible en mi futuro próximo.
– Planeas quedarte en el distrito 12 o estas aquí temporalmente – le pregunte, pues me rehusaba a creer que él se quedaría en este lugar donde ya no quedaba nada, más que las cenizas mezcladas con los recuerdos, recuerdos donde había buenos y sobre todo malos.
-A donde mas podría ir, si aquí esta todo lo que tengo- me respondió en un tono algo melancólico y tomando mi mano para hacer que volteara a verlo.
– Katniss, se que hemos pasado por muchas cosas, pero ¿crees que a Prim le gustaría verte así?- el escuchar su nombre me provoca un dolor que no puedo explicar, pero el hecho de tener la mano de Peeta sobre la mía me dio a una sensación de seguridad y a la vez fue inquietante.
-Vamos, necesito salir a tomar aire fresco- le conteste, - caminemos un rato-.
Salimos de la casa y nos dirigimos a la alambrada en silencio, Peeta insistió en que me llevará el arco y mis flechas, llegamos al punto donde Gale y yo solíamos reunirnos para comenzar nuestro día, era extraño tener a Peeta a mi lado en medio de un bosque sin la sensación de salir corriendo en cualquier momento para salvar nuestras vidas, ahora no había esa necesidad.
No platicamos mucho salvo por detalles que estaban pasando en el distrito, de cómo planeaban reconstruirlo y la gente que había regresado; llegamos a un punto donde nos encontramos con un conejo y le dispare, no fue un tiro limpio, lo que hizo estallar todas mis emociones contenidas por días, comencé a disparar como loca, a puntos donde imaginaba la cara de todos aquellos que eran responsables del dolor que sentía, responsables por la perdida de tantos seres queridos, así como también imaginaba mi rostro, porque por mi culpa habían desaparecido muchas personas, por mi culpa mi hermana ya no estaba aquí.
-Katniss, ¡para!- cuando escuché la voz de Peeta estaba lejos, mi reacción al parecer lo altero provocando que se alejara de mi, al voltear a verlo con lagrimas en los ojos, lo vi aferrado a un árbol y con las pupilas dilatadas.
-L.. lo siento Peeta- mi voz era débil e insegura. Al ver el estado en el que se hallaba, desapareció toda la ira que acababa de sentir unos segundos antes y dentro de mi surgió una necesidad de correr y abrazarlo para decirle que todo iba estar bien, pero lo único que hice fue quedarme ahí parada viendo como poco a poco se relajaba.
Era evidente que aun tenía veneno en su interior, lo que me hizo pensar si algún día volvería a ser él mismo, volvería a ver esos ojos azules hermosos y esa sonrisa radiante que siempre me daba, si volvería a ser mi Peeta.
-Vamos regresemos a casa- me dijo, ya mas tranquilo. –Siento mucho mi reacción, se que te tienes que desahogar de alguna manera, pero…
-No no tienes porque disculparte - lo interrumpí - la que tiene que disculparse soy yo, no pensé…- le conteste avergonzada, ya que unos instantes antes solo había pensado en mi, en la ira y el dolor que sentía desde hace meses, sin pensar en que el también a pasado por momentos muy difíciles, que también perdió a su familia y sobre todo sus recuerdos- discúlpame, lo siento mucho.
Ese día no volví a ver a Peeta después de que me dejo en la entrada de mi casa, donde nos despedimos tímidamente como si fuéramos dos desconocidos.
El ver a Peeta alterado por mi culpa me hizo sentir mas triste de lo que ya estaba, puesto que era mi estado natural en los últimos meses, sentía un dolor que me oprimía el pecho, el darme cuenta que nunca lo recuperaría, que no sería nunca el chico que conocí hace 2 años, pero era evidente porque yo tampoco era la misma chica de hace 2 años, antes de ser voluntaria para salvar a Prim, antes de vivir el horror de dos juegos y antes de la guerra en la que había perdido tantas cosas, pero sobre todo a Prim y a Peeta.
Me sorprendió este último pensamiento, ya que cavilar en ello hacia que sintiera un gran vacío y a la vez me di cuenta de lo mucho que me importaba Peeta, no es que no hubiera dado cuenta de que me importaba, si no más bien de lo mucho que me importaba.
N/A: NO SE QUE TAL LES PARECIO, ESPERO MAÑANA SUBIR EL OTRO CAPITULO O A MAS TARDAR EL LUNES :D
